Relato: Mis hermanas: Lupita (I)



Relato: Mis hermanas: Lupita (I)

MIS HERMANAS


Lupita I Parte


Estudios del comportamiento humano
realizados desde hace muchos a�os y reiterados d�a con d�a indican con toda
certeza que el despertar inicial a las inquietudes sexuales se da dentro del
seno familiar o en el entorno m�s pr�ximo al mismo, pueden ser los conocidos
s�ndromes de Electra y Edipo o bien el que se despierten deseos por un hermano
de parte de su hermana o como es mi caso el deseo por mi hermana mayor
inicialmente y por las restantes al paso del tiempo, este despertar es muy
com�n, se da como simple deseo sin llegar a consumarse, por lo general en
todas las familias conformadas con hijos varones y hembras, en la gran mayor�a
de los casos los implicados prefieren, en un momento dado, borrarlos por
completo de sus mentes;


En un n�mero menor los recuerdan con agrado y
satisfacci�n, pero lo reservan para ellos mismos con el mayor de los sigilos y
lo niegan categ�ricamente ante terceros; Algunos otros, como es mi caso, lo
aceptan, lo reconocen, lo disfrutan con gran satisfacci�n y de alguna manera
lo comparten con los dem�s sin otro inter�s que la satisfacci�n de darlo a
conocer p�blicamente, orgullosos de conocer ese placer indescriptible de tener
sexo con su propia hermana y que solo se puede entender cuando se realiza y
una vez iniciado es pr�cticamente imposible de abandonar.



Como en los relatos anteriores de
esta misma serie me referir� ahora a la historia ver�dica y actual de la
realizaci�n de mis m�s caros deseos sexuales y con los que so��
apasionadamente por mas de 13 a�os, desde el despertar de mi naturaleza sexual
hasta hace apenas 2 a�os, consistente en la relaci�n sexual incestuosa con mi
hermana mayor Lupita, de quien he hecho referencia en los relatos
anteriores, especialmente en el primero de ellos (Sandra Ivonne Parte
I), en el que narro como fue que indirectamente me llev� a tener deseos
sexuales por ella y por mis restantes hermanas, parte de la narraci�n me veo
en la necesidad de reproducirla en este relato mas detalladamente, en aras de
un mayor entendimiento secuencial de esta, repito, ver�dica historia que se
esta escribiendo d�a con d�a.






Iniciare describiendo a mi
hermana como luce actualmente, su nombre es Luz Guadalupe, a quien
familiarmente llamamos Lupita; Tiene 28 a�os de edad; Actualmente se
desempe�a como azafata en una l�nea a�rea nacional; Es delgada; Mide
aproximadamente 1.70 Mts.; Pesa Aprox. 60 Kg.; Piel blanca; Cabello negro muy
ensortijado, aunque cambia de �look� muy seguido; Ojos caf� claro; Tiene los
senos un tanto peque�os, es talla 34-B de brassiere que siempre usa de media
copa, cintura definida, muslos desarrollados, largos y apetecibles, y
principalmente unas nalgas de diosa er�tica, amplias, redondeadas y paraditas,
divinas, casi no hay quien no voltee a v�rselas cuando pasa junto o frente a
ella, aunque nunca se las he medido calculo que rebasa con mucho los 110 Cm.;
Como mis dem�s hermanas le gusta lucir su cuerpo con ropa de moda ajustada y
cortita; Apasionada de la lencer�a sexy y peque�ita; Muy cachonda y siempre
dispuesta al sexo en todas sus formas, excepto lo que cause dolor.



Todo inicio cuando yo tan solo
tenia 11 a�os y Lupita 14, para entonces ya tenia su cuerpo
perfectamente formado, en esa �poca no la ve�a como mujer sino simplemente
como mi hermana, con quien desde que tengo uso de raz�n me he llevado
excelentemente.



Un d�a que ella regres� del
colegio fue a su recamara para, como todos los d�as, cambiarse el uniforme
escolar por ropa de calle y para mi fortuna no tuvo la precauci�n de cerrar
completamente la puerta, as� que casualmente pase en ese momento y la primera
intenci�n fue entrar a platicar con ella, pero cuando lo iba a hacer vi que ya
se hab�a quitado la falda, la blusa, las calcetas y el brassiere, solamente
conservaba las pantaletitas tipo bikini blancas estampadas con peque�os
corazoncitos rojos y por el frente, justo en su Monte de Venus un coraz�n rojo
mas grande, que hacia resaltar mas su ya de por si abultada pelvis.



Me quede
petrificado al ver su casi desnudes, era la primera vez que ve�a a una mujer
en esas condiciones, aun cuando quisiera no habr�a podido hablar, quede
extasiado mirando los deliciosos senos de mi hermana, aun peque�os, se notaban
muy firmes, con un pezoncito peque�o rodeado por una sensual aureola color de
rosa, su cintura breve y su vientre totalmente plano, sus ricos muslos largos
y bien torneados, sus nalgas aunque semicubiertas con las pantaletas se ve�an
regias, paradita y redondeadas de muy buen tama�o y mejor que se le pondr�an
al paso del tiempo hasta tenerlas como ahora, son unas hermosas nalgas de
diosa del erotismo, todo de ella me atrae, pero de manera muy especial, casi
fren�tica, sus adorables nalgas. Ante tan maravillosa vista sent� por primera
vez una extra�a y muy agradable sensaci�n en mi pene y vientre,
lamentablemente ella se visti� y mi placer se termino.



Durante todo el d�a no pude de
dejar de pensar en mi hermana semidesnuda y de seguir sintiendo ese cosquilleo
en mis genitales, incluso por momentos me sent�a avergonzado de lo sucedido y
me remord�a la consciencia �l haber espiado a mi hermana, pero el deseo era
mayor y cuando menos lo esperaba ya estaba repasando mentalmente una vez m�s
la sensual escena y sintiendo agradable en mi pene.



