Relato: Vaya semana





Relato: Vaya semana

Hola a todos. Os contare a continuacion lo que sucedi� no
hace un mes, en Junio de 2002, pero no sin antes, presentarme, aunque solo sea
brevemente. Me llamo Jose, tengo 32 a�os, soy de espa�a (sin concretar mas),
estoy casado desde hace tres a�os y he sido padre por vez primera a finales del
mes de mayo. Soy monero, de estatura media y de cuerpo normal (sin barriga y sin
cachas).


Lo que le contare, es absolutamente cierto, por lo que los
nombres son todos ficticios. El sexo con mi pareja, (Cristina) es algo muy
importante para nosotros, lo cuidamos mucho y puedo decir que estoy muy
satisfecho y creo que ella tambien. Nunca habia sido infiel a Cristina hasta el
momento anterior a los que les contare. Como le dije, acabo de ser padre en
mayo, y como es natural, en las ultimas semanas de embarazo ya no teniamos sexo.
Ella es muy menuda y la barriga que tenia muy grande, por lo que se sentia
incomoda. Aun as�, no hemos rehusado de recuperar el nunca perdido sexo oral.


Bueno iremos al grano. A primeros del mes de junio se podia
decir que llevaba mas de 1 mes sin follar. Era algo que no me importaba (eso
pensaba yo) puesto que el peque llenaba todo mi ser de felicidad. No renunciaba
a hacerme alguna que otra paja viendo fotos en la red y leyendo relatos. Lo que
les cuento sucedi� en el mes de junio, en el que fui dos veces infiel a
Cristina. Primero con mi suegra y despues con mi compa�era de trabajo. Hoy solo
les contare la primera vez, y si los gusta les contare la segunda.


Mi suegra, Angeles, tiene 56 a�os y esta casada desde hace
unos 30 a�os con Justo, mi suegro. Son una pareja aparentemente feliz y normal.
Ella es una mujer delgada, eso si, con cierta barriguita de la cerveza, y unas
tetas enormes, en las que la ley de la gravedad se olvido de actuar. Anda
siempre por la casa con un pantalon y una camiseta. No usa sosten en casa, por
lo que los pezones se puede decir que son de dominio publico. A mi nunca me
habia despertado el mas minimo instinto sexual, incluso en la playa, me hacia
sentir lo mas minimo. Como el calor era insoportable ya a finales del mes de
mayo nos ibamos todos los fines de semana a una casa que tienen en el sierra. Yo
andaba un poco calentito, pero nada que se pasara con una buena paja.


Ocurrio que uno de los fines de semana, mi suegra andaba por
la casa con una camiseta y un pantalon corto, que ya tenia algunos a�os, por lo
que era motivo de risa por parte de mi Justo y de Critina, que conocian bien la
historia de ese pantalon. El pantalon le quedaba bastante peque�o, sobre todo
por la barriga, por lo que continuamente se le caia. Al subirselo, la costura se
le metia por su raja y alguna que otra ocasi�n, lo subia tanto que dejaba la
aire lo pelos del co�o. La primera vez que lo vi casi me da algo.


Despues de comer soliamos echarnos la siesta todos en los los
sillones que tenian en el salon, excepto mi suegro que es de los de pijama y
orinal, que se iba a la habitacion. Nos quedamos todos dormidos. El primero en
despertar fui yo al oir el llanto del ni�o, le puse el chupete y volvio a
dormir. En eso me fije en el panorama que tenia en el salon: mi mujer dormida,
al igual que el ni�o. Tambien lo estaba Angeles, pero ella merece comentario
aparte. Estaba tumbada boca arriba, con las piernas flexionadas. La imagen en
calento en un momento. Tenia cada una de las tetas a un lado, pero con los
pezones erizados se�alando el techo. El pantalon, de tanto moverse se le habia
clavado en la raja junto con las bragas y se le podia ver medio chocho, al menos
en cuanto al vello se refiere. Con la tranquilidad del que mira sin ser
oberservado re recree en el co�o de Angeles. La polla, salto sola del slip y
aprovechando que levaba un pantalon corto de tela fina, empece a masagear mi
entrepierna, sobre todo en la punta de mi glande. Estaba a punto de correrme, me
levante el ba�o, cerre la puerta como pude y termine de hacerme una gran paja,
soltando mi leche hirviente en el lavabo y en mis manos a partes iguales. Me
lave las manos y la polla, con gran placer y relajo, pero sentia que algo
faltaba. La polla no se quedaba ni morcillona, estaba a medio empalmar.


