MIS MEJORES MOMENTOS (o tendr�a que decir "Mis mejores
cog....")
-Parte III-
Muchas veces me han vuelto a la memoria los buenos momentos
de sexo que he tenido no solo con mi esposo sino en los tr�os, intercambios o
relaciones circunstanciales de las que particip� y hoy les hago llegar una
recopilaci�n de esas gratas circunstancias.
"Est�bamos en pleno juego amoroso con mi marido y no pod�a
creer lo que estaba escuchando. Me hab�a amenazado �en el buen sentido de la
palabra- con introducir a otro en nuestra cama y ahora sal�a diciendo que no era
uno sino dos. Me puse muy nerviosa y mi respiraci�n se aceler�.
Gire su cabeza hacia la puerta y como no vi a nadie lo mir�
con una sonrisa burlona a mi esposo y continuamos acarici�ndonos.
Ya est�bamos los dos desnudos y tratando de introducirme su
miembro erecto en mi conchita.
Cuando sent� que una mano ajena me acariciaba la cola gir�
bruscamente y me encontr� con nuestros amigos Jorge y Ra�l desnudos al lado de
la cama. Me separ� inmediatamente de Salva y me sent� en la cama tratando de
taparme mi desnudez como pod�a al tiempo que lo miraba a los tres con una bronca
que ni les cuento.
Les grit� a los visitantes que se marcharan, que eran unos
degenerados al igual que mi marido y no que era una puta dispuesta a hacerles
favores. Me puse a lagrimear y les pregunt� por qu� me hac�an esto a m� e
indirectamente a sus esposas que eran mis amigas. Por qu� me humillaban de esa
manera si nunca les hab�a dado motivos para ello.
Los tres se quedaron sin decir palabras hasta que Ra�l me
dijo, casi avergonzado, que ten�a raz�n, que los perdonara, que pod�a pensar
cualquier cosa de ellos y Salva, pero que no lo hac�an con mala intenci�n, que
acud�an al llamado de mi marido porque pensaba que yo no disfrutaba tanto con �l
y necesitaba m�s sexo del que pod�a brindarme y ellos luego de mucho pensarlo
accedieron a ayudarnos a los dos.
Me juraron que nadie se enterar�a de este encuentro, que no
saldr�a una palabra de esas cuatro paredes, que ser�a por esta �nica vez y
despu�s volver�an a su vida normal siendo nada m�s que amigos como hasta ahora.
A pesar de que no cre�a que esto �ltimo sucediera porque si
iba a tener sexo con ellos no pod�a pensar que despu�s se cortara todo as�
porque s�, les agradec� ir�nicamente su generosidad y acced� a pasar la "prueba"
como argumentaran no sin antes putearlo a mi marido, ya que si bien reconoc�a
que necesitaba m�s sexo de lo que �l me proporcionaba no ten�a por qu� pasar por
esa situaci�n.
Le pregunt� a boca de jarro si le gustaba vermea coger con
otros hombres y vi que se puso mal y no me contest� nada.
Pasaron unos segundos interminables sin que nadie dijera o
hiciera nada hasta que Salva me diera un beso en la boca y comenzara a
acariciarme los pechos.
Casi sollozando porque realmente no me sent�a bien me volv� a
subir encima de �l y empezamos a movernos de nuevo.
Lo not� raro y me pareci� que iba a suspender todo pero dud�
un instante y ya Jorge, al que notaba m�s excitado, me acerc� su pija a la cara
y sin mediar palabras empece a acarici�rsela y despu�s, mir�ndome de reojo a
Salva, se la introduje lentamente en la boca.
Quer�a que jugar�, pu�s jugar�a aceptando el reto.
Ra�l, que estaba ubicado detr�s me empez� a lubricar el
agujerito del culo. Primero bes�ndomelo y luego con un gel que hab�a tra�do
expresamente. Emit� un gemido pero no le negu� la entrada, estaba dispuesta a
todo aunque despu�s me costara el matrimonio, as� que acerc� su verga tambi�n
lubricada y empez� a met�rmela en forma lentamente.
