IDesde que se separaron mis padres he tenido que descubrir
las cosas de la vida� por mi cuenta en la mayor�a de los casos, es as� que
referente al sexo� supongo que aprend� como todos mis compa�eros de clase
durante la adolescencia viendo pel�culas pornogr�ficas. Es en ese momento en el
que descubr� la masturbaci�n, pero la masturbaci�n como forma de explorar mi
sexo, bueno� seamos sinceros una pajilla de vez en cuando te sienta genial�.
Esta historia trata sobre mi hermana y yo cuando por ausencia de padres en mi
caso y ella por falta de relaciones sentimentales, nos fuimos acercando
sexualmente.

Tendr�a yo unos 17 a�os y mi hermana ya mayorcita, unos 31
a�os viv�amos en un apartamento solos ya que por razones que no vienen al caso
nuestros padres no viv�an con nosotros as� que mi hermana s� tenia que hacer
cargo de m� digamos que b�sicamente era mi madre. Desde temprana edad como ya
dije comenc� a masturbarme, y no se me ocurr�a otro lugar que hacerlo en el
cuarto de ba�o, pensando que nadie me ve�a. Con el poco dinero que tenia de vez
en cuando compraba alguna revista de estas "guarras" con un mont�n de bombones
desnudas y cosas as�, y cuando ve�a que mi hermana no estaba en casa o estaba
muy ocupada haciendo alguna cosa aprovechaba el momento para irme al cuarto de
ba�o sentarme en el wc y ojear la revista mientras que sacaba mi gran verga para
la edad que tenia, y comenzaba a masturbarme.

Eran unas masturbaciones placenteras puedo decir que incluso
hubo veces que gem�a de puro placer era en ese momento en los que m�s tenso me
pon�a por si mi hermana me o�a. Y tengo que confesar que la mayor�a de esas
pajas eran mientras pensaba en mi hermana, la �nica mujer bien formada
f�sicamente e intelectualmente que me atra�a en ese momento, solo con pensar en
sus pechos, o en su culito blandito ummm volv�a y volv�a a masturbarme. Todo
sigui� con normalidad durante unos meses hasta que�.

Aquel d�a caluroso de verano� Eran las 4 de la tarde y estaba
francamente aburrido as� que se me ocurri� la idea de masturbarme, porque no?,
con lo que me gusta y con lo que disfruto� pero esta vez quise esperar a que mi
hermana no estuviera en casa para poder gemir o hacer cosas raras je je.

As� pues por razones de la vida suena el tel�fono m�vil de mi
hermana y al colgar el tel�fono me dice: Alberto mira que tengo que irme por un
par de horas, cuida de la casa (bla bla blaaaa). Era mi momento�� as� que cuando
mi hermana sali� de casa, me fui corriendo a su armario y busque su ropa
interior, me fui derecho hacia las braguitas, unas braguitas negras que parec�a
que ya hab�a usado por el aspecto que ten�an, me las acerque a la cara y las ol�
ummmmmm siiii (mientras me daba cuenta que estaban usadas y ol�an al co�ito de
mi hermana se me pon�a mi verga mas tiesa que una barra de hierro) seguidamente
me encerr� en el cuarto de ba�o de la habitaci�n de mi hermana completamente
desnudo, ya que hab�a dejado toda mi ropa fuera.

Y mientras ol�a e incluso lam�a ligeramente esas braguitas de
mi hermana comenzaba a masturbarme, me sentaba en el wc y comenzaba a mover la
mano de arriba abajo sin parar� gimiendo� mientras segu�a oliendo aquella prende
de color negro. Estuve as� hasta que comenzaron a salir las primeras gotitas de
mi semen, vamos� durante unos minutos la verdad, cuando de repente oigo la
puerta principal de la casa cerrarse, mi reacci�n fue de total nerviosisimo���
que pensar�a mi hermana si me cogiera masturb�ndome con su ropa interior y en su
cuarto de ba�o� y adem�s no pod�a salir ahora del cuarto de ba�o porque estaba
completamente desnudo� dios� que situaci�n, �Qu� hacer? Pues rece para que se le
hubiera olvidado algo y se fuera r�pidamente as� que me qued� en silencio y
esper�. Y si� resulto, volv� a o�r la puerta abrirse y cerrarse de nuevo, que
alivio�, as� que volv� a comenzar a casc�rmela y empec� a gemir incluso
pronunciando su nombre.. "Amalia" siii Amalia ummmm SIII����� cuando de repente,
TOC TOC... Alberto est�is ah� adentro? Que demonios estas haciendo? Era mi
hermana���� me quede helado, estaba tras la puerta�.