As� pasaron varios d�as hasta que
la situaci�n se repiti�, ah� estaba Lupita semidesnuda ante mis ojos
cambi�ndose de ropa, casualmente tra�a puesta la misma pantaletita de
corazoncitos que la primera vez, esta ocasi�n tardo un poco mas exhibi�ndome
su delicioso cuerpecito ya que se peino y maquillo solo vistiendo las peque�as
pantaletitas. Sin saber en que momento mi pene se puso erecto por primera vez
en mi vida y de manera instintiva mi mano frotaba mi erecci�n y la sensaci�n
era de lo m�s agradable, por lo que considero que fue la primera masturbaci�n
de mi existencia y la primera que le dedicaba a Lupita de las miles que
me ha inspirado en poco mas de la mitad de mi vida.



Ahora la escena er�tica de mi
hermana casi al desnudo no se apartaba ni un momento de mi mente e incluso al
verla completamente vestida se me endurec�a la verga pues llegaba a mi mente
su cuerpo semidesnudo, as� llego la noche y ya para acostarnos, entre al ba�o
y sobre el cesto de la ropa sucia estaban las pantaletitas de corazones que
hab�a llevado todo el d�a mi deliciosa hermana, desde entonces acostumbra
entrar al ba�o y desnudarse completamente ah� y solo dormir con su baby-doll
encima, no me pude detener, tome sus calzoncitos entre mis manos, no daba
cr�dito de c�mo cabian sus adorables nalgotas en esa prenda tan diminuta, me
excitaba saber que ese calzoncito hab�a estado en contacto con sus partes mas
intimas durante todo el d�a, las olfatee y su mas intimo aroma me fascino, las
bese, y lam� imaginando que lo hacia en sus partes intimas, saque mi pene del
pantal�n y por instinto lo envolv� en las pantaletas y me masturbe formalmente
pensando en el cuerpo de Lupita mientras aspiraba el delicioso perfume
de su brassiere. Por cierto que estas lindas pantaletas ese d�a las robe y aun
las conservo como el mas apreciado recuerdo que tengo de esa �poca y en un
cuadro adornan una de las paredes de mi recamara.



Desde entonces diariamente lo
repet� durante todos esos a�os frot�ndome con las pantaletitas que hab�a usado
mi hermana en ese d�a y de vez en cuando verla cambiarse de ropa. Pero lo
mejor estaba por venir cuando recapacite que bien pod�a verla desnudita
ba��ndose a trav�s de la chapa de la puerta. Ella se levantaba a ba�arse
a las 6:00 a.m. y despu�s se met�a Sandra Ivonne y �l �ltimo era
yo, esto por los diferentes horarios que ten�amos para ir a la escuela.



As� que ese d�a me levante muy
temprano y espere a que Lupita entrara al ba�o, as� lo hizo y yo me
acerque a la puerta y me incline para ver a trav�s de la cerradura, todo mi
cuerpo temblaba del nerviosismo que me produc�a el riesgo de ser descubierto,
la vista era maravillosa, mi hermanita se estaba quitando la bata y mostraba
un baby-doll negro muy corto que dejaba ver por completo sus muslos y su
velluda panocha, procedi� a despojarse del baby-doll, me era dif�cil cr�elo,
mi hermana Lupita estaba totalmente encueradita ante m�, pude gozar de
la total desnudes de su delicioso cuerpo, me llamo mucho la atenci�n su
vientre totalmente lleno de vello, se ve�a estupenda, si ya me fascinaban sus
deliciosas nalgas ahora estaba completamente enamorado de ese poema er�tico
que tiene por nalgas, por su desnudez sus senos se ve�an mucho m�s apetecibles
que en las ocasiones anteriores, empez� a ba�arse, su cuerpo desnudo y
totalmente enjabonado me puso en un estado de excitaci�n supremo, me saque la
verga que estaba tan erecta como nunca, me empece a masturbar siguiendo sus
movimientos y disfrut�ndolos con el mayor de los morbos hasta que llegue al
orgasmo con descargas de placer como nunca antes hab�a sentido.



Desde entonces mi actividad
principal fue ver diariamente desnuda a Lupita mientras se ba�aba y yo
me masturbaba, adem�s de la masturbaci�n nocturna con sus delicadas pantaletas
y brassieres de todos tipos y colores que reci�n se quitaba y que hab�a usado
durante el d�a impregn�ndolas de su m�s delicioso aroma intimo, actividad que
he disfrutado por tantos a�os.



Aun cuando estas maravillosas
escenas y masturbaciones las disfrutaba tanto y no cesaba de hacerlo
diariamente, tenia constantes remordimientos de conciencia que en ocasiones me
hacia sentir sucio e inmoral, sin embargo sin que nadie supiera mi gusto por
disfrutar de la desnudez y lencer�a de mi hermana, pasaron casi tres a�os.



Un d�a que casualmente estaba
asomado por la ventana de m� recamara que da a la calle, me percate de que un
auto se estacionaba frente a la casa, en formaci�n de �bater�a� como todos lo
hacen, solo lograba ver a los tripulantes del pecho hacia abajo, era un hombre
y una mujer, ella con minifalda que dejaba ver la mayor parte de unas
suculentas piernas, seg�n sus movimientos se besaban y abrazaban, unos minutos
despu�s la mano del hombre recorr�a el cuerpo de la chica por encima de la
ropa y bajaban hasta sus rodillas acariciando aquellos exquisitos muslos y
pretend�a meter la mano por debajo de la faldita, cosa que ella sutilmente
evitaba tomando la mano del hombre quien nuevamente sub�a la mano acariciando
por encima de la ropa el vientre y los senos de la chica.



