Tengo 30 a�os, una joven esposa de 27 y una bella hijastra de
nueve a�itos. Vivo con ellas desde hace tres a�os. Susanita siempre ha sido muy
cari�osa y apegada a m�. Se acuesta a mi lado cuando vemos pel�culas de terror
por televisi�n (sus favoritas) y cuando se asusta me abraza y cruza sus piernas
entre las m�as. Algunas veces nos ba�amos los tres; mi esposa, Susanita y yo. Mi
esposa es enfermera y casi siempre trabaja haciendo turnos de d�a o de noche.
As� es que Susanita y yo nos quedamos en la casa jugueteando y molestando. Un
d�a fuimos a llevar a mi esposa al Hospital y de regreso a casa nos detuvimos en
una tienda con Susanita para comprarle algo de ropa. Llevamos un pantal�n
descaderado, blusa ombliguera y dem�s accesorios incluida una tanguita tipo hilo
dental con dibujitos de las chicas superpoderosas. Al llegar a casa lo primero
que ella hizo fue estrenar su ropa. Como en una pasarela, model� por la
habitaci�n luciendo su pantal�n y su ombliguera. Luego, imitando seguramente un
Show en televisi�n, se quit� la blusa mientras bailaba y luego los pantalones.
Todo esto lo hizo para lucirme tambi�n sus nuevas tangas. La verdad es que
mientras bailaba y se quitaba la ropa me excit� mucho y para evitar los malos
pensamientos me met� al ba�o a ducharme con agua fr�a. S�bitamente apareci� ella
en la ducha y yo me tape el miembro con ambas manos. Ella me dijo:
Tranquilo, no te averg�ences, tu eres mi papi. Me puedo
ba�ar contigo?.
Yo no alcanc� a decir nada cuando ella se quita sus tanguitas
(para no mojarlas, dijo), y se meti� a la ducha. Susanita ya me hab�a visto
desnudo cuando nos ba��bamos los tres pero esta vez yo tenia una erecci�n de la
madonna. Ella quiso jugar a enjabonarnos. La excitaci�n me hizo olvidar que yo
era "casi" su padre y decid� relajarme y dejarla libre para ver hasta donde
llegaba. Primero yo la enjabone a ella. Realmente disfrute pasando mis manos
sobre su culito parado y luego sobre su conchita lampi�a. Cuando lleg� el turno
de ella. Se enjabon�{o las manos y lo primero que quiso limpiar fue mi verga. El
roce de sus manos provoco en mi un gran placer que no pude disimular. Ella dijo:
� Que pasa papi, te doli�?
- No Susanita, es que sent� rico cuando me cogiste el pito.
- Te gusta papi? Entonces te voy a sobar m�s.
- Pero te advierto que si lo sobas mucho a papi le va a salir
una leche por el pito.
- Si papi? Yo quiero mirar, si, s�, si?
- Bueno hijita, pero mejor hagamos eso en la cama.
Nos secamos y luego en la cama le ense�e a masturbarme.
Primero se sent� frente a mi pero la posici�n no era muy c�moda, entonces la
sub� sobre m� de tal manera que su culito quedo sobre mi cara mientras ella me
masturbaba. Al ver ese culito tan precioso frente a mi no vacile y comenze a
chuparlo. Ella abri� m�s las piernas mientras mi lengua y mis labios se paseaban
enloquecidos entre su vaginita y su culito.
No fue necesario decirle nada, ella por instinto se meti� mi
verga en la boca y me la chupo. Gozamos asi durante unos cinco minutos hasta que
ella se volteo y se mont� sobre m�. Con mi verga rozando su conchita cabalg� y
agit� su culito fren�ticamente con los ojos cerrados hasta que sent� que me
venia. La tire con violencia boca arriba y derrame todo m� semen sobre pechito y
su cara.
Luego la limpie la vest� y la lleve a su cama.
Al dia siguiente mi esposa llego de trabajar y antes de irse
a la cama a descansar desayunamos en la cocina. Susanita bajo a desayunar y yo
sent� algo de temor y culpa por lo de la noche anterior. Cuando ella entr� a la
cocina yo no fui capaz de mirarla a los ojos, pero ella, mi Susanita, nuevamente
logr� que mi coraz�n palpitara a mil por hora cuando le pregunta a mi esposa con
su boquita llena de cereal:
- Mamita, cuando vuelves a trabajar de noche?...........