Relato: Mi exhuberante y caliente suegra.



Relato: Mi exhuberante y caliente suegra.


Mi exuberante y caliente suegra.




Yo me llamo Jorge, tengo 45 a�os y llevo, ya, algo m�s de 15
casado con Marta. No tenemos hijos y ni mi mujer ni yo mostramos ning�n inter�s
por el sexo en com�n, aunque por razones distintas. Ella ha sido siempre muy
fr�a a este respecto y nunca ha demostrado ninguna pasi�n. Yo, por el contrario,
he sido siempre muy ardiente, aunque el desinter�s mostrado por mi esposa y mis
gustos personales referentes a las mujeres hayan hecho que me distanciara de
ella en todo lo referente al sexo. Aunque en el resto de las cosas convivimos
con cierto grado de armon�a.



Yo, repito, he sido y soy muy, muy caliente. Pero como ya he
explicado siempre me he sentido atra�do por mujeres muy diferentes a la m�a. El
por qu� acab� cas�ndome con Marta es una larga historia que no viene ahora al
caso. A m� siempre me atrajeron y me atraen las mujeres maduras, de 50 a�os en
adelante, grandes, macizas, rotundas; de grandes pechos, redondos, plenos,
abultados, no importa que est�n algo ca�dos, casi mejor si lo est�n. Tambi�n las
prefiero de caderas anchas, nalgas poderosa y generosos muslos. Eso s�, me gusta
que el aspecto de su piel sea fino, brillante y que no se aprecie en ella ni
venillas, ni manchas que estropeen su aspecto general. Por �ltimo explicar� que
me fijo muy especialmente en su rostro, me gustan con un algo, que no s�
explicar con precisi�n, que les confiere a las que lo tienen cierto halo de
viciosas, de apasionadas, de sensuales... Las mujeres que poseen este �ltimo
rasgo me vuelven realmente loco. Son pocas las mujeres en las que lo he
encontrado y muchas de ellas han sido algunas de las putas que he frecuentado
para mitigar la calentura que, a veces, acumulo a consecuencia de la apat�a de
mi mujer y del f�sico escu�lido, delgado, sin redondeces que posee, tan alejado
de mis deseos. Estas prostitutas y, sobre todo, numerosa masturbaciones,
pensando en el tipo de mujeres por m� deseado, son la forma en la que he
intentado paliar mi permanente calentura. Siempre me han resultado de gran ayuda
las pel�culas porno, pero no cualquiera, solamente aquellas en las que la
protagonista posee los rasgos anhelados por m�. En cualquier caso, ni la
masturbaci�n ni las putas me han satisfecho plenamente.



As� las cosa, se puede decir que no llevo una vida feliz,
mejor dicho, debo decir que no la llevaba pues desde hace alg�n tiempo, unos
meses, gozo plenamente del sexo y con una mujer que re�ne todos los rasgos antes
enumerados. Mi querida, mi voluptuosa, mi excitante Petri.



Todo empez� con la llamada de mi suegra que vive en una
ciudad a doscientos kil�metros del pueblo en que habitamos mi esposa y yo, nos
comunic� el fallecimiento de su marido que era el segundo. A mi suegra hac�a
a�os que no la ve�amos, aproximadamente desde que nos casamos mi mujer y yo.
Poco antes de nuestro matrimonio hab�a enviudado cas�ndose casi de inmediato con
el que ahora hab�a fallecido. Este matrimonio ocasion� el enfado de su hija, mi
esposa y su alejamiento hasta pr�cticamente no verse para nada.



A pesar de la situaci�n, mi mujer decidi� que deb�amos ir al
entierro y si era posible buscar la reconciliaci�n entre ambas. De esta forma
emprendimos el viaje en nuestro coche. Era de noche y mi esposa se quedo dormida
inmediatamente. Entonces yo comenc� a recordar a su madre, mi suegra, con la que
apenas tuve relaci�n, y a mi mente acudi� la imagen que casi hab�a ya olvidado
de una imponente mujer que cuando la conoc� tendr�a unos cuarenta a�os y que a
esa edad enviud�, para casarse casi de inmediato. Alta, exuberante, con grandes
pechos y poderosas ancas y nalgas y, sobre todo, con un rostro de lo m�s
excitante. Recuerdo que por aquel entonces ya me hice m�s de una paja pensando
en ella. Luego el distanciamiento entre ella y Marta provoc� que ya no la viera
y que, por tanto, fuera poco a poco olvid�ndola. Me preguntaba que aspecto
tendr�a y si los a�os la hab�an hecho m�s apetecible o por el contrario la
hab�an arruinado, ahora con 55 a�os que tendr�a. Record� algunos rasgos f�sicos,
sus rotundas pero perfectamente torneadas piernas, su busto poderoso apuntando
por debajo de los apretados jers�is que usaba, su imponente trasero y sobre
todo... su cara , su cara de viciosa, o al menos eso me suger�a su hermosa
rostro moreno, con carnosos labios y p�mulos redondos y salientes.



