Hola. Quiero contarles esta historia de amor incestuoso. Simplemente, omitir� los nombres de los protagonistas de este relato para mantener en anonimato a sus amantes, que no somos otros que mi madre y yo.

Si les dir�, que mi madre es una mujer de 48 a�os, morocha, flaca, un metro setenta casi, pelo largo, lacio y atractivo, ojos negros achinados, un cuerpo de fina silueta, y sin ser exhuberante, tiene una linda parte trasera y una delantera no despreciable. Algo asi como 90-60-90 m�s o menos.

Ella me tuvo a sus 18 a�os, por lo que yo tengo 30 reci�n cumplidos. Ella es madre soltera, no tenemos ni queremos tener relaciones sociales con mi progenitor y siempre nos defendimos solos. Mam� es maestra y profesora de matem�tica y yo estudio ingenieria. Hasta ahi todo normal. Trabajo con ingenieros, y me faltan pocas materias para recibirme. Nadie diria que somos una familia rara, de mediar por el aspecto social. Cualquiera puede tener un matrimonio fracasado como mi madre y criar en soledad a su hijo. Vivimos juntos hasta hace unos pocos meses, ya que yo me mud� a otro barrio de Buenos Aires.

Desde ese momento, la relaci�n con mi madre cambi�. Cada vez que yo la visitaba, se ponia melanc�lica y queria que no me fuera, que durmiera con ella- en camas separadas- y compartiera en la casa el fin de semana. Asi lo hice varias veces y cada vez que me quedaba, nos quedabamos hablando mucho de todos los temas. Comiamos, copa de vino, infidencias y naturalmente, en la confianza de cada viernes a la noche, iban saliendo temas er�ticos. Me cont� mam�, un par de historias con tipos que sali� tiempo atr�s y a los que sinceramente yo no soportaba. Por suerte, esas relaciones no fueron serias y se perdieron en el camino. Una noche, mi linda madre morocha, me coment� que se sent�a sola, que hacia bastante no tenia sexo ni salia con hombre alguno. Me plante� el tema del amor pago. Ella no se animaba a los Golden ni a servicios de Taxiboy.

Me preguntaba sobre mi sexualidad, y si bien a esa altura de mi edad, no me daba pudor hablar de ello con ella, trataba de ser prudente. Le coment� alguna historia reciente con alguna chica de un bar que frecuentaba y de algun servicio ocasional de mujeres profesionales, para salir del paso en necesidades de apuro. Otra noche, sali� a flote el tema de la masturbaci�n. Entre risas y bromas llegamos a la conclusi�n de que la "paja" era una buena aliada para el sexo autosatisfactorio y que ambos lo practic�bamos a menudo.

El clima er�tico de cada fin de semana iba en aumento y en realidad, en esas noches de plena confianza, empec� a interesarme en ella como mujer. Pensaba que tambi�n ella tenia por su falta de relaciones con hombres en el �ltimo tiempo (m�s de un a�o), necesidades y fantasias y como sabia que miraba porno porque me lo dijo un dia en nuestras conversaciones abiertas, no dud� en que seguramente, vio, como yo, y como todos, pel�culas XXX de tipo incestuoso.

Me habia puesto como limite de las reuniones con mi madre, que se repet�an todos los fines de semana (reconozco que dej� de frecuentar en ese lapso, lugares nocturnos), que disfrutaria de las conversaciones libres (que en los �ltimos dos meses eran casi exclusivamente sobre sexo), pero que no avanzaria m�s alla, salvo que ella misma avanzara. Por como venia la mano, sospechaba que si las charlas er�ticas de sobremesa, con vino y licor, se prolongaban hasta la madrugada o si veiamos alguna pel�cula juntos subida de tono, en alg�n momento se pod�a producir un roce f�sico. Si ella lo provocaba, me dejaria llevar hasta donde la situaci�n nos permitiera.

Hace dos semanas, un viernes, sali� el tema del sexo en las charlas, luego de hablar de varios temas cotidianos. Parecia que mam� y yo, nos divertiamos juntos hablando de sexo en general, y que ya era materia media morbosa y obligada de nuestro paladar com�n, gozar de esas charlas, hacer bromas amorosas e impl�citamente jugar a seducirnos.

Luego de dos meses de hablar sobre sexo en general, sali� hace dos semanas dije, el tema tab�: el incesto. La conversaci�n fue interesante y estimulante. Met�foras y miradas insinuantes de ambos bandos, se sucedian entre copas de vino y caf�. Ambos reconocimos que nos fascinaba la pel�cula Taboo, que mucha gente posiblemente practicar�a el incesto en secreto y que seria una experiencia rara, morbosa y prohibida la pr�ctica del mismo. El tema qued� ahi. Nadie se anim� a m�s, pero dormimos juntitos y abrazados en el zof�.

