La historia que estoy a punto de
contarles es real y excitante, permítanme decirles antes que empiece,
recomendarles a las personas que sufren de sobre excitación que
lean dos veces este relato ya que es la mejor experiencia que he tenido
y ustedes no creo que tengan la misma suerte.
Resulta que gracias al entrenamiento
en las fuerzas armadas, tengo un físico excepcional, no es que quiera
presumir pero mido 1,87 metros. Tengo un pene que mide 21.3 cm, ojos azules,
cabello castaño oscuro y soy teniente del mejor grupo elite de comandos
paracaidistas. Mientras estuve como cadete en la escuela superior, tuve
muchas amantes gracias a mis atributos físicos como en especial,
la esposa de mi coronel Jarrín, y la hija del mismo coronel, pero
cuando supe que mientras realizaba mi curso de comando y de selva, el cual
duró 12 meses, mi tío Alfonso se había casado con
una chica que al decir de mis padres era muy bonita pero poco inteligente,
entonces nació en mí mucha nostalgia por mi tío ya
que con el pasé gran parte de mi niñez, antes de que él
se cambie a vivir a la ciudad de Guayaquil, fue entonces cuando me decidí
a visitarlo en el mes de agosto ya que tenía, cinco días
de franco como premio por obtener la primera antigüedad en los dos
cursos que realicé.
Mi ansiedad por conocer a mi nueva
tía era tan grande que la llamé por teléfono, ella
tenía una voz muy dulce y tierna y al instante que contestó
me impactó, pero astutamente empecé a seducirle sin antes
preguntar por mi tío, entonces ella se sobresaltó y me dijo
que era la señora de Cruz y que yo debía ser su sobrino,
entonces yo pedí disculpas y le dije no se podía saber lo
que puede pasar entre un hombre y una bella mujer, entonces colérica
ella colgó el teléfono.
Como tenía que presentarme
en la II división del ejército, no era problema para mí,
pasar tres días en casa de mi tío, así que llegué
hasta el terminal terrestre y al bajar del bus, estaba allí mi tío
Alfonso con dos mujeres, la primera era su esposa de nombre Anita y la
segunda la hermana de ella llamada Carolina, esta última tenía
como quince años, pero unas tetitas pequeñas con unos pezones
que apuntaban al alto cielo, un culito mediano pero redondo, el short que
estaba puesta le dada una forma a la conchita que parecía dos hemisferios
dispuestos a ser explorados. Pero mi tía tenía puesto un
vestido desde los tobillos hasta el cuello, sin ningún partido y
con una mirada de sorpresa al verme, pero lamentablemente el poco ceñido
que tenía el vestido, sólo me dejaba ver que ella tenía,
unas tetas tan grandes y redondas pero con unos pezones rozados que parecían
ser virginales, el culo, para qué hablar del culo, este era hermoso
de forma grande pero bien formado, además mi experiencia me decía
que aún era virgen por el ano y la misión, era de desvirgar
esa obra de arte, por delante del maldito vestido se podía notar
una rajita en forma de fruta es decir dispuesta para comer, ya que tan
sólo al andar se comía el vestido que estaba puesta, al momento
de saludarle disimuladamente le bajé la mano por todo el abdomen
hasta llegar casi al trasero y me dijo en el oído que nada se puede
saber y me besó en la mejilla.
Poco tiempo después fuimos
hasta el departamento en el que vivían, pero para sorpresa tenían
tan solo dos dormitorios, un baño, una cocina comedor y una sala,
pero como Carolina estaba de visita, Alfonso me pidió que duerma
en la sala y después salió para su trabajo, dejándome
a solas con esas dos muñecas a las cuales, quería culiarles
hasta que no pueda respirar, entonces empecé la operación
conquista, primero a Carolina y luego a mí "tía",
ya que durante más de seis años no había visto a Alfonso,
y gracias a mi trabajo no lo volveré a ver en un buen tiempo no
creo que a él, le moleste que le enseña Anita el arte del
sexo.
Entonces me saqué la camisa
que tenía puesta y fui hacia la cocina en donde estaban las dos
conversando, antes de abrir la puerta, pedí prestada la ducha y
cuando me vieron semidesnudo, las dos como en coro respondieron es toda
tuya, cuando entré al baño me llamó la atención
el tipo de puerta, ya que estaba dividida en dos partes, la primera inferior
era de madera y la segunda era de vidrio que tenía unas figuras
que no permitían ver a través, pero sí dejaban ver
una silueta, al empezar a desnudarme noté que alguien estaba tras
la puerta del baño, entonces le puse al maso a mil por hora y empecé
a pajearme muy lento, cuando de repente escuché unos gemidos que
llegaban a ser como gritos entonces de puro maldito entré a la ducha.