Despu�s de algunos
minutos y varios intentos fallidos el tipo logra su objetivo, meti� su mano
bajo la faldita de la chica quien no solo se dejaba complacida sino que
facilitaba las cosas separando sus lindas piernas para que el sujeto
acariciara con comodidad su panocha por encima de las pantaletas, ella
seguramente ya muy caliente bajo su mano a la verga de su pareja y acariciaba
sobre el pantal�n, casi de inmediato el tipo utilizando ambas manos le bajo
las pantaletas hasta medio muslo dejando ante mi vista una linda panocha
cubierta de abundante vello, y se dedico a dedearle el cl�toris y en momentos
introducir su dedo en la vagina de la chica, despu�s de un rato ella le bajo
el cierre de la bragueta y libero su enorme pene frot�ndolo con ansiedad, las
manos del tipo no permanec�an quietas y le subi� la blusita y baj�ndole los
tirantes del sost�n y las copas del mismo, puso al descubierto sus lindas
tetitas, mismas que empez� a besar, chupar y lamer, la chica dio medio giro
hacia el tipo y pude ver la mayor parte de sus excelentes nalgas que eran
masajeadas por el tipo y met�a su mano entre ellas buscando seguramente su
culito y hacia movimientos de dedeo aunque yo no lograba ver si era en la
vagina o en el culo, as� duraron un buen rato hasta que por fin la chica se
inclino totalmente ense��ndome su hermoso trasero que el chavo dedeaba sin
cesar, mientras ella besaba y lam�a su gran verga erectisima, ahora pod�a ver
el rostro de la chica que mamaba la verga del chico con gran placer, me quede
helado, mi verga que hab�a estado erecta durante todo ese tiempo se bajo
s�bitamente, no daba cr�dito aquella cachonda mujer que devoraba aquel cetro
viril era nada menos que... mi hermana Lupita!!!



Inicialmente
tuve sentimiento de coraje en contra de ellos a �l lo maldije y a ella le
llame puta, despu�s de un ratito, el sentimiento era de envidia a �l que pod�a
disfrutar del excelente cuerpo de mi hermana y dar�a cualquier cosa por ser �l
en esos momentos y que fuera mi verga la que mi cachonda hermana chupaba con
tanto placer, mi pene recobro su erecci�n tan r�pido como la hab�a perdido y
mi masturbaci�n tomo un placer aun mayor al saber y ver que era mi propia
hermana quien era capaz de hacer esas ricas �cochinaditas� pr�cticamente en
p�blico, ahora el tiempo se me hizo muy corto pues gozaba en extremo viendo a
Lupita devorar aquel gran pene y como le dedeaban entre sus hermosas
nalgonas, para mi desencanto por fin terminaron y aunque no lo pude ver
supongo que el chico eyaculo en la boca de Lupita pues cuando volvieron
a su pose original mi hermana solo se limpio los labios, se acomodo el
brassiere y la blusa, subi� sus calzoncitos y bajo su faldita, el tipo guardo
su verga aun semierecta y ella bajo del auto para entrar a la casa.



Yo con toda premeditaci�n no
hab�a alcanzado la eyaculaci�n para seguir disfrutando esta nueva situaci�n,
as� que baje a la sala precipitadamente para ver de cerca de mi hermana con el
morbo de saber que apenas unos instantes antes hab�a mamado verga y recibido
el semen en su boquita, ella se sent� junto a mi madre y yo frente a ellas,
como de costumbre para ver si pod�a mirar sus muslos y al fondo sus excitantes
pantaletitas y vellosidad, que ahora me imaginaba estar�an h�medas por la
cachondeada que le acababan de dar, efectivamente fue generosa conmigo
ense��ndome, inconscientemente sus muslos y tanguitas, minutos despu�s
Lupita
se despidi� de mi madre y subi� a su recamara dispuesta a dormir,
enseguida sub� tras ella, se meti� al ba�o, yo adopte mi pose en la chapa de
la puerta, que ya me era de lo m�s com�n, una vez mas la vi desnudarse y poner
su ropa en la cesta, al colocarse el camisoncito fui a m� recamara y espere a
que saliera, una vez hecho esto corr� al ba�o y tome sus tanguitas, tal como
lo imaginaba estaban empapadas de la miel que broto de su rajita sexual, como
de costumbre las olfatee, bese y lam� para terminar frotando mi verga con
ellas, mientras aspiraba el delicioso aroma de su brassiere de media copa e
imaginar las cosas m�s deliciosas que me gustar�a hacer con el hermoso cuerpo
de Lupita y especialmente en sus nalgas de diosa er�tica.



Algo que me excitaba sobre manera
era ir de fin de semana con la familia cuando iba Lupita,
principalmente a la casa de mis t�as en Cuernavaca, tienen dos casitas en un
condominio tipo horizontal, en el que existen 12 casas que rodean una alberca
comunitaria, todos los vecinos son gente de edad avanzada que por lo general
son pensionadas y viven en total tranquilidad y la alberca la usan sus
familiares j�venes, como es el caso nuestro, actualmente mis t�as viven en
Zacatecas y las casitas est�n deshabitadas, aunque amuebladas por supuesto y
podemos hacer uso de ellas con tan solo llamar a mis t�as para pedir su
permiso que nunca nos es negado y que ellas le den aviso al administrador del
condominio.



Ver a mi hermana Lupita en aquellos diminutos bikinis que
por la parte baja dejaban a plena vista sus adorables nalgas, especialmente
cuando se tiraba al sol para broncearse y por arriba su diminuto sost�n
que dejaba al descubierto la mayor parte de sus chichitas, yo tenia
permanentemente la verga erecta disfrutando de su sensual cuerpo, mientras se
asoleaba me gustaba ir a la recamara en donde se hab�a quitado la ropa para
ponerse el bikini, y tomar sus pantaletitas y frotarme la verga con ellas
sabedor que volver�a a pon�rselas y trataba, ingenuamente, de contagiarle mis
muy candentes vibras para ver si le provocaba deseos de coger conmigo.



Una vez
que terminaba de broncearse y nadar, permanec�a en bikini la mayor parte del
d�a y yo permanec�a con la verga bien erecta vi�ndola desplazarse por la casa
en aquella diminuta prenda que apenas tapaba lo esencial de su suculento
cuerpo y ya entrada la tarde volv�a a ponerse sus pantaletas y brassiere de
uso com�n con su vestidito ense�ando sus lindas piernas o shorts o bien sus
sensuales pantalones super ajustados en los que no solo se le marcaban sus
pantaletitas excitantemente sino se le dibujaba la separaci�n de sus
deliciosos labios vaginales. Ya para dormirnos se pon�a alg�n camis�n sin que
llevara ning�n tipo de ropa intima debajo y as� andaba por alg�n tiempo en la
casa, lo que me manten�a con la verga endurecida durante todo el d�a y por
supuesto en la noche la gran masturbaci�n dedicada a mi sensual hermana.



