Todo sucedi� hace ya un par de a�os, cuando para eso tendr�a
yo unos 19 a�os. Primero he de describirme. Soy un muchacho alto 180 cms, de
contextura delgada, piel trigue�a, cabello casta�o corto, ojos negros, me gusta
dejarme crecer barbita para tener un aspecto como desali�ado como de maloso,
tengo un cuerpo muy bien formado ya que de los 16 voy al gim todos los d�as, no
soy muy velludo en mi pecho pero otra cosa son mis bolas y mi culo llenos de una
mata negra, mi verga mide 17 cms en todo su esplendor pero si es lo bastante
ancha como para abrir un culo virgen y ponerlo a chillar de dolor, me fascina
que me chupen la raja del culo para que me la claven posteriormente. Debo decir
que soy un adicto a los riesgos y que por el placer que me pueden representar he
corrido muchos peligros sobretodo porque en mi casa no saben de mi condici�n y
corro el riesgo de que se enteren. La verdad es que no soy afeminado en nada,
estoy en un equipo de f�tbol, varonil, el t�pico aspecto de macho, bastante
parrandero, por mi han pasado muchas viejas (solo por conveniencia) hasta el
punto de ganarme la fama de perro mugroso; pero siempre he tenido muy claro que
es lo que en verdad me gusta; no hay como sentir la lechita caliente que sale de
tu boca despu�s de que una verga se venga en ella, o clav�rsela a un culito bien
estrecho y hacerlos gemir de placer. Y no solo es el sexo, porque me he
enamorado perdidamente de mancitos que de verdad me han hecho vivir la vida
intensamente, no como las materialistas y aburridas de mis supuestas " novias "
. Pero en aquella ocasi�n, debo decir la verdad, solo fue sexo.

Era Enero, estaba en vacaciones y mi familia y yo har�amos un
viaje a Medell�n, ciudad de la eterna primavera y de los manes mas chimbas sobre
la faz de la tierra, mi esf�nter se contrajo de tan solo en recordar en lo que
ya hab�a vivido en aquella ciudad en antiguos viajes. De verdad estaba muy
emocionado, y mi excitaci�n creci� aun mas cuando me afirmaron que dormir�amos
en casa de un t�o, al que hace ya rato le tenia demasiadas ganas, era todo un
oso, t�pico de los que est�n en las galer�as de paginas gay, todo un macho; mi
t�o tendr�a sus 42 a�os, con su barriga t�pica, trigue�o, cabello casta�o ,
barbita de unos cuantos d�as, una sonrisa muy bacana, y muy velludo. Nunca lo
hab�a visto totalmente desnudo pero en una ocasi�n ya lo hab�a visto en slip, y
hay que visi�n; su bulto tenia un tama�o considerable, y de los bordes del slip
se le asomaban los pelos que le sub�an hasta el ombligo en un caminito para
luego perderse en un bosque que cubr�a su pecho, hab�a otra cosa de su cuerpo
que me encanta, y son sus tetillas, negras, grandes y siempre erectas, siempre
que las ve�a no pod�a dejar de fantasear con bes�rselas.

Pero si este me prend�a, nada extra�o era que su hijo, mi
primo Juan Camilo me enloqueciera, sobretodo su culo, que era una belleza como
se le marcaba en los pantalones; para ese entonces mi primo tendr�a unos veinte
a�os, hab�a acabado de prestar el servicio militar, tenia la cabeza rapada, piel
trigue�a, ojos verdes y en general estaba para com�rselo. Siempre hab�amos sido
grandes amigos, en visitas anteriores nos la pas�bamos en rumbas, detr�s de
viejas, paseo tras paseo, pero como yo no hago muchos esfuerzos por esconder "lo
m�o" el se hab�a dado cuenta de que hab�a tenido algo con uno de sus amigos,
aunque nunca me dijo nada yo se que as� fue y esa fue la raz�n de que nos
distanci�ramos un poco.

Bueno el cuento es que por fin llegamos a Medell�n despu�s de
un largo viaje, apenas estacionamos el auto en el frente de la casa me encuentro
que mi t�o estaba sentado con su esposa en las afueras de su casa, sin camisa,
tom�ndose una cerveza, luego vinieron los saludos y al saludar a mi t�o no pude
dejar de mirar esas tetillas tan provocativas y mi verga tambi�n lo sinti� por
que ya hab�a empezado a reaccionar, es de aclarar que siempre hab�a pensado que
mi tio me tenia ganas ya que siempre en su mirada se notaba cierta lujuria, y
esta vez no fue la excepci�n, apenas me abrazo me miro a los ojos.

