Mmmmmhhhhhhh- gimi�. Pero era un gemido dulce.
El separ� los pliegues de sus caderas y la deposit� con
cuidado en el centro de su cuerpo, un pene duro resbal� y de un empuj�n se
meti�, apretado y caliente y sus piernas le dol�an de estar tan abiertas. Los
senos eran apenas dos botones en el fr�gil cuerpo, pero los sujetaba con
fiereza, y su pelvis la levantaba en vilo a cada penetraci�n. Eyacul� adentro de
ella un chorro espeso .
Dentro de el pubis sin vello, sinti� el orgasmo de la
chiquilla latir como el coraz�n de un pajarillo y arque� la espalda para
profundizar mas en la vagina dulce, donde todav�a arroj� el ultimo esperma.
Sofocados se quedaron tirados uno sobre el otro, ella,
deliciosa y delicada a sus diez a�os no conoc�a la saciedad y tomando uno de los
dedos de el, dedos fuertes de hombre maduro lo introdujo en su vagina, el sinti�
adentro el esperma tibio y mojando los dedos en el, los pase� por el ano
infantil, abri�ndole paso a dos dedos, a tres, ella, echada boca abajo,
levantaba el trasero y re�a.
Se le tens� de nuevo de sentirla re�r, y as� se le fue
encima, lentamente insert� el grueso miembro sujet�ndola de las caderas, ella
gimi� de dolor, pero el ya no pudo detenerse, se la cogi� con furia,
violentamente, feroz la enderez� de rodillas, a espaldas de ella.
Todo comenz� un d�a que mam� no estaba.
El lleg� de visita y la encontr� jugando el Internet. Ve�a
una p�gina pornogr�fica.
La sent� en sus piernas y le explic� que eso no era bueno
para una ni�a de su edad, pero al levantarse ella roz� por casualidad una de sus
manos con el pene.
El se estremeci� sin quererlo.
Esa noche tuvo que masturbarse, no sab�a que insano
pensamiento le ro�a el alma, y sin querer eyacul� al acordarse de el roce.
Lo que sigui� fue un d�a, que la sent� en sus piernas de
nuevo, en busca de esa sensaci�n, ella se sent� con las piernas abiertas....
-eso no es bueno. Le dijo- a papi no le gusta.
-tu no eres mi papi.
-me gusta que me digas as�.
Y poniendo una rodilla sobre el deliberadamente, le dijo: -si
papi.
�
Se la llev� a la cama nada mas pudo, le quit� el uniforme con
las manos temblorosas, lego ella le baj� los pantalones.
Se tumb� sobre la cama y le dijo: S�cale le leche a papi,
ch�pamelo bebe.
Ella se arrodill� y se le empin� como quien chupa una paleta.
Nada mas verla se vino.
Hasta entonces no quer�a penetrarla, estaba muy peque�a,
apenas ocho a�os.
El a�o transcurri� con sendas masturbadas y felaciones.
Cuando cumpli� los nueve. El le regal� una hermosa mu�eca,
luego la sac� a pasear.
Ya en el motel, desnuda, recorri� su lengua por primera vez
todos sus rincones, chup� los pezones rosados, los muslos blancos, y en un
inesperado gesto, ella se abri�, como se despliega una rosa. Y su lengua pudo
saborear lo que por muchos a�os fue un sue�o prohibido.
Luego tuvo que hacer ese viaje de un a�o. Se cogi� a muchas
mujeres, pero no sent�a nada por ninguna, las tetas grandes lo asqueaban, las
peque�as ya no eran turgentes, las vaginas ya no eran sonrosadas y tersas.
Tan pronto regres� la busc�. Su madre no quer�a regresar con
el pero la convenci�, Luego vino aquel d�a.
Ten�a la verga tan dura desde la ma�ana, lo plane� todo, pas�
por ella para ir a dejarla al escuela, luego ella fingi� estar enferma y la
regresaron, pero se qued� en la calle esperando a su papi.
Hoy te voy a coger. �Quieres que papi te coja?
Si...murmur� ...
-P�deselo a papi...
_C�geme papi.
El le hab�a explicado que era coger, que era gozar mas que
cuando le sacaba leche, mas que cuando la masturbaba, y ella ya no pod�a vivir
sin aquel goce.
Volvi� a sentir los labios de ni�a ci�endo su falo, volvi� a
tocar el pubis rosado e incluso a lamerlo y se sinti� en el s�ptimo cielo. Pero
cuando se acost� boca arriba y la resbal� toda en ella, el placer fue tal que
ninguno de los dos tuvo que moverse, sus cuerpos por si mismos se contra�an en
un dulce vaiv�n.
-Coge. c�geme papiii- suspiraba.
Sac� la verga de entre sus nalgas, estaba exhausto.
�
Cuando se fue a vivir con ellas, se la cog�a nada mas se
durmiera mam�.