Si Salva quer�a que me cogieran sus amigos mejor no la pod�a
estar pasando ya que estaba siendo penetrada por los tres al mismo tiempo. Lo
mamaba a Jorge y recib�a las pijas de Ra�l y Salva por mi culo y concha
respectivamente.
Ten�a todos mis agujeros ocupados y estaba gozando mucho. El
primero en acabar fue mi marido quien sin embargo la dej� adentro y por suerte
erecta un buen rato. Luego acab� Ra�l sac�ndola y tir�ndome la leche por mis
nalgas y mi espaldo..
Como estaba al borde del orgasmo aceler� los movimientos de
mi boca ayud�ndome con mis manos y cuando sent� el primer chorro del semen de
Jorge en mi boca la saqu� salpic�ndome la cara y las tetas y parte del cuerpo de
Salva, lo que no me disgust�.
Despu�s de un rato de relax se fueron invirtiendo las
posiciones y mientras se la chupaba a Ra�l cog�a con Jorge mientras Salva
observaba todo con cara de calentura y resignaci�n a la vez.
Descansamos otro poco mientras los masturbaba y chupaba
indistintamente para que sus miembros estuvieran erectos con prontitud cosa que
no ocurria f�cilmente, dado que los amigos que hab�a tra�do Salva eran tan
maduros como �l.
Al primero que se le par� totalmente fue a Jorge, que como
dije estaba super excitado y adem�s, era el m�s joven de los tres. Entonces me
le sub� encima y comenc� a cabalgarlo. Me lo cog� pr�cticamente en pocos
movimientos y acabamos simult�neamente en un grito de gozo y placer.
Luego Ra�l me dio vuelta y me la introdujo suavemente desde
atr�s (pero no por el culo) mientras yo lo mamaba a Salva.
Despu�s de un rato de seguir toc�ndonos les dije que me
quer�a dar una ducha y me retir� dej�ndolos a los tres solos sin decir palabras.
Cuando regres� compartimos un caf� y charlamos de cualquier
tema y ninguno de los presentes hizo alusi�n a los momentos vividos.
A la noche al acostarnos luego de concurrir al cine y a cenar
afuera le confes� a Salva que me hab�a gustado mucho pasar la experiencia de ese
d�a y quer�a repetirla de vez en cuando, con ellos o con otros amigos o
desconocidos. Luego nos dormimos pl�cidamente."
"Me estaba excitando como nunca con este hombre que apenas
conoc�a personalmente desde hac�a un par de d�as pero que me estaba llevando al
�xtasis, tal cual hab�a prometido en sus mensajes.
Fue entonces que decid� darle una recompensa y hacerle algo
que le hab�a anticipado...se la iba a mamar.
Para ello me deslic� en el suelo entre sus piernas y abr� su
bragueta.
Busqu� y palp� su pija que estaba caliente y bien dura. La
sostuve entre mis manos y sub� hasta su cara y lo bes�.
Not� en ese instante que su miembro daba un peque�o respingo
y entonces lo saqu� afuera y me dispuse a chup�rselo.
Lentamente, mientras lo miraba a los ojos, recorr� con mi
lengua los labios para tenerlos humedecidos. Not� c�mo se excitaba y me puse
contenta.
Sab�a que le gustar�a lo que le iba a hacer y dif�cilmente se
olvidara de ello. M�s que una vez me hab�a escrito que su mujer no era muy
proclive a hac�rselo.
Comenc� por la base de su tronco y lam� hacia arriba muy
despacio. Gir� la cabeza de lado y mir�ndolo nuevamente simul� morderlo,
colocando mis dientes suavemente en su carne.
Segu� humedeci�ndosela mientras con un mano le acariciaba sus
pelotas tratando de buscar por debajo y atr�s de ellas ese lugarcito tan
sensitivo que tienen los hombres antes de su ano y que estimula el m�sculo de la
erecci�n.