Al otro dia, me fui a jugar al f�tbol por la tarde y llegu� a la noche. Mi madre, estaba espl�ndida. Bien vestida y maquillada.

�Sal�s?
- No, me dijo, asi recibo a mi campe�n de futbol, soy como las botineras, jajaja.

La broma ten�a un mensaje medio er�tico. Las botineras, son amantes de los futbol�stas.

En fin, cena obligada, comentarios varios y de postre, chocolates, un cigarillo conjunto y el tema del sexo como juego de conversaci�n una vez m�s.

Retomando lo de ayer, dijo, no te gustaria jugar a un juego con mami, pregunt�

Su insinuaci�n directa, no me sorprendi� por como venian las �ltimas dos semanas y porque sospechaba con raz�n, de que ambos nos deseabamos sexualmente y que queriamos practicar el incesto madre-hijo. �Qui�n nos lo prohib�a?

Que juego, ma?

Bueno, somos grandes, hace tiempo que los dos estamos jugando a los di�logos er�ticos, no te parece que podemos blanquear lo que nos pasa, dijo decidida y directa, como siempre

En que sentido?

Mir�, no tengas verguenza, pero hace dos meses, nos juntamos siempre para hablar en las sobremesas de sexo y ayer sacamos a la luz el tema del incesto, te parece casual?

No, creo que nos gusta hablar de eso

Y por qu� nos gusta hablar de eso, dijo mam�.

Somos amigos, tenemos confianza, est� todo bien, que se yo, le dije pensanado en lo que se avecinaba.

Ella dijo: mir�, somos grandes, estamos libres, podemos tener secretos. Este jueguito de las charlas er�ticas, son un indicio de que entre nosotros hay algo, algo fuerte y ese tema es m�s com�n de lo que imagin�s, solo que la gente no se anima a expresarlo.

Y nosotros???

Lo podemos expresar, hijito mio. Te amo como madre, pero tambi�n siento cosas. Me atraes, y estas charlas me fascinan. Me gustaria ir m�s all�, dar rienda suelta a nuestros sentimientos y a nuestros cuerpos. Intuyo que te atraigo tambi�n y que te da morbo jugar a seducirnos, que es lo que hacemos, o no?

Si, ma, no lo niego, sos hermosa y desde hace un tiempo, debo reconocer que me pasan cosas, pero, no s�, no me animo.

No hace falta que incestemos de golpe, por ahi, no da. Pero si blanqueamos el juego, podemos estar m�s tranquilos los dos. Si no queremos jugar m�s, lo dejamos ac� y siempre madre-hijo. Pero si los dos, nos animamos a pasar la barrera...

Me la dej� picando. Yo no sabia que decir, aunque record� que si estas charlas terminar�an en una escena como esta, aprovechar�a por curiosidad la posibilidad de incestar. Pero para serle sinceros, estaba a esa altura, muy pero muy caliente con mi madre de ojos achinados y de lindas curvas, buen culito y un par de gomas saltarinas. Por un momento, imagin� a mam�, agachada, con lencer�a er�tica, agarr�ndome con ganas la pija, mete lengua y chupada. Esa ilusi�n, me decidi� a seguir.

Mami, estoy dispuesto a seguir jugando.

Ella entonces, hizo el resto.

-Bebe, mir�, probemos estar cerquita. Estuve leyendo en internet, que un buen ejercicio, es acostarse en la cama, ambos desnudos y tratar de ver que nos pasa. Posiblemente nos masturbemos juntos, te parece

La idea tentadora me oblig� a decir si.

Lentamente, fuimos a la cama de su cuarto. Nos desvestimos y como era de suponer, mam� tenia portaligas. S� que te gustan me dijo.

Quedamos desnudos. Y nos acostamos cada uno, en un lado de la cama. De costado nos mir�bamos, reiamos y deciamos: que te pasa, que sentis. El juego nos pon�a cachondos. Sus pezones se pararon y mi palo estaba muy inflamado. Ella emepez� a gemir y a masturbarse al ver mi pija en alza. Yo hice lo propio y al poco tiempo, las manos de ella se cruzaron a mi pija y las mias a su mojadita concha.

No aguantamos m�s y nuestras bocas se buscaron inmediatamente entre gemidos de excitacion. El morbo hac�a clima y la lujuria incestuosa que ambos avecinabamos nos hacia estallar de deseo sexual.

Quiero sexo desenfrenado, dijo mi madre
Yo tambi�n, te deseo totalmente, quiero sexo sin limites

Dale, dale, hacemo todo, bebe, soy tu putita en la cama

Si ma, te voy a dar toda la noche, te amooooooo

Siiiiiiiiiiiiiiii, bebe, siiiiiiiiiiiiiiii, cog�te a tu mami, hace meses deseo tu pija, siiiiiiiiiiiiiii

Y empez� el show porno.