La verdad no me hab�a aburrido en nada, al contrario la
hab�a pasado de maravilla con los amiguitos del Juan. Al rato llego Juan y de
verdad que estaba bueno, tra�a puesto una camisa de cuadros sin camisilla por
debajo y unos jeans que le marcaban todo el paquete y ese culo, ese culo; ya
hacia tiempo que no lo ve�a por lo cual la visi�n fue casi un sue�o. Esa noche
cenamos y nos asignaron los cuartos donde dormir�amos, como en las otras
ocasiones por ser amigos de toda la vida y por que no se levantaba ninguna
sospecha, quede en el cuarto de Juan Camilo, el dormir�a en la cama y yo en
una colchoneta en el suelo; la verdad es que aunque me gustara en sobremedida
no intentar�a nada extra�o y mas me importaba en recuperar su amistad, ya que
desde que hab�a llegado lo notaba aislado y algo ap�tico hacia mi.

Despu�s de darme un ba�o entre al cuarto en b�xer y
encontr� que al parecer ya estaba dormido, eso acabo con mis sospechas de que
algo pasaba ya que en mis anteriores viajes nos qued�bamos hablando y
recochando hasta muy tarde; entre en mi colchoneta y me recost� d�ndole la
espalda, pero era mas el deseo de saber que pasaba.

Mientras me hablaba yo permanec�a quieto, como en un estado
de trance, mis neuronas estaban muy confundidas, no comprend�a lo que pasaba,
mi primo el machito comeviejas me estaba diciendo que me quer�a comer, de
repente siento que mete su mano por entre mi b�xer, siento como su mano se va
abriendo camino por entre mi vello, y por fin llega al m�stil que aun
permanece dormido. Yo no sabia que era lo que estaba pasando, pero ni guebon
que fuera, no iba a desaprovechar una oportunidad de estas, as� que decid�
actuar, fue en ese momento cuando volv� del letargo en el que me encontraba, y
apret� mi boca contra la suya, empec� a juguetear con su lengua, la llevaba
hasta el fondo, me volv� el activo, si de verdad quer�a probar que se sent�a,
no iba a desaprovechar mis dones ni mi experiencia, que aunque corta muy bien
aprovechada. Lleve mis manos hacia su espalda mientras nos bes�bamos, y fui
bajando, a diferencia de progenitor, Juan no era muy velludo y por el
contrario tenia una piel suave y delicada. Met� mis manos en su slip y
acariciaba sus gl�teos, mientras tanto el segu�a con su masaje a mi verga que
ya tenia una buena forma y tama�o, yo de curioso introduje un dedo en su
agujero a lo que el respondi� con un d�bil gemido, mi lengua ya hab�a
recorrido toda su cavidad oral y estaba antojada por conocer mas lugares, as�
que le ped� que se pusiera boca abajo, ya en esta posici�n empec� a masajear
sus nalgas por encima de la tela, tambi�n agarre su bulto que ya estaba
reaccionando, a pesar de la confianza que nos ten�amos nunca lo hab�a visto
desnudo, por lo cual me emociono saber que pronto tendr�a ante mi este
monumental cuerpo, pero lo quer�a despacio, quer�a disfrutar el momento todo
lo que se pudiera.