Cada
que �bamos a la casa de Cuernavaca era la misma deliciosa historia,
acrecentada cuando despu�s de algunos a�os ya me fijaba sexualmente en mi otra
hermana Sandra Ivonne, entonces el placer era doble al poder admirar
los cuerpos semidesnudos de mis dos riquisimas hermanas.



As� transcurri� el tiempo, me
excitaba mucho ver las pantaletas y dem�s ropa intima de mis hermanas, incluso
me provocaba ganas de masturbarme de tan solo ver, los s�bados d�a de lavado,
el tendedero lleno de diminutas y sensuales pantaletitas, brassieres,
baby-dolls, ligueros, medias y pantimedias, bodys, neglig�s, Etc. llenos
de transparencias y encajes de todos colores y modelos y terminaba por frotar
mi verga hasta la eyaculaci�n. Cuando iba a la secundaria, me fascinaba tener
en mi poder el mayor tiempo posible las pantaletas de Lupita, en
ocasiones las llevaba en la bolsa para a cada momento sacarlas y aspirar su
delicioso aroma intimo, otras veces las pon�a en mi pene a riesgo de que el
bulto que hac�an en mi entrepierna me descubriera, tambi�n en m�ltiples
ocasiones acostumbraba pon�rmelas para sentir la prenda que hab�a estado en
contacto directo con las partes mas intimas de mi hermana, muy juntito a mi
cuerpo, sobre todo a mi pene.



Sent�a una gran excitaci�n ir a la escuela
llevando puestas las pantaletas de mi hermana y la emoci�n del riesgo de
ser descubierto, ya que cualquiera pensar�a que era homosexual o con
tendencias feminoides, pero tan solo era la gran cachonderia que me produc�a
tener la ropa intima de Lupita lo m�s cercana mi verga, y que mis
nalgas tocaran esa fina tela que hab�a estado �cubriendo� las exquisitas
nalgonas de mi candente hermana.



En ese tiempo, como ya lo
mencione en alguno de los relatos correspondientes a mi hermana Sandra
Ivonne
, tenia un amigo que se llama Miguel, era mi mejor amigo de esos
tiempos, en una ocasi�n en que estabamos calientes, provocados por el buen
cuerpo de la hermana de otro amigo, sali� la platica de las hermanas calientes
y terminamos por confesarnos mutuamente que compart�amos ese maravilloso gusto
por ver a nuestras respectivas hermanas desnudas cuando se ba�aban, as� como
masturbarnos frot�ndonos con sus pantaletas reci�n quitadas, por lo que �l me
prestaba las pantaletas sucias de Esther, as� se llama su hermana que
por cierto estaba buenisima, aunque no igualaba a las hermosas nalgas de mi
hermana y el mismo Miguel lo reconoc�a, yo le prestaba las de Lupita
para pon�rnoslas y luego masturbarnos, al poco tiempo nos invit�bamos de
manera mutua a verlas encueraditas cuando se ba�aban y naturalmente
masturbarnos a�orando pod�rnoslas coger, hasta que por decisi�n de sus padres
tuvo que cambiar de residencia e ignoro si alguna vez tuvo sexo en incesto con
ella y ah� termino esa excitante aventura.



Como tambi�n ya lo comente lleve a
varios de mis compa�eros de la secundaria a ver a Lupita desnuda como
pago de algunos favores recibidos, ya desde entonces me excitaba mucho ver
como deseaban el hermoso cuerpo de mi hermana mayor y posteriormente tambi�n
el de Sandra Ivonne.



El gusto por ponerme las
pantaletitas sucias de mis hermanas continuo y ya estando en la preparatoria
aun lo hacia aunque ya no a diario como en la secundaria, pues ya tenia novia
y me la cachondeaba y era peligroso que en el manoseo me fuera a descubrir y
desde luego calificara de manera err�nea mis preferencias sexuales. Pero ah�
conoc� a un amigo, se llama Rafael, quien en una ocasi�n en que nos hab�amos
tomado unos tragos, sin mas me confeso que su hermana Consuelo, quien
era la mayor de su familia y a quien llamaban �Chelo�, estaba muy
buenota y que se le antojaba para cog�rsela, que acostumbraba verla
encueradita cuando se ba�aba y le provocaba darse unas buenas masturbaciones,
me sorprendi� que me soltara tal intimidad, pero por supuesto no me
escandaliz� ya que yo hacia lo mismo desde hacia mucho tiempo, mas bien lo
tome con precauci�n ya que no estaba seguro de que lo que me dec�a fuera
verdad o solo estaba tratando de sacarme alguna confesi�n de mi situaci�n
familiar. Pasaron algunos d�as y nuevamente surgi� la platica donde me reitero
los deseos sexuales que tenia por su hermana Chelo, que era mucho mayor
que nosotros, tendr�a unos 27 a�os, pero sin duda estaba muy apetecible.



A
preguntas expresas me confeso que ya hacia mucho tiempo que sent�a el deseo
sexual por su hermana y que le encantaba verla encueradita espi�ndola al
ba�arse o cuando se desnudaba para ir a dormir y me platicaba como era su
cuerpo desnudo, as� mismo que para masturbarse se frotaba la verga con las
pantaletas que reci�n se quitaba y me lo demostraba mostr�ndome la erecci�n
que le provocaba nuestra platica, por supuesto a mi tambi�n se me paraba la
verga al o�r esa platica que era exactamente lo que a m� me pasaba con mi
hermana Lupita y ya empezaba a suceder con Sandra Ivonne, pero
por el momento me reservaba de cont�rselo y solo gozaba escuchando lo que me
platicaba de su hermana, pero lo mejor fue cuando me invito a su casa para que
la conociera y pudiera darle mi opini�n respecto del sabroso cuerpo de
Chelo
.



