"El Escondite III"
Hola a todos los amigos de , en especial a los que
me han enviado sus opiniones. Lamento no haber enviado antes esta tercera parte,
pero no hab�a podido terminarla antes. Forgive me for that. Gracias a las
personas que me pidieron que continuara con esta serie.
Ya lo hab�a hecho con Alex. No puedo decir que me sent� en el
cielo, pues ser�a una total hipocres�a. Ya me estaba acostumbrando a las movidas
dentro de este "ambiente" que a�n no llegaba a entender, en parte porque ten�a
10 a�os y en parte porque me contradec�a. En el momento lo disfrutaba, pero
luego me sent�a culpable, y en cierta forma asqueado por lo que acababa de
suceder. Pensaba en las posibilidades de que mi familia se enterase de las
actividades secretas que su, para ellos, maravilloso hijo sol�a hacer con sus
amigos en un peque�o claro dentro del bosque que todos los muchachos llamaban el
escondite. All� suced�an tales cosas, que si os adultos se hubiesen enterado lo
habr�an clausurado para siempre. Tambi�n iban los m�s peque�os a ser
desvirgados, ya sean de forma gay o straigh (h�tero), como me hab�a pasado a m�.
Los que estaban m�s entrados en la adolescencia, incluso los adultos j�venes que
ya hab�an conocido de las delicias de este escondite tropical, iban all� a coger
con el de turno o incluso a traficar drogas, pues era bien conocido por todos
que era una guarida nocturna de delincuentes, pasada la medianoche. Se trataba
de una peque�a neo-sodoma, del tama�o de una casa familiar, encallada en pleno
bosque h�medo de las zonas monta�osas de Caracas.
Pero mi amigo Alex, el Alex de mi vida, estuvo teniendo sexo
conmigo y era muy dif�cil asimilarlo. Y lo m�s dif�cil era pensar que hab�a
ingerido su semen, lo cual me llenaba de repugnancia. Incluso hoy en d�a, a mis
18 y mucho m�s experimentado, no soy asiduo a esta pr�ctica, pues porque me hace
sentir en el extremo de la sumisi�n y tambi�n porque es una forma muy f�cil de
contagiarse de una enfermedad de transmisi�n sexual, fue de hecho la �nica vez
que lo hice. Esa noche, estuve bastante callado durante la cena, y mis padres me
preguntaron si me sent�a mal. Les dije que s�, y naturalmente no estaba
fingiendo pues me sent�a demasiado mal, pero por dentro. Incluso, aunque Alex
fue muy delicado cuando lo hizo conmigo, me dej� full cansado y estropeado. Me
ba�� durante largo tiempo, en la tina de mi cuarto, ya que me sent�a algo sucio
por lo que acababa de suceder apenas algunas horas antes. Fui a mi cuarto y me
acost� temprano. Usualmente ve�a una que otra pel�cula, pero no esa noche.
Estuve bastante tiempo reflexionando con la almohada. Al d�a siguiente, me
tocaba ir a la escuela, donde cursaba, como ya he dicho antes, sexto grado.