Despu�s de lam�rselo un mont�n de veces y habi�ndoselo dejado
todo h�medo y bien duro not� que Jos� comenzaba a retorcerse como queriendo
acelerar las cosas.
Me gusta ese momento de los hombres porque se empiezan a
desesperar y quieren cogerte por la boca de impacientes que se ponen.
Contin�e con la tarea que conozco bien lami�ndole ahora la
punta de la pija y poni�ndole la lengua en el agujerito del centro, pero sin
chuparle la cabeza.
Recorr� con mi lengua el borde de su capullo, por todo el
contorno, haciendo frecuentes pases por su tierna piel. Not� por los movimientos
que hab�a acertado con uno de sus puntos sensibles y me alegr� por Jos�...sab�a
que estaba gozando mucho.
Estruj� luego su miembro y v� como empezaba a brotarle el
l�quido claro preeyaculatorio y lo esparc� con la lengua por toda su cabeza.
El estaba cada vez m�s excitado y entonces, como si fuera un
helado, me met� la cabeza de su verga en mi boca humedecida. Lo escuch� gemir y
me la met� entonces todo lo que pude, manteni�ndola quieta en mi interior por un
instante.
Puedo decirles que ello no fue f�cil porque el instrumento de
Jos� es de considerables dimensiones y adem�s quer�a apurar la cosa. Estaba muy
caliente.
Se por experiencia que si lo dejaba actuar acababa de
inmediato y no lo dej� imponerse, quer�a que el placer le durara m�s.
Pero no pude aguantarlo mucho y como su excitaci�n y la m�a
iban en aumento empec� a moverme r�pidamente, desliz�ndome arriba y abajo por si
pija como si lo estuviera cogiendo.
Cambiaba de ritmo constantemente para que no acabara o cuando
supon�a que su verga se volv�a inmune a mis movimientos. Tem�a que se le
durmiera aunque ello resultar�a muy dif�cil pero suele sucederle a algunos
hombres y no quer�a que fuera justamente a �l.
As� fue que pasaba de mamarle tan solo el capullo como si
fuera un pez�n a tom�rsela completa y chuparla todo el tiempo hacia arriba y
abajo como si fuera una aspiradora.
Contin�e chupando y v� que Jos� no se aguantaba m�s y aceler�
los movimientos. Lo sent� venir y quise ver c�mo se disparaba su leche y me lo
apart� de la boca por un instante.
Fue asombroso verla salir a borbotones y r�pidamente me la
volv� a meter para recoger todav�a mucha de su leche. Me la tragu� lentamente y
despu�s le pas� la lengua por todo el tronco dej�ndoselo bien limpito."
"En cierta oportunidad que est�bamos cogiendo con Salva me
pregunt� si no me gustar�a estar con dos tipos m�s en la cama y jugando le dije
que me encantar�a. No pens� jam�s que me iba a tomar en serio y me iba a poner
en esa situaci�n aunque no se realmente si no la deseaba. Un d�a que est�bamos
en pleno juego amoroso comenz� a besarme y acariciarme y poco a poco me fue
sacando el vestido dej�ndome apenas con mi peque�a tanguita de encaje.
Pretend� retribuirle acarici�ndole la verga pero no me
dejaba. Me puse algo molesta pero �l continu� bes�ndome y me fue llevando de a
poco para el dormitorio.
Me recost� sobre la cama y sin dejar de besarme empez� a
acariciarme las tetas que ten�an los pezones duros como nunca.
Me sac� suavemente su tanquita y me bes�ndome las piernas se
intern� en mi conchita. Ah� se dedic� a mi cl�toris como pienso que nunca la
hab�a hecho y me puse loca. Le ped�a que me la metiera y ah� me larg� si no me
gustar�a que mientras �l se dedicaba a esa tarea yo me ocupaba de alguna que
otra pija.
Estaba tan excitada y pasadita de alcohol que entrecerrando
los ojos le dije que si con la cabeza.