En efecto un d�a saliendo de la preparatoria fuimos a su casa y ah�
estaba su hermana, ciertamente era una mujer muy guapa sin ser bonita pero de
verdad que estaba buenota y destacaba su figura en un pantal�n sumamente
ajustado que suger�a el contorno de sus peque�as pantaletas, por lo que
casi de inmediato se me paro la verga, para mi buena suerte se iba a ba�ar en
esos momentos y tuve la dicha de poder verla encueradita conjuntamente con
Rafael
, al final del ba�o, Rafa tomo los calzoncitos y el
brassiere de su hermana y me los mostr�, era un coordinado de tanga y
sost�n de media copa de encajes lilas de muy fina calidad con los que nos
masturbamos frot�ndolos en nuestros penes. D�as despu�s me volvi� a invitar a
gozar del cuerpo desnudo de Chelo, lo que disfrute a mas no poder, lo
que me convenci� de su convicci�n en el cachondo tema del incesto.



Despu�s de pensarlo durante toda
la noche, al d�a siguiente me decid� a confiarle que yo tenia los mismos
gustos que �l, le cont� todo lo que hacia con mi hermana Lupita y
los deseos que ten�a de poder cog�rmela, as� como las inquietudes de hacerlo
tambi�n con Sandra Ivonne, a manera de prueba lleve a la escuela las
pantaletitas que hab�a usado el d�a anterior mi hermana mayor y con orgullo se
las mostr� permiti�ndole olfatearlas y lamerlas, ofreci�ndole llevarlo a casa,
el pr�ximo s�bado, ya que ese d�a Lupita se levantaba mas tarde,
para que pudiera ver encueradita a mi hermana.



En efecto el s�bado Rafael
lleg� a casa a temprana hora, esperamos poco tiempo y mi hermana se levanto,
ese d�a, contra su costumbre ya que nunca duerme con pantaletas, adem�s del
baby-doll rojo transparente, conservaba las pantaletitas de encajes negras que
hab�a usado el d�a anterior, todo fue a pedir de boca para lucirme con mi
amigo, tal pareciera que estabamos de acuerdo mi hermana y yo para que Rafa
la disfrutara al m�ximo.



Cuando Lupita entro al ba�o le dije a mi
amigo que se inclinara en la chapa de la puerta del ba�o y la disfrutara, pudo
ver, seg�n me cont�, como mi hermana se quitaba el baby-doll y luego con
extrema cachondez se bajo los diminutos calzoncitos, se miro buen rato en el
espejo que esta pegado tras la puerta y por fin se meti� a la regadera, con
tanta suerte para mi amigo que durante el ba�o mi caliente hermana se estuvo
dedeando su panochita y entre sus deliciosas nalgas, lo que indicaba que
hab�a amanecido muy caliente; una vez que termino de ba�arse nos fuimos a mi
recamara y luego de que ella sali� del ba�o entre por sus tanguitas y se las
preste a Rafa para que se masturbara con ellas, tal como �l lo hab�a
hecho conmigo cuando me presto las de su rica hermana la ultima vez que la vi
encueradita. Mi amigo estuvo muy complacido y estabamos e acuerdo en que
Lupita
tenia unas nalgas de diosa, le impresionaron mucho sus divinas
nalgonas.



A partir de ese d�a las visitas tanto de �l a mi casa como yo a la
de �l se hicieron muy frecuentes, con la �nica intensi�n de ver encueraditas a
muestras respectivas hermanas, as� como el intercambio de pantaletas, incluso
le contagie el extra�o placer de ponernos las pantaletas de nuestras hermanas
sin tener la menor duda de nuestra sexualidad masculina. Este sensacional
disfrute lo gozamos durante varios a�os y nuestra conversaci�n principal
siempre era de los irrefrenables deseos sexuales incestuosos por nuestras
hermanas. Tiempo despu�s �l descubri� que Chelo tenia relaciones
incestuosas con su hermano Jorge, el mayor de los hermanos en su
familia y con Arturo el que le segu�a en edad, incluso en tr�o. Pero
eso ya es otra historia que no me corresponde contar a m�.



Algo muy curioso fue que tanto �l
como yo, empezamos por desear de manera obsesiva a nuestras hermanas mayores y
terminamos, tiempo despu�s, por cogernos a las mas j�venes, �l a su hermana
M�nica
, tres a�os menor que �l, y yo a Sandra Ivonne dos a�os menor
que Lupita, e incluso luego de algunos a�os llegamos a intercambiar
hermanas, empezamos por salir en cuarteto, cada quien con su respectiva
hermana y coger unos frente a otros, luego lo hicimos en tr�o, entre los dos
nos cog�amos a M�nica y en otras ocasiones a Sandra Ivonne
y terminamos por intercambiar hermanas y coger los cuatro indiscriminadamente.
Pero eso se los narrare al detalle en los relatos correspondientes a Sandra
Ivonne
en el momento oportuno.



Transcurri� el tiempo en el mismo
tenor de espiar a Lupita en cada momento que se diera la oportunidad,
no solo cuando se ba�aba, cuando se desnudaba por completo y solo se pon�a el
baby-doll para acostarse, sino cuando tra�a minifalda al sentarse pod�a verle
los deliciosos calzoncitos e incluso cuando llevaba pantalones, que siempre
eran muy ajustados, me excitaba muchisimo ver como se le marcaban sus
pantaletitas y por el frente como se le dibujaban los labios vaginales, todo
ello me produc�a unas erecciones tremendas y como siempre por las noches me
masturbaba frot�ndome el pene con las pantaletitas que se acababa de quitar.



