Fue hace varios veranos, tendr�a unos 19 a�os, cuando
estabamos los amigos aburridos sin saber que hacer, as� que decidimos irnos al
chalet de uno a ver la tele. Cambiando de canal nos encontramos con una emisora
pirata que estaba echando una pel�cula porno. La dejamos puesta nada m�s verla y
al principio todo iba normal, ri�ndonos y tal, pero uno de los amigos, el due�o
del chalet, era gay, y como en toda pel�cula hay una escena de sexo entre t�as.

Antes de que llegar� la escena, nuestro amigo ya se hab�a
sacado la polla y se masturbaba. Porque adem�s de gay, tambi�n era un poco
exhibicionista. Yo la ve�a bien hermosa, m�s grande que la m�a y me gustaba
observarla. Cuando lleg� la escena de las dos chicas, yo me saque mi polla ya
dura de los pantalones y tambi�n empece a masturbarme. Sab�a que �l estar�a
mir�ndome, porque visto como en la pantalla no hab�an m�s que t�as, no tendr�a a
donde mirar y esto me excit� m�s aun.

Nuestros amigos tambi�n estaban cachondos y acabaron por
sac�rsela tambi�n y masturbarse. Y ya con los 4 totalmente excitados, cachondos,
tiesos e incluso gimiendo a veces, se abri� la puerta y se aparecieron su
hermana y una amiga.

Ellas empezaron a re�rse y nosotros avergonzados, bueno solo
tres, nos guardamos nuestros penes, cual ni�os que acaban de romper su primer
plato. La hermana era incre�ble, era una chica rubia, muy guapa y tendr�a un a�o
o poco m�s que nosotros y as� como ella estaba acostumbrada a ver a chicos o a
su hermano desnudos, nosotros no estabamos acostumbrados a ello.

Acto seguido, las dos chicas se bajaron a la piscina y
nosotros, como reci�n estrenados hombres, o eso nos creemos todos a los 19, nos
dijimos, vamos a tirarnos desnudos a la piscina con ellas y demostrarles que no
ten�an que re�rse de nosotros.

Corriendo nos desnudamos y con las pollas aun gorditas de la
excitaci�n nos tiramos a la piscina, bueno casi todos, el due�o del chalet se
qued� fuera porque tenia claro que nosotros �bamos a meter mano a las chicas y a
�l no le iba. Al poco tiempo a mi me supo mal que �l estuviera all� solo y
aburrido. Adem�s de que me pareciera anteriormente tu pene muy hermoso. As� que
sal� de la piscina y me dirig� hacia �l.

Estaba medio dormido y no se dio cuenta de mi presencia hasta
que estando detr�s de �l, puse una de mis manos en tu paquete. Le chist� en el
o�do para que no dijera nada. El se tumb� all� mismo y yo pude quitarle
f�cilmente los pantalones cortos que llevaba.

Ten�a un pene bastante grueso y se lo agarre con facilidad.
Enseguida empez� a endurecerse, poco a poco lo ve�a como crec�a entre mis manos,
hasta que estaba tan duro que hasta me costaba mantenerlo en vertical. Entonces
empece a masturbarlo, tirando toda la piel hasta atr�s, viendo su glande rojo y
precioso a un palmo de mis ojos.

Empece a sentir unas ganas tremendas de probar aquel fres�n,
aquel glande hermoso, que soltaba gotitas de semen seg�n lo acariciaba. Hasta
que mi lengua redujo la distancia tanto que la punta acarici� sus gotitas
transparentes. Luego sent� como �l pon�a sus manos sobre mi cabeza y no me hice
de rogar, met� toda aquella gran verga en mi boca, la chupe dulcemente y le o�
gemir a mi amigo de placer.

Entonces sent� unos labios en mi oreja que me sorprendieron
un poco, unos labios dulces con una voz suave que solo me dijeron: " ��� Gracias
!!! ". Reconoc� enseguida la voz de su hermana, lo que no reconoc�, porque era
la primera vez que se posaban en m�, fueron sus manos acariciando mi pene. Aqu�,
a cuatro patas, chupando la polla de mi amigo, separ� las piernas para que su
hermana pudiera meter la cabeza entre ellas. Pudiera meter mi pene en su boca y
lamerlo como la gloria, chuparme la polla como en ella esperara encontrar la
felicidad.