Se dirigi� entonces a la puerta del vestidor y cuando la
abri� y aparecieron dos tipos desnudos me qued� boquiabierta. Mis ojos pasaban
r�pidamente de la cara de Salva a las pijas de los muchachos y viceversa.
Le dije que era un loco, que no pod�a creer que esto
estuviera pasando.
Cuando empezaron a acariciarme lo mir� como asustada, pero
ante su sonrisa c�mplice me distend� y di rienda suelta a mis instintos.
Recostada sobre la cama comenc� a acariciarle las vergas
mientras Salva segu�a con la tarea que hab�a quedado inconclusa.
Despu�s se retir� y los dos extra�os se apoderaron de mi
cuerpo mientras �l miraba la escena entre molesto y fascinado.
Siempre me quedan las dudas si sufre con ello o le gusta
realmente verme pose�da por otros.
Ellos me besaron por todo el cuerpo y yo estaba excitad�sima.
Fui penetrada de todas las formas posibles y tampoco me qued� atr�s y les mam�
nunca lo hab�a hecho antes sus miembros.
Gem� un par de veces y llegu� hasta gritar a ra�z de los
orgasmos que me produc�an los muchachos. Realmente eran unos expertos y sab�an
como satisfacer a una mujer. Actuaban delicadamente y eso me calentaba m�s.
Cuando todo termino mi cuerpo luc�a exhausto y con olor al
semen que hab�an derramado los hombres en esa especie de batalla sexual.
Los hombres se retiraron y al quedarme sola con Salva tuvimos
sexo como nunca. Le agradec� lo que hab�a hecho y le dije que ya me estaba
gustando mucho la idea de que me compartiera con otros, as� que fuera pensando
en repetirla de vez en cuando."
"Cuando el desconocido me levant� por la calle y me invit� a
tomar algo sab�a que luego me llevar�a a un hotel y no me importaba.
Nos dirigimos a su auto que ten�a estacionado a un par de
cuadras. Subimos y, con la complicidad de la oscuridad del lugar, nuestros
cuerpos se fundieron en un apasionado beso.
Aqu�l beso nos encendi� a�n m�s. Acarici� su pecho como
implorando reciprocidad, la que no tard� en llegar.
Tras quitarme el abrigo retir� de mis hombros las fr�giles
cintas que sosten�an mi vestido, dejando al descubierto mis tetas, ya que no
llevaba corpi�o puesto, las que listas y anhelantes por sentir el roce de sus
manos, se ergu�an en su punta haciendo innegable mi extremo estado de deseo.
Sus manos daban c�lido mensaje a mis pechos mientras su
aliento recorr�a mi cuello y mis o�dos, llen�ndome de gran placer.
La parcial oscuridad en la que nos encontr�bamos no hac�a
necesario que cerrara los ojos y lo ve�a tan excitado a �l tambi�n que me empec�
a humedecer.
Mis manos, agradecidas por el momento que estaba pasando,
buscaron su entrepierna para sentir aquella maravillosa carnosidad y fuente de
placer que todas las mujeres deseamos.
Como pude, recorr� su cierre para abrirme paso hacia el
delicioso destino mientras �l, cada vez m�s ansioso, recorr�a mi vestido para
finalmente despojarme por completo de �l.
Deseosa de �l, acariciaba su sexo por encima de su ropa
interior mientras me besaba mis tetas con entrega animal.
Ante la presencia de sus manos por mis zonas er�genas y para
facilitarle la tarea proced� a sacarme la bombachita al tiempo que �l desabroch�
totalmente su pantal�n para soltar aquel majestuoso portento, para que mis manos
lo apresaran y sometieran a delirante vaiv�n.
Ya no hab�a marcha atr�s. Si hab�a planeado llevarme a un
hotel, lo har�a despu�s de terminar con la tarea que hab�a comenzado.
La oscuridad del lugar imped�a que los pocos transe�ntes que
pasaban por ah� se dieran cuenta de lo que estaba sucediendo.
