Contaba con 25 a�os de edad y una dura y aplastante
realidad... mi virginidad, en mis a�os de adolescencia la supe llevar con mucho
orgullo, pero poco a poco se fue transformando en una espina que llevaba clavada
en mis entra�as y de la cual no podia deshacerme.
Y no es que no tenia candidatos suficientes... soy una
persona muy atractiva, buen cuerpo, cintura bien marcada, cola parada, muslos
firmes, pechos turgentes y de buen tama�o, pero cuando comenzaba una relaci�n
m�s alla de una amistad con alguien, enseguida le encontraba alg�n defecto, uno
me parecia muy chiquil�n, el otro poco inteligente y as� se fueron pasando los
a�os y las oportunidades de sacar esa ansiedad que me carcom�a por dentro.
Siempre supe en mi interior que el tope a este problema iba a
ser cuando llegara a mis 25 a�os, no quer�a convertirme en una vieja sin antes
por lo menos haber probado lo que era sentir en mi interior la carne de un
hombre.
Un d�a al despertar me observe en el espejo, acaricie mis
senos, tironee mis pezones y enseguida respondieron estremeciendo mi cuerpo,
decid� que ese mismo d�a intentar�a resolver mi problema, llam� a mi mejor amiga
y le dije que al fin estaba decidida a perder mi virginidad, pero no ten�a ni
una remota idea de como hacerlo. Ella me contesto que ya sal�a para casa y que
ten�a la soluci�n. Mientras la esperaba me preguntaba que era lo que se le hab�a
ocurrido pero no pude imagin�rmelo.
Mi amiga lleg� con el periodico y una sonrisa rebozante, sus
ojos brillaban de satisfacci�n y complicidad, al verla as� me contagio su
ansiedad... me tiende el periodico y me pide que lea un aviso clasificado que
dec�a as�: Dr Amor, soluciono tus problemas sexuales, falta de experiencia,
clases te�ricas y pr�cticas, consultas al 4781343.
�Est�s loca? le dije, �que clase de soluci�n es esta?, ella
insisti� en que fueramos a ver de que se trataba sin compromiso alguno, solo
para sacarnos la duda.
Llamamos y nos indican como llegar al domicilio, al llegar la
secretaria nos hace esperar en una sala, lo que m�s llamo mi atenci�n era la
cantidad de mujeres que all� hab�a, todas personas de buen nivel, y de distintas
edades.
Luego de unos minutos de larga espera, otra joven nos llama,
al entrar nos hace sentar frente a un escritorio y ella enfrente nuestro, nos
pregunta que era lo que necesit�bamos, casi no podia hablar, tenia la boca seca
y el coraz�n que lat�a a mil, mi amiga comenz� la charla diciendo que no
sab�amos si est�bamos en el sitio correcto, pero que cre�a que me pod�an ayudar
ya que era virgen y quer�a saber lo que era estar con un hombre, pero que
ninguno me gustaba para esa delicada tarea.
Ella sonri� y dijo que no pod�a haber escogido mejor sitio
que ese, que ten�an a una persona que se dedicaba exclusivamente a eso y que
jam�s en mi vida me iba a arrepentir de que sea �l la primera experiencia en mi
vida sexual, nos cont� que era muy delicado y sab�a exactamente como tratar a
una mujer en su primera vez, que hasta ese momento hab�an pasado mil mujeres y
todas estaban absolutamente agradecidas e incluso muchas de ellas le hab�an
ofrecido desde casamiento hasta dejar de trabajar para ser amante de ellas y
mucho m�s dinero del que ganaba all�.
Habl� tantas maravillas de �l que yo sent�a que hab�a
encontrado al pr�ncipe azul que me iba a sacar por fin aquello que me hac�a
sentir inferior a todas las dem�s mujeres.
Me di� cita para el d�a siguiente en el cual me iban a
efectuar una serie de an�lisis para asegurarse de que no ten�a ninguna
enfermedad, etc.
Adem�s deb�a firmar el contrato, en el cual dec�a que yo
aceptaba pasar una noche con una persona designada por Dr Amor, adem�s de
informarme que esa persona solamente se limitaba a desvirgarme y a ense�arme a
gozar pero luego nada lo obligaba a volver a estar nuevamente conmigo, ya que al
parecer muchas mujeres se enamoran de �l, y luego lo acosan. Al d�a siguiente
deb�a ir bien ba�ada, depilada, con la ropa que yo quisiera y lo demas corr�a
por cuenta de ellos, hasta ese momento no ten�a idea de quien seria ese
misterioso hombre que iba a penetrar y a desgarrar mi carne.
Al d�a siguiente hice todo lo que me hab�an pedido, llegue
una hora m�s temprano de lo acordado pero es que mis nervios me jugaban en
contra, me hicieron pasar a una habitaci�n, all� hab�a una cama enorme, m�sica
rom�ntica, todo estaba a oscuras salvo por un par de velas perfumadas que le
daban un toque especial al lugar, un balde de champagne y a su lado dos copas,
una caja de bombones, claro que con lo ansiosa que estaba no ten�a deseos de
comer ni beber, solo deseaba salir corriendo pero tambi�n deseaba terminar de
una vez por todas y ser una mujer normal, en ese momento pensaba que si esa
noche no dejaba de ser virgen iba a ir con un psic�logo para saber si no ten�a
alg�n trastorno o algo as�. Mientras estaba abstra�da en mis pensamientos se
abre una puerta y una figura en la oscuridad viene acerc�ndose hacia m�, sent�
un escalofr�o, y miedo de ese desconocido, �l seguramente adivin� el susto que
yo ten�a y se sent� en la cama, luego de un espacio de tiempo incierto, me pidi�
que me sentara a su lado, esa voz de hombre varonil me hablaba de una manera
decidida y firme pero a la vez yo me sent�a suspendida en el espacio y obedec�.