Llegu� tarde porque estaba muy congestionado el tr�fico, y gracias a esto no
tuve que encontrarme en la entrada con Alex, ni hablar con ninguno de mis
amigos. Entr� y me sent� en uno de los primeros asientos que era de hecho mi
puesto fijo, sin ver para atr�s, solo dije buenos d�as. La clase era de
geograf�a, sobre las fallas y terremotos, seg�n recuerdo. Yo siempre he sido un
alumno sobresaliente, as� que era el secretario de la maestra, y ella prestaba
mucha atenci�n a lo que hac�a. Ya me sent�a algo nervioso, pues 2 puestos tras
m�o estaba sentado Alex. Al terminar la clase la maestra se dirigi� al sal�n:
-ni�os, hoy tenemos una actividad especial. Con motivo de la
campa�a de educaci�n sexual en respuesta a la proliferaci�n de ni�as embarazadas
y promiscuidad en las escuelas, hoy ha llegado una doctora del ministerio de
salud que nos va a hablar un poco de ello, los dejo con la Dra. Fern�ndez-
La se�ora entr� y nos reparti� un panfleto, donde hab�a
informaci�n de enfermedades, el uso del cond�n, y una parte de desviaciones
sexuales, donde la homosexualidad, lamentablemente, estaba incluida. Esto no
hizo m�s que aumentar mi culpabilidad. Estuvo un rato hablando y dijo: - ni�o,
pon atenci�n- yo brinque del susto y me qued� como momificado en el pupitre, yo
pensaba en otra cosa mientras la ve�a a la cara. Termin� y dijo que �bamos a
hacer una actividad sobre el tema, como tarea para traerla al d�a siguiente, y
nos reparti� un formato con preguntas o cosas que ten�amos que completar, pero
lo �bamos a hacer en parejas. Estaba leyendo la hoja cuando escuch�:
-Ricky, �te parece si lo hacemos juntos? Dijo la conocida voz
de Alex, que esta enfrente. Levant� la mirada y lo v� con una gran sonrisa, como
era siempre, como si nada hubiese pasado, solo que esta vez la sonrisa era un
poco p�cara y el acento de la pregunta estaba cargado de mucha sensualidad. Yo
no quer�a, y trat� de rechazarlo.
-bueno, perdona Alex pero ya tengo grupo- para m� no era un
inconveniente pues cualquiera querr�a trabajar con el mejor alumno del sal�n.
-Por favor, sabes que sino voy a salir mal, y mis padres no
est�n muy contentos con las notas-
-No seas tan jala bolas Alex, no le supliques al marico del
sal�n, seguro le rompieron el labio por querer besar a un hombre- dijo una voz
ya adolescente a nuestro lado. Era mi tocayo anglosaj�n, Richard, que hab�a
repetido 3 veces primer grado, y ahora en sexto ten�a como 15 a�os, y era el m�s
buscado por las muchachas del sal�n. Era el �nico que dec�a que yo era maric�n,
en toda la escuela. Lo que suced�a es que en Venezuela, por el mestizaje, la
gran mayar�a de las personas eran morenas, mientras que yo era blanco como una
hoja de papel, y con ojos verdes, y aunque no ten�a el pelo rubio, todos me
dec�an catire, como se les llama a los rubios en mi pa�s. Entonces mi f�sico no
era, muy com�n en Venezuela, adem�s de que mis rasgos eran muy delicados, ten�a
y tengo cara de �ngel de cuadro de Da Vinci, no se sabe si es de hombre o mujer,
bastante andr�gino y heredado de mi familia espa�ola y mis ancestros n�rdicos,
pero no soy loca ni mariquita, no suelto plumas, de hecho todos mis amigos creen
que soy h�tero.
-Bueno, Alex, est� bien, lo hacemos en tu casa, �te parece?
-Ok, Ricky, nos vemos a las 4-
-Solo quer�a hacerse de rogar por un hombre-
-c�llate ya, idiota-
-mejor c�llate t� sino quieres que te vuelvan a romper la
boca- dijo
-ya d�jalo en paz- dijo Alex, un poco molesto.