Me sent�a incapaz de suspender esta deliciosa escaramuza, as�
que desplac� el respaldo de mi asiento hacia atr�s haci�ndole entender lo que
quer�a.
Entusiasmado se abalanz� sobre m� separ�ndome mis piernas y,
tras detenerse moment�neamente para colocarse un preservativo, me penetr� con
incontenible vehemencia.
La furia de sus acometidas no hac�a sino elevar mi deleite a
niveles m�gicos, imposibles de plasmar en palabras.
Su en�rgico accionar, h�bil y prolongado, era el de un amante
diestro y experimentado, como lo hab�a sido otrora mi marido.
Me acord� por un instante de �l pero inmediatamente me lo
borr� del pensamiento y segu� viviendo con intensidad este hermoso momento.
En ese momento ya no nos importaban disimulos o
convencionalismos sociales, �ramos su cuerpo y el m�o entregados al m�ximo
disfrute que mutuamente pudieran darse, lo dem�s -los ocasionales transe�ntes
que pod�an percatarse de la situaci�n- no interesaba.
Finalmente ocurri�. Como si nuestros cuerpos fueran uno,
alcanzamos el momento sublime al un�sono, estallando nuestras almas en el m�s
sublime placer.
Con pudor, pero sin arrepentimiento. pudimos observar
mientras nos vest�amos los rostros de algunas personas que al parecer hab�an
presenciado cada instante de aquellos momentos culminantes, atra�dos quiz� por
el indiscreto movimiento que todo auto exhibe en circunstancias como las que
acababan de darse.
Visiblemente preocupado por protegerme de aquella bochornosa
situaci�n, Mario, que as� se llamaba mi compa�ero, se apresur� a sacarme del
lugar."
"Cuando mi marido se acomod� sobre el respaldo de la cama
entend� perfectamente que ten�a que hacer. Empec� a acariciarle la verga y fui
bajando hasta ponerme entre sus piernas como lo hago siempre porque se que a �l
lo enloquece y me la met� casi toda en la boca, dejando mi culo y mi conchita
paraditos apuntando para fuera de la cama como si estuviera esperando algo. Es
la t�pica posici�n de yoga llamada "gato estir�ndose" que me ense�� la profesora
y que hoy dio buen resultado.
Lo not� raro a Salva, como nervioso, pero lo atribu� a la
forma en que estaba mam�ndosela.
De pronto, sent� algo a las puertas de mi vagina y dej� de
chup�rsela para ver qui�n era el que intentaba penetrarme.
Fue imposible, Salva tom�ndome por la cabeza imped�a que me
diera vuelta al tiempo que me dec�a que no mirara y que me dejara hacer, que no
la iba a pasar mal, que confiara en sus palabras.
Trat� de relajarme y me dispuse a gozar de ello continuando
con la mamada.
Como estaba mojada nuevamente aguant� la embestida de ese
grueso miembro que me penetraba sin problemas. Lo miraba a Salva y estaba
gozando, no se bien todav�a si era por lo que yo le estaba haciendo o por lo que
estaba viendo.
Me cog�an delante de �l y se cumpl�an nuestras fantas�as.
El miembro entraba y sal�a con potentes empellones y yo
gozaba mucho.
Empec� a recular para que entrara toda ya que estaba por
tener otro orgasmo. Sent� que el hombre que estaba cogi�ndome la retiraba y me
sent� mal hasta que acab� furiosamente derramando su semen sobre mi cola y mi
espalda.
Salva que estaba excitad�simo no se pudo contener y se corri�
en mi boca. Como es mi costumbre no dej� que se escapara ni una sola gota.
Cuando sent� que se retiraba la pija que me hab�a cogido
intent� darse vuelta nuevamente pero mi marido me lo volvi� a impedir.
Luego me fue alzando hasta tenerme acurrucada entre sus
brazos y al preguntarle el por qu� no me hab�a dejado ver a la persona que me
hab�a penetrado, me contest� que hab�a sido un juego y que como tal no ten�a que
saber qui�n era el que me cog�a delante de �l.