Entonces baje su slip, el como comprendiendo lo que iba a
pasar, se inclino un poco sobre las rodillas ofreci�ndome su culo, era
delicioso ver ese agujerito rosado con unos cuantos pelos borde�ndolo,
r�pidamente empec� a lamer esa delicia, a pasar una y otra vez mi lengua por
ese agujerito, a lo que el gem�a lo mas silencioso que pod�a por miedo de
despertar a alguien, introduje mi lengua y el empez� con un movimiento de su
cadera de atr�s hacia delante como si lo estuviera penetrando al mismo momento
que se meneaba la verga, esos movimientos se hac�an mas r�pidos al tanto de
que mis lamidas se hac�an mas fren�ticas, por lo cual tuve que acabar con mi
h�meda labor; me incorpore y me coloque frente a el que estaba de rodillas, y
empez� a lamerme el glande que ya estaba a reventar por encima del b�xer, pero
no aguanto mucho la tentaci�n, me los quito violentamente y se llevo todo mi
m�stil a su boca, lo recorr�a con su lengua y daba lametazos a mi frenillo, se
lo enterraba hasta el fondo, su nariz quedaba pegada a mi vello, volv�a y lo
sacaba y recorr�a con su lengua todos sus bordes desde el glande hasta llegar
a mis bolas que se introduc�a una a una para hacerles un masaje intrabucal, lo
hacia muy bien, tanto que tenia viendo estrellas, no se como conten�a mis
gemidos. Me fui inclinando sin que mi querido familiar dejara de hacer su
placentera succi�n, quedamos los dos acostados en la colchoneta sobre el
brazo, me puse de tal forma que su verga quedaba en frente de mi rostro, y
entonces fue ah� cuando la contemple; de verdad que este hombre estaba bueno
por todos lados, su verga muy firme, con un capuch�n rojo vivo a mas no poder,
apuntaba hacia su ombligo, le calculo unos 19 cms ya que si era mas larga que
la m�a y de un grosor considerable, era acompa�ada de unas bolas de tama�o
perfecto y sin mucho vello pubico, de el glande sal�an unas cuantas gotas
liquido preseminal, que por fuerza de la gravedad ca�an a tierra formando un
hilito delgado, no queria que se perdiera ni una gota mas y la introduje en mi
boca, chupe todo lo que pude, me la introduje hasta el fondo mi cavidad, era
como un ni�ito peque�o saciando sus ganas de paleta, la besaba por sus
costados, relam�a el glande, me la met�a hasta el fondo, la sacaba, la volv�a
a meter, siempre he tenido muy buen ritmo en esto de las mamadas y sabia que
el no iba a aguantar mucho, fue en ese momento que sus mamadas a mi verga se
hicieron mas intensas y que coloco sus manos en mis nalgas y uno de sus dedos
se introdujo en mi ano y empez� un mete y saca genial, de repente siento los
espasmos de su verga en mi boca y sus chorros de leche golpear contra mi
paladar, trate de trag�rmela toda, pero era demasiada as� que se sal�a por las
comisuras de mis labios; segu� mi trabajo de acicalarle la verga durante unos
minutos, hasta que vi que esta retomaba su tama�o, yo estaba a punto de
venirme pero no lo quer�a hacer en su boca, por lo que le retire mi juguete de
su boca, lo recost� sobre la cama, quedando sentado sobre el borde de esta y
retome mi labor mamatoria en ese culito que tanto ansiaba, al poco tiempo Juan
ya estaba desesperado por verga � metemela ya desgraciado, la quiero hasta el
fondo, que me revientes-susurro en medio de sus gemidos

-sus deseos, mis ordenes se�or- le respond�, por lo que me
incorpore, levante sus piernas y las coloque en mis hombros, coloque todo mi
bot�n en la entrada de su ano, al parecer mi beso negro habia tenido resultado
porque al primer empuj�n entro una buena parte de mi pedazo de carne, Juan no
pudo contener un gemido, que por lo menos no fue estruendoso y que no hubiera
podido despertar a nadie, espere un momento hasta que se acostumbrara a mi
verga que aunque no es superlarga si es muy ancha, suponiendo que esta seria
su primera vez procure meter el resto lo mas suave posible, pero
inevitablemente Juan hacia caras de dolor � Si te duele mucho, mejor te la
saco- Le dije-

Estas loco o que, meteme esa verga hasta el fondo, primito
sin piedad- Me respondi� al tiempo que sonre�a maliciosamente, a lo que
respond� tap�ndole la boca con mi mano y se la empuje de verdad hasta el
fondo, y empec� con el bombeo. Si hay algo que me guste mas que comerme un
culo, es comerme un culito estrecho, y el de este marica si que lo estaba,
sent�a como apretaba contra mi verga, me incline y empezamos a besarnos como
desesperados, las lenguas sal�an y lam�an los rostros, yo hund�a la m�a hasta
el fondo como buscando algo, no paso mucho tiempo cuando siento que juanito se
hab�a vuelto a venir, esta vez no tanto por los chorretones de leche sino por
los movimientos espasm�dicos que hacia su intestino que inevitablemente
hicieron que yo me corriera inund�ndolo por dentro, porque de veras me
descargue, me quede un rato as�, encima de el sin salirme de su culo, hasta
que mi verga volvi� a su tama�o normal, me quede as� con mi rostro recostado
en su pecho, y sin pensarlo me quede dormido, cuando me volv� a despertar
todav�a est�bamos en la misma posici�n, creo que era muy tarde y que ya iba a
amanecer por lo que lo despert� de un beso y le dije que se pasara a su cama.