-Alberto abre la puerta por favor� ( yo segu�a callado,
supongo por la verg�enza) as� que Amalia respondi�, vale, no quieres salir, pues
entrare yo que para eso tengo una llave, y sin mas dilaci�n abri� la puerta y me
encontr� de pie con sus braguitas tap�ndome el pene que estaba totalmente
erguido. Amalia pregunto: -�Alberto, que has estado haciendo? Yo le respond�,
-nada, Amalia, nada�. Ella evidentemente se da cuenta de lo que estoy haciendo
se acerca a mi como que a una distancia de 10 cm. de mi pene erguido y me dice:

�Alberto no pasa nada no tienes que avergonzarte por nada,
esto es la cosa mas normal del mundo� y adem�s si te crees que me acabo de
enterar que te masturbas con mi ropa o con revistas porno la llevas clara. Yo
puse cara de sorprendido y me relaje bastante la verdad cuando ella me dijo que
tambi�n se masturbaba mucho y que incluso lo hab�a echo pensando en mi alguna
vez. Seguidamente me miro de arriba abajo y quito la braguita que estaba encima
de mi pene intentando taparlo y dice:

� si que hab�is crecido tu y tu amiguito eh Alberto ( y me
acarici� el glande de mi pene con su mano. Con lo que yo expulse unas cuantas
gotitas de semen sobre ella sin querer, fue por culpa de la excitaci�n. Y ella
dijo �Alberto, mira como me has puesto, ahora voy a tener que cambiarme��� y sin
mas reparo, se desnuda completamente (exceptuando las braguitas) delante de mi,
con lo que mi pene segu�a goteando y creciendo y mi cara de asombro aumentaba�
se me sigue acercando y me dice:

-Alberto no podemos reprimir nuestros instintos mas naturales
(se sigue acercando hasta que mi pene choca con su vientre (yo me quedo
paralizado) y ella se acerca y me besa en los labios, despu�s en la mejilla y
bajando por el cuello, y termina diciendo, Alberto, porque sigues con lo que
estabas haciendo, masturb�ndote, no te preocupes que yo est� delante, yo tambi�n
me masturbo muchas veces sabes, pero mejor vente a la cama conmigo. Vamos hacia
la cama de su habitaci�n y all� ella se tumba primero cogiendo casi toda la cama
y abri�ndose de piernas� aunque lleva braguitas se le ve un poco el conejito.

As� que me coloco frente a ella con las piernas abiertas y
con las braguitas suyas en mi cara (para olerlas y dem�s) y comienzo a darle a
la mano. Amalia me comenta: -ummm Alberto como la tienes de grande a ver sigue,
sigue a s�. Tengo que decir que mientras lo hacia ve�a a mi hermana girar los
ojos, mordisquearse los labios e incluso acariciarse el co�o bajo las bragas.
Hasta que en un momento me dijo, para un momento Alberto, que esas braguitas son
antiguas, coge las que llevo puestas ahora, si vamos c�gelas tu mismo, sin miedo
no te voy a morder. (ella segu�a abierta de piernas con una mirada muy sensual)
poco a poco me acerco a su entrepiernas y empiezo a tirar de las braguitas, pero
pens�.. creo que es momento de pasar de nivel, deja las masturbaciones y probar
otra cosa. Acerque la cara a sus braguitas, las que llevaba puestas empec� a
olerlas comenc� a lamerlas con mi lengua (notando as� que estaban ya h�medas)
Entonces le digo: -Amalia estas riqu�sima sabes. -Alberto venga mast�rbate
delante de mi, me incita. Y as� lo hice, comenc� a darle a la manivela arriba y
abajo sin parar, mirando a mi hermana semi-desnuda. Ah� estaba yo con mi
hermana, los dos tumbados en su cama, mir�ndola mientras me masturbaba.

Llevaba poco tiempo haci�ndolo cuando ella comenz� a
masturbarse tambi�n, empez� a meterse un par de deditos dentro de su concha
mojada y se ve�a perfectamente como sus braguitas se mojaban.. y yo necesitaba
saborear eso�. Mi polla estaba justamente encima de su co�o (yo segu�a
masturb�ndome) cuando por fin me corr�, lo hice encima de mi hermana,
salpic�ndola completamente, mojando sus braguitas y su vientre, ella dijo:
-Alberto, como se nota lo que has crecido ummm menuda corrida te acaba de salir
pensando en mi, mira porque no me quitas las braguitas ya, que est�n muy
mojadas, estar� mejor sin ellas, y as� veras como me masturbo yo, como ya te
dije hermanito.