-Que pasa ah� ni�os-
-Oh, nada maestra- dije de inmediato
-Vuelvan a sus asientos de ipso facto- dijo la maestra de
nuevo
Gracias a Dios estaba nuevamente solo con la pizarra, me
hab�a salvado por ahora de los golpes del ni�o abusador y pendenciero del sal�n,
que milagrosamente no dijo que me esperaba a la salida de clases. El tiempo
transcurri� cual verdugo, muy lentamente, hasta que por fin el timbre de salida
son� a las 12 pm en punto, generando gran algarab�a en toda la escuela. Recog�
r�pido todas mis cosas y sal� del sal�n lo m�s r�pido que pude para evitar
encontrarme con Richard y con sus pu�os. Estaba ya a 2 cuadras de la escuela,
cuando oigo que me silban
-Hey, no corras tanto, soy yo, esp�rame- Era Alex de nuevo
-Me detuve de pronto, vigilando que no estuvieran Richard y
sus amigos por all�, sent�a que el coraz�n se me sal�a por la boca y que mis
piernas no daban para m�s. Creo que materialmente me era imposible correr otra
cuadra m�s. Alex me alcanz�, tambi�n cansado y sudando, rojo como un tomate, en
ese momento me sent� muy atra�do por �l
-Pareciera que te est� persiguiendo el diablo-
-Si claro, y se llama Richard-
-Tranquilo que no te est� buscando, parece que ya se aburri�
de golpearte- dijo sonriente. Esto me tranquiliz� un poco
-Gracias por defenderme Alex-
-No vale pana, para eso somos amigos �verdad?. Bueno, ya
tengo que irme a mi casa, me muero de hambre, solo quer�a saber si vas a ir a mi
casa esta tarde a hacer la tarea-
-S� claro, a las 4, como me dijiste-
-Ah, bueno, nos vemos amigo- y yo respond� -Chao Alex, hasta
la tarde-
Llegu� a mi casa, com� y me d� un gran ba�o, me puse a hacer
otras tareas escolares y al terminar fui a ver comiquitas o caricaturas, no
recuerdo con exactitud cual eran. Solo recuerdo que ve�a mucho el Chavo del
Ocho, un programa mexicano de Chespirito, que todav�a veo porque es un cl�sico.
Faltaba 1 cuarto para las cuatro:
-mam�, voy a casa de Alex a hacer una tarea-
-s� claro, pero no vengas de noche- present�a que iba a
violar esta regla una vez m�s, tal vez por eso me ba�� tan concienzudamente.
Sal� y llegu� justo a la hora a casa de mi amigo, que viv�a a
una cuadra y media de la m�a. Toqu� el timbre y me recibi� con un short y una
camisa roja, tenis de goma, reci�n ba�ado y perfumado, ten�a sobre la piel
algunas gotas de agua. Ahora me sent�a m�s culpable, pues estaba tan sexy, era
tan atractivo en ese momento, que quer�a abrazarlo, pero a pesar que hab�amos
estado juntos pensaba a�n que no era incorrecto. Su aroma a var�n limpio que
embriagaba me confund�a cada vez m�s.
-Hola Ricky, te estaba esperando, pasa-
Estaba oyendo en la sala a los Rolling Stones. Lo apag� a
mitad de canci�n
-Ven a la cocina, quieres algo de tomar-
-Bueno, jugo de naranja est� bien- Sirvi� s�ndwich y jugo en
una bandeja.
-Vamos a mi cuarto, all� tengo todos mis �tiles-
Subimos la escalera y entramos a la t�pica habitaci�n de
adolescente, algo desordenada pero bastante juvenil y limpia. Con algunas cosas
en el suelo, revistas de historietas y otras. Estar en esa habitaci�n me hizo
darme cuenta que ya est�bamos entrando en la adolescencia. Pasamos a otro lado
del sal�n donde hab�a una computadora y un escritorio inmenso, pues su pap� era
arquitecto. Nos sentamos en uno de los escritorios y mientras �l buscaba sus
materiales yo sacaba los m�os de mi mochila. Sacamos el cuestionario que
ten�amos que llenar y el material de apoyo para hacerlo. Comenz� a leerlo en voz
alta mientras escuchaba. Hablaba de las relaciones sexuales, del pene y la
vagina, de c�mo se hac�an los ni�os y yo me estaba excitando, pero trataba de
simular que estaba poniendo atenci�n. Termin� de leer y comenc� a decir las
respuestas en voz alta para que el tambi�n las escribiera, mientras que sent�a
como si mi pene quisiera reventar el pantal�n, al imaginarme haciendo lo que
dec�a el libro con �l.
Terminamos, seguimos terminando de merendar y en eso le
pregunt� algo que deb� preguntar desde que llegu�:
-�Y tus padres?-
-Salieron a un funeral de un t�o lejano, que viv�a en
Miranda, llegaran algo tarde, pero qued� al cuidado de mi prima, que sali� con
el novio hace alg�n rato, estar�n haciendo lo que dice el libro, jajaja!- Me
limit� a sonreir un momento antes de continuar tom�ndome el jugo de naranja.
