Esta historia que les voy a contar sucedi� hace tiempo atr�s,
cuando yo solamente contaba con 19 a�os de edad y mi prima con 11 a�os. Para
evitar problemas, los nombres son modificados. Pero para poder empezar, les dir�
que mi primita a esa edad es una chulada de mujercita: pelo negro, lacio y
suave; piel aperlada, un cuerpo exquisito, unos pechos en desarrollo y un
trasero redondos y firmes; y claro est� sin olvidar ese rostro fino que tiene
con unas cuantas pecas en cada mejilla y unos ojos caf�s muy grandes, lo cual le
dan un aire de una verdadera zorrita inocente.

Bueno, pues voy a empezar. Esto comienza cuando mi t�o me
invita a pasar unos d�as en su casa, pues daba la casualidad de que ya estaba en
vacaciones, mientras que mis primos segu�an en curso. Mis tres primos Jos� de 5
a�os, Sonia de 11 y Mar�a de 15 son unos buenos chicos, pero eso si, se la viven
pasando de pleito, por lo que ya sab�a a lo que me enfrentar�a, puesto que ser�a
durante dos largas semanas el refer� de ellos. Los primeros d�as pasaron como si
nada, ya que aparentemente ten�an trabajo que hacer, por lo que no dieron
importancia a mi presencia.

No fue que hasta que una noche no pod�a dormir y decid� bajar
a la sala para ver la televisi�n, aprovechando que ten�a cable, y me dispuse a
ver las pel�culas que pasaban en los canales para adulto, pues claro est�,
estaba en la �poca en la cual la hormona brinca de un lado para otro. Para ello
coloque el volumen muy bajo para que no me descubrieran y me dispuse a disfrutar
del espect�culo. Estaba tan a gusto viendo como le met�an la tranca a una chava
muy joven, la cual ped�a a gritos que la cogieran m�s duro, cuando de repente
escuch� un leve quejido. En un instante, apagu� la televisi�n, pensando que
alguien me hab�a cachado con las manos en la masa, pero al revisar no hab�a
nadie. Pero los quejidos suaves y leves se escuchaban todav�a, los cuales me
dieron la idea de que alguien se estaba divirtiendo en buena forma, por lo que
me dispuse a investigar.

Primero fui a ver la habitaci�n de mi t�o, el cual tiene por
costumbre, como todos mis primos de dejar la puerta entreabierta; no hab�a nada
raro, m�s sin embargo not� que hab�a varias pel�culas porno en una esquina. Al
pasar a la habitaci�n de mi primo Jos� estaba igual de tranquila, por lo que
deduje que los quejidos proven�an de los cuartos de mis primas. Con mi
morbosidad andante, pensaba que la que se estaba dando era mi prima Mar�a, ya
que es la mayor y es la que conoce m�s del sexo y la autosatisfacci�n, pero cual
fue mi sorpresa que no era ella, ya que la encontr� con un sue�o muy pesado.
Entonces fue cuando pas� por mi cabeza la idea de que mi prima Sonia era en
realidad la que se estaba haciendo el favor.

Al asomarme en su habitaci�n, tuve una visi�n espectacular:
mi prima, totalmente desnuda en la cama, d�ndose dedo con una habilidad que no
sab�a que ten�a. Sus quejidos eran r�tmicos y que adem�s denotaban un gozo y
satisfacci�n ya que disfrutaba de dichos movimientos en ese conejito. Eso me
puso a toda asta y decid� darme una buena paja con esa imagen en vivo y a todo
color, cuidando de que no se diera cuenta de que la estaba observando. Los dos
llegamos al cl�max al mismo tiempo y una vez terminado, decid� retirarme a mi
habitaci�n para descansar. En esa noche solamente una idea me pasaba por la
cabeza: Sonia ten�a que ser m�a antes que nadie.

Pero para mis males, al d�a siguiente fue todo un show, ya
que mis primos Jos� y Mar�a estaban a punto de salir de vacaciones, mientras que
Sonia todav�a segu�a yendo a los cursos escolares, por los que los trabajos
finales de mis primos estaban en cima. Al caer la noche despu�s de tres d�as de
lo que observ� en el cuarto de la peque�a Sonia, mi t�o tubo que salir a una
junta de trabajo, pues al parecer unos ejecutivos importantes invertir�an en la
compa��a de �l, por lo que me encarg� que cuidara a mis primos y que los mandara
a dormir temprano, puesto que saldr�an fuera de la ciudad, pero dejar�an a
Sonia, ya que, seg�n ella, se ten�a que presentar en el colegio. Yo con cierto
grado de gusto acepte.