Cuando me despert� por la ma�ana me di cuente de que era
muy tarde, ya Juan se hab�a levantado. Despu�s de desayunar me fui a tomar una
ducha, Juan Camilo no estaba, se hab�a ido a realizar unos tramites de no se
que papeles y no volver�a hasta por la tarde, no me pod�a sacar de la cabeza
cada momento vivido esa noche, estaba tan absuelto en mis pensamientos que no
me di cuenta de que la puerta del ba�o se encontraba cerrada y sin siquiera
preguntar si estaba ocupado fui abriendo la puerta y entrando en el.

De repente encuentro a mi t�o desnudo se estaba secando con
una toalla, se hab�a acabado de ba�ar y tambi�n se percato de mi entrada,
aunque ni siquiera intento taparse con la toalla.

Ante la insistencia opte por quitarme la pantaloneta que
tenia, ah� en frente de el, notaba como mi t�o miraba de reojo mientras
supuestamente se secaba, labor que demoro mucho a mi parecer, de pronto solo
quedaba mi b�xer pero no me lo quer�a quitar hasta que el no saliera, pero de
pronto record� que deb�a oler a semen , a hombre y que delatar�a una noche de
lujuria, por lo cual me lo quite r�pidamente, descaradamente mi t�o me miraba
la verga sin importarle lo que yo pensara, me met� a la ducha y mi t�o sali�,
pero antes de salir me dijo: - Hicieron mucha bullita anoche, no- no comprend�
muy bien, pero me quedo sonando lo que me dijo � y si se hab�a dado cuenta?.

Despu�s de almorzar, mi t�o deb�a salir en su camioneta a
hacer diligencias en el centro, me insisti� que lo acompa�ara, a lo que ayudo
mi mam� dici�ndome que fuera con el; la verdad la cosa no me ol�a bien.

Ya en el camino empez� a charlarme; mi t�o es una persona
muy jovial y simp�tica, un t�pico paisa echado para delante.

Inmediato coloque mi mano en su bulto mientras el conduc�a,
lo fui acariciando, mientras lo delimitaba con mis manos, me di cuenta de que
le agarraba el glande, y luego le fui hacia las pelotas, al mismo tiempo mi
t�o cambiaba de rumbo, ya no �bamos al centro, habiamos cogido rumbo hacia el
norte est�bamos en la autopista que lleva a Bello, debido al gran transito que
se da y al riesgo de que alguien nos viera mi t�o trato de retirar mi mano,
pero yo no lo deje- Si queres placer ser� a mis reglas- le dije, por lo que no
tuvo otra opci�n que dejarse hacer. Despu�s de un tiempo est�bamos en un
camino rural, aunque conozco bien a Medell�n hab�amos dado tantas vueltas que
ya me hab�a perdido y al parecer era un camino a una finca, porque era
estrecho y destapado; si sabia yo que mi t�o era taca�o y se me har�a extra�o
que me hubiera pagado motel, pero no me importo, al contrario el sitio, a
plena luz del d�a, en un camino quien sabe en donde, todo eso me excitaba mas.
No me demore mucho en empezar con la acci�n, le ped� que se quitara la camisa,
lo cual hizo r�pidamente, ante mi ese pecho velludo, lleno de macho y esos
pezones erectos, por fin cumplir�a mi fantas�a, empec� a lamer su pecho y
llegue a esos pezones que los chupe como si fuera un ni�o al que est�n
amamantando � Te gustan, eh, chupamelos, si sigue as�- me dec�a mi t�o, segu�
subiendo por su cuello y me encontre con su boca, no dude en meterle lengua,
de verdad que besar a este oso era algo demasiado excitante, mi erecci�n
estaba al m�ximo, mi verga se quer�a salir del pantal�n, el empez� a besar mi
oreja y mi cuello, lam�a toda la zona er�gena, lo que me pon�a al cien.

