DESPERTAR III
Hasta los diez a�os mis aventuras sexuales se concentraron en
cinco personas: un trabajador de mi t�o Jorge (nunca record� su nombre), mi t�o
Chago y dos de mis amigos Jos� Manuel y Alberto, pero el primero en todo fue mi
primo Luis Enrique.
Luis Enrique es el mejor primo que puedan tener, al menos eso
siempre me ha parecido a mi, al igual que Jorge, mi otro primo, cuando nos
visit�bamos siempre �bamos juntos a todas partes, en vacaciones a veces yo me
iba al rancho o �l me visitaba en la ciudad, tambi�n se hizo un gran amigo de
Jos� Manuel y de mis otros amigos, al igual que yo de los de �l.
Cuando sal� de cuarto a�o, yo ten�a 10 a�os cumplidos y Luis
Enrique 12, el se fue unos d�as a la ciudad donde yo vivo y pasamos unos d�as en
compa��a de Jos� Manuel, nunca viv� mi sexualidad con temor o miedo, sin embargo
Jos� Manuel me pidi� en todo momento que fu�ramos discretos, as� que evit�bamos
que Luis Enrique y las dem�s personas con quienes conviv�amos se dieran cuenta
de nuestros juegos, aunque a veces era muy dif�cil pues Jos� Manuel en todo
momento andaba excitado deseando que lo tocara o tocarme, en fin de esa �poca
mis recuerdos son maravillosos en ese aspecto.
Con Luis Enrique mi relaci�n no era muy distinta que con Jos�
Manuel, tambi�n con �l aprend� desde que �ramos m�s peque�os a acariciarnos y
sin disimulo disfrut�bamos de caricias mutuas, sin embargo en esas vacaciones
todo fue distinto, pues Luis Enrique ya hab�a a comenzado a crecer en lo f�sico,
as� que la primera vez que nos ba�amos juntos pude observar ya como su verga
comenzaba a desarrollarse a plenitud desde la �ltima vez que hab�amos estado
juntos, as� que proced� a acariciarla y a notar como �l se pon�a cada vez m�s
caliente.
Cuando terminamos nos dirigimos a la cama y sin m�s Luis
Enrique comenz� a acariciarme, pero en ese momento introdujo un aspecto nuevo a
nuestros juegos, pues le comenz� a dedicar atenci�n a mi culo, yo al principio
dud� un poco porque hasta ese momento no hab�a sido penetrado por nadie, sin
embargo permit� que mi primo continuara dilatando un poco mi culo con uno de sus
dedos mientras yo le acariciaba el pene.
Debo decir que los dos ya hab�amos visto varias veces c�mo
penetraba un pene.
En el rancho de mi t�o en ocasiones algunas mujeres ayudaban
a mi t�a en las labores del hogar y de entre ellas recuerdo especialmente a dos,
una Se�ora muy enojona que era acompa�ada por un muchacho como de 16 a�os mucho
muy afeminado, y que durante un tiempo se encarg� de satisfacer a los
trabajadores del rancho, recuerdo que en una ocasi�n mi primo Luis Enrique y yo
hab�amos ido a un arroyo a ba�arnos, cuando de pronto escuchamos ruidos entre el
chap�n, nos acercamos con cuidado y vimos como el muchacho a la vez que le
chupaba la verga a uno de los trabajadores era penetrado por otro con rudeza
extrema, mi primo y yo no pod�amos apartar las miradas de las enormes vergas que
se introduc�an sin el mayor problema en la boca y culo del muchacho, a la vez
que escuch�bamos como �ste gritaba de gozo mientras les dec�a a los dos
trabajadores que lo siguieran cogiendo, si eran muy hombres a lo que los
trabajadores respond�an con insultos, penetr�ndolo cada vez con m�s fuerza, mi
primo y yo estuvimos unos minutos y nos retiramos al rancho, donde en los d�as
siguientes nos percatamos de las escapadas que el muchacho se daba para coger
con alguno de los trabajadores, mucho tiempo despu�s nos enteramos que no era
gratis pues se prostitu�a y le entregaba el dinero a su madre, quien sin mayor
verg�enza lo recib�a, creo que tambi�n era la principal promotora de las
habilidades del muchacho.
La otra mujer que recuerdo era una muchacha llamada Mar�a,
era bien buena y cari�osa con nosotros (Luis Enrique y yo) y nos chiqueaba y
hac�a de comer lo que le ped�amos, s�lo que estaba un poco mal de la cabeza, era
un poco retrasada mental y muy distra�da, pronto se convirti� en el juguetito de
mi primo Jorge y de otro trabajador, muy amigo de la familia llamado Miguel,
quienes no perd�an la oportunidad para atraparla en cualquier parte del rancho y
coger con ella, recuerdo en especial una ocasi�n en que estaba solo en uno de
los chiqueros del rancho, cuando o� que Mar�a se acerc� a cambiar el agua de
otro que estaba al lado, cuando mi primo y Miguel llegaron a donde estaba Mar�a
y comenzaron a bromear con ella.
