A dos casas de mi edificio hay un taller mec�nico, y unos de
los mec�nicos llamado Mario, siempre le esta diciendo y proponiendo cosas non
santas a mi putisima madre.
Mario es como creo que son todos los mec�nicos, algo bajos de
estatura, gordo, pelo hasta los hombros, con patillas largas, morocho y de
bigotes, o sea, un barrig�n ordinario. Siempre esta con un mameluco manchado de
grasa y con el cierre abierto hasta un poco por arriba del ombligo, dejando ver
buena parte de su voluminosa panza.
Es un t�o simp�tico, de poca cultura, siempre la esta
persiguiendo a mi madre, y hace comentarios muy subidos de tono hacia ella, como
por ejemplo, cada vez que la ve pasar le dice:
-Yegua, si te caes de frente, te golpeas la nuca. (obviamente
haciendo referencia a sus voluminosas tetas).
-C�game en el ojo y ll�mame mi pirata de mierda.
-Como me gustar�a ser baldosa, para verte la cosa.
-Cuantas curvas, y yo sin frenos.
Y un mont�n de cosas por el estilo. Pero lo m�s llamativo es
que muy por el contrario, en lugar de enojarse ella siempre sonr�e al escuchar
esas groser�as.
Pero no solamente le dice cosas a ella, sin ir m�s lejos,
har� unos d�as lleve a cambiar el aceite y filtro de mi auto, y cuando estaba en
su taller me empez� a preguntar sobre mi madre, si tiene novio, y otras tantas
cosas, y en medio de la conversaci�n sali� con un "que par de tetas que tiene tu
vieja, no?", "ja� si la habr�s chupeteado lindo de chico", "con una mam� como la
tuya me gustar�a ser siempre un beb�", "si fuera mi vieja, me olvidar�a que es
mi madre, y sabes que� ja". Yo no sabia que actitud tomar al escuchar todo esto,
no sabia i enojarme o tomarlo a la ligera. Pero a ti no te puedo mentir, la idea
de verla coger con ese tipo, me excitaba de sobremanera; por tal motivo hice
caso omiso a lo que �l me dec�a.
Cuando termino su trabajo, y le estaba por pagar, me dijo:
-Hagamos un trato, si logras que tu mami tome un caf�
conmigo, te regalo el trabajo. Es m�s, no te cobro nada que necesites de mi
taller por un a�o.
Que te parece, pibe?
Yo empece a transpirar. La oferta era estupenda, no tanto por
el costo de la reparaci�n y los arreglos futuros, si no, por la sola idea de
verla siendo garchada por esa bestia peluda.
Sin m�s pensarlo le conteste que aceptaba.
Y plane� la estrategia en ese mismo instante, le dije que
viniera el viernes por la ma�ana a mi casa, con la excusa de hablarme con
respecto al arreglo de mi auto. El acept� al instante y se le dibujo una sonrisa
de oreja a oreja.
Mi madre siempre los viernes duerme hasta tarde, por lo tanto
estar�a solo vestida con su camis�n de dormir y a lo sumo una bata. La
vestimenta perfecta.
El viernes por la ma�ana me levant� temprano para esperarlo;
a eso de las 10.30 hs son� el timbre, era �l, lo hice pasar y lo invite a
desayunar, nos sentamos a la mesa de la cocina. Yo llame a mi madre para que
desayunase con nosotros
Ella se lavanto con un camis�n perlado, de tirantes, largo
hasta un poco por debajo de sus muslos, y sin ropa interior, con solo una bata
abierta por arriba.
Cuando llego a la cocina y vi� al mec�nico me qued� viendo
extra�ada, sin saber que hacia ese t�o ah�, con nosotros, y adem�s estaba un
poco enojada por no avisarle que �l estaba.
Se tapo un poco, mientras le explicaba que vino para avisarme
que el auto estaba listo, y a entregarme la factura del arreglo.