Lo mismo segu�a espi�ndola cuando estaba con alguno de sus novios en el auto y
disfrutar las candentes chachondisas que le daban, quit�ndole las pantaletitas
y dedeandole sus rinconcitos y ella mam�ndoles la verga. Lupita
acostumbraba ver un rato la televisi�n antes de acostarse a dormir estando ya
solo en baby-doll, por lo que empece a idear como espiarla pues casi desnuda y
crey�ndose sola era muy generosa para ense�ar su rica y velluda panocha, y sus
tetas tambi�n, as� que aprovechando que una de las ventanas de mi recamara
daba al interior de la casa, justo al hall de la televisi�n, perfore con un
taladro la herrer�a de la ventana de tal manera que me quedo una mirilla que
me permit�a ver exactamente al sill�n principal y que es donde se sientan a
ver la tele, por el lado del hall la ventana tiene una persiana que siempre
esta cerrada pero no interfiere con la mirilla que hice, as� que est�n
confiadas en que nadie las puede ver desde mi recamara. As� que desde ese
momento ya pod�a disfrutar viendo el cuerpo de mi hermana pr�cticamente al
desnudo ya que solo se pon�a el baby-doll transparente y diminuto, mientras
observaba la esplendidez de su apetecible cuerpecito me masturbaba frot�ndome
con las pantaletitas que se acababa de quitar o con sus brassieres. Pero no
solo eso sino tambi�n la ve�a cachondear con algunos de sus novios a los que
si les permit�a entrar a la casa y empezaban a ver la televisi�n y terminaban
d�ndose una cachondeadas de �rdago en las que mi hermanita quedaba totalmente
desnuda solo con las zapatillas puesta y tiempo despu�s la vi innumerables
ocasiones como le besaban todo el cuerpo y ella como mamaba la vergota de sus
acompa�antes y se la cog�an exquisito y yo con una gran envidia de poder gozar
su cuerpo como lo hac�an ellos.



Aquellos remordimientos de
conciencia que me daban por espiar encueradita a mi linda hermana se hab�an
quedado muy lejanos en le tiempo y menos en ese per�odo en que la ve�a como le
gustaba disfrutar del sexo con todos sus novios, que cambiaba como cambiar de
pantaletas, y muchos de sus amigos, pero menos aun cuando descubr� unos videos
donde aparec�a mi sabrosa hermana exhibi�ndose desnuda y cogiendo. Resulta que
siempre tuve la curiosidad de ver que hab�a en el closet de su recamara ya que
siempre est� cerrado con llave, as� como de poder tomar su lencer�a para
frot�rmela en la verga y conocer la cantidad de prendas intimas que tenia y
que nunca hab�a podido verla luci�ndolas, como batas transparentes, neglig�s,
corsettes o bodys, pero un d�a que mi madre y hermanas se hab�an ido de
fin de semana me decid� a tener acceso a ese �misterioso� closet y lleve un
cerrajero que abri� la chapa y me elaboro un par de llaves, en cuanto se fue
el cerrajero me dedique a hurgar entre sus cosa y vaya que me sorprend� de lo
que encontr�, adem�s de la fina lencer�a tan sexy que no le conoc�a.



Encontr�
unos consoladores de l�tex en forma de pene de tama�os enormes, algunos con
vibrador integrado y otros simples, que de hecho ya sabia que exist�an ya que
la hab�a visto masturbarse con ellos meti�ndolos en su deliciosa rajita en
algunas ocasiones, aunque cre� que solo tenia uno, otra sorpresa fue un �lbum
de aproximadamente 60 fotos, algunas en las que luce mi hermanita en
lencer�a y otras totalmente desnudita ense�ando todas sus ricas �cositas� en
las poses mas provocativas que se pueden imaginar, sobre todo de sus ricas
nalgonas divinas dignas de una diosa er�tica, pero lo que me dejo fr�o o mejor
dicho ardiendo de deseos sexuales con ella fueron 2 cassettes de v�deo de 4
horas cada uno, en el antiguo formato �Beta�, que se nota fueron editados de
algunos mas ya que aparece en diferentes escenarios incluso en nuestra casa,
llevando un ritmo de �acci�n� de menos a mas, en el primero aparece mi
cachonda hermana inicialmente en minifalda ense�ando pantaletitas, luego
modelando lencer�a donde se ve como se la quita y se pone otra ense�ando todo
su lindo cuerpo, luego ba��ndose donde se ve encueradita mostrando
descaradamente todos sus �rinconcitos� y finaliza masturb�ndose con los
consoladores en poses que ya se imaginaran.



En el segundo cassette ya aparece
en pleno sexo, mamando verga y dej�ndose mamar sus senos, su panochita, sus
hermosas nalgas y culito y se ve como un tipo se la coge de lo m�s rico tanto
por su vagina como por su lindo culito, terminando esa toma con la venida del
sujeto en el rostro de Lupita, enseguida vienen otras escenas donde
igual se la est�n cogiendo por todos lados, tipos que no reconozco, se nota
que est�n en diferentes hoteles y dos de ellas en mi casa y esta vez si
reconozco al fulano que fue su novio durante alg�n tiempo y vale decirlo tiene
una vergota enorme que no s� como le cabia a mi hermanita en su apretado ano,
pero que cogidas le dieron y se nota que lo disfrutaba mucho por las caras de
intenso placer y descaro con que sonre�a ante la c�mara mientras ped�a mas
verga y diferentes expresiones de lujuria y termina donde se vienen en su
linda boquita. En principio no daba cr�dito a como mi hermana hab�a sido capaz
de hacerse videos cogiendo pero termine por envidiarlos y deseando ser yo
quien gozara su candente cuerpo y en especial sus preciosas nalgonas de reina
del sexo.



Despu�s de verlos y masturbarme varias veces no pod�a sentir ning�n
remordimiento por desearla ya que si Lupita era capaz de hacer videos y
dejarse tomar fotos encueradita es que disfruta mucho el sexo y yo lo
disfrutaba dese�ndola a ella, vi�ndola toda encueradita o que mis amigos la
disfrutaran desnudita y presumirles las encantadoras nalgas que tiene mi
hermana.