Asi, o sin nada mas interesante que contar, termino el fin de
semana. Pase toda la semana leyendo relatos de gente que se habia follado a su
suegra. Me excitaba muchisimo la posiblidad de follarme yo a la mia, pero era
algo que solo duraba el momento del calenton. Despues friamente, pensaba que mi
suegra no le haria esa guarrada a su hija, quien acaba de darle un nieto.
Llegando al final de la semana, Cristina, mi mujer, me confeso algo que me dejo
helado: pensaba que mi suegro estaba tirandose a su secretaria. El era un
importante directivo de una empresa bastante grande. Angeles le habia confesado
previamente que Justo estaba algo raro: que andaba todo el dia con el movil de
la empresa, lo apagaba, lo encendia, que solia venir mas tarde de trabajar de lo
habitual y que lo que mas le preocupaba es que hacia mas de dos meses que no
tenian contacto sexual. Cuando me lo contaba Cristina, empece a sentir un odio
colerico por Justo, pero ella me decia que no teniamos pruebas ninguna. Asi
llego el fin de semana y nos fuimos a la sierra.


Yo olvide todo, al menos trate de hacerlo, e intente
disfrutar del fin de semana. Me levante el sabado por la ma�ana mas temprano de
lo habitual, queria ir a contarme pelo. Desayune y me meti en la ducha. Cuando
alli, senti ruidos, pero no dije nada, me quede parado. Solos unos segundos...



- �Cristina?" -Dije yo. Cual fue mi sorpresa cuando escuche
ma voz de Angeles, entecortada,


- �no, soy yo!- Me quede pasmado, �qu� hacia alli, mientras
yo en la ducha? Mi rabo se empezo a erguir. De nuevo la voz de Angeles:


- Perdona no sabia que estabas aqu�, y ... me estaba
orinando.


- �Ah! Vale.- Dije yo. Yo segui enjuagandome, y esperando
oir la puesrta cerrarse senti el ruido de la taza del water, y al momento a
ella orinar. �y esta mujer?, pense yo, puesto que en la casa habia otros dos
cuatros de ba�o, uno de ellos junto a su habitacion.



La taza del water estaba pegada a la ducha. No nos podiamos
ver por la cortinilla de la ducha, pero si nos podiamos oir. La situacion me
calento sobre manera, por lo que alli mismo, y sin que ella hubiera salido aun,
me agarre la polla y sin moverla mucho acabe corriendome en un momento. Algun
gemido mio tuvo que salir de mi garganta puesto que me pregunto, con voz de
preocupacion:




�Jose estas bien?


Si, si estupendamente. Dije con la picardia producida por
la calentura.




Ella salio del cuarto pero yo seguia muy cachondo, por lo que
volvia a hacerme una gran paja recreandome en la situacion vivida y en la semana
pasada, en la vision de su raja, en los pelos del co�o. Ese co�o, que segun mis
informaciones debia estar hambiento. Me imagine a mi suegra entrando en la ducha
conmigo, agarrandome la polla y haciedome una gran mamada, ayudada por su
enormes tetas. Despues la imagine ofrecidome su rico co�o para comerselo y
despues follarlo. Me corri. Me corri como pocas veces lo habia hecho con una
paja. Eche una gran cantidad de leche en el lavabo.


Sali de la ducha, con un pantalon corto y una camiseta. La
polla todavia no se habia acomodado a su nido, por lo que se notaba un gran
bulto. Al llegar a la cocina, vi a mi suegra con el pantaloncito de marras y un
camiseta de tirantes. Me quede mirando sus tetas, sus puntiagudos pezones, ella,
mi bulto. La mirada duro varios segundos. Cuando reaccin�, y mire los ojos de
Angeles esperaba una mirada de castigo. Todo lo contrario. Me miro y sonrio. Nos
dimos los buenos dias, como si no hubiera pasado nada en el cuarto de ba�o. Me
pregunto si queria otro caf� y despues de pensarlo unos segundos le dije que si.
De esta manera podria seguir observando sus tetas, sujetas solo por unos
claramente debiles tirantes. Cada vez que se giraba para seguir nuestra
conversacion, sus pechos seguian en movimiento unos instantes. Se sento enfrente
mia en la mesa mientras tomabamos caf�. Ella apoyo sus tetas encima de la mesa y
mojaba en el caf� una especie de barquillo que hacen en el pueblo que tiene una
perfecta forma falica, que una vez mojado en el caf� chupaba aborviendo todo el
liquido de su intrerior. Yo imaginandome mi polla en el lugar del barquilo,
empece a calentarme, si en que en algun momento habia dejado de estarlo.