Sin darme casi cuenta mi poya se hab�a puesto muy dura y
empujaba la tela del pantal�n hac�a arriba. Mire a mi lado, mi mujer dorm�a. Sin
poder impedirlo empec� a manosear mi poya por encima del pantal�n. Pronto sent�
un enorme gusto y note que si segu�a me iba a correr y, no lo pude evitar,
pensando en su culo, sus tetas y, sobre todo, en el recuerdo de su lujuriosa
cara, segu� hasta que casi enseguida me corr� sintiendo un enorme gusto que
recorri� mi cuerpo por mis piernas y mi espina dorsal. Procur� serenarme y
recobrar la atenci�n plena a la conducci�n y ya m�s tranquilo aunque con el
calzoncillo y el pantal�n empapados de semen continu� conduciendo, hasta que por
f�n llegamos a la casa de mi suegra.



Bajamos del coche y utilizando las bolsas de viaje como
tapadera de la mancha que mi corrida hab�a ocasionado en mi pantal�n, subimos
hasta el piso de mi suegra. All� nos esperaba ella. Estaba sola por los que nos
recibi� con gran cari�o, emoci�n y lagrimas. Nos abraz�. Yo tem� que se diera
cuenta de la humedad de mi entrepierna pero si lo noto no dijo nada. Nos explic�
que se encontraba muy sola que nadie le hab�a acompa�ado en la enfermedad del
difunto y en su muerte. Se�al� que nadie le hab�a perdonado su apresurado
matrimonio de 15 a�os atr�s y que a causa de �l hab�a perdido las amistades de
entonces y ya no hab�an hecho otras. Esto redobl� sus sollozos y sus muestras de
cari�o y reconocimiento hacia nosotros. Est�bamos sentados en el mismo sof�,
ella en el medio. En un momento dado fue a cogernos las manos. Al tomar la m�a
rozo la humedad del pantal�n y me mir� con curiosidad pero no dijo nada. Yo me
qued� un tanto descolocado pero no dije nada. Petri nos explic� que el cadaver
de Ferm�n, as� se llamaba el difunto, estaba en el tanatorio y que al d�a
siguiente lo enterraban.



As� sigui� la conversaci�n, sobre todo entre madre e hija.
Nos ten�a las manos cogidas sobre su regazo lo que me permit�a rozar su
entrepierna por encima de la fina bata que llevaba. Esto unido a la observacion
detenida que hice de ella me llevo a excitarme de nuevo. Y estaba justificado.
La mujer estaba soberbia, m�s buena, si cabe que hace 15 a�os, estaba m�s
fondona, con m�s tetas y culo y, sobre todo, con un rostro tremendamente
excitante pese a ir sin maquillar y presentar ciertas arrugas en la proximidad
de labios y ojos, pero esto le a�ad�a m�s atractivo y morbo. Por tanto mi
calentura iba en aumento. Por esto y por la mancha en el pantal�n me excuse
diciendo que me iba a dormir ya que estaba cansado por el viaje y, adem�s, as�
podr�an hablar madre e hija. Lo aceptaron, Marta se qued� en el sof� y Petri me
indico que la siguiera a la habitaci�n que ya hab�a preparado para mi esposa y
para m�. Caminar detr�s de mi suegra me permiti� contemplar la maravilla de su
culazo, que se marcaba, junto con sus reducidas bragas, en la fina tela de su
bata. Al llegar a la habitaci�n encendi� la luz y me hizo pasar. Cuando entr�
note que su mirada se iba sin disimulo a mi entrepierna que segu�a abultada y yo
clave mis ojos, tambi�n sin disimulo, en el escote algo abierto de su bata que
permit�a ver el canalillo de sus teta y una parte considerable de las mismas.
Ella se dio cuenta y con cierta coqueter�a fue a cerrar algo el escote pero sin
demasiada prisa. Sonriendo, a mi parecer, con algo de picard�a, me deseo buenas
noches y cerr� la puerta.