Situ� mi cabeza entre sus piernas y comenc� a sacarle las
braguitas con las dos manos� cada vez que tiraba un poco de ella ve�a su rajita
rosada tan grande y h�meda y volv�a a calentarme mas de lo que ya estaba�.
Amalia me dijo: -Alberto, sabor�ala si quieres, te las presto ;) As� pues me
pase las bragas por mi polla mojada de mi propio semen y luego la pase por mi
cara para olerlas y saborearlas un ratito.

Entonces Amalia me dijo: -Alberto ven ponte a mi lado,
abraz�ndome, vamos, lo mas cerca de mi que puedas para que veas como me masturbo
vale cari�ito? Como ella dijo, me levante y con mi pene todav�a muy duro, me
coloque a su lado, con una mano pas�ndola por su pecho, y una pierna sobre una
suya, por tanto mi pene quedaba o por encima de su muslo o cerquita de la rajita
de su culo. Cuando mi pene toc� sus gl�teos not� como un escalofr�o de mi
hermana, supongo que seria por lo caliente que tenia mi pene y lo mojadito que
estaba.

Entonces Amalia cambi� de idea con respecto a que ella se
masturbara delante de mi�. (creo que mi polla le hizo cambiar de opini�n jeje).
Alberto, mira, tu me quieres, no?, �sea como hermana evidentemente, pues veras,
hay muchas familias en las que los hermanos se quieren mas de lo normal, y eso
no es malo sabes, en esas familias los hermanos y hermanas e incluso los padres
juegan mucho con sus cuerpos y se divierten bastante, lo que te quiero decir es
que, no creas que esto son cosas raras eh o cosas que solo salen en las pelis
porno que ves. Le pregunte: -pero Amalia, que quieres hacer entonces, o mejor
dicho, que me vas a hacer�. Amalia me contesto: -pues cierra los ojos y te
pondr� un ejemplo, te voy a dar un beso de hermano vale, Amalia se me acerca, lo
noto, y me da un beso en la mejilla cerca de los labios y ahora este otro, que
es de los que te he comentado (yo estaba intrigado) noto como se me acerca
nuevamente y sin mas dilaci�n Amalia con la punta de su lengua comienza a
lamerme los labios durante un par de segundos antes de besarme, un beso con las
2 bocas abiertas de par en par meti�ndome su lengua hasta el fondo y
mordisque�ndome los labios����

Con mucha suavidad Amalia se coloc� encima de m� dejando mi
pene tocando su vientre y agarr�ndome por el costado y el hombro, mientras haces
eso yo disimuladamente deslizo mi mano por tus gl�teos para acariciarlos
apretarlos y dirigirme hacia tu rajita, quiero tocas, sentir esa rajita, la
rajita tan deseada de mi hermana que en ese momento estaba enorme, muy caliente
y muy mojada dej�ndome los dedos bastante h�medos.

Meto un dedo detr�s de otro rozando tus labios vaginales, y
tu clitorix hasta que finalmente los introduzco en tu co�ito, hasta el fondo. Es
en ese momento cuando te vi as� en esa postura, con el pelo alborotado por
delante de tu cuerpo, esa mirada tan sensual y mordisque�ndote los labios cuando
solt� un peque�o gemido que a mi suponer seria un adelanto de lo que iba a
suceder. Ella inmediatamente se incorporo, tom� mi pene y se lo introdujo en su
co�o provoc�ndome un estallido de placer sin igual���� dios ��� por fin estoy
foll�ndome a mi hermana Amalia dios, estoy sintiendo su co�o mojado y caliente
con mi pene�.

Es ahora cuando mientras ella me estaba follando, movi�ndose
de arriba abajo a su antojo cuando yo aprovech� para sobarle los pechos con las
manos, previamente me humedec�a los dedos con mi saliva y despu�s los pasaba por
sus pezones para que les pusieran duros�. Muy duros para sentirlos mas, y
continuar cogi�ndole los pechos� aprent�ndolo esos lindos pechos tan hermosos,
tan blanditos y sabrosos��� Ahora yo ayudo a mi hermanita con unos golpes de mi
trasero para que mi pene choque contra su vagina mas fuertemente� para que gima
de placer� quiero hacerla disfrutar tanto como ella lo esta haciendo conmigo��
(en repetidas veces se acercaba, paraba de moverse y me besaba, el cuello� las
mejillas y me mordisqueaba incluso los pezones, algo que me excitaba muchisimo.