Cuando le dije que me iba al pueblo a cortarme el pelo me
dijo que la esperara, que Justo habia tenido que salir y tenia que ir a hacer
compra. No puse ninguna objecion y se fue rapidamente a duchar al ba�o que esta
junto a su habitacion. En el momento se me encendio la bombilla de las ideas.
Seguramente dejaria la puerta abierta, como de construmbre y la podia ver
completamente desnuda. Antes de ir alla, prepare una coartada si era
sorprendido. Aprevechando que el ba�o entre nuestra habitacion y la suya, haria
como si fuera a ver al ni�o y no sospecharia nada.


Deje pasar no mas de dos minutos. Me dirigi hacia el ba�o y
como habia pensado estaba la puerta entreabierta. Aun no se habia metido en la
ducha por lo que hice un alto en mi habitacion a ver al ni�o. Oi el agua caer, y
al momento caer como entrecortada, como cuando hay alguien debajo. Sali de mi
cuarto y me acerque sigilosamente a la puerta del ba�o. El ba�o es de la
siguiente manera: la puerta abre a mano derecha y encontramos de frente el
lavabo, a mano inquierda el taza y el bide, y a mano derecha la banera con una
mampara de cristal trasnparente. De esta manera, con la puerta entornada, la
apertura me dejaba ver en primer plano a Angeles duchandose. El pasillo estaba
en penunbra por lo que podia mirar tranquilamente. Me dedique a mirar a observar
a mi suegra con sus 56 a�os y sus tremendas tetas enjabonandose. Se engabonaba
con unos movimientos energicos por los que los pechos no paraban de bambolearse;
brazo arriba, jabon al sobaco con algo de bello, al brazo, lo bajaba de nuevo,
subia el otro brazo, la misma operaci�n; la espanda, como podia, por la tremenda
incercia de sus tetas. Le mire el chocho. Con el agua y el despoblamiento
general del mismo pude distinguir el inicio de la raja, los labios, todo. Mi
polla ya no cabia en el slip y mis huevos me dolian del calenton, por lo que
decidir masajearme un poco. Angeles seguia en su tarea. Ahora se fue con la
pastilla de jabon al co�o y empezo a refregarse de una manera que yo consideraba
exajerada. Con la otra mano empezo a tocarse los pezones. Yo no lo podia creer,
mi suegra hacienodose un pajote. Los movimientos eran cada vez mas acelerados y
las tetas parecian que iban por su cuenta. En un momento para bruscamente. Me
sorprendio y casi prepare mi huida pero sin dejar de mirar. Dejo la pastilla a
un lado, se cogio con cada mano una nalga y las separo lo que mas pudo. Con
mucho cuidado y haciendo un movimiento de colocacion se apoyando sobre el grifo
de la ducha. Se sento sobre el grifo, con el ca�o de este en medio de las dos
nalgas. Yo calculo que se lo coloco en la entrada el hoyo. En ese momento
recogio de nuevo la pastilla de jabon entre sus dos manos y como si se fuera a
hacer un "arakiri", empezo a frotarse el co�o con la pastilla con unos
movimientos que llevaban a ser epilepticos. Movia al mismo tiempo las piernas,
clavandose el grifo entre el culo y el nacimiento vaginal. Tenia la cara
desencajada, la mandibula abierta al maximo y los gestos eran de lo mas
contradictorio: Placer, dolor, gloria bendita... Por su garganta salian gemidos
semiahogados, respiracion casi de un moribundo y algunos expresiones
inteligibles. Mi suegra sabia lo que se hacia, joder si lo sabia. Yo ya casi no
podia mas y estaba a punto de correrme. No lo hacia por no saber donde echar la
lefa. Asi que decidir parar un momento, dejar de mirar para buscar un sitio
donde echarla. En ese momento, mi suegra en medio de sus expresiones la oigo
decir "joseeeeee clavamela en el coooo�o", no muy alto. En un tono que nadie
hubiera oido jamas si no huebiera estado yo alli. Me quede tieso, como un palo
de la impresi�n, con la polla en la mano, semiencorvado y empece a sentir como
si me arrancaran los huevos, un dolor insoportable que en unos intantes se torno
en el placer mas grande que he sentido. El dolor desaparecia y empezaba una
sensacion terrible de mear que iba desapareciendo a medida que caia un hilo
grueso de leche desde la punta de mi polla hasta el suelo. Era un placer
inmenso, inexplicable, que cuando iba a desaparecer me pajeaba unos instantes y
seguia un segundo mas. No se lo que dur�, lo que si s� fue el charquito que deje
en el suelo y las gotas en la puerta, y mi flojera en las piernas, sin capacidad
de reaccion. Mire por un segundo a mi suegra. Seguia apoyada en el grifo, pero
ya relajada, con la espalda ayodada en la pared y los brazos caidos. El gesto de
la cara lo decia todo, se sentia en una nube lo mas alejado posible del planeta
tierra, recuperando el aliento. Hasta creo que en ese mismo instante que la
mire, con su tetas caidas, cada una para un lado, en co�o con mucha espuma,
estaba lo mas cerca de Dios que se puede estar desde el mundo de los vivos. Se
fue incorporando, se empezo de nuevo a enjuagarse por lo que me tuve que dar
prisa para recoger el desaguisado lechero que habia dejado. Recogi la leche del
suelo con una toallita de Dodot y la puerta, sugetandola, regogi lo que pude.
Aun asi, sono un poco, por lo que mi suegra pregunto que quien andaba ah�. La
tranquilice diciendo que era yo, que venia a mirar al ni�o y de paso a
preguntarla si le quedaba mucho, que luego habia mucha gente en la peluqueria.