Una vez a su lado comenzo a susurrar, me dijo que �l iba a
ser muy dulce y comprensivo, que solamente me dejara llevar por mis instintos de
mujer, que esa era el arma m�s poderosa que yo pose�a y que �l esa noche los iba
a despertar.
Me tendi� su mano y me indic� que me parara, pas� sus manos
por mi cintura y comenzamos a bailar, a medida que pasaba el tiempo, �l me
sujetaba con m�s firmeza y yo comenc� a sentir v�rtigo, como cuando subo a la
monta�a rusa... algo similar a eso. Luego sus manos comenzaron a acariciar mi
espalda, mis hombros, luego volv�an a la cintura, y en un momento estuvieron en
mis nalgas, en mis caderas, hac�an movimientos, sub�an y bajaban, la tela de mi
vestido acariciaba mis caderas a trav�s de sus manos c�lidas, pod�a sentir su
resp�raci�n agitada, detuvo sus manos en mi cadera y se puso en cuclillas en
frente m�o, luego acarici� mis talones, me quit� los zapatos, y fue subiendo sus
manos por mis piernas, levant� mi vestido hasta la cintura, acerc� su boca y
besaba la parte baja de mi ombligo, eso aument� mi v�rtigo, tom� la bikini
blanca y me la quit�, me dijo: vamos a comenzar a ponernos c�modos... �te
parece?, yo asent�, ya para ese momento era de �l, era una mujer entregada.
Se sac� su ropa y se qued� en slip, pude ver su torso
musculoso, era hermoso, le pregunt� su nombre y s�lo me dijo que lo llamara
Nachi, se acerc� nuevamente y me dijo que me quitara toda la ropa, mientras lo
hac�a �l se acost� en la cama, se tap� y me observaba, luego me invit� a su
lado, nos pusimos de costado uno frente al otro, con su mano iba recorriendo mi
cuerpo, se acerc� y comenz� a besarme, era un beso impregnado de ardor, muy
caliente su lengua se introduc�a en mi boca, sus dientes me raspaban los labios,
despu�s se ocup� de besar mis senos, tomaba uno y luego el otro, los succionaba
alternando la suavidad con la brusquedad, era un subir y bajar de sensaciones,
la m�sica de fondo eran mis quejidos, mis gemidos, que yo dejaba escapar cada
vez que �l me sorprend�a, luego me pidi� que elevara una de mis piernas y puso
su trozo de carne caliente entre medio de mis piernas, yo apret� fuerte eso que
�l me regalaba, era verdad, ten�a entre mis piernas eso que me hab�a imaginado
en mis noches de ansiedad, eso que yo sent�a que calmar�a mi calor, �l comenz� a
moverse otorg�ndome un roce perfecto a mi vulva, luego me pidi� que tocara la
vagina con mis dedos, estaba todo inundado, no pens� que de mis adentros saliera
tanto l�quido.
Me dijo que le avisara cuando me sent�a lista, mientras baj�
con su lengua y me recorr�a la vagina, succionaba mis labios, saboreaba mis
l�quidos, comenc� a delirar, esto era enloquecedor, era incre�ble, era perfecto,
le ped� que me desvirgara, que lo hiciera despacio, quer�a disfrutar esa primera
entrada, se coloc� en mi puerta, con la punta de su pene rozaba, mientras que
con sus dedos pellizcaba mis pezones, no pude soportar m�s y eleve mi cadera tan
arriba que fui yo la que introduje el pene dentro de la vagina, fue maravilloso,
inolvidable, espl�ndido, con mis manos tom� sus muslos y lo empujaba a
introducirse m�s y m�s, ese desgarramiento me produc�a tal placer, quer�a
hacerlo una y otra vez, �l estaba all� obligado por los movimientos que mis
manos le daban a sus muslos, me daba lo que yo quer�a y con la intensidad que
calmaba los latidos de mi vagina, estall� en un orgasmo tras otro, quer�a sentir
como se abr�a mi vagina y con mis dedos tocaba su pene entrando en ella, luego
segu� el recorrido de mis l�quidos que ca�an en mi ano, lo toqu� y estaba all�,
cerrado, caliente, pero s�per lubricado, le dije que quer�a ser desvirgada
tambi�n por ese lado... que al igual que lo hicimos en la vagina s�lo coloque su
pene y ser�a yo la que lo introduciera, �l lo puso y se ocup� de mis pezones
nuevamente, esto me excit� mucho m�s y poco a poco fui empujando mi cola hacia
su pene hasta que penetr�... le ped� que empujara y se puso como loco de placer,
y nuevamente comenzamos con los movimientos, me pregunt� si me pod�a llenar y yo
le dije que s� que me inundara, que me diera todo.
Ese fue el mejor d�a de mi vida, a Nachi no volv� a verlo m�s
ya que �l solo se dedica a desvirgar pero despu�s no mantiene ning�n contacto
con sus pacientes, pero yo me qued� con el dulce recuerdo de esa noche de placer
m�s hermosa de mi vida.