-Ya terminamos, mejor me voy a mi casa-
-No te gustar�a ver antes un rato televisi�n, va a estar
terminando el Chavo del ocho de aqu� a que llegues a tu casa-
-Bueno, pero solo hasta que termine, O.K, no puedo llegar
despu�s que se ponga el sol o mi madre se molestar� conmigo de nuevo- dije
pensando en que estaba abusando de la libertad que ten�a ahora que mi padre
estaba de viaje en Tenerife.
-Vamos a mi cuarto-
Nos sentamos en el pie de su cama y vimos lo que quedaba del
chavo del ocho. Luego nos pusimos a jugar las Tortugas Ninja es un nintendo
asi�tico que era una de las mejores consolas en aquel tiempo.
Ya estaba cansado de jugar y me estaba parando cuando �l me
agarra de un hombro y me hala hacia la cama, pero me desequilibr� y ca� de
espaldas en ella
-Ya me cans� de este juego ricky, que te parece si jugamos
otra cosa- dijo Alex mientras permanec�a sentado en los pies de su cama-
-�tienes un nuevo videojuego?-
-No, pero podemos jugar a lo que hicimos ayer, como dice el
libro ese, a m� me gust� mucho-
Mientras dec�a esto se acostaba encima de m� y me besaba en
la boca
-L�stima que se te est� curando tu lindo labio roto-
-No Alex, mejor d�jame ir, no es buen momento para esto-
-Vamos, no haremos nada que no quieras, adem�s de que yo s�
que quieres-
Me sigui� besando por largo rato, encima de m�, llen�ndome
con su olor. Evitando que respirara otra cosa que no fuera su aliento.
Acariciando mi cabello con sus manos y mi lengua con la suya, apret�ndome
fuertemente contra �l. Pasaba su lengua por mis labios, tragaba su saliva, era
un beso muy intenso, casi pornogr�fico en adolescentes de 11 y 12 a�os. Una
situaci�n muy er�tica. Su olor inundaba el aire de la habitaci�n y su aliento
humedec�a mi rostro. Solo pod�a cerrar mis ojos, era tanto placer que no pod�a
mantenerlos abiertos. Ya sab�a que lo que m�s me gustaba era que me abrazara con
fuerza, y eso precisamente estaba haciendo mientras me besaba como si quisiera
arrancarme los labios. Las s�banas blancas me envolv�an a todos lados y yo
sab�an que pronto ser�an manchadas con semen y sudor sexual, era sudor cuyo olor
inunda las habitaciones y que todos sabemos que es olor a sexo.
-Qu�tate la camisa- dijo en el momento que pudo desprenderse
de mi boca, mientras el se quitaba la suya. Yo esper� para poder ver como dejaba
al descubierto su pecho lampi�o pero con la musculatura adecuada, solo ten�a un
poquito de vello en las axilas. De resto era totalmente liso. Cuando lo hizo,
lanz� la camisa a un lado y me dijo, casi orden�ndome: -que esperas- Yo inclin�
en la cama y lance mi camisa sobre la suya, dejando mi delgado y p�lido torso al
descubierto.
Wow, cuando se acost� nuevamente sobre m� un escalofr�o
recorri� mi espalda y casi llen� mi ropa interior de leche, de leche de guevo,
como Alex me hab�a ense�ado la vez pasada a llamar al semen. Hice un esfuerzo,
pero ya estaba cayendo la tarde y llegando el fr�o, mientras que me sent�a
protegido y caliente debajo de la hirviente piel de Alex, que me estaba
cubriendo todo, me abrazaba mientras ten�a su cabeza al lado de la m�a, estaba
chup�ndome la oreja, mientras que yo cuando no ten�a los ojos cerrados del
placer, estaba viendo estrellas en el techo blanco de la habitaci�n de mi
amante, pues desde ese momento era mucho m�s que mi mejor amigo. Oh Dios, su
lengua en mi oreja, no aguant� m�s, en un segundo estaba nadando en lo que yo
cre�a era un mar de mi propia leche que mojaba mis interiores y pantalones. No
pude resistir y hac�a unos momentos hab�a eyaculado mientras Alex devoraba el
l�bulo de mi oreja izquierda. Era mi primer polvo del d�a y apenas estaba
comenzando la sesi�n.