Termino y nos fuimos en el coche al pueblo que pilla como a
1.5 km. No hablamos ni dijimos nada. Ella no dejaba de arrascarse, eso sin, con
mucha educacion, su co�o. Tanto jabon debio irritarlo. Yo tambien me sentia
incomodo, seguia con un dolor en los cojones de mucho cuidado. Termine en la
peluqueria y fui a recogerla al mercado. Subimos para casa y nos econtramos a
Cristina dandole de mamar al ni�o, que por cierto se llama Mario (nombre
veridico). Comimos y nos echamos la siesta. Como ya casi era costrumbre, mi
suegro en su habitaci�n, mi mujer en un sill�n dos plazas, mi suegra en el
grande, y yo en otro dos plazas que miraba a las piernas de mi suegra. Cuando
desperte, al igual que la semana anterior, el co�o de mi suegra queria salir de
donde estaba. Yo no queria mirar, aun me dolian los huevos, pero mire o por un
momento volvi en mi mente a la escena matinal, con esa pastilla de jabon
subiendo y bajando por la raja. Me quede embobado mirando pero con la mente en
otro sitio. En ese momento desperto mi suegra, algo de lo que yo no me di
cuenta. Ella debio fijarse donde tenia posados los ojos y creo que
intencionadamente se puso una mano en el co�o un momento. Al moverse algo, yo
volvi en mi, la mire a los ojos y ella, solo con mirada me dio a entender que no
me pasara, que no fuera tan mal edudado. Cerro las piernas y aquella vision
desaparecio al instante.


Paso el fin de semana, ya no hubo nada mas interesante. Toda
la semana ande pajeandome de rato en rato pensando en la gran paja que se hizo
mi suegra. Era cerrar los ojos solo veia aquel co�o medio pelon, todo enjabonado
y ella bramando... �bramando mi nombre! Y pidiendo que se la clavara. Despues de
cada paja pensaba que nunca me la follaria viendo le detalle que tuvo cuando me
sorpredio mirandola el co�o. A las suegra solo se las folla uno en los relatos,
en los cuentos de fantasia.


Por fin llego el fin de semana. El sabado, como el anterior,
me levante un poco antes. Angeles estaba en la cocina, sola, tomando el caf� al
tiempo que veia tv. Nos dimos los buenos dias y se ofrecio a prepararme caf�.
Ella iba con una camiseta larga, sin sujetador, que le llegaba justo hasta
mediado el muslo. Solo estar con ella me calente. Era mirarla, y volvia a ver su
cara con gesto de dolor y placer. Sus manos cuando me sirvieron el caf�, solo
las podia ver como manos de pajillera. Nunca me habia fijado, pero las tenia
regordetas, marcadas por el tiempo en un bello constraste de venas hinchadas y
arrugas suaves. Tomamos el caf� en la mesa y no comentamos nada. Se encendio un
cigarrillo y yo al verlo le pedi uno. Me dio el que tenia en la boca y se
encendio otro para ella. Ese gesto, repetido mil veces con mi mujer y alguna
compa�era, me encendio aun mas y no tuve mas remedio que tocarmela para
encajarla en el slip. Ella me vio, pero no dijo y hizo nada; solo se quedo
mirardo donde estaria mi mano. No habiamos cruzado palabra, por lo que yo, un
poco incomodo, le pregunte por Justo. Sin mas me dijo:


- Estara follandose a la puta esa.