Yo tras quitarme la ropa y depositar la manchada por mi
eyaculaci�n en una bolsa fui al ba�o, me duch� y regres� al cuarto en donde me
met� en la cama y me volv� a masturbar salvajemente pensando en las tetas y el
culo de mi suegra. Poco despu�s me dorm� y ya no escuche a Marta cuando llego a
acostarse en la cama.



A la ma�ana siguiente cuando me levant� encontr� a mi mujer y
a mi suegra arregladas para el esntiero. Mi suegra era un ca��n de mujer con su
luto, sus medias de costura, su collar de perlas pero sobre todo con su culazo y
sus tetas. Tuve que hacer verdaderos esfuerzos para no mirarla e impedir as� una
nueva eyaculaci�n.



Marchamos al cementerio y se llev� a cabo el entierro, con
muypocos asistentes al mismo, nosotros y poca gente m�s. De vuelta en casa, mi
mujer insisti� a su madre para que viniera definitivamente a vivir con nosotros
pero Petri aleg� que deb�a arreglar distintos documentos pero que pasados unos
d�as ir�a gustosa a vivir a nuetra casa. Marta lo entendi� pero le hizo saber a
su madre que ella no pod�a faltar al trabajo m�s tiempo y que se ve�a obligada a
regresar a nuestra casa pero como no quer�a dejarla sola me pregunt� a m�:







- �Jorge, te importar�a quedarte con mi madre hasta
que termine los papeleos mientras yo regreso a casa y a mi trabajo? T�
tienes un negocio propio que marcha bien y nadie te va a decir nada si
te ausentas un par de semanas. Tus empleados lo llevan de maravilla.


- No s�... (Me hice de rogar).







Marta insisti�. Por fin acced�, demostrando cierto reparo,
aunque en el fondo estaba deseando pasar 15 d�as bajo el mismo techo que
semejante pedazo de hembra.



Petri tambi�n manifest� su deseo de no molestarnos pero al
fial accedi� de buen grado. De esta manera todos est�bamos conformes, sobre todo
yo.



Esa noche, despu�s de cenar, Marta se despidi� de Petri y de
m� y se marcho en el auto a nuestra casa.



Quedamos mi suegra y yo solos en el sal�n de la casa.
Hablamos un rato de vanalidades. Yo me la com�a con los ojos, aunque trataba de
disimular. Era verano y Petri segu�a llevando la fina bata del d�a anterior.
Esta, dada la rotundidad de las formas de Petri se entreabr�a mostrando parte de
sus muslos y de sus redondas tetas. Ella intentaba en vano cerrarla lo que le
a�ad�a m�s morbo a la situaci�n. Yo buscaba la forma de empezar a realizar lo
que m�s deseaba en ese momento, tocarla, sobarla, chuparla, follarla... Pero
nada se me ocurr�a. Desalentado y con una calentura considerable me reti�r� a
dormir, ella me dijo que tambi�n se iba a la cama. Al d�a siguiente tendr�amos
una larga jornada de papeleo.



Yo me fui a la cama y tras la consabida paja me qued� de
inmediato dormido. En plena noche me despert�, fueron unos leves quejidos,
acompa�ados de llanto, los que seguramente interrumpieron mi sue�o. Escuchando
con detenimiento, comprob� que era mi suegra la que emit�a dichos ruidos. Eran
las dos de la madrugada y yo me hab�a desvelado del todo. Los quejidos y llantos
no cesaban por lo que pens� en ver que ocurr�a, me dirig� al cuarto de mi suegra
deseoso de ayudarla y tambi�n pensando que iba a tener ocasi�n de estar junto a
ella en su cama y que tal vez...



Con esos pensamientos llam� a su puerta y dije.







- �Qu� le ocurre Petri? �Puedo ayudarla en algo?


- -Perdona Jorge, no puedo dormir, me siento muy sola
pero no te preocupes, pronto se me pasar�. Disculpa si te he molestado,
no era mi intenci�n.


- No es molestia. �Puedo pasar?


- S� Jorge pasa, no te quedes en la puerta. Estoy un
poco aturdida y no ca� en decirte antes que entrar�s.