A partir de que descubr� las
fotos y los videos los deseos por Lupita se acrecentaron, pero m�s aun
cuando empez� a andar en lencer�a por la casa, a la vista de toda la familia,
incluy�ndome a m� por supuesto. La primera vez que yo la vi, hab�a llegado del
trabajo y tra�a una pantiblusa blanca y pantalones ajustadisimos del mismo
color, se meti� a su recamara y cuando sali� solo llevaba la pantiblusa y las
zapatillas de tac�n alto, se ve�a de lo m�s apetecible, al encontrarme en el
pasillo de la planta alta de la casa pense que se meter�a nuevamente a su
recamara y se pondr�a alguna bata, pero no, sigui� camino al hall e la
televisi�n como si nada, se le notaba el brassiere de � copa pero no llevaba
pantaletas, ya que es costumbre de mis hermanas no ponerse pantaletas cuando
usan pantiblusa, sus encantadoras nalgas estaban totalmente al descubierto
devorando la parte baja de la pantiblusa, por el frente, en la parte baja, se
asomaban por los costados sus vellitos pubicos que no se alcanzaban a cubrir,
ella se desplazaba con gran naturalidad y yo que me derret�a de caliente con
la verga a todo lo que daba de endurecida, sin embargo fing�a no darle ninguna
importancia al hecho de que Lupita estuviese semi desnuda en mi
presencia, incluso me platicaba de lo m�s normal y yo trataba de no fijar mi
vista en su delicioso cuerpo, solo cuando me daba la espalda le com�a sus
divinas nalgotas con la mirada, fue tal mi excitaci�n que me �vine en seco�,
es decir se me sali� el esperma sin tocarme la verga.



A partir de esa fecha verla en
ropa intima era com�n, no obstante que la lencer�a fuera transparente, cuando
mi madre la ve�a en esas condiciones delante de m�, le dec�a que se cubriera
pero Lupita invariablemente le dec�a � mas me ha visto en la playa o
cuando vamos a nadar a Cuernavaca�, sin darle importancia y por supuesto sin
evitarlo, mi madre no insist�a mucho pues tengo entendido que cuando mi padre
viv�a ella misma acostumbraba a andar en lencer�a por la casa para
complacerlo, as� que lo tomaba con cierta naturalidad. Nunca entend� si mi
hermanita lo hacia con el fin premeditado de excitarme, excitarse o bien lo
hace por la naturaleza de su car�cter desinhibido y de mente abierta. Lo
cierto es que lo disfruto de lo lindo admirando y deseando su apetitoso cuerpo
y de forma muy especial sus adorables nalgonas que est�n de lo m�s exquisitas.



En ese tenor sigui� pasando el
tiempo hasta hace un poco mas de cuatro a�os que lleg� mi primera gran
oportunidad con Lupita, para entonces ya trabajaba en la l�nea a�rea
donde actualmente se desempe�a como azafata y una compa�era de trabajo
contraer�a matrimonio por lo que le organizaron una despedida de soltera
siendo mi casa el lugar de la reuni�n.



Como es tradicional no se aceptan
hombres en dichos festejos, as� que me fui de casa toda la tarde y parte de la
noche, pero al regresar encontr� a las ultimas concurrentes que se estaban
despidiendo en esos momentos, buenisimas por cierto, se notaba que la fiesta
hab�a estado amenizada con algunos tragos de licor ya que mi hermana y las
chicas que se desped�an se notaban un poco tomadas, entramos a la casa y
Lupita
muy animada me invito un trago mientras me platicaba algunas
an�cdotas de la reuni�n, mas que ponerle atenci�n a lo que me platicaba estaba
muy pendiente de sus piernas ya que tra�a puesto un minivestido negro que
dejaba a la vista la mitad de sus suculentos muslos y ya sentada se ve�an
pr�cticamente la totalidad de los mismos, de tal manera que sin esfuerzo pod�a
verle bajo las pantimedias sus diminutos calzoncitos de color anaranjado, nos
tomamos una segunda copa y mi hermana cada momento se notaba mas ebria y en su
borrachera no se daba cuenta que estaba sentada con las piernas abiertas
dej�ndome ver sus pantaletas por completo, y a pesar de las pantimedias se
ve�a que sus pantaletas eran transparentes, incluso se notaban sus vellos
pubicos no solo debajo de los calzoncitos sino los que le sal�an por las
orillas de las pantaletitas, mi verga estaba muy erecta ante tan
maravillosa vista que me proporcionaba mi rica hermanita, todav�a me ofreci�
una tercera copa y al levantarse para prepararla trastabillaba al caminar, su
lengua se arrastraba al hablar y dec�a ya muchas incoherencias, en pocas
palabras estaba bien borracha, apenas le hab�amos dado unos sorbos a esa
tercera copa cuando se empez� a sentir muy mal y dijo que mejor se iba a su
recamara a dormir, trato de levantarse y ya no pudo guardar el equilibrio y
menos con las zapatillas de tacones alt�simos que tra�a puestas, por lo que me
pidi� que la ayudara a subir a las recamaras.



Nos pusimos de pie y se abraz� de
m� por el cuello y yo la tome por la cintura, al llegar a la escalera
ma�osamente me las ingeniaba para tocarle sus hermosas nalgas, por fin
llegamos a su recamara en donde pensaba simplemente dejarla sobre su cama
procurando que el vestidito le quedara levantado para poder admirar su
apetitoso cuerpo, pero para mi agradable sorpresa apenas balbuceando me dijo
que la ayudara a desvestise, lo que me lleno de gusto y lujuria, sentada en la
cama le baje el cierre del vestidito y como pude se lo saque, en cuanto se lo
quite se dejo caer en la cama boca abajo y se quedo inm�vil, ver aquellas
maravillosas nalgas forradas en las pantimedias y las pantaletitas tipo tanga
que dejaban totalmente expuestas a mi mirada las nalgonas divinas de mi
hermana me pusieron en un estado de excitaci�n pocas veces sentido, de momento
no supe que hacer solo la miraba y me frotaba la verga sobre el pantal�n.



Finalmente reaccione y lo primero
que se me ocurri� fue quitarle las zapatillas desabrochando las cintas que las
sujetaban por el tobillo, aprovechando para acariciarle las pantorrillas,
enseguida pense en quitarle las pantimedias planeando que ante cualquier
protesta de mi hermana pod�a argumentar que ella misma me pidi� que la
desnudara, as� que con manos temblorosas proced� a bajarle las pantimedias,
movi�ndola y habl�ndole para asegurarme que estaba dormida, se las quite por
completo dej�ndolas caer sobre la alfombra, ya solo estaba mi sabrosa hermana
en brassiere y pantaletas, no pod�a apartar la mirada de sus maravillosas
nalgotas, autom�ticamente se saque la verga del pantal�n pues ya me dol�a de
lo parada que la tenia, le desabroche el brassiere de color negro sin poder
quit�rselo por la posici�n en que estaba acostada, segu�a movi�ndola y
tratando de hablarle para confirmar que estaba de hecho inconsciente, no hubo
respuesta de mi hermana, as� que d�ndome valor le empece a bajar las diminutas
y excitantes pantaletitas, que desde ese momento decid� apropi�rmelas como
recuerdo de ese incre�ble momento y que actualmente est�n en el cuadro
dedicado a ella y que adorna una de las paredes de mi recamara.