Yo me quede helado, y solo me limite a levantar las cejas con
signo de admiracion, como si no supiera nada. A lo que ella espet�:


- No pongas esa cara que Cris me ha dicho que lo habeis
estado comentando.


No sabia que decir. Me quede callado y mirandola. Con la
mirada perdida, volvio a decir:


- Se folla a la puta esa y aqu� tiene un co�o abandonado y
unas tetas mas calientes que dios!.


Dijo esto con verdadera rabia a la vez que se cogia el co�o y
las tetas. Por un lado yo estaba triste por lo que ella esta sintiendo, pero mi
polla no entiende de sentimentalismos y se puso como un palo de tiesa. Nos
quedamos un rato callados y me dijo que si la bajaba al pueblo. Le dije que si.
Le dije que si se duchaba lo hiera en el cuarto de ba�o peque�o, puesto que
Mario habia dado mala noche y Cris estaria bien dormida. Me dijo que vale. En
este cuarto de ba�o no se puede ver nada por la cortina, por lo que lamente que
se duchara alli. Me quede viendo tv en la cocina, con la muda encima de la mesa
esperando que terminara Angeles. En ese momento siento que me llama. Voy al
cuarto de ba�o, abro un poco mas la puerta y le pregunto si me estaba llamando.
Desde la ducha me dijo que si, que se le habia olvidado la muda, que hiciera el
favor de cogerle una completa de su habitacion, del primer cajon de su mesilla.
Fui hacia la habitacion, abri el primer cajon y alli vi bragas y sostenes de
todo tipo y color. Habia hasta alguna que otra tanga. Sin pensarlo cogi una a
juego negro que vi alli. Regrese al ba�o no sin antes darle un buen refregon a
su ropa interior por debajo de mis slip, es decir, por mi polla. Incluso me
limpie una gotita de leche que tenia. Abri la puerta y la pille saliendo de la
ducha, completamente desnuda. Hizo un gesto rapido tapandose lo que podia. Yo no
pude dejar de mirar alternativamente las tetas y el co�o, a lo que ella espeto
un "bueno, dejalo ya, no? No supe que decir ni hacer, por lo que le deje la muda
encima del lavabo y volvi a la cocina. Solo acababa de sentarme cuando otra vez,
Angeles llamandome. Volvi a ir. Pero esta vez no fui tan timido. Abri la puerta
completamente. Estaba sentada en la taza del water, con la toalla a media altura
de la espalda, y secandose las tetas.




�Tu crees que me cabe este chocho en esas bragas que me
has traido?




Me dijo cojiendose el co�o con las dos manos al tiempo que
dejaba totalmente libres sus tetas, nada mas verme aparecer por la puerta. Yo,
ya bastante caliente y algo nervioso, ni corto ni perezoso le contest�:


- �Y tus crees que a mi me cabe esta polla en estos slip?


