De c�mo, por una suerte de equ�vocos, llegu� a Arcadia, ese lugar donde habitan los dioses e id�licas vestales, dispuestas a hacer gozar a cualquier tipo bien dispuesto, aunque tenga tan poco encanto como tiene un servidor.
Aquella mata de pelos parec�a un campo de trigo de Cornualles ondul�ndose bajo la suave brisa del verano. Vari� despu�s de direcci�n y envi� el aire caliente directamente entre mis piernas.
Cogida en un caf� con un desconocido, que al final se volvi� en conocido, solo de mis hoyos, ya que me baj� lo guarra en el servicio con ayuda de otro t�o...
Una amistad virtual llevada mucho m�s all�hasta el l�mite de llevar a cabo algunas de nuestras mayores fantas�as sexuales� Dedicado a la maravillosa e inigualable Pilita� Un besote.