Durante las siguientes semanas, Sara y yo hac�amos lo
imposible para pasar todo el tiempo que pod�amos juntos. Aunque era muy dif�cil,
y en algunas ocasiones mi mujer estuvo a punto de pillarnos. Ocurri� que
est�bamos en el cuarto de ba�o, una noche, ella sentada sobre mis piernas, los
dos desnudos, bes�ndonos, mientras ella me pajeaba. Empec� a gemir, pues hac�a
varios d�as que no me corr�a, y sent�a los huevos llenos de leche. Pensaba que
mi mujer estaba dormida, ya que se hab�a tomado unas pastillas. Por ello me
corr� ruidosamente, expulsando largos corros de esperma sobre las tetas y el
vientre de mi hija. Incluso algunas gotas llegaron a su cabello. Mi hija me bes�
y me pidi� que fuera a su cuarto, a que le quitase su calentura.
-Mi vida, tu madre se puede despertar...
-Vamos papi, solo un rato... Estoy empapada....
Mi pene volvi� a ponerse duro como una piedra... Y en ese
momento son� un pu�o sobre la puerta. Era mi mujer:
-Carlos, �est�s ah�? �Est�s bien? He o�do gemidos....
-Si... Estoy bien... Me duele algo la tripa.....
Mi hija, en lugar de asustarse, volvi� a coger mi polla,
todav�a cubierta de leche, se arrodill� y se la introdujo en la boca, lamiendo
el glande lentamente.
-Uffffff ....
-Carlos, �qu� haces?
-Nada, nada... Ahora salgo...
-�Seguro que est�s bien?
Sara acababa de meterme un dedo por el ano, mientras rozaba
mi glande con sus pezones. Cre�a que me iba a desmayar. En unos segundo me corr�
entre sus tetas, tan o m�s abundantemente que antes. Intent� no gemir, pero
varios suspiros salieron de mis labios.
Y mi mujer en el otro lado de la puerta. El cuarto de ba�o
ol�a a semen que tiraba a para atr�s. Mi hija desnuda, cubierta de la leche de
su padre.
-D�jame entrar Carlos...
-Vale, espera....
Encerr� a mi hija en la ducha, cerrando las mamparas, y me
quit� algunos restos de semen del abdomen, intentando aparentar normalidad.
Por supuesto, mi mujer pens� que me estaba masturbando, y se
enfad� conmigo por practicar, seg�n me dijo, cosas de ni�os.
Al d�a siguiente estaba muy molesto con Sara, ya que sus
tonter�as nos habr�an podido costar caras. Durante todo el d�a, en la oficina,
pensaba en como podr�a "devolverle" la broma, y fue cuando son� el m�vil: era
Javier. Deseaba volver a pasar alg�n tiempo con Sara, y estaba dispuesto a pagar
bien. Pero ahora quer�a algo especial...
-�De qu� se trata?
-Un amigo y yo... Queremos follarnos a tu hija, en su cama,
en vuestra casa, esta misma noche.... Por supuesto, sin gomas de ning�n tipo...
Queremos llenarla bien de leche.... Dejarla pre�ada.... Y pagaremos muy
bien.....
Dud� por unos segundos... Pero solo durante unos segundos.
-Est� bien, tengo un plan que creo os gustar� m�s.... Mirad,
yo entro en su cuarto, le hago que se ponga una venda en los ojos, y me la
empiezo a follar.. Vosotros entr�is en casa, sin que os oiga, y, sin que lo
sepa, empez�is a follarla, vosotros dos, hasta que os hart�is... Pero yo tambi�n
quiero intervenir... �Qu� os parece?
-Estupendo, estupendo... Ojal� todos los padres fueran como
t�.... ja, ja, ja... Sin goma, �eh? No se estar� tomando la p�ldora estos d�as,
�no?
-Nada de p�ldora.... �Os gusta saber que pod�is dejarle
pre�ada, verdad?
-Es lo mejor....
Estaba sumamente excitado. Acordamos el precio (francamente
alto), y quedamos que a las doce en punto estar�an en la puerta de mi casa.
-Dejar� unas llaves bajo al alfombrilla...
-Y t� mujer.... Si quieres nos la fallamos tambi�n, por el
mismo precio... ja, ja, ja...
-Mi mujer estar� profundamente dormida....
Eso era f�cil. Laura ten�a fuertes jaquecas, desde hace
algunas semanas, y tomaba pastillas muy fuertes para dormir. Esta noche se las
preparar�a yo, pero en una dosis mayor... Una dosis tan fuerte que dormir�a a un
elefante.
Durante la cena mi hija y yo bromeamos, tanteando, y cada vez
que pasaba a su lado me frotaba con ella, al quitar los platos. Iba vestida con
un pantal�n blanco, casi transparente dejando ver un tanguita negro, con una
camiseta de tirantes roja, sin sujetador, que marcaba sus pezones.
-Esta noche ir� a tu cuarto, cuando se duerma tu madre....
-Te esperar�....
Le prepar� las pastillas a mi mujer, eso s�, abriendo dos
c�psulas en el agua para tom�rselas. En unos minutos cay� dormida en el sof�, y
la lleve al cuarto.