Ella se quedo miradome el bulto mientras yo lo cogia
moviendolo de arriba abajo con movimientos aspaventosos. No dijo nada y dejando
la toalla donde estaba se dirigio completamente desnuda a su habitacion. Mi
ordago no funciono. No dijo nada y yo pense que si en ese momento no me habia
cogido la polla para engullirsela, no lo iba a hacer nunca. Asi que me cogi unos
mi ropa y pensando que ya habia terminado me meti en el cuarto de ba�o. Me
desnude y deje la puerta entreabierta. Me duche en poco mas de unos minutos.
Cuando abri las cortinas, me lleve una grata sorpresa y mi polla tambien.
Angeles estaba completamente desnuda frente al lavabo dandose crema y
maquillandose. Dude unos segundos en la reaccion y opte de nuevo por la
provocacion. Sali de la ducha con la polla ya bien tiesa. Ella la vio por el
espejo y no dijo nada. El cuarto de ba�o es mas bien peque�o por los no pueden
estar dos personas sin rozarse, sobre todo cuando una esta delante de la otra y
la de atr�s tiene una polla en posicion semivertical. La primera "rozadura
inocente" fue al coger la toalla: mi rabo paso por la parte final de su espalda,
justo alli donde esta pierde su nombre. Dio un peque�o respingo pero nada mas.
Yo empece a secarme e intencionadamente dejaba caer algunas gotas de agua sobre
su espalda. No me dio ningun reparo en secarle las que tenia en la curva final
de la espalda. Ella ni se movio, y yo cosumido por la impaciencia y con la
escusa de la toalla, baje esta por su raja del culo. En la primera bajada solo
refregue mi mano envuelta en la toalla por su culo y el inicio de las nalgas.
Justo antes de inciar la segunda bajada, mire hacia el espejo y vi como su
pezones estaban peque�os y duros, y ella con los ojos cerrados, tenia gesto de
espera. En ese mismo instante tire de la toalla y mi mano derecha empezo a bajar
por la desnudez de mi suegra. Ahora si baje hasta abajo. Mi mano, con la palma
hacia arriba, fue entrando entre sus nalgas al mismo tiempo que mi dedo pulgar
se quedaba atr�s dando cuenta de su fuerza presionando alla por donde bajaba. El
resto de mis dedos se quedaron parados al final de su vulva, momento en el que
la mano se cerro fuerte pero lentamente recogiendo todos los secretos de mi
suegra: desde su monte de venus hasta el territorio privado de mi pulgar, su
ahujero del culo. Al acabar de cerrar la mano, subi esta hacia arriba, como
intetanto coger aquello que era mio. Mi suegra dejo caer las pinturas sobre la
lavabo y dio un suspiro tan profundo que llen� de aire sus pulmones. Su
respiracion cogio el instante el mismo ritmo que marcaba mi mano derecha. Si
soltarla y en una posicion un tanto rara, la cogi con mi mano izquieda por su
pecho, me moje bien la lengua y le di un buen lametazo desde la espalda,
subiendo por el cuello, hasta llegar a su oreja. Alli eche toda la saliba que
tenia en mi boca y estuve chupandola no mas de diez segundos. En ese tiempo, mi
mano derecha, agotada por la posicion antinatura, la saque no sin pasarle cada
uno de mis dedos por la entrada al ano. La pase por delante, buscardele el co�o,
ahora en posicion contraria. El pulgar se quedo en el clitoris, inflamado y duro
como una judia. La masajeaba al ritmo de mi chupada de oreja, del meneo de tetas
con mi mano izquierda y en ese momento le acerque mi polla y pude colocarsela
entre las nalgas. Aprete fuerte contra ella y solo acerto a decir "cabrooon",
con un "O" muy prolongada que anunciaba un gran osgarmo. Se empezo a correr y
casi semi-inconsciente dejaba caer su peso sobre mi. No tuve mas remedio que
apretarla contra el lavabo empujando con mi pelvis. Seg�n se corria mas humeda
la sentia y mas pesada la aguntaba su peso. Llego un momento en el que no
sopartaba el peso de su cuerpo inerte y reculando me sente en la taza. En ese
momento recupero la voluntad de su cuerpo, para decirme "hijo de puta, �qu�
haces?". No le hice caso alguno. Sentado en la taza del water volque todo su
peso sobre mi, dejando deslinzar por efecto de las cremas sobre mis piernas y la
deje con el co�o mirando al techo. Recupere mis dos manos de sus tareas y empece
a sobarle e introducirle dedos tanto en el co�o como en el culo. Tenia los ojos
cerrados y parecia un mu�eco. De vez en cuando se le oia alguna palabra, pero no
se le entendia nada. Se volvio a correr de nuevo, esta vez mas relajado.


Se levanto y me dijo que nos ibamos a la habitacion de mi
cu�ado. Me cogio de la mano y alli fuimos. Dentro de lo que cabia esta
tranquilo, esta habitacion estaba al otro lado de la habitacion donde aun dormia
mi mujer. Me tumbo en la cama y con una cara de zorra en celo no acerto a
balbucear "ahora vas a disfrutar de lo que sabe una vieja cachonda". Solo decir
esto me puse a mil. El rabo lo tenia como nunca y con dolor de huevos que en
algunos momentos no se podia soportar. Yo pensaba que me iba a dar una mamada
pero no, me confundi, me dio la vuelta y empezo a chuparme por las nalgas, poco
a poco, fue llegando a mi hoyo y alli empezo a chupar como una loca. No sabia
que ese ahujero pudiera dar tanto placer en manos de una lengua experta. Boca
abajo como estaba no podia ver lo que hacia, solo sentia su lengua en mi culo.
En un momento determinado senti que un dedo suyo, el indice, lo metio hasta
adentro. Dios, que dolor! Me di la vuelta para recriminarle la accion y no me
dijo mas que:


- �Calla, si en el fondo soys todos unos maricones!


