Jam�s me hubiese imaginado que lo amar�a tanto. Pasan los
a�os y una cosa es cierta el primer amor nunca se olvida, he estado enamorado
varias veces pero jam�s con la intensidad de aquella primera vez.
Siempre fui muy precoz en procurarme placer sexual, comenc� a
masturbarme desde muy peque�o, siempre lo hacia en compa��a de otros amigos
mayores que yo y que me iniciaron en estos menesteres, nunca pas� de simples
masturbaciones, y aun cuando disfrutaba much�simo de ellas lo que m�s me gustaba
y me causaba mayor placer era ver como los otros, sobre todo uno de ellos lo
hacia, era el mayor del grupo tendr�a por aquel entonces 15 a�os y estaba
desarrollado en todos los aspectos, mientras yo el mas peque�o del grupo aun
no-tenia un solo pelo el pene, sent�a ese cosquilleo que se siente al lograr el
orgasmo aunque solo expulsara una peque�a babilla transparente, mientras que mis
colegas de pajas derramaban cantidades inmensas de leche que me dejaban
asombrado.
Siempre supe que me gustaban los t�os, pero jam�s, jam�s me
atrev�a a buscar algo mas de contacto que en mis momentos de soledad imaginaba
con cualquiera de ellos sobre todo con Ricardo que as� se llamaba.
Pasaron los a�os y nos separamos, cada uno estudiaba en
colegios diferentes y a m� para mayor desconsuelo me hab�an internado en un
colegio lo cual me permit�a reunirme con ellos solo los fines de semana, as� el
contacto se fue haciendo cada vez m�s lejano hasta que lamentablemente se perdi�
por completo.
Estaba yo ya en cuarto a�o de bachillerato tendr�a 16 a�os
cuando lo conoc�, es decir cuando nos hicimos amigos pues ya hab�amos estudiado
dos a�os juntos aunque en diferentes secciones, y nunca hab�amos cruzado mas de
dos palabras. Ese a�o como dec�a coincidimos en la misma clase y en el mismo
dormitorio, fue realmente en el dormitorio donde me fije en �l, aunque despu�s
de alg�n tiempo puedo decir que fue el que se fijo en mi.
Recuerdo como si fuese hoy verlo salir de las duchas aun con
algo de humedad en su cuerpo, con una toalla envuelta a la cintura, dejando a la
vista unos pectorales bastante desarrollados, sin un solo pelo, con unos pezones
rosados redondos y grandes erectos por el fr�o que sol�a hacer en aquellos
ba�os. Yo estaba acostado en mi litera ya en pijama y acostado de lado, con una
vista que solo me permit�a ver su pecho, lo que cubr�a la toalla hasta sus
rodillas, debajo de su toalla se pod�a distinguir un paquete no muy grande pero
si dibujaba completamente la posici�n de su miembro. Aquella visi�n de aquel
chico acerc�ndose, hizo que autom�ticamente tuviese una erecci�n, mientras se
acercaba yo deslizaba mi mano debajo de las sabanas hasta mi entrepierna y me
acariciaba muy suavemente para que nadie se diera cuenta, para mi sorpresa �l,
se fue acercando hasta quedar justo enfrente de m�, yo cerr� los ojos
r�pidamente antes de que �l agachara la cabeza para asomarse a ver quien era su
vecino de litera.
-Hola- me dijo, �Duermes ya?.
Yo abr� los ojos mir�ndole fijamente a los ojos y le conteste
que no.
-Mucho gusto, me llamo Rafa y creo que somos vecinos- y
extendi� su mano.
Saque las manos de bajo de las sabanas ( sin darme cuenta de
que era la que segundos antes hab�a estado entre mis piernas) y le di la
m�a.-Hola me llamo Manuel.