-Qu�tate los pantalones- Cada vez la situaci�n derivaba a
cosas m�s calientes y profundas, y yo creo no estaba preparado para asimilarlo
tan r�pido. Que quit� los pantalones y con el interior me sequ� lo que quedaba
de leche sobre mi vientre. Estaba todo pegostoso, termin� con leche hasta el
pecho tratando de secar la que estaba sobre los escasos vellos p�bicos. Creo que
se hubiese pegado una hoja de papel de mi piel con solo colocarla encima. El
olor era a sexo salvaje e indomable. Violento incluso. En un momento estaba Alex
de nuevo sobre m�, abraz�ndome. Me sent�a culpable, incluso pecador, pero estaba
dejando que Alex me llevara a su infierno. Est�bamos desnudos como dios nos
trajo al mundo, sintiendo cada cent�metro de nuestras c�lidas pieles. Sent�a su
guevo contra mi pubis, suave, como destilaba l�quidos que se evaporaban en mi
encendido cuerpo. Comenz� a bajar de mi boca a mis pezones, por mi pecho, lo
lami� recogiendo la delgada capa de leche que lo cubr�a, y as� sigui� bajando
hasta encontrarse con mi pene, que era normal para un ni�o de 11 a�os, como de
12 cms. recto, suave, no circuncidado y de apariencia sana. Lo acarici� de
arriba abajo por unos momentos, antes de met�rselo completamente en su boca. Era
una sensaci�n tan maravillosa, mi Alex estaba tocando las partes m�s intimas de
un hombre, en este caso de un prep�ber. Le lam�a la cabeza, y luego bajaba por
el cuerpo. Comenz� a chupar, a veces tan duro que me dol�a. Lo que me preocup�
es que segu�a bajando por mis test�culos hacia mi culo. Hac�a menos de 24 horas
que me hab�a cogido y ya quer�a hacerlo de nuevo. No me parec�a buena idea
porque sent�a mi trasero muy adolorido como para hacerlo de nuevo. Sin embargo,
lo que sigui� fue fabuloso. Se fue acercando hasta mi ano y comenz� a chuparlo,
le pasaba la lengua con una velocidad inveros�mil, parec�a como si estuviese
comi�ndose un helado. Ya sent�a que me mor�a del placer, nunca me hab�an hecho
algo as�. Estaba temblando. �l ten�a medio cuerpo fuera de la cama, el pecho en
el borde y con sus manos me abr�a de piernas mientras trataba de penetrarme con
la lengua. Yo estaba boca arriba, con los ojos cerrados, disfrutando del suave y
h�medo masaje que mi amado Alex le hac�a a mi culo, que todav�a estaba adolorido
de la cogida a ayer. Volvi� a mi verga y continu� chup�ndola por otro rato,
hasta que me vio a punto de eyacular, momento en el cual suspendi� la mamada de
golpe.
-Es mi turno- dijo con ansiedad. Mientras se arrodillaba a mi
lado y colocaba la punta de su pene en mis labios. Todos nosotros sabemos lo
incre�ble que es sentir un guevo en la boca. Es una sensaci�n demasiado fuerte.
Es como entregarte totalmente a la masculinidad de otro hombre, sin embargo
manteniendo la suficiente dignidad de macho para no tomarte su leche. Era una
pinga fenomenal. No les mentir� diciendo que era gigantesca, pero a m� me
parec�a porque ya se estaba desarrollando, raz�n por la cual era algo m�s grande
que la m�a, y desped�a un excitante olor almizclado que me enloquec�a. Tambi�n
ten�a un poquito de velo p�bico, y como ya he mencionado antes el vello p�bico
me excita a un punto en el que hago cualquier cosa, en especial si es de un
hombre lampi�o. Estuve lamiendo el tronco de su verga por un momento y luego le
comenc� a chupar la cabeza, que era del mismo tama�o que un caramelo en mi boca.
