Me llamo Alexis y recuerdo hace tres a�os atr�s cuando
cursando el �ltimo a�o de colegio, cinco amigos m�os de clase, decidimos
comernos a seis ni�as deliciosas del grado inmediatamente inferior al nuestro.
Ese d�a, salimos de clase rumbo a la casa de uno de mis
amigos que se llamaba H�ctor, llevamos licor y por supuesto a nuestras cinco
acompa�antes.
Comenzamos todos con el juego de la botella. Bes�bamos a la
ni�a que nos indicaba el juego. Despu�s a quitarnos las prendas so penitencia
impuesta por los dem�s. Al pasar el tiempo y gracias a los efectos del alcohol
el ambiente comenz� a calentarse. Cada uno de nosotros tom� a la ni�a que
quer�a.
Hombres: Carlos 16 a�os Ni�as: Andrea 15 a�os
Andr�s 16 Isabela 14
Jorge 15 Paola 12
Miguel 14 Cecilia 13
Alexis (yo) 16 Lola 14
Nos quitamos todos la ropa, la excitaci�n era demasiado
fuerte, y las ni�as demasiado putas. Empezamos a besarlas de manera fogosa.
Carlos dio la vuelta a Andrea, separ� sus nalgas y comenz� a
penetrarla por el ano, ella gritaba y gem�a de placer.
Al ver esto, Andr�s cuya pareja era Isabela, una ni�a de cara
hermosa y cuerpo sensual le comenz� a besar los senos y a tomarle el culo con
las manos, ella le met�a la lengua en la boca y le ped�a que se la cogiera as�
como hac�a el t�o de ella cuando su madre no estaba.
Por su parte, Jorge, un chico fuerte y el m�s alto de todos,
ten�a una polla grand�sima , tal vez por eso tom� por pareja a Paola; un �ngel
virgen de 12 a�os, preciosa y con cara de libertina. Paola estaba extasiada con
la polla de Jorge, y no dejaba de tocarla y besarla suavemente, a lo que Jorge,
terriblemente excitado, la tomo con firmeza de su cabeza y comenz� a follarla
por la boca, a lo que ella respond�a como pod�a.
Miguel pose�a un encanto particular para con las mujeres. Por
su cuerpo hab�an pasado su t�a quien le ense�o a follar, dos primas, su hermana
menor, la sirvienta,y al menos 15 ni�as no mayores de 16 a�os del colegio eso
sin contar con las vecinas de su barrio. Hab�a que reconocer que Miguel es
realmente apuesto. Tom� Miguel a Cecilia una ni�a de 13 a�os y de cuya
reputaci�n en los grados once se la hab�a forjado acost�ndose con algunos
profesores que le pasaban las materias a cambio de que ella abriera las piernas,
eran rumores no comprobados... pero nosotros lo sab�amos por ella misma. Cecilia
sin pensarlo baj� al pene de Miguel, le corri� todo el prepucio y se lo meti� en
la boca. Comenz� a pajearlo a lo cual Miguel respiraba agitado y tomaba el
delicado y hermoso cabello de Cecilia.
Yo no pod�a quejarme de mi pareja; Lola. As� le dec�amos
porque ten�a una carita dulce y tierna contrastando con un cuerpo voluptuoso
gracias a la rutina de gimnasia y nataci�n que practicaba. Era terriblemente
sexual, se excitaba muy f�cilmente y termino acost�ndose con el amigo de 24 a�os
de su hermano, el cual una noche de borrachos, los dos hermanos tuvieron sexo
desenfrenado. Nunca m�s se volvieron a acostar juntos.
Abr� la piernas de Lola y comenc� a lamerle el cl�toris, se
lo chupaba y mov�a mientras le cog�a un seno y lo apretaba suavemente, Lola
abr�a m�s las piernas y sus dedos abr�an su vagina para que yo la lamiera toda.
El ritmo de la M�sica trance nos llenaba de m�s lubricidad y
morbo. La mayor�a de las parejas cambiaba de posici�n constantemente. Nosotros
los hombres no deb�amos corrernos hasta que ellas lo hubieran hecho muchas
veces.
Carlos despu�s de dar por el culo a Andrea, la penetraba con
un frenes� incre�ble. Ella ten�a los ojos cerrados y gem�a de placer. Al ver
esto Jorge, tom� de la mano a Paola, la cual le hab�a dado una buena mamada a
pesar de su inexperiencia. Jorge con su polla grande, acomodo a la virgencita de
Paola y puso encima de la boca de Andrea su vagina estrecha y peque�a para que
se la mamara, Jorge le indic� a Carlos que se acostara debajo de Andrea. El lo
hizo y comenz� a penetrar por el ano nuevamente a Andrea, Jorge tom� en sus
manos su verga y penetr� a Andrea. Ella se mov�a r�tmicamente y a veces gritaba
por el placer de encontrarse en medio de dos pollas penetr�ndola
simult�neamente, para proseguir d�ndole sexo anal a la m�s joven de todas que
era Paola, la cual daba peque�os suspiros de placer.