II

Por fin estabamos cumpliendo nuestra fantas�a y deseo
escondido y reprimido de tener sexo entre nosotros, al fin ten�a la verga de mi
hermanos Alberto en lo mas profundo de mi vagina, sent�a su grosor entrar y
salir en mi interior, provoc�ndome un exquisito placer, mi hermanito Alberto ya
no era un ni�o, se hab�a convertido en todo un hombre que sab�a darle placer a
una mujer como yo.

Su movimientos son firmes y yo lo cabalgo a mi gusto, a veces
es r�pido, a veces lento, lo tomo fuertemente de su cabello y me acerco a su
cara, beso sus labios, meto mi lengua y el me responde, sus mansos viajan por
todo mi cuerpo, enfoc�ndose largo tiempo en mis nalgas y en mis tetas, pasa las
yemas de los dedos por mis erectos pezones, al mismo tiempo con su otra mano
dibuja con su dedo el contorno de mi ano, a veces hace una peque�a presi�n,
advirtiendo querer entrar.

Entonces mis movimientos se vuelven lentos y movilizo mis
m�sculos vaginales y aprieto su verga, la atrapo quedando su verga lo mas
profundo de mi co�o. La sensaci�n es espl�ndida para los dos, Alberto cierra los
ojos y gime levemente, le pregunto: -Alberto te esta gustando verdad?, �l solo
suelte un inaudible si y vuelve a gemir. Alberto acerca su boca a mi teta y como
un nene comienza a mamar de ella, de vez en cuando juega con su lengua en mi
pez�n, y vuelve a succionar. El placer que me provoca hace que yo gima y haga
todo tipo de ruidos que delatan mi excitaci�n.

Nuestros movimientos vuelven a convertirse en r�pidos, y
quita su mano de mi ano y la traslada hacia mi clitoris... Vuelvo a jalarlo del
cabello y lo obligo a separar su boca de mi teta, pesco su boca nuevamente y
nuestras lenguas inician una exquisita lucha. Mientras nos besamos, su dedo se
mueve circularmente en mi cl�toris, al mismo tiempo que pellizca levemente el
pez�n que no ha dejado de acariciar.

Bruscamente me levanto, me paro en la cama y Alberto se ve
desconcertado, me dice:- �que pasa?, le contesto: -Ahorita lo veras. Entonces me
hinco y acaricio su pene, para despu�s meterme su aparato en mi boca y se lo
empiezo a mamar, poco a poco voy girando mi cuerpo, hasta que mi vagina queda
cerca de su cabeza, entonces coloco mis piernas entre su cara y le ofrezco mi
conejito, que inmediatamente empieza a lamer.

Nuestros gemidos se ahogan entre las partes sexuales del
otro, pero yo no aguanto m�s y s� que el tampoco, as� que dejo de realizar mi
labor, tomo de la base su verga y lo aprieto medianamente fuerte, esto hace que
su eyaculaci�n se retrase, me tiro a su lado de espaldas y lo invito a venir
hacia mi a colocarse arriba de mi. Abro con dos dedos mis labios vaginales y lo
invito a invadir mi intimidad nuevamente. Toma con su mano su verga y lo dirige
hacia mi vagina, lo hace lentamente y siento y disfruto cada centimetro de su
falo entrar en mi mojadisimo co�o. Cuando su verga esta totalmente adentro de mi
ser, cruzo mis piernas y coloco mis talones en sus nalgas.

Alberto me dice entre jadeos que me ama, que soy la mejor, y
me bombea r�tmicamente. Yo lo abrazo fuertemente y nos besamos. Nuestros cuerpos
est�n empapados de sudor; Alberto me dice: Hermanita que buena estas; entonces
me doy cuenta que me excita mucho mas saber que somos hermanos y que estamos
cogiendo. - Si hermanito sigue lo haces muy bien, me coges riquisimo; le digo
con voz entrecortada resultado de la excitaci�n.

Entonces empieza a cogerme muy r�pido su verga entra y sale
como un pist�n, me vuelve loca y yo con mis piernas lo ayudo a bajar y entrar,
ara�o su espalda y el me besa en el cuello y lame el l�bulos de mis o�dos,
bombea y bombea y bombea m�s y yo s� que voy a llegar, le digo que se salga y al
hacerlo su verga explota y deposita su esperma en mi estomago, al sentir el
chorro en mi piel causa en mi un terrible orgasmo.

Nuestras respiraciones est�n agitadas el se acuesta a lado de
mi y nos vemos fijamente a los ojos, nuestras bocas dibujan dos amplias sonrisas
de complicidad y lujuria, nos acariciamos y nos besamos por un largo rato, hasta
que nos vence el sue�o...

