Excitaci�n inesperada
Mi mujer convertida en prostituta recibiendo sexo del
mandadero
Era costumbre nuestra que cuando estabamos en un hotel para
parejas, de esos donde uno entra con el coche directamente a la habitaci�n
garantiz�ndose as� total anonimato, el que ella vestida con un enterizo de nylon
sumamente pegado y que dejaba al desubierto su pubis rapado y sus apetecibles
nalgas, a mas de traslucir sus senos, saliera a recibir la bebida que
solicitabamos al servicio al cuarto, dejando estupefacto al mandadero, quien no
despegaba la vista de su pubis lampi�o y de sus nalgas cuando ella se daba
vuelta para recoger el dinero para pagar el consumo.
Hasta entonces nada hab�a pasado m�s alla de una palmadita en
las nalgas, un roce picaro o un agarr�n de senos.
Una buena noche, que jam�s olvidar�, ella salio insinuante
como siempre, pero esta vez con un vestidito de gasa de esos que se usan como
salida en la playa y sin nada abajo. Sus senos de aureolas grandes y pesones
carnosos resaltaban y para que, ella misma resultaba sumamente excitante.
Siempre hab�amos fantaseado con dar un paso m�s all� y eso
ocurri�.
Ella sali� hacia la puerta, al toque del mandadero y grande
fue mi excitacion cuando en actitud decidida sali� a recibir el mandado,
acerc�ndose a aquel desconocido de manera insinuante y presion�ndole el pene con
la pierna.
El mandadero ante tal invitaci�n la comenz� a tocar, le
frotaba los senos con deleite, mientras el preguntaba si era prostituta y donde
trabajaba, a lo que ella asinti�, dejando que las manos del mandadero
recorrieran su cuerpo ante mi total excitaci�n.
El le pregunt� si ella no llevaba nada abajo, a lo que ella
respondi� que el mismo lo comprobara, siendo que entonces �l metio la mano por
debajo del vestido, toc�ndole los senos a ella y llev�ndome a m� casi al orgasmo
con tan monumental escena.
Entonces ocurri� lo esperado, ella le pregunt� si quer�a
sexo, a lo que el contest� que que hab�a de su pareja y ella le dijo que yo
estaba durmiendo, que trajese un cond�n para satisfacerlo.
El mandadero sali� raudo en busca del preciado cond�n,
mientras ella entraba al cuarto absolutamente mojada, pregunt�ndome si
continuaba a lo que yo asent�, mientras beb�a los abundantes fluidos que manaban
de su vagina excitada.
Pasaron unos minutos y el eventual amante de mi esposa
regres�, ella sali� del cuarto hacia la escalera que da al garaje privado de la
habitaci�n. El le pidio que se desnudara que quer�a verla en cueros, ella no
acept�, mientras tanto �l se frotaba el pene el cual se le ven�a erectando y
colocandose el cond�n.
Grande fue mi sorpresa y mayor aun mi excitacion, cuando vi
que ella se pegaba y el le levantaba el vestido, mientras ella parada separaba
las piernas y le ofrec�a su sexo humedo al desconocido mandadero, quien sin m�s
le introdujo el miembro e iniciaron la consabida danza del placer.
Yo miraba desde adentro del cuarto lo que ven�a ocurriendo y
ve�a a mi esposa convertida en prostituta, que sentimientos encontrados, los
celos y la excitaci�n se confund�an al ritmo de los movimientos del coito de los
eventuales amantes.
Ella parada sujet�ndose de la pared con las piernas abiertas
y �l haciendo malabarismo en su ritmico movimiento, agarr�ndole y palme�ndole
las nalgas; pero lo m�s interesante que no estaba teniendo sexo con cualquiera,
estaba teniendo sexo con mi mujer y eso me excitaba.
No pude m�s, entr� en escena, me acerque por detr�s de los
amantes lujuriosos y agarr�ndole los senos le pregunt� � que haces ? y le dije a
�l sigue no mas. El mandadero sali� corriendo con el pene recto mientras que
eyaculaba dentro del cond�n, ella se me acerc� entre excitada y a medio orgasmo
abraz�ndome y frot�ndome su h�medo sexo contra mi pene, siendo que a la sola
presion tanta era nuestra excitacion que ambos acabamos, pues ella concluy� su
orgasmo y yo eyacul� al solo rose de su muslo chorreado por el fluido vaginal
que otro hombre hab�a producido en mi mujer.
No tardamos muchos minutos en recuperarnos para hacer
nuevamente el amor y resaltar la excitacion que esta aventurilla ha causado a
los dos.
Desde entonces nuestro sexo es m�s frecuente e intenso y sin
recomendarlo si puedo decirles que fue una experiencia intensa e interesante
para nosotros como pareja.