En aquel momento me encontr� con mi tercera sorpresa de la
noche, el semen de mi amigo que golpeaba en mi garganta, un semen caliente que
provocaba todo aquel sudor que tenia sobre mi cuerpo, todo aquel calor que
emanaba por mis poros. Lo absorb� ya que tampoco me pareci� tan malo como se
dec�a. Chupe su pene hasta que estaba limpio, mientras su hermana seguida
buscando el m�o.

Pero entonces par�. Me levanto del suelo con una sonrisa en
la boca y dijo que porque no subir a su habitaci�n para estar m�s c�modos. A m�
la verdad es que no me parec�a mal. As� que me tom� de la mano y subimos,
dici�ndole a su hermano que tambi�n subiera.

Una vez en su habitaci�n la chica se desnudo del todo y se
tumb� en la cama. Yo me acerqu� hacia ella metiendo mi cabeza entre sus piernas
y buscando sus labios ardientes. Fueron f�ciles de encontrar por el olor que
emanaba de ellos, por el calor y la humedad de su sexo que indicaban la entrada
al para�so. Le separ� los labios con los dedos y recorr� su co�o con mi lengua,
arriba y abajo. Entonces ella me pidi� que me pusiera de pi� al borde de la
cama, se abri� y me pidi� que se la metiera hasta el fondo.

As� lo hice. Separe sus labios y met� mi pene hasta el fondo,
Dios, que maravilla, ten�a el sexo muy h�medo y mi pene pod�a resbalar
f�cilmente, as� que empece a moverme r�pidamente y sin parar. Y entonces, sent�
que mi amigo me acariciaba el culo, fren� un poco, haciendo mis movimientos m�s
lentos. Sent� que su pene, untado de crema, intentaba abrirse paso entre las
paredes de mi ano. Dios, que placer, me eche un poco hac�a adelante para dejarle
m�s facilidad para que me penetrara, y una vez que la sent� totalmente dentro
empez� a sacarla.

Le ped� que se quedara quieto y empece a moverme yo solo. Era
incre�ble, cuando avanzaba, penetrando el co�o de su hermana sent�a el roce del
glande dentro de las paredes de su sexo y cuando echaba hacia atr�s sent�a como
el gran pene de mi amigo me abr�a el ano acariciando todas sus paredes. Me
sent�a estimulado por todas partes. Iba aumentando la velocidad de mis
movimientos, gritando m�s de placer, sintiendo que estallaba a cada arremetida
de su pene en mi ano, sintiendo que iba a eyacular en cualquier ataque hasta el
fondo de su co�o.

Pero entonces mi amigo me pidi� que eyaculara en su ano y por
su puesto que le iba a complacer. Me di la vuelta, el se agacho y chupo mi pene,
unt� un poco de crema por �l y acto seguido se tumb� en la cama. Yo me acerque a
�l le levante las piernas y enfoqu� con la punta de mi pene. Y se la met� poco a
poco, la verdad es que entr� con m�s facilidad de lo que me esperaba. Entr� toda
entera, coloqu� sus piernas sobre mis hombros y mirando su gran verga empece a
sacar la m�a de su ano y volver a meterla, acelerando poco a poco. Mientras �l
me ped�a que fuera m�s fuerte. Yo empec� a moverme todo lo r�pido que pude,
entrando y saliendo de �l, viendo como el se masturbaba y como su pene estaba
totalmente tieso, erecto y rojo.

Entonces �l eyacul� por segunda vez, lo que me hizo
enloquecer m�s aun y enseguida correrme dentro de su ano. Fue algo incre�ble.
Una lastima que no se pudiera repetir todos los d�as.

Espero que os haya gustado y si es as� poneos en contacto
conmigo, por e-mail o MSN y hablaremos de m�s cosas que nos hayan pasado,
fantas�as,...