Mamaba y mamaba tanto que a veces me provocaba morderlo. Comenc� a lamerlo de
nuevo para descansar cuando Alex dijo:
-No, ch�pame solo la cabeza- Regres� a chupar la cabecita de
su guevo por bastante tiempo, tanto que me estaban doliendo las mand�bulas. Pero
lo segu�a haciendo mientras lo atra�a con desesperaci�n hacia m� tom�ndolo de
sus suaves nalgas. Ten�a a mi mejor amigo y a uno de los muchachos m�s lindos de
todo el colegio dentro de mi boca mientras gem�a de placer. Era mi due�o durante
ese corto tiempo. Dej� de pensar, y me dediqu� solo a sentir, hasta que una
c�lida sustancia comenz� a inundar mi boca. Era espesa y dulce, y a pesar que me
gustaba, el solo hecho de pensar que era la leche de otro hombre me imped�a
trag�rmela; a�n as�, degust� su sabor, y comenc� a escupirlo, como estaba boca
arriba me escurri� por entre los labios, corriendo por mis mejillas, bajando por
mi cuello y llegando a las s�banas, que ya estaban siendo manchadas con el sexo
m�s pasional que dos adolescentes comenzaban a descubrir. Me inclin� sobre el
borde y lo termin� de escupir en la alfombra del cuarto de Alex, ya me estaba
dando algo de asco. No pude terminar de hacerlo, pues mi amigo me coloc� boca
arriba y me bes� de una forma m�s bien tierna que ruda. El semen de Alex se
disolv�a en nuestra saliva y se transformaba en un elixir �ntimo que deseaba
compartir conmigo. De esta forma fue m�s f�cil para m� beberlo. Desde que vi el
semen en aquella hoja del escondite, nunca me imagin� tomando yo "leche de
guevo" como Alex lo hab�a bautizado desde la propia verga de mi amigo. Cuando
termin� aquel espeso y profundo beso, �l se acost� a mi lado: -Oh �ngel, eres
uno verdadero; tu segundo nombre dice realmente lo que eres.- �ngel es mi
segundo nombre, y lo usan casi con tanta frecuencia que el primero. �date la
vuelta- Me puse boca abajo y el se acost� encima. Me abraz� y permanecimos as�
un rato.
-quiero cogerte- dijo con bastante ligereza
-Alex, es que todav�a me duele de ayer-
-Ya ver�s que ahora te doler� menos- me indic� mientras met�a
su dedo �ndice en mi boca.
-Ch�palo bien-
Me puso boca arriba y el se coloc� entre mis piernas, en la
posici�n que llaman el misionero. Sent� su dedo en mi adolorido culo, primero
masaje�ndolo por encima, y luego comenc� a sentir como comenzaba a meterlo
dentro de mi culo, yo ten�a los ojos cerrados. Agarr� su mano con la m�a, para
evitar que lo metiera de golpe, mientras nos bes�bamos. Jam�s hab�a estado en
una situaci�n tan caliente como esa. Comenz� a meterlo y sacarlo mientras yo
miraba sus hermosos ojos azabache. Mir�ndonos a los ojos y disfrutando. Sac� su
adorable dedo y fue entonces cuado sent� la cabeza de su guevo en la mi entrada
anal. En ese tiempo no le tem�amos al SIDA ni nada por el estilo, por eso no
us�bamos cond�n. Era la piel de su guevo contra la piel de mi culo, era la
cabeza h�meda de verga tocando la piel de mi recto. Lo sent�a muy caliente. �l
sostuvo su pene con la mano y los dedos que me estuvo metiendo y empuj� y meti�
toda la cabeza, no me doli� tanto como la primera vez, solo sent�a algo c�lido
dentro de mi culo. Luego vino lo m�s dif�cil, sac� su mano de mi perineo las
pas� debajo de mis brazos sujetando mis hombros, y comenz� a empujar mientras
nos mir�bamos a los ojos y nos bes�bamos. Segu�a empujando lentamente hasta que
comenc� a sentir dolor.