Yo entr� y me encontr� en el dormitorio que Petri debi�
compartir con Ferm�n. La luz de la mesilla iluminaba tenuamente la habitaci�n,
como la pantalla de la l�mpara era de color rosa, la habitaci�n tomaba un halo
rojizo de lo m�s excitante. El dormitorio ten�a unos muebles enormes y mi suegra
estaba en la enorme cama, algo imcorporada sobre dos almohadones. Estaba p�lida
y llorosa. Pero mis ojos se fueron de inmediato a sus pechos, dos enormes tetas
pugnaban por salirse de su camis�n, una prenda negra de encaje. La parte visible
de sus pechos se mostraban redondos y muy abultados, aunque dese luego algo
ca�dos. Yo trate de recuperar la calma pese a semejante espect�culo. Me sent� en
el borde de la cama y le habl� a mi suegra interes�ndome por lo que le pasaba.



Ella contesto:







- Me siento muy sola y muy triste. Me ha entrado un
enorme desconsuelo. Estaba muy unida con Ferm�n y mi vida ya no s� si
tiene sentido.


- No diga eso, pronto vendr� con nosotros y se
sentir� mejor


- Pero no es solo la soledad es tambi�n...


- �Qu� Petri?


- No s� si debo comentarlo contigo. No estar�a bien.
Apenas nos conocemos y adem�s eres un hombre.


- Pero yo la quiero ayudar y puede que le haga bien
hablarme de sus inquietudes. Adem�s, no hay nadie m�s ahora con el que
pueda hablar.


- S� tienes raz�n pero... no s�.


- Como quiera Petri, no puedo ni debo obligarle.







En ese momento volvi� a sollozar y se avalanz� sobre m�
abraz�ndome. Me paso los brazos por mi espalda y yo hice lo mismo. Pude palpar
su carne, que aunque algo blanda, manten�a cierta turgencia. Tambi�n note la
presi�n de sus pechos en mi pecho. Aquello me puso a cien y yo no pude impedir
que mis manos recorriesen su espalda acarici�ndola. Ella segu�a sollozando y
apret�ndose contra m�. Mis manos cada vez hac�an un recorrido m�s amplio y
comprometido, bajaban al nacimiento de sus nalgas volviendo hacia arriba para
volver a bajar a su culo, en cada recorrido cada vez amasaba con m�s descaro
aquellas carnes que tanto deseaba.



En un momento dado empec� a besarla en la frente en la cara
... Por un momento me obligu� a parar, aunque sin dejar de abrazarnos y le
pregunt�:







- �Qu� le ocurre Petri? �No puede superar la p�rdida
de Ferm�n?


- S� es eso, pero tambi�n algo m�s.


- Si quiere me lo dice pero decida usted misma.


- S�, te lo dir�, pero te ruego que no lo digas a
nadie, ni siquiera a mi hija. Lo que me pasa ya fue causa indirecta de
nuestro distanciamiento y no quiero que vuelva a pasar.


- Est� bien. No lo dude. Le guardar� el secreto.


- Gracias Jorge. Nunca pens� que contar�a esto pero
no s� lo que me ocurre, tengo necesidad de hablarlo. Se trata ...me da
verg�enza... pero ah� va. Yo soy muy, muy caliente sexualmente y
necesito sexo de forma continuada. Por eso me cas� tan r�pido con
Ferm�n. Mi primer marido, antes de morir, estuvo enfermo e
imposibilitado por ello de satisfacerme unos cuatro meses antes de
morir. Ferm�n era su amigo y un d�a nerviosa e inquieta le cont� lo que
me ocurr�a. El me comprendi� y me dijo que me ayudar�a en lo que
pudiera, aunque se neg� a follarme, aunque yo se lo supliqu�, antes de
que mi marido muriera y pudi�ramos casarnos. Sus convicciones religiosas
y morales solamente le permitieron tocarme, acariciarme, masturbarme...
pero no quiso ni que foll�ramos ni que yo le diera placer. Aquello m�s
que aplacarme fue un tormento. Por eso cuando mi pobre marido se muri�,
Ferm�n y yo nos casamos a los dos d�as. Esto Marta no lo entendi� y lo
comprendo.


- Tranquila suegra, la entiendo muy bien pero no
tiene que desesperarse usted es un ca��n de mujer y no tardar� en tener
pareja que la satisfaga.


- Pero ahora estoy igual que hace quince a�os pero ya
no hay nadie que me consuele ni me epere, adem�s aunque m�s vieja
necesito tanto o m�s sexo que antes. Con Ferm�n era una felicidad, todos
los d�as, a veces varias veces, en cualquier lugar, no paramos de
follar.


- Y volver� a ser feliz y estar satisfecha usted est�
muy buena, puede tener cuantos hombres quiera que la follen cuanto
quiera.


- No s� si dices la verdad, tengo 55 a�os y m�s carne
de la que se estila, has visto estas tetas y mi culo.