Empec� a bajar dando lametazos a todo lo que alcanzaba,
mientras el acariciaba mi cabeza enredando sus dedos en mi corto cabello. Al
llegar a su pantal�n, le quite el cintur�n y baje un poco su cierre, me
encontr� con su slip, all� ol�a a hombre a macho, a sexo. Me acomode en el
espacio del acelerador y el freno, desde all� tenia una hermosa vista, empec�
a lamerle su verga por encima de la ropa para luego bajarle los pantaloncillos
y los pantalones con lo que el quedo con los pies abiertos de par en par y
mostr�ndome un culo lleno de pelos al que r�pidamente empec� a lamer y relamer
como una paleta, pero me intercambiaba con su pija y sus huevos, su m�stil que
erecto medir�a tambi�n unos 19 cms como la de su hijo pero mucho mas gruesa,
oscura y con mucho mas pelo, me la met�a hasta el fondo chap�ndome todo el
liquido preseminal que emanaba, mientras se la mamaba con fuerza empec� a
introducir uno de mis dedos por su culo, al parecer le gustaba porque me pidi�
que le metiera mas, le fui metiendo el segundo y luego el tercero, a esta hora
creo que ya no podia soportar el placer que le estaba brindando y empez� a
venirse, un verdadero semental, el semen se me regaba por el pecho y mi
abdomen, literalmente me estaba ba�ando en leche.

Despu�s de un rato segu�a chupando aquella verga, su
erecci�n no ca�a, por lo cual hab�a que darle un buen uso a tal instrumento.
Nos pasamos hacia atr�s y ya all� me acomode en posici�n de perrito y le
ofrec� mi culo, el cual como buen t�o empez� a lamer, sent�a su barba raspar
mis nalgas y como introducia su lengua en mi, de verdad que era un hombre
apasionado, pegaba toda su boca a mi agujero como si estuviera chapando una
boca, yo sent�a que me iba a venir, por lo cual le procure que me realizara su
estocada, para lo cual empez� metiendome dos dedos en mi culo, me doli� pero
el placer que estaba sintiendo val�a la pena, mientras me met�a el dedo en mi
culo, mi querido t�o se dedicaba a hacerle un laboroso trabajo bucal a mi
verga que esta a mas no dar, lo hacia lentamente para que no me viniera- Ah
,pero que rica verga tenes, me gustar�a sentirla en mi culo, de tan solo
pensar en que me la metes se me moja el culo, y rica leche la que sacas- Ya a
este lapso mi t�o tenia tres dedos en mi culo y los mov�a a todo dar, entonces
el me coloca en posici�n de perrito y me va introduciendo su vergota,
r�pidamente la tiene hasta el fondo y empieza a bombear, el dolor que sent�a
se mezclaba con placer.

Mi t�o agarra mi cabeza, se agacha hacia mi y saca su
lengua para que al sacar la m�a ambas hagan contacto, siento como ese pedazo
grande y caliente me embiste, con su mano izquierda empieza a pajear mi verga
que ya a punto de reventar, De repente a lo lejos divisamos la silueta de un
carro que se acerca, no hay tiempo de vestirnos por lo que nos tiramos en el
espacio entre los asientos traseros y los delanteros, no se como logramos
entrar all�, el cuento es que ahora si est�bamos mucho mas estrechos, mi t�o
no se hab�a salido de mi y con la estrechez su verga hab�a entrado hasta el
m�ximo, en esta posici�n est�bamos en total contacto, yo adelante el atr�s,
mis piernas se rozaban con las de el , me abrazaba con sus brazos y segu�a
pajeandome, sent�a su mejilla al lado de la m�a, su barba se chuzaba con la
m�a ambas de varios d�as, su aliento se mezclaba con el m�o, el reducido
espacio en que nos encontr�bamos no permit�a gran movimiento, pero lo
suficiente para sentir como explotaba en mi interior, llen�ndome de leche
nuevamente; el contacto de su cuerpo permanente, sus gemidos en mi o�do, la
situaci�n de riesgo en la que est�bamos, sus manos en mi instrumento con un
ritmo fren�tico, el fuego que su verga pon�a en mis entra�as y la sensaci�n
que me inundaba por dentro fueron suficientes para explotar en la mejor
corrida que haya tenido en toda mi vida, me vine en litros de leche.