Ella les dec�a que se estuvieran quietos y aparentemente
ofendida les dec�a que le iba a decir a mi t�o lo que le quer�an hacer, desde
luego mi primo y Miguel no le hicieron caso y levant�ndole las faldas (ah� me di
cuenta que no usaba ropa interior) procedieron a cogerla a la vez, mi primo por
delante y Miguel por detr�s, yo s�lo ve�a como entraban ambas vergas mientras
Mar�a pon�a cara de felicidad al sentir a ambos sementales, en cuanto terminaron
intercambiaron posiciones y le repitieron la dosis, mientras yo observaba
asombrado la escena y Mar�a disfrutaba de gozo.
Esa escena la vi en otras ocasiones con distintas personas,
as� que cuando mi primo comenz� a jugar con mi culo yo sab�a a plenitud lo que
iba a pasar y mentalmente me prepar� para mi primera experiencia.
Cuando estuve lo suficientemente preparado, mi primo me
coloc� de a perrito y con mucho cuidado meti� poco a poco la cabeza en mi culo,
yo estaba a la expectativa, esperando que todo su pene entrara en m�, s�lo que
Enrique fue muy cuidadoso y s�lo met�a una peque�a parte hasta que estaba seguro
que no me producir�a dolor, as� estuvo jugando con su cabeza unos minutos
mientras yo sent�a como poco a poco mi peque�o culo comenzaba a dilatarse para
permitir que entrara todo el paquete.
En un momento yo me cans� de la postura y sin querer me hice
hacia atr�s, meti�ndome Luis Enrique m�s de la mitad de su verga, yo pegu� un
grito pues sent� un poco de dolor, mi primo no me sac� su verga, sino que se
acost� sobre mi y cubri�ndome con sus brazos me dijo, espera un poco primo, y
ver�s que no te va a doler m�s, en efecto as� sucedi� y acomod�ndonos de nuevo
procedi� a meterme por completo su verga, cuando sent� como estaba dentro de m�,
debo confesarlo me encant� y a Luis Enrique desde luego m�s, a partir de ese
momento comenz� un vaiv�n que se volvi� fren�tico cuando mi primo se vaci�
dentro de m�, cayendo rendidos en la cama.
Para ser mi primera vez me fue muy bien, pues si bien mi
primo no era un experto (y debo decirles que tambi�n para �l fue su primera vez,
as� que ambos perdimos la virginidad al mismo tiempo) fue muy delicado y
cuidadoso conmigo y esa experiencia para nada fue traum�tica para m�.
El caso es que unos momentos despu�s cuando ya est�bamos m�s
tranquilos pude ver como su verga descansaba suavemente entre la mata de pelos
que ya le crec�a y con cuidado la tom�, notando los rastros de semen que la
cubr�an, desde luego mi primo comenz� a reaccionar y vi como aquel instrumento
crec�a entre mis manos, en un momento dado lo comenc� a chupar notando el sabor
del semen y otras cosas que eran el rastro de mi desvirgada, cuando sin poderse
aguantar m�s, Luis Enrique me acomod� de lado y ensalivando un poco la entrada
de mi culo procedi� a penetrarme por segunda vez, tambi�n con mucho cuidado,
durando en el mete-saca un tiempo que me pareci� eterno, pero muy delicioso,
hasta que se vino de nuevo en mi, entre jadeos y muestras de placer.
Despu�s de que termin� procedi� a acariciarme el culo con
mucho cuidado como agradeci�ndole el placer que le hab�a proporcionado.
Cuando al rato comenzamos a platicar de otras cosas, me
pregunt� que qu� onda con Jos� Manuel, yo le contest� que era mi mejor amigo, me
pregunt� que si ya me hab�a cogido, a lo que le respond� que no, que s�lo nos
acarici�bamos y le hac�a lo mismo que a �l, pero que nunca hab�a cogido hasta
ese d�a a lo que mi primo me dijo as� que yo te quit� lo se�orita, cuando le
contest� que s�, los dos nos re�mos y al calor de la excitaci�n no pudimos
aguantarnos m�s y volvi� a cogerme, cada vez que lo hac�amos de nuevo �bamos
adquiriendo mayor experiencia, as� que a los pocos d�as el me cog�a sin la mayor
dificultad y disfrut�bamos del placer a todas las horas del d�a, y empezamos a
experimentar con distintas posiciones, era maravilloso realmente.
En cuanto Luis Enrique me cogi� por primera vez y cuando al
ser penetrado por �l ya no sent�a dolor, sino un placer infinito a mis diez
a�os, me impuse una nueva meta: Jos� Manuel.