Las baje hasta
medio muslo y volv� a verificar que estaba inconsciente, movi�ndola de sus
nalgonas sabrosas, era la primera vez que mis manos estaba en ese poema
er�tico que tiene por nalgas, pase mis dedos por la separaci�n de su hermoso
trasero, le saque las pantaletitas y luego de olfatearlas, besarlas y lamerlas
las deje caer en la alfombra sentenci�ndolas a que me pertenec�an, pero no era
ese el momento oportuno para llev�rmelas, sent�a que en cualquier momento
pod�a eyacular, era la primera vez que le estaba quitando las pantaletas a mi
tan deseada hermana, al verla inerte totalmente encueradita, no pude
contenerme y acerque mi rostro a sus divinas nalgonas y temeroso pero
excitadisimo deposite un besito t�mido en ellas, puse mis manos en aquel
monumento a la sensualidad de torneada carne, mis manos se ve�an peque�as
comparadas con el tama�o de sus deliciosas nalgonas, nuevamente lleve mi cara
hasta sus nalgas y sacando mi temblorosa lengua lam� goloso cada cent�metro de
su apetitoso trasero repetidamente, met�a mi lengua en la separaci�n de sus
magn�ficos gl�teos enterr�ndola entre ellos lo mas que pod�a, todo mi cuerpo
temblaba de pies a cabeza de excitaci�n y temor de ser descubierto, con ambas
manos separe sus exquisitas nalgotas y aspire repetidas veces el delicioso
aroma intimo de su delicado culito que me invitaba a besarlo y chuparlo, un
ano perfectamente redondeado, como el hoyo que se hace para jugar a las
canicas, rodeado de finos vellitos, sin poder detenerme le bese y pase mi
lengua en el innumerables veces en su apetitoso culito jugueteando con sus
vellitos, no dando cr�dito a que en tan diminuto orificio le cupieran tan
enormes vergas, que me constaba, hab�an estado dentro de ese templo de placer,
presa de la lujuria me monte en ella y abriendo sus excelentes nalgas con
ambas manos le acerque mi verga que estaba revent�ndome de hinchada con la
intenci�n de penetrarla en su apretado culito, en cuanto hice contacto con su
ano, ella se movi� balbuceando algo incomprensible, me asuste de tal manera
que de un salto me quite de encima de ella y sal� de la recamara a tal
velocidad que no supe como llegue a la sala, tome el resto del trago que se
hab�a quedado servido cuando ella se sinti� mal, me quede reflexionando lleno
de temor, pensando que tal vez ella no pod�a moverse por la borrachera pero se
hab�a dado cuenta de todo lo que le hice, llego a mi mente el supuesto que
Lupita
si se hubiera dado cuenta de lo sucedido y que solo fing�a estar
totalmente inconsciente para que me la cogiera y reaccionar en el momento en
que la estuviera disfrutando ya con mi verga dentro de su adorable cuerpo y
gozarlo junto conmigo, ese pensamiento me animo nuevamente y sub� lo mas
r�pido que pude para cuando menos volver a besar sus sabrosas nalgas, pero
vaya sorpresa cuando entre a su recamara mi hermana ya estaba bajo las
sabanas, nuevamente me entraron los temores y casi la convicci�n de que ella
lo hab�a sentido todo y el gran esc�ndalo ser�a al d�a siguiente, fui a la
cocina y le tome a la botella de licor tratando de pensar que nada pasar�a,
que solo sinti� fr�o y se hab�a cobijado.



No pude dormir bien so�ando que el
problema seria muy serio, que hab�a perdido lo mas por lo menos, que ya no
podr�a verla encueradita nunca mas, que digo encueradita, ni siquiera a la
cara. Pero eso si, al mismo tiempo no dejaba de pensar lo delicioso que hab�a
sido desnudarla y tocar sus hermosas nalgonas, besarlas y lamerlas y el
suculento aroma que emanaba de entre sus ricas nalgonas proveniente de su
lindo culito y el haber sentido en mi lengua ese delicado hoyito que tanto
hab�a deseado, as� como el contacto, aunque moment�neo, de la cabeza de mi
verga con su diminuto cagoncito.



Al d�a siguiente la evite a toda
costa, me levante temprano y no aparec� por la casa hasta entrada la noche, al
d�a siguiente rescate las pantaletitas del cesto de la ropa sucia para
conservarlas como ya lo expuse y pude estar m�s tranquilo ya que mi hermana
sali� de viaje y ya no la vi evitando cuando menos por unos d�as su posible
reclamo, entre la familia no se dec�a nada al respecto por lo que cre� que de
haberse dado cuenta cuando menos no lo hab�a comentado con nadie mas. El paso
de los d�as me dio tranquilidad y dispuesto a lo que surgiera el d�a que ella
regreso de viaje le enfrente sin temor, pero para mi agradable sorpresa nada
me dijo y si se dio cuenta de lo sucedido no hizo nunca ning�n comentario. As�
que contin�e con mis rutinas sexuales con ella como antes solo que ahora tenia
el delicioso recuerdo de haber gozado sus nalgonas y al verla ya sea
encueradita o incluso vestida llegaba a mi nariz el excitante aroma de su
adorable culito.



Esa fue la primera vez que tuve
contacto f�sico con ella pero no seria el ultimo y ya les narrare lo que
sigui� con mi cachonda hermana en mi pr�ximo relato que en breve enviare para
su publicaci�n.


Una vez
m�s me pongo a sus ordenes para recibir sus observaciones y comentarios,
as� como mi amistad a personas que est�n disfrutando de este delicioso placer
que es el incesto, para lo cual esta a su disposici�n la direcci�n electr�nica

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Relato: Mis hermanas: Lupita (I)
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