Despu�s de eso fue dif�cil salir de donde est�bamos para
poder vestirnos, mientras me vest�a me agarro del culo y me llevo hacia el
chant�ndome un beso que me dejo sin aire � Me la he pasado de maravilla, por
vos soy capaz hasta de dejar a mi esposa, si que me has sacado la leche-
despu�s emprendimos el viaje de retorno. En el camino, mi t�o prometi� que
para una pr�xima sesi�n me dejar�a clavarle mi verga en su culo y que no tenia
ning�n problema en que me follara al hijo, confes�ndome de que tambi�n le
tenia ganas, yo mas sin embargo le aclare que con Juan solo era sexo, ya que
sabia que tenia novia y que yo respetaba eso- Ah, esa golfa, esa no lo quiere,
si lo �nico que le va a dar a mi hijo ser� un chino, prefiero que este contigo
que con esa vieja que no le conviene- yo no pod�a creer lo que estaba oyendo,
el propio padre incitaba la vida homosexual de su hijo. Despu�s de realizar
las vueltas pendientes, llegamos ya de noche a la casa, de sorpresa me
encuentro que en la acera de la casa estaba Felipe conversando con Juan,
apenas me ve, a Felipe como que se le enciende una luz en la mirada; Felipe
hab�a sido una aventura del pasado, me la hab�a dejado engarzar porque la
tiene verdaderamente larga, unos 22 cms, que quer�a probar como curioso que
soy, el pelao no esta nada mal, es alto, trigue�o, cabello negro, muy corto,
casi al estilo militar, ojos negros, musculoso, velludo y una sonrisa
perfecta; la ultima vez que hab�a venido, compense la ausencia de Juan con el,
nos la pas�bamos juntos por toda Medell�n, me llevo a conocer unas discotecas
muy de moda y hasta me meti� en un bar gay, mas sin embargo no es lo que me
gusta para una relaci�n estable, por lo que con el solo fue sexo, aunque a mi
parecer creo que le quede gustando demasiado al Felipe.

Esa misma noche quedamos de ir a una discoteca,
supuestamente a conseguir "nenas", la verdad aparecimos fue en un barsucho
donde no hab�a nadie, sentados tomando cerveza, los tres porque no se hab�a
conseguido a nadie mas, y ya medio borrachos y la gueba de Felipe no dejaba de
decirme que me quer�a, que le hab�a hecho mucha falta, que por que no lo
intent�bamos en serio, y yo ya no sabia que hacer para evitar sus preguntas y
declaraciones, lo �nico que me gustaba es que Juan miraba la escena con cierto
recelo, para que dejara de joder me toco contarle a Felipe que ya no pod�a
porque tenia algo con Juany le cont� con pelos y detalles lo que hab�a pasado
la noche anterior, pero quer�a llegar a algo mas.

Pues no demoramos mucho, cuando ya est�bamos ubicados en un
cub�culo del ba�o del bar, que afortunadamente era bastante amplio. Me
arrodille frente a los dos y empec� a sobarles el paquete, mientras estos
empezaban a besarse, ve�a como sus lenguas se lam�an una a la otra y se
introduc�an en la boca del otro, empec� a bajarles el cierre del pantal�n y
poco despu�s tenia en frente de mi esas dos pijas que ya conoc�a, la de Felipe
era notablemente mas larga y era circuncidada, la de Juan mas corta, pero mas
gruesa y sin circuncidar, empec� a meterme la polla de Felipe, ya hab�a
olvidado ese sabor tan fenomenal, de inmediato empez� a emanar liquido
preseminal en peque�as gotas, era lo que me fascinaba de esa verga, parec�a
una fuente eterna de l�quidos, luego me met� la de Juan y me la lleve hasta el
fondo, ahora si la pod�a ver bien, no como en la oscuridad del cuarto, de
verdad era bonita, cabezona, roja, con venas a los lados, sin mucho vello.