Lenguatazos puros entre nuestros labios. Nos revolocamos abrazados bien apretados, buscando sentir la piel de ambos en fricciones por todo el cuerpo. Le chupaba la oreja y nuestras bocas se hund�an entre si. Los gemidos se entrecortaban con los lengueteos y en cada alejamiento de nuestras bocas, nos deciamos guarangadas:

Me gustan las guarradas, soy boca sucia, decia mi mami

Si, mamita, habl�me sucio, que me voy en seco

Ella tambi�n pasaba su lengua por mis orejas, nos lamiamos los cuellos. Apretando como dos fieras en celo, le manoseaba y le chupaba las tetas, que amasaba con todas mis ganas. Chupame todas las gomas, me encanta, hijo, si, dale a tu mami, decia.

Fui bajando de a poco, con lengua pura, por su cuerpo hasta el ombligo y de alli a la conchita, donde empec� a beber sus flujos. Tambi�n met�a dedo y masturbaba con fuerza adentro de la concha con dos de mis dedos, mientras ella se pajeaba acariciandose el clitoris.

En ese momento, mi hermosa madre, decira miles de guarradas. Yo comenc� a meter lengua en la concha y empez� su delirio. En un ratito de lamida, acab� fuertemente, con gemidos y espasmos.

Pero reci�n empezaba la cosa. Ahora me toca a mi dijo y me arrodill� en la cama para ponerle en punta la pija sobre su boca, ya que seguia recostada.

Se la meti en la boca y empec� a cogerla por ahi. Ella tragaba toda la poronga con animo de lujuria. En sus ojos, solo se notaba placer morboso y deseado. Despu�s de una arcada, de tanto chupar profundo, me sent� sobre sus tetas y me hizo una linda turca, amasando sus gomas contra mi pija con sus lindos 90 de delantera.

La franela entre pija y tetas, se convirti� en otra chupada de pija y garganta profunda. Me tir� de espaldas a la cama y ella sigui� con una chupada de pija fren�tica, ligera y descomunal. Ver los movimientos de cabeza y ver como ese enorme pelo negro flameaba de un lado al otro, mientras movia la cabeza con mi pija en la boca, me daba un placer hasta ese momento in�dito. Era la mejor mamada que me habian hecho en la vida.

Mami chupaba pija como una desesperada. Yo tenia la pindonga al palo. Entonces, me dijo:

Quiero tu pija bien adentro, y se sent� sobre mi. Empez� a cabalgar con todo, arrinconando su cuerpo con el mio. Sus tetas chocaban contra mi pecho y con mis manos, manoteaba sus dos buenas nalgas. Mi mam� es flaca, pero tiene lo suyo de adelante y de atr�s como para agarrar bien.

Fue bailando sobre mi pija y gemia como loca, adem�s de decir unas palabrotas de roja temperatura. Se reclin� para atr�s y apoy� sus dos manos sobre el colchon, mientras su concha todavia estaba bailando en mi pija. Pero dada la posici�n, pod�a verla de frente, hermosa, decir todas groserias y ver como sus tetas se movian.

Dame, dame,dame pija bebe, que lindo que te coj�s a tu mam�, te amo, amo el incesto, que lindo que me cojas, no puedo resistir, voy a acabaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaar, si dame tu pija toda la noche, que puta soy, siiiiiiiiiiiiiiii

Entonces, se volvi� a venir.
La di vuelta y se puso en cuatro. Le entr� a dar con todas mis fuerzas agarr�ndola de las nalgas. Seguian los gritos de placer de mi mami y yo tambi�n le decia cosas groseras.
Los dos nos calentamos a tal punto que estabamos por acabar ambos., Ella termin� primero con otro fuerte orgamo y yo que no daba m�s le dije

Donde acabo mami???

Dame tu leche, dame tu leche, beb�, en la boca, en la boquita de mami y en las tetas de mami

Y asi, se sent� en la cama, y yo arrodillado, me empec� a pajear hasta que la leche empez� a salir para salpicar todas sus gomas y sus hermosos labios. Mam�, me agarr� la pija y se empez� a tragar la leche. La refregaba por sus pezones y chupaba hasta secar.

Su cara y sus tetas, manchadas de blanco, eran la prueba de la consumaci�n final del incesto.

Descansamos un rato, cigarro, copa de licor y otra vez, hasta las tres de la madrugada.

Esto pas� hace dos semanas, y en el medio, tuvimos otro encuentro sexual pero liviano. Hoy no pude estar con ella, pero por eso escribo esto, sin que ella sepa.

Pienso seguir el juego er�tico con mam�. No quiero que sea, una experiencia pasajera. El viernes que viene, si ir� a comer a su casa y tratar� de repetir la lujuria incestuosa de hace dos semanas

Cuando tenga novedades, se las contar�
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