S�lo que exist�a un detalle, mientras mi primo estuviera de
visita Jos� Manuel casi no iba a la casa, creo que por verg�enza, nos ve�amos
muy poco, a mi primo particularmente le ca�a muy bien, pues tambi�n es un
excelente deportista, as� que un d�a me pidi� que lo invitara a jugar y nadar,
pronto nos dirigimos a su casa, donde su mam� nos recibi� con mucho cari�o, le
pedimos permiso para que Jos� Manuel se fuera con nosotros a lo que accedi�,
cuando llegamos a la casa de inmediato nos dirigimos a la alberca donde nos
metimos a ba�ar, durante un buen rato estuvimos jugando los tres, cuando de
pronto noto que mi primo y Jos� Manuel estaban muy excitados y la tensi�n entre
los tres comenz� a crecer, en un momento dado mi primo nos dijo a Jos� y a m�
que si quer�amos subir a mi rec�mara lo hici�ramos y que �l luego nos alcanzaba
y luego agreg� malicioso, les doy media hora.
Cuando �bamos subiendo a la rec�mara yo pod�a percibir como
la truza de Jos� Manuel casi se romp�a por la erecci�n que tra�a, as� que cuando
llegamos al cuarto ya iba completamente desnudo, nos arrojamos a la cama donde
proced� a acariciarlo y a chuparle la verga, ya hac�a varios d�as que no nos
encontr�bamos as� que Jos� estaba a punto y casi inmediatamente se vaci� en mi
boca jadeando de placer, a los pocos instantes acostados juntos y acarici�ndonos
vi como su verga se paraba de nuevo y le dije, ahora quiero que me la metas.
Jos� Manuel no lo pod�a creer, los ojos se le pusieron como
platos, y comenz� a sonre�r, me pregunt� �ya lo hiciste? Yo le contest� que s�,
con mi primo Luis, a lo que el me pregunt� que si me hab�a dolido, yo le coment�
que mi primo hab�a sido muy cuidadoso, que lo hab�amos hecho muchas veces y que
ya no me dol�a, pero que ahora quer�a hacerlo con �l, s�lo que ten�a un poco de
miedo ya que Jos� Manuel la ten�a mucho m�s grande y gruesa que mi primo, as�
que ve�a en los ojos de Jos� el deseo de cogerme pero tambi�n la duda pues tem�a
hacerme da�o, yo comenc� de nuevo a jugar con su verga y le tom� una de las
manos y la dirig� a mi culo, �l comprendi� y poco a poco comenz� a lubricarme
para prepararme a recibir su pene.
Recordando que mi primo nos hab�a dado media hora Jos� me
acost� boca abajo, me puso una almohada en el est�mago y me levant� las nalgas,
despu�s comenz� a introducirme poco a poco su verga, debo reconocer que me doli�
mucho m�s que con mi primo, sin embargo a los pocos minutos ya est�bamos
completamente entregados al placer, sin acordarnos del tiempo que nos hab�a dado
mi primo.
Despu�s de un tiempo que me pareci� largo Jos� se vaci� en
mi, derramando una fuente enorme de semen que manch� un poco la colcha, en ese
momento volteamos a la puerta y all� estaba Luis Enrique, quien sonriendo y con
una tremenda erecci�n nos pregunt� que si ya hab�amos terminado, nosotros le
devolvimos la sonrisa y le dijimos que ya, a lo que el dijo ahora me toca a m�,
aunque creo que tu verga ya no me va a dejar sentir nada, le dijo a Jos� Manuel.
En ese momento yo estaba todav�a acostado en la cama as� que
mi primo se acost� encima de m� y sin ninguna dificultad me enterr� su verga y
comenz� a moverse mientras Jos� Manuel observaba al escena entre sorprendido y
excitado, como lo pude comprobar al ver que su verga se paraba de nuevo, cuando
mi primo termin� Jos� Manuel ni tardo ni perezoso volvi� a montarme, yo estaba
fuera de mi y gozaba de lo lindo a aquellos dos muchachos que tanto me
significaban.
En los d�as siguientes no recuerdo cu�ntas veces m�s lo
hicimos, pero fueron muchas con uno u otro a veces con los dos, de esos d�as me
qued� el culo lo suficientemente dilatado de tal manera que disfrutar del sexo
se convirti� precisamente en eso, un goce, un disfrute.
A partir de all� mis nuevas metas fueron Alberto y Joaqu�n
dos de mis compa�eros de la primaria y mi t�o Chago (aunque con el me lo pens�
pues su verga era inmensa para m�, m�s incluso que la de Jos� Manuel).
Quiz� les parezca demasiado promiscuo lo que les cuento, pero
as� sucedi�, nunca me cuestion� en mi infancia (mucho menos despu�s) si los
juegos en los que intervine eran moralmente buenos o malos, s�lo participaba de
los mismos, hasta la fecha.
Jalcanutillo.