Como ten�a poco efectivo conmigo tendr�a que ir al banco a
realizar un retiro, pero debido a que unos d�as atr�s hab�a perdido la tarjeta
(mentira) tendr�a que realizar la extracci�n por la caja, y eso tardar�a un
tiempo. Por tal motivo le dije que me esperen mientras iba al banco, y sin darle
a mi madre tiempo para reproches me fui.
Como a los 20 minutos desde la esquina de mi casa llame a mi
madre para decirle que tardar�a m�s de la cuenta porque hab�a muchisima gente,
que reci�n iban por el numero 52 y yo ten�a el numero 115. Le ped� que le dijera
a Mario que me esperase, porque si �l se retiraba me iba a quedar sin auto todo
el fin de semana.
Mi madre me dijo que tratara de regresar lo antes posible.
Yo sabia que algo tendr�a que pasar entre ellos, m�s estando
ella casi desnuda, �l no dejar�a pasar esa oportunidad. Y si �l no le ca�a bien
a mi madre, entonces porque no le reprochaba todas las barbaridades que le
dec�a.
Ni bien corte la comunicaci�n, espere unos minutos y entre
por la puerta de servicio.
Ellos estaban hablando, estaban sentados en las silletas que
est�n en la barra del bar, enfrentados.
En un momento �l le apoyo la mano en la rodilla a mi madre,
ella cort�smente se la retiro, al rato volvi� a apoyarle disimuladamente la mano
en la rodilla, mi madre vio la mano pero no hizo nada, �l empez� a mover la mano
y a subirla por el muslo, ella le dijo que se estuviese quieto, �l hizo caso
omiso, y sigui� con la mano en su muslo.
Mi madre con brazo sobre la barra del bar se sosten�a la
cabeza, y �l aprovecho para con la otra mano apoyarla en su cintura, ella empez�
a sonre�r.
La mano de �l que estaba en la cintura se apoyo en el mismo
lugar, pero por dentro de la bata de ella.
Ella le apoyo una mano sobre el pecho de �l.
El le dijo que siempre hab�a so�ado con ese momento.
Mi madre le apoyo una mano sobre la bragueta de �l, y este,
sonriendo, le apoyo su mano arriba para refregarle bien su bulto, dici�ndole:
-Te gusta puta, no?
Ella le respondi�:
-Que grande que la tenes.
Mario no se hizo esperar y comenz� a desnudarse.
Mi madre se quito la bata y se dejo caer el camis�n, quedando
con sus enormes tetas al aire. Lo tomo con una mano y lo condujo hacia su
habitaci�n, para terminar acost�ndose desnuda sobre la cama.
El la tomo de un pie, pera llev�rselo a su boca y chup�rselo,
pasarle la lengua por entre sus dedos, el tobillo, la pierna, la cara interna
del muslo, hasta llegar a su agujero h�medo.
Ella largo sus primeros gemidos, al sentir la lengua de �l en
su tajo. Lo tomo por la cabeza y lo hundi� m�s fuertemente sobre su concha.
Mi madre le apoyaba los pies en la espalda de �l, y lo
acariciaba con ellos.
Ella le solt� la cabeza para apretarse las tetas y
pellizcarse los pezones erguidos y rojos como frutillas.
Mario al mismo tiempo que le escupia la concha, le metia casi
toda la mano dentro de esta, y la bombeaba fuertemente.
La muy puta con un pie seguia acarici�ndolo en la espalda y
con el otro pie le frotaba la poronga.
Cambiaron de posici�n. El mec�nico se paro en la cama y mi
madre se arrodillo, meti�ndose toda la verga dentro de su boca, al mejor estilo
Deep Troat.
En un momento, se saco el pito de la boca, lo miro y le dijo:
-Nooo, mi hijo puede llegar en cualquier momento, dej�moslo
para m�s tarde.
A lo que �l contesto:
-C�llate y segu� chupando.
Acto seguido la tomo por la nuca, para inmovilizarla e
incrustarle todo su poronga en la garganta.