... Despierto y lo veo a lado mio, no siento remordimientos
de lo que acabamos de hacer, de hecho verlo a mi lado desnudo, despierta en mi
una excitaci�n, tomo con mi mano su dormida verga y comienzo a jugar con ella la
cual despierta antes que Alberto, se pone firmes y despu�s de un rato despierta
mi hermanito.

-Hola Alberto, creo que tu verga quiere algo de acci�n-; le
digo mientras sigo recorriendo todo su palo con la palma de mi mano. Me pongo
encima de �l y le ofrezco mis tetas, primero las recibe con sus manos y empieza
a amasarlas y luego a mamar, gu�o con mi mano su verga a mi co�o que ya esta
mojado y la introduzco, pero me quedo quieta y le exijo que se quede igualmente
sin moverse, nos besamos muy apasionadamente y en mi cabeza se me mete una idea.

-Alberto �has enculado a una chica antes?, le pregunto

-No nunca, Amalia-; responde mientras hace una cara de
sorpresa mezcla de excitaci�n.

-Ya estas grandecito para que lo hagas hermanito; le digo.

Me separo de Alberto y me acomodo una almohada abajo de mi
estomago y me pongo "de perrita", el ni tardo ni perezoso se coloca atr�s de mi,
le digo: -Tienes que relajar mi culito para que no me duela, utiliza tus dedos
Albertito. moja con su saliva sus dedos y comienza a masajearme el anito, pasa
sus yemas por la entrada, todo muy lentamente, a mi eso me excita, despu�s mete
una falange y se detiene, luego va penetrando mas su dedo, lentamente pero sin
detenerse hasta que todo su dedo �ndice esta en mi culo, yo aprieto mi ano y el
siente mi presi�n, al dejar de apretar inicia la salida del dedo.

Ahora son dos dedos, igualmente lo hace cuidadosamente y
lentamente, as� que al tiempo ya tengo dos dedos completamente metidos en mi
ano, la sensaci�n es riquisima. -Alberto mete un tercer dedo y despu�s te dejare
culearme, le digo con mi voz entrecortada.

Me obedece y hace lo propio con sus tres dedos, mi esf�nter
para eso ya esta muy relajado y yo deseo que me meta la verga por mi culo.

Por fin inicia lo deseado, pone el glande en la entrada de mi
ano, hace una peque�a presi�n y se aloja en mi interior, el placer es
indescriptible, Alberto empuja lentamente y siento cent�metro a cent�metro como
se va introduciendo en mi cola, termina su viaje y se queda un rato en mi
interior disfrutando, me da unas peque�as nalgadas y se acomoda de tal forma que
su boca queda en mi cuello, lo besa y lame mis orejas, asimismo su mano derecha
se apodeara de mi tata y la izquierda atrapa mi cl�toris, coordinadamente inicia
la culeada, el masajeo en mis tetas y las caricias en mi cl�toris.

Gimo, grito y jadeo de placer, estamos en la gloria, mi
hermanito me esta dando por el culo y se lo digo, le recuerdo que se esta
cogiendo a su hermana mayor, a los dos nos calienta mas, el me dice: -Hermanita
tienes el culo bien apretadito!, entonces yo aprieto mas mi esf�nter y el gime
gustoso. - As� hermanito, dame m�s que rico, me encanta follar contigo! le digo
muy excitada.

Nuestros movimientos se vuelven fren�ticos

-Alberto llename de tu leche mi culo, necesito te leche

-Si Amalia, tienes apretadisimo el culo, siempre quiero estar
as�

-Si Hermanito te lo prometo, pero dame tu leche

Nuestros movimientos se vuelven a�n m�s fren�ticos y no
tardamos en corrernos, su esperma inunda todo mi ano, y yo me siento en la
gloria. No se sale hasta que su verga vuelve a la normalidad. Nos besamos y nos
quedamos dormidos hasta el otro d�a.

Ahora Alberto se mudo a mi cuarto y dormimos juntos, hemos
iniciado una vida sexual propia de "pareja", aunque por el momento es solo en la
casa, y los vecinos y amigos no saben nada. Nos calienta mucho saber que cogemos
aunque somos hermanos.

La primera parte fue escrita por Alberto German

La segunda parte fue escrita por Sara Amalia

Hola Soy Sara Amalia, tengo 20 a�os y vivo en M�xico, Espero
que les haya gustado este relato que surgi� de la idea de mi gran amigo Alberto,
la cual era que escribi�ramos una historia entre los dos, as� que �l comenz� y
mi tarea fue terminarlo. Pueden escribirme a
POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO. Tambi�n
pueden leer otros relatos m�os que se han publicado en este portal.