Se retiro la toalla de la cintura y se sent� sobre la cama
mientras yo, trataba de ocultar mi inter�s por aquella parte de su cuerpo que
hasta segundos antes hab�a estado cubierta por la toalla, me pregunto mientras
se secaba los pies con mucho cuidado, que si hab�a llegado hacia mucho tiempo y
le dije que hacia un buen rato y que me hab�a duchado y guardado las cosas en mi
armario, ya llevaba un rato acostado. Se levanto dejando pr�cticamente su pene
frente a mi cara. Me pareci� m�s peque�o de lo que se apreciaba debajo de la
tela, auque imagine que seria por efecto del fr�o que hab�a retrocedido un poco
en su tama�o, sin embargo lo detalle completamente, el no pod�a darse cuenta ya
que la posici�n que tenia no pod�a verme a la cara, y adem�s �ramos los �nicos
en el dormitorio as� que lo detalle palmo a palmo, era de un tama�o normal, como
dije antes hasta se me antojo peque�o, de un color canela suave, con unos
hermosos huevos colg�ndole, no estaba circuncidado y la piel que lo recubr�a
tenia un lunar que lo hacia mas atractivo aun, bajo el prepucio se apreciaba la
forma de su glande gordo. Su pubis lleno de una hermosa mara�a de pelos
casta�os, formaban un triangulo perfecto hacia su abdomen, no pod�a ver mas de
all�, sent�a como mi mente me ped�a a gritos oler aquel cuerpo que tenia
enfrente, pero sabia que era imposible, as� que me di la vuelta y le di las
buenas noches.
Al DIA siguiente para mi sorpresa quedamos en la misma clase,
justo uno al lado del otro, y ah� empez� nuestra amistad, desde ese momento nos
hicimos inseparables estudi�bamos siempre juntos, procur�bamos comer en la misma
mesa, y coincid�amos siempre a la hora del ba�o, yo hab�a tratado de desechar
aquella primera sensaci�n que tuve al conocerlo, y que siempre me produc�a un
cosquilleo tremendo en el estomago cada vez que tropez�bamos en las duchas, pero
nunca, le deje ver lo mucho que me atra�a, e incluso a medida que nos hac�amos
mas amigos se alejaba mas de mi cabeza, pues no quer�a perderlo como amigo,
aunque fuera el objeto de mis pensamientos cuando todas las noches me pajeaba
pensando en el.
Un d�a en la sesi�n de educaci�n f�sica me hab�a hecho mucho
da�o en un pie, me hab�an llevado a enfermer�a, y de ah� me mandaron a los
dormitorios, era un viernes por la tarde, d�a en que nos march�bamos a casa, ese
fin de semana yo deb�a quedarme pues ten�amos una salida para otra ciudad al d�a
siguiente con un grupo del colegio y debido a mi lesi�n deb�a esperar a que
volviesen los dem�s del paseo, pues el autob�s de los que no iban ya hab�a
partido y no hab�a forma de que mis padres me viniesen a buscar as� que sin
muchas lamentaciones me quede y preparar�a alguno del los ex�menes que tendr�a
la semana siguiente. Rafa no iba al paseo as� que deb�a estar ya en el autob�s
camino de su casa. Pero para mi sorpresa aparece por la puerta y me dice.
-Que Pensabas que te iba a dejar aqu� solito y lesionado-
Me alegre mucho al verlo, y le pregunte si lo ven�an a buscar
mas tarde, a lo cual me respondi� que no, que se quedaba conmigo hasta el d�a
siguiente, que no me iba a dejar solo y que adem�s as� tendr�amos tiempo de
estudiar y adelantar alg�n trabajo que nos quedase pendiente.
Fuimos juntos a cenar, y a reportar con los encargados del
colegio de que usar�amos una de las aulas, para estudiar y que sobre las 9 de la
noche nos ir�amos a dormir.
Normalmente la gente que quedaba en el colegio los fines de
semana, la agrupaban en un solo dormitorio, y bajo el cuidado del personal de
guardia del fin de semana, para mi suerte y por ser ya de a�os superiores nos
dijeron que nos qued�semos en nuestro dormitorio, cosa que yo agradec� en el
alma.
Depuse de estudiar, nos fuimos a dormir y antes de
acostarnos, nos dio una ducha, �l en una y yo en la de al lado, la proximidad
del y la soledad del ba�o hicieron su efecto en mi pene y en unos instantes
estaba como una lanza, trate de pensar en otra cosa para que �l, aunque
estuviera en la ducha siguiente y no-tenia forma de saberlo no notara mi estado
de excitaci�n. R�pidamente cerr� la ducha cog� la toalla me la eche al hombro y
sal�, el asomo la cabeza y mientras yo iba caminando d�ndole la espalda me
pregunto:
-�ya terminaste?