Eran las 11 y media. Al abrir la puerta de la habitaci�n de
mi hija, casi no pod�a ver, pero ella me esper� desde detr�s de la puerta, y me
oblig� a tumbarme sobre la cama, con ella encima.
-S� cuanto te gusta quitarme la ropa, por eso la llevo
puesta... Joder padre, c�mo me estabas mirando durante la cena, casi me corro..
Y creo que mam� se empieza a dar cuenta....
-No importa hija, ahora no importa � empec� a quitarle la
camiseta de tirantes, lamiendo con fuerza sus pezones. Ella se frotaba contra mi
entrepierna, que estaba a punto de reventar. La cog� de las axilas y la tumb�
boca arriba, por lo que pude desabrocharle los pantalones, quitarle el tanga,
dej�ndola totalmente desnuda. Lam� sus tetas, su vientre, su co�ito rasurado....
-Desn�dame pap�, desn�dame y f�llame ya....
-Sara, hoy quiero jugar a algo nuevo, quiero que te pongas
est� venda, y hagas exactamente lo que yo te digo.
Estaba tan excitada que hubiera aceptado cualquier cosa.
-Pero nada de ponerte un preservativo, eh? Nada de eso... Y
te correr�s dentro, �vale? �
-Hoy quedar�s saciada de leche, lo prometo.
Le puse una vieja corbata en los ojos, puse sus piernas sobre
mis hombre y la taladr� de un solo golpe. Estaba tan h�meda que casi no me cost�
met�rsela hasta el fondo.
Si esos dos carcamales iban a foll�rse a mi hija sin cond�n,
pudiendo dejarla embarazada, yo no ser�a menos.
La puse boca abajo, mientras la penetraba desde detr�s,
dejando caer todo mi cuerpo sobre ella. La cama hac�a un ruido infernal, y Sara
estaba a punto de correrse, y no dejaba de gemir.
-Eres mi putita, �verdad? Har�s lo que yo te diga.... Ufffff
..... Porque han venido dos amigos m�os, que te van a follar hasta reventarte...
Y te va a gustar, porque era mi putita....
Javier y un amigo suyo, de casi 60 a�os, estaban en la
puerta. No pod�a ver qu� hora era, pero ya ser�an las doce. Se desnudaron en un
momento, y pude ver que estaban totalmente excitados, con las pollas erguidas.
-Esperad que me corra y ahora os dejo...Uffffff....
Javier se acerc� a mi hija, le cogi� con fuera la cabeza y
meti� su polla en la boja de Sara... Ella respondi� amarr�ndola con fuerza,
acariciando sus huevos.... entonces me corr�... Tres o cuatro corros que le
tuvieron que llegar hasta la tripa, arque�ndome al m�ximo para la leche fuera
todo lo dentro posible.
-Aggggggg .........
La saqu� casi corri�ndome todav�a, pero el co�ito de mi hija
fue, casi inmediatamente, ocupado por el amigo de Javier, que empez� a
taladrarla desde detr�s, de forma totalmente inexpresiva.
Me sent� en una silla, mientras les ve�a follarse a mi hija.
-Vamos Ricardo, deja que me folle a esta putita, y no te
corras muy pronto, que as� te saldr� m�s leche....
Javier se sent� en el borde de la cama, y mi hija, sin decir
nada, se sent� sobre el, mientras ahora chupaba a Ricardo, que le pellizcaba los
pezones con fuerza.
-Qu� ricura de ni�a!!! Uffffff..... Eres un hombre de suerte
Carlos..... Con una hija as�.....
Javier estaba a punto de correrse. Ten�a las manos en las
caderas de mi hija, que no dejaba de encadenar un orgasmo tras otro, y pronto
iba a llenarla de leche.
-Ricardo, no se te ocurra correte fuera, recuerda lo que
hemos hablado.... Carlos, �ste es Ricardo, un viejo amigo, cuando se corre
expulsa litros y litros de leche... Lecha que va a ir toda dentro de tu ni�a....
Ahhhhhh....
Un par de sacudidas y Javier se corri� con fuerza.
Ahora le tocaba el turno a Ricardo. Coloc� a mi hija,
totalmente d�cil, boca arriba y la penetr� en la postura del misionero. Le pidi�
que pusiera sus piernas alrededor de sus caderas, mientras �l la agarraba por
los hombros haciendo que la penetraci�n fuera muy profunda. La besaba y le lam�a
los pechos, muy despacho, pero sin que su rostro hiciera el m�s m�nimo gesto.
Pod�a ver una polla de gran tama�o, como entraba y sal� en el co�o de mi hija.
Despu�s de unos minutos, le quit� la venda, quer�a ver sus cara mientras se
corr�a. Podo despu�s empez� a gemir, hasta que, casi gritando, alcanz� el
orgasmo. Aunque no pude ver su leche, supuse que mi hija habr�a recibido una
descarga colosal.
Una vez que hubo terminado, sali� de mi hija y, sin decir
palabra, se visti� y se march�,. Javier me dio un sobre, me dijo que pronto
volver�amos a hacer negocios juntos, y se larg�. Mi hija se qued� dormida,
completamente satisfecha, posiblemente embarazada. La arrop�, guard� el dinero y
me fui a mi cama, pensando en qu� nuevas aventuras nos ver�amos, Sara y yo,
inmersos.