Al decir esto se separ� haciendo adem�n de mostrarme sus
pechos para a continuaci�n retirar las s�banas y hacer lo miso con su culo
haciendo un leve giro que �nicamente hizo notar las abundantes y bien colocadas
carnes de sus caderas y muslos, aunque sin ense�ar nada.







- Pero que dice suegra. Soy ahora yo quien me
sincero. Desde que he llegado a esta casa, mejor dicho desde que empec�
el viaje para venir aqu� usted me tiene completamente excitado. Ya en el
coche me corr� pensando en usted. Petri me gusta mucho y yo si me deja
la quiero satisfacer ahora mismo.


- �Estas seguro? �Y Marta? Entonces tu pantal�n
mojado de la noche de vuestra llegada...


- S�, era por una paja que me hice pensando en su
recuerdo de hac�a 15 a�os y ahora me parece que usted est� m�s buena
aun, con mejores tetas y mejor culo y con una cara de lo m�s sexy. Mi
mujer, por otra parte pasa de mi y del sexo. Hace m�s de 3 a�os que no
tenemos relaciones, ella no quiere. Y yo ando siempre m�s que caliente.


- En ese caso...







En ese momento, se avalanz� de nuevo sobre mi y colocando su
rostro a pocos cent�metros del m�o saco su lengua y con su punta recorri� su
labio superior de un lado a otro, provoc�ndome aun m�s si cabe. A la vez me
incit� con la mirada. Ya no pude esperar m�s. Me lanc� con mis manos sobre sus
pechos que manosee como un poseso por encima del encaje negro. A la vez, lleve
mi boca a la suya y met� mi lengua en su boca, recorriendo su interior. Ella, en
cuanto pudo meti� su lengua tambien en mi boca y ambas lenguas se juntaron
proporcion�ndonos un placer irrepetible.



Yo estaba en el cielo. Semejante mujer para mi solo durante
quince d�as o quizas...



Ella tampoco se estuvo quieta con sus manos, estas fueron a
mi entrepierna y por encima del pijama empez� a amasar mi polla y mis huevos. No
es preciso decir que mi pija estaba como un poste de hierro. De pronto se separ�
bruscamente de m� y se empez� a desnudar dici�ndome de forma entrecortada que yo
tambi�n me desnudara.



Los dos lo hicimos. Yo me quede de pie junto a la cama con mi
polla tiesa mirando al techo palpitante a punto de estallar. Ella lascivamente,
ya desnuda, se puso de rodillas en la cama y contorneandose me fue mostrando con
mucho morbo sus abundantes y maravillosas carnes, sus magn�ficas tetas que
aunque algo ca�das eran como dos globos maravillosos, su culo que rebosaba por
sus costados, sus gruesos pero firmes y bien torneados... Y todo ello bajo una
piel perfecta sin manchas, sin venitas... Y su cara se mostraba m�s sexy que
nunca, morbosa, provocadora.



Yo me avalanc� sobre ella, la tumb� en la cama, me coloqu�
sobre ella y empec� a chuparle el cuello, la boca, los pechos...



Ella respiraba agitada, caliente, ofreci�ndome sus pezones y
dici�ndome:







- Mu�rdeme las tetas, ch�palas, tenemos toda la
noche, tenemos muchos d�as. Quiero que me folles una y otra vez.






Estuve as� un buen tiempo. Con la punta de la polla
restregaba su co�o y ella se mov�a bajo ella como una culebra buscando la punta.
En un momento dado sin yo pretenderlo la polla se colo dentro de su co�o y yo
sent� la maravilla de su humedad y calor. Ella dio un grito y dijo.







- �F�llame! �F�llame! No puedo esperar. Luego tenemos
mucho tiempo.







Yo, obediente, y tan deseoso como ella o m�s empec� un mete y
saca bestial y violento que llevaba la punta de mi polla a lo m�s profundo de su
vagina, de sus maravillosas carnes.



Tal situaci�n duro unos 5 o 6 minutos. Esto gracias a las
pjas que recientemente me hab�a hecho. En otro caso me hubiera vaciado mucho
antes. Al cabo de ese tiempo y coincidiendo con un fuerte alarido de placer de
Petri, me vaci� dentro de ella.



Seguimos abrazados y paralizados por un tiempo. Hasta que
ella empez� a besarme dulcemente en la cara a la vez que me dec�a:







- Ha sido maravilloso pero si tu qquieres solamente
ha sido el comienzo. Solo pienso en seguir follando y que tu me hagas
todo lo que quieras, esta noche y siempre.