Yo no acerte mas que a quedarme quieto y a sentir como su
experimentado dedo entraba y salia de mi agujero. El dolor inicial fue
desapareciendo a medida que me iba relajando, o al reves. Ya ni lo se. Lo cierto
es que estaba disfrutando mucho. Con su dedo metido en mi culo, metio la otra
mano por debajo de mi entrepierna y empezo a masajearme. Que profesionalidad!
Cando sentia que iba a correrme paraba y aceleraba los movimientos del dedo en
mi culo. Asi estuvimos por lo menos 10 minutos, hasta que me fue girando para
quedar boca arriba. Me pajeo unos instantes mi enorme polla (nunca antes lo
habia visto tan enorme) al tiempo que se introducia alternativamente los huevos
en su boca. �que calidez! �que suavidad! �que maravilla! Dejo de chuparme los
huevos y puso entre sus tetas mi polla. La coloco de tal manera, que cada batida
que hacia, asumaba la punta de mi glande para introducirle en su boca. En ese
momento yo perdi toda nocion de tiempo, espacio y de cualquier cosa que no fuera
sentir tan grande placer y me abandone a mi suerte. Me corri. Me corri mucho. Me
corri durante largo tiempo. Me corri sintiendo el orgasmo mas grande y mas
placentero de mi vida. Mi polla no dejaba de echar leche a su boca. Cada
embestida era un nuevo chorro calido, que mezclado con su salida formaba un
neztar delicioso que embolbia mi polla en su boca. Yo sentia continuos espasmos
desde los dedos de los pies hasta la nuca. Nunca y digo nunca habian participado
tantos musculos mios en una corrida. Cada uno de ellos enviaba su propio mensaje
de placer. Sin olvidar las terminaciones nerviosas de la polla. Cada roce con
sus labios era un nuevo impulso de placer.


Nos quedamos unos segundos quietos. Ella mirandome. Yo con la
mirada perdida, sin poderme mover. De nuevo me cogio la polla y todavia con la
leche en su boca la fue dejando salir lentamente sobre toda mi polla. En un
momento me roci� toda mi entrepierna con mi leche. Una vez cayo toda, me dijo:




Mira como lo tienes y veras como te lo voy a dejar.




Dicho y hecho. Yo abajo, ella arriba. Se fue colocando para
formar un perfecto 69. Un perfecto 69 en el que su piernas quedaron de
cuclillas. De esta manera dominaba la situacion, frontado su chocho por mi cara
cuando le venia en gana, y me dejaba una vista exquisita del mismo. Hasta el
momento no habia tenido oportunidad de observarlo detenidamente. Solo habia
visto su mata de pelo, el nacimiento de la raja y poco mas. Ahora veia
completamente sus carnosos labios, sus bellamente plegados labios, el bulto de
su vulva, el clitoris, el ahujero del culo, la entrada de su co�o. Sin mas
empece a chuparlo, a lamerlo, a comerlo, a morderlo, a sentir sus jugos. Era muy
suave. Era como chupar el agua, agua templada; chupar un caramelo de miel, de
miel y limon, diria yo. La cierta acidez de sus jugos activaba cada una de las
glandulas del sabor de mi lengua. Lo chupaba. Bebia sus jugos. Los bebia para
tenerlos para siempre dentro de mi, para no olvidarlos nunca.


Al tiempo que yo disfrutaba de su chocho, ella me fue
limpiado y bebiendo todo el liquido biscoso que habia derramado en mi
entrepierna. En los minutos que duro el 69, habia conseguido el doble objetivo
de limpiarme completamente y de poner de nuevo la polla tiesa. Tan tiesa que yo
sentia dolor en la punta. Dolor por la cantidas de sangre que debia fluir por
ella para mantenerla asi. Dejo de chuparme. Se coloco totalmente de cuclillas
dejando su co�o en mi boca. Comenzo a fratarselo por toda mi cara; por la boca,
por la nariz, por la frente, por el pelo; bajaba de nuevo en direccion contraria
y cuando llegaba a la barbilla, dejaba caer toda su peso para hincarsela en el
co�o. En algunas ocasiones pensaba que me axfisiaba tapandome la boca
completamente y dejando la nariz entre sus nalgas, en el mismo agujero del culo.
Con mi lengua chupada todo cuanto tenia a su alcance. Con los dientes mordia
levemente lo que podia. Y con mis manos no dejaba de sobarle las carnes, las
tetas, los pezones, su boca. Volvio a correrse. Volvio a perder en sentido,
dejando todo su peso en mi boca hasta casi axfisiarme de verdad. No tuve mas
remedio de moder, y moder ya no tan levemente el co�o, su vulva, su clitorios o
lo que tuviera a mi alcance. Bramo como una loca. Bramo de placer, de dolor, de
todo... En ese momento entendi que con ese grado de placer le excitaba el dolor
moderado. Asi que tome la iniciativa. Con mis manos la levante como pude, la
tumbe boca abajo en la cama. Le abria las piernas, me agarre la polla de un solo
golpe en la meti en el co�o, hasta el fondo. Ella seguia con los ultimos
coletazos del orgasmo por lo que el pollazo avivo el placer o lo empalmo con uno
nuevo. No lo se. Con mi polla dentro empece a moverme, poco a poco, y
alternativamente, tremendas y rapidas envestidas. Angeles estaba totalmente
entregada. No se movia, no hacia, no decia nada. Yo sentia la temperatura de su
co�o, de su gran cantidad de jugos en la cabeza de mi polla. Sentia el sudor de
nuestro cuerpos resbalar, los liquidos del chocho sonar al introducirle el rabo.
Estaba excitadisimo, casi a punto de correrme cuando lo oigo decir, entre
gemidos:




Asi es como saber follar... no me extra�a que a mi hija
hayas tardado tres a�os en pre�arla... no tienes ni idea de lo que es
follar...




Me quede helado, la excitaci�n se fue en un segundo. Incluso
me pare, se la saque del co�o. No sabia que hacer. Puta zorra, me habia jodido.
Me quede mirandola, le mire el chocho chorreante su cuerpo entregado y tome una
decision. Me agarre el rabo, que seguia como una barra, lo apoye en la entrada
el culo y de un empujon se lo introduje entrero, hasta el fondo. Hasta el fondo
con una rabia enorme, una rabia por joderla yo a ella. No le dio tiempo a
decirme "por ah� no, ese agujero es de tu suegro". Ahora si que lo habia jodido.
Aprete todo lo fuerte que pude, hasta que me vientre tropezaba con su culo.
Ahora si que la estaba jodiendo de verdar. Intentaba revolverse pero no podia
con mi peso. Intentaba zafarse de mi polla pero no podia. Mis envestidas era
cada vez mas violentas, incluso en las que me hacia da�o en el rabo, pero todo
daba igual. Ella gritaba, pero ahora de dolor; me insultaba, no dejaba de
moverse intentando morderme. Ahora era el momento de mi venganza. Metia y sacaba
mi polla fuertemente. Su culo lo sentia como un anillo en mi polla, estaba a
tope; sabia que la estaba haciendo da�o, pero yo no renunciaba a un placer que
podia conmigo. No habia disfrutado mucho follardomela por el co�o. Al tenerlo
tan humedo casi sentia resbalar dentro de ella. Ahora en el culo, era distinto.
Cada metidas sentia las paredes de su culo rozar en la polla; el ahujero como un
anillo que trataba de orde�arme. Que goce, que salvajada; puro instinto animal:
placer por placer.


Me corri. Le llene todo el culo de lefa. Chorreaba leche por
las nalgas abajo hasta la entrada el co�o. Al correrme senti un gran alivio al
lubricar su culo. Las escasas envestidas que dura el orgasmo fueron las mejores,
las mas violentas, ya no sentia dolor alguno. Fue espectacular. Lo mejor de mi
vida. Me quede completamente relajado, sin ganas de moverme en absoluto. Me
separe de ella y me tumbe en otro lado de la cama cerrando lo ojos e intando
recuperar el aliento. Senti moverse a Angeles en la cama. Sin darme cuenta, me
dio un beso, un beso profundo y me dijo:




Gracias jose. Me has hecho sentir el placer que hacia
tiempo habia olvidado... �Ah! Y perdona por lo que no sabias follar. Estaba
viendo que no disfrutabas mucho y he tenido que provacarte un poco...




Eso fue la gota que colmo el vaso. Adoraba a mi suegra. La
queria, la amaba, la admiraba. Sabia como manejar un buena follada para llegar
al maximo. Que pena de Justo. No sabe lo que se pierde. Que placer. Ahora, que
ya ha pasado el tiempo justo y el vuelto a follar con mi mujer, me he dado
cuenta que los casi treinta a�os que tiene mi suegra mas, los ha invertido bien.
A dia de hoy solo deseo que mi mujer, a la edad de su madre, sea igual que ella.


MUCHAS GRACIAS "ANGELES".



Bueno aqu� os dejo. Espero que os haya gustado. Pero recordar
que solo he transmitido, en la medida de lo posible, lo que he vivido. No soy
escritor de relatos. Solo describo una vivencia que os deseo a cualquiera.


Si deseais que os cuente la otra infidelidad, escribirme a
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Relato: Vaya semana
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