Fue todo un relajo para mandarlos a dormir, si no fue hasta
que se me ocurri� darles dinero para que se fueran a dormir. As� perd� $200: $50
que le di a Jos� y $150 que le di a Mar�a, ya que eran los m�s inquietos; en
cambio Sonia, se fue a su cuarto sin quejarse, pero lo �nico que not� era que
llevaba algo entre manos, lo cual no le di importancia alguna. Una vez que
consider� que se hab�an dormido, decid� ir al cuarto de mi t�o para ver una
pel�cula porno, ya que despu�s de tres d�as era justo una paja. Al revisar el
lugar en donde ten�an las pel�culas, me percat� de que faltaban varias
pel�culas, puesto que no estaban en su caja y fue entonces cuando reaccione: lo
que llevaba Sonia en sus brazos no era m�s que las pel�culas de mi t�o. Me
dispuse firmemente a ver lo que estaba pasando en la habitaci�n de la peque�a
Sonia, ya que me la imaginaba d�ndose un buen dedo mientras que ve�a las
pel�culas, pero la acci�n se me vino a bajo, pues en ese momento llegaba mi t�o
y no me quedaba de otra de irme a mi habitaci�n para dormirme. Esa noche me la
pas� so�ando con Sonia y de c�mo me la coger�a. A la ma�ana siguiente, por eso
de las 5 de la ma�ana, mi t�o me dijo que ya se iba, por lo que me encargaba la
casa y a Sonia. Acepte y me dispuse a dormir otro rato m�s.

Dieron las 10 de la ma�ana cuando decid� levantarme y dar una
revisada a la casa, y al momento de revisar las habitaciones cual fue mi
sorpresa de que la peque�a Sonia no se hab�a ido al Colegio y estaba ah�,
acostada en su cama a media vestir y con la televisi�n prendida, en la cual
estaba viendo una pel�cula porno. Ella, se notaba algo sudada, puesto que hab�a
tenido un gran orgasmo y para rematar ten�a puesto el uniforme: una falda que no
llega ni a las rodillas a cuadros y una blusa blanca, la cual estaba
desabotonada; las calcetas totalmente puestas hasta arriba, el peque�o sost�n lo
ten�a por debajo de sus subdesarrollados pechos y la pataleta totalmente h�meda,
lo cual me daba una hermosa vista de su conejito.

Fue ese momento el que esperaba y decid� entrar. Mi prima se
dio cuenta de que hab�a entrado con el sonido del portazo.

Ella sonri� y se acerc� tal y como estaba vestida a darme un
abrazo y yo le correspond�. Lo admito, eso me puso a tono y mi erecci�n no se
hizo esperar.

Y fue en ese momento que me dio un tierno beso en la boca.
Era una gran sensaci�n sentir esos infantiles labios unidos con los m�os, estaba
en la gloria, para lo cual yo correspond�. Al mismo tiempo, ella empez� a bajar
su peque�a y blanca mano hasta mi pantal�n, desabroch�ndolo con dificultad, ya
que era terrible la erecci�n que ten�a, una vez logrado, empez� a bajarse hasta
tener mi tranca frente a su cara.

- Con que esto es una verga, he, pues vamos a ver a que sabe
� y sin pensarlo lo tomo con sus dos manitas y se lo empez� a meter torpemente
en su boca. Era una sensaci�n formidable, su inexperta lengua recorr�a todo el
falo, y empez� a mamarlo de una manera que daba la impresi�n de que estaba muy
urgida. Mientras tanto, con mis manos empec� a tocar sus pechitos, con lo cual
sus pezones se pusieron duros al contacto de mis manos y se los empec� a
masajear. Fue tanto la excitaci�n que me corr� en su boca, para lo cual se
escuch� como se tragaba toda esa leche tibia.

- Disc�lpame, te iba a avisar (si como no, era lo que
deseaba, que la probara), pero ahora te voy a corresponder el favor. En ese
momento tome a mi prima y la recost� en su cama, abri�ndole sus piernitas para
tener una mejor visi�n de su co�ito y empec� a chup�rselo. Era tanto el gusto
que ten�a mi prima que me tomo la cabeza y la empuj� mas a su conejito y yo
gustoso empec� a poner a trabajar mi lengua. Recorr� todo su conejito, mientras
mis manos segu�an jugando con sus pechitos hasta que ella tuvo un orgasmo, el
cual me di cuenta cuando sus jugos salieron de su conejito. Cansada, ella estaba
totalmente relajada y aproveche el momento para mamarle los pechos. Era una
delicia, peque�os pero firmes, lograron terminar de amamantarme.

Pero todav�a ten�a fuerzas y m�s por que ten�a puesto el
uniforme y decid� penetrarla, aprovechando su debilidad. Tome sus piernas y las
coloque sobre mis hombros y le coloque la cabeza de mi tranca en la entrada de
su co�ito, mientras con mis manos tomaba sus brazos para tener un mejor control.

Fue un �xtasis mutuo. Ella cay� a un lado m�o despu�s del
ejercicio maravilloso que tuvimos, pero no quer�a que esto se acabara. Por lo
que le dije que se pusiera en cuatro patas.

Se coloco en la posici�n que le hab�a dicho y empezamos de
nuevo la acci�n, pero eso s� los contar� en otra ocasi�n.