Descansamos un poco, no demasiado, y volvimos a tocarnos. Al
poco est�bamos m�s que calientes...



Pero esto ser� motivo de un nuevo relato.




Por favor vota el relato. Su autor estara encantado de recibir tu voto .



Número de votos: 2
Media de votos: 10.00


Relato: Mi exhuberante y caliente suegra.
Leida: 24974veces
Tiempo de lectura: 14minuto/s





Participa en la web








Contacto
Categorias
- Amor filial
- Autosatisfacci�n
- Bisexuales
- Confesiones
- Control Mental
- Dominaci�n
- Entrevistas / Info
- Erotismo y Amor
- Fantas�as Er�ticas
- Fetichismo
- Gays
- Grandes Relatos
- Grandes Series
- Hetero: General
- Hetero: Infidelidad
- Hetero: Primera vez
- Intercambios
- Interracial
- L�sbicos
- MicroRelatos
- No Consentido
- Org�as
- Parodias
- Poes�a Er�tica
- Sadomaso
- Sexo Anal
- Sexo con maduras
- Sexo con maduros
- Sexo Oral
- Sexo Virtual
- Textos de risa
- Transexuales
- Trios
- Voyerismo
- Zoofilia


Afiliados




























relatos de insestos prohibidosrelatos incesto hija violada por su padrerelatos eroticos mi vecino me hizo su esposarelatos eroticos tragando lecherelato de orgias familiarelatos eroticos mi hija y yorelatosxxx de naufragos e indiecitasrelatos eroticos mi vecina, su hija, e hijo son mis putitasRelatos Porno de Vecinasrelato gay con un enanoRelato no consentidoRelatos con mi tia cojiendoRelatos me cogi a mi hijaenana lesbianaRelatos porno tabuRelato erotico me cogieron sin compasiónnalgadas eroticasrelatos eroticos mi pequeña 0Š9a obsesión 5relato cuando paseamos mi hijo me cojeRelatos pormo con hermanastra y hermanastrorecreo site:pcompas.rurelatos eroticos con primitomi profesor me chantajea para hacerme el amor relato eroticohistoria eroticas de nenas de 10 gratisrelato prima apuestarelatos de jovenes con tiaporno relato hija puta culo destrozadoRelatos eróticos hombres que han desvirgado culitos gayscogiendo chiquitas relatosaudios relatos eroticosIncesto con la abuela relatadosrelatos eroticos haciendo ejercicios en casapura felicidad al ponerme una pantaletarelatos de lesvianas calientes ahhhh ayyyrelatos con mi papimi familia (relatos porno )relatos zooxxxCon mi sobrinita d 10relatos porno tiarelatos eroticos en el metro de la cdmxwww.relatos.pornos.clRelatos eróticos sexo gay sin taburelatos xxx pequeña en edificioinfidelidad relatoIncesto con la abuela relatadosviolando a mi sobrinita relato eroticorelatos de maricones cogiendo con padrinosrelato xxx nena Relato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatorelatos erotico gratisRelatos porno misrelatosmi sobrina de 12Relatos eroticos gratis incesto sobrina de 13 añitos primera vezrelatos porno cogiendo con la.sirvientaporno de mujeres mayoresmi mujer se folla al fontanerorelatos xxx mi hermana borrachaRelato un polvito con mi ahijadomujeres maduras casadas follandotangas demi nuera relatorelatos de sexo anal con madurasrelato erotico tio estoy solitalas tetas de mama relatoshistoria eroticas de nenas de 10 gratisRelatos eroticos gratis incesto sobrina de 13 añitos primera vezen la alberca con mi hija y su amiga relatorelatos prohibidos xrelatos follar con mama en el metrorelatos viuda asombrada por el pene del yernoRelatos gays el mudito culonfollando con el curala vendedora de dulses relatos eroticosfolladas en navidadincesto hermana casada con condon relatosRelatos xxx drogue y viole a m� hermanaRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatoRelatos esposo cornudorelatos de sexo anal con la vecinita pequenaralato orgia familiarrelatos gay entre papà e hijoDrogue a sobrina relatosRelato Tetas madre desnudaRelatos baje su calzon ami tiaIncesto con la abuela relatadosrelatos eroticos sin tabuesmadre buenorra follandoRelatos taboo bart desviando sus hermanasSexo anal en el baño relatos xxxporno gay de maduros gratisrelatos gay porno padre e hijo