De puntillas entraba al cuarto donde ella lo esperaba
desnuda, l�brica y gentil.
Otras veces la vest�a con adorables vestiditos solo para
tener el placer de cog�rsela bajo la falda, al tiempo que ella chupaba una
paleta.
Parec�a que su felicidad no tendr�a fin, pero sucedi�.
Ten�a tiempo pensando en ello, y cada vez mas le daba vueltas
la cabeza la idea, ese d�a, un amigo los acompa�� hasta el motel.
Quiero que le digas papi a mi amigo, el te quiere conocer y
quiz� hasta te coja, � tu quieres?
Ella lo mir� recelosa, pero no hab�a forma de echarse para
atr�s, el dinero que le hab�an pagado por ella lo hab�a gastado ya.
La c�mara rodaba, ahora eran tres hombres, La marihuana
corr�a. Ella re�a como la primera vez.
Una mujer le ofreci� los senos, a los doce a�os no hab�a
probado nunca un seno, se aferr� a ella. La mujer le met�a la mano en su
abertura, papi estaba ah�, pero papi ya no sonre�a, ahora se cog�a a una ni�a
mas peque�a que la mujer llev�. La ni�a lloraba y el dec�a suavemente, vamos
reina, dale a papi lo que quiere...
Ahora eran dos ni�as que la misma mujer hab�a tra�do, la
mujer filmaba y papi cog�a a las dos ni�as, ella apenas pod�a respirar bajo el
corpulento cuerpo de un hombre que le met�a despiadadamente un pene enorme,
respiraba como cerdo y ol�a como tal, lo abraz� con las piernas y se dej� hacer,
ahora un hombre delgado le met�a el pene en la boca y el otro en el ano,,,se
estaba cansando de esos juegos.
Cuando cumpli� los quince, papi y mami se divorciaron, el se
cas� con una mujer que ten�a dos hijas de siete a�os, gemelas.
Conoc�a como ganar dinero, satisfac�a a domicilio a viejas
damas ricas y curas recatados, se le sent� encima a muchos pol�ticos y muchas
esposas ociosas encontraron en su cl�toris la voluptuosidad que le faltaba a sus
vidas.
Pero no encontraba nada que le satisfaciera.
Un d�a le ofrecieron filmar con un perro. Ella acept�.
Lleg� temblando ansiosa a la direcci�n en el papel, y una
figura conocida le abri� la puerta: �papi! Dijo, y entr�.
Papi ahora se dedicaba a vender pel�culas. Tenia una veintena
de ni�as trabajando en esa casa, ni�as que despu�s mandaba fuera del pa�s.
Papi la cogi� por el puro gusto de volverla a ver, le explico
entre mamada y mamada, que pretend�a filmarla cogiendo a un perro.
Enseguida trajeron al perro, c�maras listas.
Ella deb�a estar atada, arrodillada y amordazada, el perro la
violar�a.
Era un perrazo enorme, lo soltaron y se le fue acercando poco
a poco, ella sinti� miedo y eso �xito al perro, la oli� por todos lados, le
lami� la entrepierna, la lengua rasposa del animal era una grata sensaci�n, la
humedad empez� a salir cosa que al perro pareci� gustarle porque la lengua
escudri�aba mas y mas en busca de aquel delicioso jugo. Luego la mont�. Ella
sinti� en las nalgas el falo del perro, pegajoso y caliente tratando de atinarle
y resping� el trasero, una formidable estocada y un grito ahogado porque el pene
era largo, consistente, mas grueso que el del hombre con olor a cerdo. La rara
sensaci�n dio paso a un vaiv�n agradable, el can la met�a y sacaba a gran
velocidad, pronto sinti� una especie de tap�n y el perro gir�: �Estaba pegada al
perro!
El pene continuaba convulsion�ndose dentro, chorros de
esperma le llenaron el vientre. Goz� como si diez hombres la hubieran pose�do
aquel d�a, como si toda su lujuria se vaciara.
-Ahora se la mamas, si hijita?
Ella hubiera querido decir que no, pero le destaparon la
boca, y otro perrazo semejante al anterior estaba preparado para tales efectos.
Al perro lo excitaron dos ni�as peque�as, jugando con sus
pies frot�ndole la verga cari�osas y traviesas, cuando la tuvo parada, la
acostaron a ella en unos cojines.
-Abre la boca, puta.
Ella obedeci�, le fascinaba que le dijeran puta.
El perro le meti� la verga, se ve que ten�a practica en ello.
Ella mam� con todas sus fuerzas, fue agradable sentir el pene largo retraerse en
su boca, el perro dio unos pasos mas, meti�ndoselo a la garganta, Ella se sinti�
muy excitada, de pronto, una bola de impidi� respirar, el esperma le llenaba la
faringe abundante, espeso, inacabable... ella miraba al techo...
Estaba muerta.