Andr�s por su parte penetraba a Isabela por sus dos orificios
simult�neamente, lo cual produc�a en ella unos gritos de sexo desbordados.
Cecilia tumb� a Miguel en la alfombra del piso y se sent�
encima de el enterr�ndose la verga de el en un avent�n. Ambos sintieron dolor ya
que la estrecha vagina de Cecilia aun no estaba del todo lubricada, pero sirvi�
ya que experimentaban gran placer y empezaron a follar como locos.
Hice venir en un gran orgasmo a Lola, que inmediatamente me
devolvi� las mismas atenciones que yo le prodigu� hace un momento. Empez� a
darme una mamada como nunca me la hab�an dado: Casi me vengo dentro de aquella
boca deliciosa. El ver a mis compa�eras tirando como unas putas; como se las
follaban mis amigos era algo demasiado excitante, a�n as� logr� dominio y
levant� a Lola para penetrarla como quer�a.
Luego que Paola y Andrea se vinieron en orgasmos, Jorge sali�
del culo de Andrea, tom� a Paola y la llev� por cada una de las parejas, esos s�
advirti�ndonos que no la fu�ramos a desvirgar, ya que el iba a ser el primero.
A la delicia de Paola la hicimos venir todos, chup�ndole los
senos, las nalgas, la vagina, el cl�toris, no dej�bamos nada, ning�n rinc�n sin
haberla hecho venir. La mayor�a de los hombres ya nos hab�amos venido dentro de
ellas. Estas ni�as tiraban duro, quer�an m�s, y el verlas as� y al intercambiar
parejas frecuentemente nos hac�a estar erectos y ardientes todo el tiempo.
Cuando las ventanas de la sala estaban empa�adas y h�medas
por la acci�n de cuerpos tan j�venes, Jorge nos pidi� que nos concentr�ramos en
Paola, que se hab�a venido en tan cortos a�os de edad much�simas veces junto a
sus compa�eras.
Jorge la recost� en el sof�-cama que hab�amos desplegados y
nos sentamos alrededor de aquel cuerpito divino que se perd�a en el cuerpo duro
y atl�tico de Jorge.
Carlos llev� su pene a la boquita de Paola, y esta comenz� a
chupar obedientemente, mientras que a Andr�s y Miguel les cog�a el pene y los
masturbaba con sus dos manos.
Los chicos gem�an y le dirig�an obscenidades a lo cual todos
incluida Paola se excitaban m�s.
Lola tom� entre sus dedos el cl�toris hinchado de Paola y
comenz� a masturbarla a lo cual Paola solt� un grito de placer que fue opacado
por la entrada del pene de Carlos.
Jorge tom� a Cecilia por la vagina y comenz� a penetrarla
duro, a lo cual en un momento ella se vino en un orgasmo grande derramando sus
jugos y la leche de su amante.
Carlos no aguant� m�s y se vino dentro de la boca de Paola,
en medio de un orgasmo sin igual. Lo siguieron en turno Andr�s que se lo meti�
en la boca y ella se lo com�a vorazmente para hacerlo venir, Miguel se derram�
en su mano y parte del cuerpo lo cual aprovech� Andrea para sobarle los pechos a
Paola quien se estaba viniendo gracias a la pajeada que le di� Lola.
- Ahora s� vas a saber lo que es que te cojan bien mocosa-
dijo Jorge a Paola que todav�a no sal�a del trance de otro orgasmo
- M�tesela toda Jorge para que sepa que es bueno- le dec�an
las chicas que estaban a punto de ver la desfloraci�n de su amigan virgen a
manos de la vergota de Jorge.
Jorge le abri� las piernas y puso suavemente su glande en la
entrada de la conchita, luego empez� empujar.
-Ahh, me duele, no va a caber eso, ah, me vas a partir- dec�a
Paola
Los dem�s nos re�amos y acarici�bamos. Jorge indiferente a
todo sigui� empujando encontrando resistencia natural por parte de la vagina de
Paola. Ella se quejaba y sollozaba por el dolor causado, hasta que Jorge de un
avent�n le meti� toda su polla en la conchita de esta ni�a.
-Aah, aah, ahhh,- gem�a entre dolor y comienzo de placer
Paola
-Miren, la bribona se trag� todo el palo de Jorge
-dale duro, dale duro- dec�amos nosotros
Ambos comenzaban a chillar del placer que les provocaba, pero
Jorge no aguanto m�s y se vino a chorros dentro de su vagina. Como Paola no
hab�a terminado inmediatamente me puse yo dentro de su conchita y la segu�
penetrando. Era deliciosa, super estrecha y ella se mov�a al ritmo de las
envestidas.
As�, en orden fuimos penetr�ndola todos los hombres
haci�ndola venir y acabar.
Y las mujeres masturb�ndole el cl�toris. Las corridas de
estas chiquillas eran incre�bles.
Por fin terminamos todos, pensando cuando organizar�amos
lassiguiente reuni�n y planeando a quien m�s pod�amos iniciar dentro del mundo
del placer...