De repente pare mi labor mamatoria y le ofrec� la verga de
Felipe a Juan, aunque este dudo. � Vamos Juan, vas a decir que no te apetece,
si este marica la tiene deliciosa- al decir esto, Juan se arrodillo al lado
m�o y empez� a darle t�midas lamidas al glande de Felipe, que se retorc�a de
placer, empez� a coger confianza y entonces se met�a y sacaba hasta donde
pod�a la verga de mi amigo- que rico mamas, sigan as� puticos, mis puticos-
decia Felipe en su delirio, empezamos un juego de lenguas entre la pija de
Felipe que estaba a punto de correrse, para darle mas placer, me coloque
detr�s de el y empec� a buscarle el agujero, que cundo encontr� lam� con
gusto, no tardo mucho cuando ve�amos como se regaba en la cara de Juan a
verdaderos chorros, la verdad es que nunca hab�a probado el culo de Felipe que
se ve�a demasiado bien como para dejarlo sin su estocada, por lo que empec� a
prepararlo realiz�ndole mi ya conocida rutina manual, mientras tanto, lam�a la
cara de Juan limpi�ndole de todo rastro de semen, entonces este bajo hasta mi
cierre y empez� a mamar mi verga que quer�a violar esa cavidad bucal que tanto
placer me estaba dando, cuando en eso que ya tenia los tres dedos tentando el
culo de mi amigo, y este ya listo para recibir mi gruesa verga, por lo cual
coloque a Felipe apoy�ndose sobre el inodoro, dej�ndome todo el culo al aire,
volv� a retomar mi beso en su ano que se contra�a ante cada lametazo de mi
lengua, despu�s de una buena lubricada por parte de Juan, hund� mi m�stil
hasta el fondo del intestino de Felipe, quien gem�a de placer- Si papi,
damelo, lo quiero sentir hasta el fondo, solo quiero ser tuyo- empec� a
bombear fren�ticamente, cada vez que embest�a sent�a como Felipe contra�a su
intestino lo que me brindaba un placer enorme, mientras Juan ya estaba ocupado
metiendo legua en mi esf�nter que se dilataba ante los lametones del primo-
Pero que Hp, si esto sabe a semen, con quien te acostaste maricon, vos no te
hast�as, no, pues te voy a dejar la boca sabiendo a leche, si queres verga te
la doy hasta que aprendas, esta noche no te vas a sentar primito- sus palabras
hicieron efecto en mi, y Felipe sinti� como se hinchaba aun mas mi vergajo
dentro de su ya muy dilatada ampolla rectal, pare de bombear y me incline de
tal forma que mi culo quedaba enfrente del m�stil de Juan, procure no salirme
de Felipe, pero este ya estaba en otro mundo, porque segu�a movi�ndose de
atr�s hacia delante buscando mas verga, de repente siento como la verga de
Juan me penetra de una sin previa preparaci�n ni nada, hasta el fondo me la
meti� el desgraciado sin aviso, por lo que pegue un alarido, esperamos un
momento y nadie se asomo por lo que seguimos con nuestras labores amatorias, a
medida que mi primo me embest�a, yo le pegaba una clavada a Felipito y este me
contra�a su culo, sabia que a este ritmo era inevitable acabar muy pronto; el
primero que acabo fue Juan que me inundo por dentro, inmediatamente sent� como
regaba las entra�as de Felipe con mi leche, est�bamos exhaustos pero faltaba
uno de nosotros por regarse, as� que Juan sali� de mi, dej�ndome un reguero de
semen que sal�a de mi culo y se escurr�a por mis piernas, y se fue a comerse
la verga de Felipe, que se empujaba hasta el fondo, mientras yo le segu�a
dando por el chiquito, este no demoro y de nuevo se estaba viniendo sobre
Juan, que esta vez se trago todo lo que expulso Felipe.

Nos sentamos en el ba�o, mir�ndonos de frente mientras nos
fum�bamos un cigarrillo y empezamos a vestirnos, cuando de pronto sentimos que
abren la puerta y el que se asoma al parecer es el due�o del bar:

Despu�s de eso siguieron sucediendo cosas entre mi t�o, su
hijo y yo, me cumplieron la promesa e incite un encuentro entre el padre y el
hijo, pero todo esto se los contare en mi segunda parte de este relato
titulado MI VIAJE A MEDELL�N II.

Continuara...

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