Gimiendo comenz� a mover su cadera realizando el mete saca
dentro de la boca de ella; parec�a como si la estuviera cogiendo por la concha
en lugar de oralmente.
La perra no hacia nada, solo se sosten�a de las piernas de
�l, para no perder el equilibrio, debido a los fuertes embates de este.
Luego, con una mano, le mesajeaba los huevos, y con la otra
se hacia la paja, meti�ndose cerca de cuatro dedos en su tajo.
Paraba para pasarle la lengua por el glande, para luego
volv�rsela a tragar.
La bestia, le tiraba de los pezones, haci�ndole gritar de
dolor.
La tomo de los hombros empuj�ndola hacia atr�s, cayendo ella
de espaldas. El entonces le dijo, ponete en cuatro, y ella acato sin chistar su
orden.
La agarraba de la cadera y se la met�a por la concha.
La guarra le ped�a que se lo hiciera despacio porque le hacia
da�o.
Mario, en respuesta, le apretaba una teta y le tiraba de los
pelos.
Le sacaba la pija del agujero, para golperle con esta la
vagina, restreg�rsela y volv�rsela a meter de un saque.
Se agarraba de las tetas de ella como si la fuera a orde�ar.
Le besaba el cuello, el hombro y le introduc�a su lengua en la oreja.
La trola le dijo:
-Espera papito que quiero sentir toda tu verga bien adentro
m�o, quiero que me rompas toda.
Diciendo esto, lo acost� a �l boca arriba, y ella de espalda,
comenz� a cabalgarlo.
Ella alternaba tomarse las tetas y acariciarse el cl�toris.
Abr�a m�s las piernas y se dejaba caer con cada embestida, m�s fuertemente.
Mov�a su cadera en c�rculos, la mov�a de atr�s hacia adelante, saltaba sobre �l.
Por momentos se inclinaba hacia delante, parec�a que lo estaba matando.
El la tomo y la puso de costado para seguir el bombeo.
Era incre�ble.
Se la met�a hasta el fondo.
Mi madre se dio vuelta, acomod�ndose sobre los almohadones de
la cama, abri� m�s las piernas, y abriendo su concha con las manos le dijo:
-M�temela. Que estas esperando?
No haci�ndose rogar, el mec�nico aferr�ndose de las ubres de
ella, se la empez� a clavar. Mientras lo hacia, le tiraba de los pelos de la
concha.
En un momento le grito que no pod�a m�s, que estaba por
acabar, y que le iba a llenar la concha de leche.
Tir�ndose sobre ella , comenz� a pegar gritos ahogados. Se
contorsionaba, hasta que se qued� quieto.
Mi putisima madre, cruz�ndole las piernas por la cintura, lo
empujaba m�s hacia ella.
Se quedaron as� un rato. Luego ella se acord� de mi,
diciendo:
-Vestiste, que esta por llegar mi hijo.
Se levanto de la cama, de su c�moda saco una bombacha, tomo
un pa�uelito de la meza de luz para limpiarse el esperma que le sal�a de la
vagina y le corr�a por sus muslos, y se puso la bombacha mientras �l se vest�a.
Corri� haciendo rebotar sus tetas a buscar el camis�n y la bata, se visti� y se
sentaron en la cocina.
Al tiempo que estaban sentados, �l no dejaba de toquetearla.
Viendo todo esto, decid� fingir mi llegada. Ni bien entre a
la cocina, mi madre con cara de p�ker, se levanto y dijo que se iba a ba�ar.
Ni bien se fue mi madre al ba�o, Mario sonriendo, me mir� y
dijo:
-Gracias pibe, pasa cuando quieras por el taller.
Para despu�s gi�arme un ojo y terminar diciendo:
-Despu�s que se ba�e, d�jala tranquila, no la molestes, que
la dej� muerta.
Se fue riendo y apret�ndose la verga por encima del pantal�n,
el descarado.