Luego de ducharme me cubrí
sólo con una toalla y salí a la sala, estaba sólo
Anita ya que Carolina había salido a pasear y ella estaba sentada
en un sillón y para sorpresa me di cuenta que no podían sacar
los ojos del paquete que estaba bajo de mi toalla, entonces pregunté
en dónde podía cambiarme y de inmediato contestó que
en su dormitorio.
-Y le dije ¿nadie sabe lo
que puede pasar?
De puro desgraciado, me quité
la toalla y ella empezó a gritar como loca, gracias a la experiencia
me acerqué a ella la tomé de la cintura y como no es muy
alta la elevé hasta que su conchita quedara ajustada a mí
pene, la besarla mientras le acariciaba las tetas y le sacudía para
que sienta el gran paquete casi en dentro de su vagina.
Ella me dijo que respetara su calidad
de mujer casada, pero poco duró esta oposición porque de
repente sentí que ella tenía una mano en mi verga y me estaba
masturbando, esta acción fue la gota que derramó el vaso
de agua, con furia rompí el maldito vestido largo, hasta que se
quedó sólo en bragas y con las tetas al aire, yo de inmediato
la apoyé en el filo del sofá y procedí a succionar
esa conchita y la masturbarle las tetas, cada metida de lengua decía:
-Por qué mi marido no sabe hacer esto, mientras que yo comía
de ese sabroso jugo ya que es tan natural y sexual, ese olor tan especial
que hace que los verdaderos hombres sientan excitación y deseo de
destrozarle las entrañas con la verga que está tan erguida
y caliente, una vez que se corrió por primera vez la volví
a elevé y con furia la llevé hasta la pared y le penetré
con toda la fuerza que tenía, hasta el día de hoy puedo sentir
el cálido interior de esa mujer, para serles sincero tenía
una vagina estrecha, pero muy lubricada, esto permitió que yo sienta
la mejor sensación con el sube y baja de mi glande, dentro de ella,
puedo sentir que tenía puesto un diafragma en el cuello de útero
porque en cada penetrada podía sentir resistencia a que mi pene
entre y además los gritos de placer que ella emitía hacía
que mi excitación, retrace el acto de terminarle, dejarle todo mi
semen para que viva en su interior por siempre.
¡¡¡Ahhhhhhyyyy,
ohh eres el mejor!!! Ahahahahahah, fue lo único que escuché
mientras cumplía con el mejor trabajo que sé hacer que es
el de satisfacer a una mujer con movimientos lentos y profundos,
Me corro mi amor me corro dentro
de ti, a lo que ella contestó que no tema y para ser sincero fue
lo mejor, porque toda la libertad que tenía para correrme me hacía
sentir en familia, luego ella se corrió por segunda vez, entonces
aproveché esa salsa de líquidos para recubrir mi pene de
lubricante, este era el mejor momento para culearle por el ano, mi sueño
se estaba por hacerse realidad pero claro está, que tenía
que trabajarlo porque como dije anteriormente era virgen, primero empecé
besando ese tercer ojo que estaba tan cerrado y rígido que sólo
hacía que me excite aún más, con todo el coraje del
mundo la recosté en el suelo y en una perfecta pose 69 empecé
a lubricar ese culito, primero le mandé un dedo. Mete y saca, luego
le envié otro dedo, hasta que pude sentir el calor que tenía
ese culo, luego con el semen con el cual le manché a Anita le pasé
por el contorno del ano.
Y le dije que de aquí en
adelante, sólo quería anal, y así fue porque le puse
en una pose perrito y empecé a cabalgarle, apenas le puse mi glande
en la entrada sentí cómo se estremeció.
Luego de un grito que estaba entre
la frontera de el dolor y el placer, le clavé toda la pija hasta
que la sentí llorar, era la primera mujer que lloraba del placer,
fue el mejor excitante que pude tener ya que con eso mi pene llegó
al mayor tamaño y empecé a follarle con bestialidad que no
pude sentí que de alguna manera para evitar la penetración
anal, ella se sacó mi verga y se la metió toda en la boca,
para serles sincero el sexo oral no me gusta mucho pero no podía
creer que mi tía, era la mejor mamona que había conocido
hasta ese momento al poco rato me corrí por tercera vez y ella fue
la encargada de atragantarse y limpiar todo el material que expulsé.
Luego de todo esto los dos quedamos
totalmente rendidos, al poco rato nos vestimos y esperamos a que llegue
Carolina, claro que el más ansioso era yo, pero aún tenía
dos días para follarme a esa jovencita que me tenía soñando.
Pero la culminación de esta
historia lastimosamente les contaré en otra oportunidad ya que,
en este momento tengo que reportarme en el comando conjunto ya que se expidió
una orden de emergencia nacional y todos los militares tenemos que estar
acuartelados y vigilando la seguridad nacional, entonces cuando termine
el estado de emergencia yo vuelvo a escribir la culminación de mi
historia, pero si alguna ecuatoriana quiere pasar a formar parte de mi
lista de amores sexuales, sólo tiene que escribirme a esta dirección:
POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO.
El Soldado.