-Alex, me esta doliendo, esp�rate- Baj� mi mano hasta tocar
su guevo, que solo estaba enterrado hasta la mitad dentro de mi recto. Fue muy
morboso tocar el palo de mi amigo mientras estaba en parte dentro de m�, y eso
adem�s provoc� un gemido de Alex. Me dol�a tanto que me mov�a hacia arriba para
sac�rmelo un poquito, mientras Alex no dejaba de besarme y lamerme el rostro. El
dolor mengu�
-Contin�a- dije. Y �l me sigui� apretando sobre �l,
clav�ndome en su palo hasta que sent� su vello p�bico entre mis nalgas. Y all�
est�bamos los dos, yo abajo mirando su cara de placer mientras �l me apretaba
hacia �l, hal�ndome por los hombros, teni�ndome lo m�s clavado que pod�a en su
verga. Est�bamos teniendo sin duda una maravillosa cogida. Me dol�a, era una
penetraci�n muy profunda y mi culo a�n no estaba muy acostumbrado a ello. Alex
lo not� y permaneci� inm�vil
-Oh ricky, que culo tienes. Esta apretado y m�s caliente que
un horno, dejar�a mi guevo aqu� para siempre- dec�a jadeante mientras me ten�a
apretado contra �l. Al rato comenz� a moverse, y me cog�a con facilidad mientras
me miraba a los ojos y me besaba cuando pod�a. Est�bamos sudando y la habitaci�n
ol�a a guevo, no lo puedo describir de mejor manera. Era un sexo muy masculino y
salvaje. Nos dimos la vuelta y �l contin�o penetr�ndome de ladito, mientras
sent�a su aliento en mi nuca. Me agarraba de la cintura y me mov�a hacia �l,
tantas veces que ya el trasero me dol�a. Estando de lado me agarr� por la
cintura y gimi� profundamente, mientras yo sent�a algo caliente que me inundaba
por dentro, mientras �l segu�a moviendo su guevo dentro de m�, de forma tal que
la leche de Alex comenz� a salirse de mi culo y a correr entre mis nalgas y uno
de mis muslos, para terminar manchando todav�a m�s la alfombra. Era m�s f�cil
que me cogiera as� pues el semen a�ad�a una lubricaci�n extra. Pero no aguant�
seguir cogi�ndome luego del orgasmo, y se sali� de m�. Ya sent�a el culo mojado
y a la vez adolorido. Nos acostamos uno al lado del otro con los ojos cerrados y
abrazados por unos minutos pero sin dormirnos.
Abr� lentamente los ojos, Alex estaba descansando a mi lado.
Muy tierno. Y vi la hora, las 7:00pm. �Las 7!
-Alex son las 7, me tengo que ir, mi madre me va a matar-
-Oye, espera- me vest� lo m�s r�pido que pude, soportando el
dolor que sal�a de mi trasero. Y vi que el tambi�n se estaba vistiendo.
Baj� corriendo las escaleras y sal� gritando.
-Chao Alex, nos vemos-
En el camino pas� cerca del escondite, y me mont� entre las
rocas, vi a un hombre cogi�ndose a otro, que parec�a mucho m�s joven y me
sonre�. Pero segu� mi camino disfrutando de la sensaci�n de haber estado con mi
mejor amigo. Al d�a siguiente, en la escuela, despu�s de haber regresado del
recreo, encontr� una nota dentro de mi morral. "Ya s� que Alex te coge cuando
quiere, si no quieres que toda la escuela se entere de que son maricos, ven
ma�ana al escondite" Luego de leerla el coraz�n me lat�a como si quisiera
escaparse de mi pecho. "Ahora si tenemos problemas", pens�. Mi vida estaba a
punto de dar un vuelco, y no me imaginaba que ser�a de 180 grados.
Bien mis panas, muchas gracias por escribirme. Como siempre,
cualquier comentario, sugerencia, propuesta, etc�tera, pueden hacerla a
POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO que con
gusto les responder�. Deseo recalcar que todo lo que he relatado es real y narra
mi vida sexual desde los 11 a�os, cuando perd� la virginidad con Alex, espero
que les haya gustado.