Yo sin darme la vuelta, para que no notara mi erecci�n me
pare en seco y le respond� que s�.
-Que bonito culo tienes, nunca me hab�a fijado � y solt� una
carcajada.
Yo re� su gracia, y respond�.- Esta a tu disposici�n. Re�mos
los dos al mismo tiempo. Mientras yo pensaba en el atrevimiento que hab�a tenido
al darle aquella respuesta, corr� hacia mi armario y saque el pijama y me lo
puse a toda velocidad y me met� en la cama.
�l volvi� al poco tiempo, y comenz� con su ritual de secado
corporal, aquella escena era la misma que el d�a que cruce mis primeras palabras
con �l, yo tenia la misma excitaci�n de aquel d�a, con la diferencia de que ve�a
aun m�s lejos que en aquella oportunidad poder oler aquel cuerpo pues era de mi
mejor amigo, y no el desconocido de aquella primera vez.
Se puso el pijama, fue al interruptor de las luces y las
apago, vino caminando hacia mi cama y se sent� en el borde yo me arrime
haci�ndole sitio, yo en posici�n fetal pod�a sentir su cintura rozando mis
piernas a trav�s de las mantas.
�C�mo est� tu pie?
-Me duele algo, esta hinchado pero me va pasando
-D�jame que lo vea
Me puse boca arriba, me sent� en la cama y �l dirigi�ndose a
mi pie lo tomo, apret� suavemente, y sent� dolor, me queje.
-Perdona, te lastime.
_No lo que pasa es que duele un poco, adem�s el fr�o no le
hace bien.
Tomo mi pierna y la meti� bajo las sabanas, subi� la manta y
me tapo como quien tapa un ni�o, ajusto la manta a mis costados, y se volvi� a
sentar, esta vez uno de sus brazos pasaba sobre m� y se sujetaba al otro lado de
la cama. Yo estaba en medio del sent�a el calor de su cuerpo, me tenia abrazado
sin tocarme, se inclino sobre m� y de dio un beso en la mejilla, como un padre
que le da las buenas noches a su hijo.
Sin retirar los labios de mi mejilla me susurro al o�do.
-Perdona si te hice da�o. Yo no supe que responder solo
sonre�.
Continuo apoyando sus labios contra mi cara y con suaves
movimientos como si palpara cada parte de mi rostro con sus labios hizo lo mismo
en mis ojos, en mi frente, paso al otro p�rpado, hacia mi otra mejilla, pero
esta vez la comisura de sus labios roz� los m�os. Yo esta inm�vil, solo quer�a
sentir su aliento, sus labios, mientras debajo de mis mantas mi pene crec�a con
cada roce de sus labios.
Estuvo besando, sin besar, mi rostro mucho tiempo, en cada
ronda acercaba mas sus labios a los m�os, hasta que solo tocaba esa zona con los
suyos, saco su lengua y muy despacio la paso por mis labios.
Yo no pod�a mas, saque mis manos de debajo de la manta y la
introduje por la camisa de su pijama, hasta sus pezones, mientras �l me lam�a
los labios, suave tiernamente, yo acariciaba sus pezones, baje las manos y pude
notar la dureza de su miembro, met� la mano por debajo de su pijama, solo roce
su pene y deslice la mano hasta sus huevos y all� la deje, inm�vil solo
sintiendo su calor y la dureza de su pene en mi antebrazo y la humedad del
liquido preseminal que emanaba de el.
Abr� la boca y meti� su lengua en ella, jugo con la m�a,
recorri� cada rinc�n. Me arrime haci�ndole sitio, sin sacar la mano de debajo de
su pijama esta vez cog� sus calientes huevos con mis manos, el suspiro de
placer, se acost� y continuamos bes�ndonos, con su otra mano recorr�a mi espalda
y rozaba muy despacio mis nalgas, me susurro al o�do- te quiero- y as� nos
dormimos, o mejor dicho el se durmi�, yo lo contemple toda la noche, no quer�a
que amaneciera, no quer�a que el tiempo pasara jam�s.