Despu�s nos dormimos un rato y al despertarnos hicimos el
amor como nunca. Le confes� lo bien que la hab�a pasado y que no me disgustar�a
repetir la experiencia.
Luego nos duchamos y fuimos a una reuni�n con amigos. Yo
miraba a los hombres presentes porque supon�a que uno de ellos deber�a ser el
que hab�a estado conmigo a la tarde, sab�a que Salva no se arriesgar�a a traer a
casa a un desconocido pero no pude adivinar nada.
Nunca supe qui�n fue. Estaba segura que era uno de ellos pero
lo disimul� muy bien."
"Para nuestro aniversario de bodas mi esposo me invit� a
cenar en un restaurante muy lujoso y en el medio de la charla me dijo que ten�a
un regalo especial para m�.
Ese d�a me hab�a vestido muy sexy con min�sculo vestido negro
pegado al cuerpo, ropa interior de encaje negra y ligas.
Cuando terminamos de cenar fuimos directo a un hotel donde
Salva hab�a reservado una habitaci�n especial.
Antes de entrar en ella me vend� los ojos y mi ansiedad
crec�a a pasos agigantados. Le preguntaba mil cosas a mi marido, el que
permanec�a en silencio.
Me hizo recostar de espalda sobre la mesita y llegu� a
escuchar que hablaba por tel�fono sin darme cuenta con qui�n. Cuando le pregunt�
sigui� callado.
De pronto se abri� la puerta de la habitaci�n y me pareci�
percibir que entraba m�s de una persona.
Como segu�a con los ojos vendados, como ocurrir�a despu�s
durante el resto de la noche, no pod�a saber qu� pasaba.
De pronto sent� unas manos que me acariciaban y al preguntar
si era Salva sigui� el silencio. Unos labios se posaron en mi boca y comenzaron
a besarme. Al principio pens� que se trataba de mi marido y lo bes�
apasionadamente pero pronto me d� cuenta que estaba equivocada ya que otras
manos me bajaron la bombacha y empez� a comerme la conchita.
No hab�a reaccionado de mi sorpresa cuando me rasgaron el
vestido a la altura de los pechos y comenzaron a acarici�rmelos y a besarme los
pezones que ya a esta altura se hab�an endurecido casi totalmente.
Me siguieron rompiendo el vestido y me besaron en el pubis. A
esta altura no pod�a darme cuenta si eran dos, tres o cuatro los que me estaban
tocando.
De pronto sent� que me besaban el culito e intentaban meterme
la lengua dentro del agujerito. No lo pod�a creer. Trat� de deducir r�pidamente,
por las manos y bocas que estaban posadas en m�, pero ten�a una confusi�n
terrible.
No sab�a si Salva era uno de ellos. Estaba como loca y no
pod�a creer lo que suced�a, gem�a de placer. Estaba en estado de �xtasis.
Casi sin darme cuenta y muy delicadamente me dieron vuelta
poniendo mi cola bien parada para afuera y fueron penetr�ndome uno por uno por
la vagina. Pensaba que er�n m�s de tres pero no ten�a el n�mero exacto porque no
sab�a si alguno repet�a su embestida. Segu�a con las dudas respecto a si una de
ellas era la de mi marido. Por m�s que la conoc�a muy bien en la entrada y
salida de varias a la vez no pod�a darme cuenta, salvo de una de ellas deb�a ser
una cosa descomunal porque por m�s que estaba toda humedecida y mi vagina muy
dilatada la sent�a penetrar y c�mo.
Sent� que me ven�a un orgasmo y no pude impedir exhalar un
gemido y quedar luego tendida sobre la mesa."
"Los obreros que estaban trabajando en casa me avisaron que
ese d�a se ir�an temprano porque ten�an que visitar otra obra y aprovech� para
decirles que cerraban bien todo porque ten�a una reuni�n con los compa�eros de
oficina y por ah� llegaba un poco tarde.
El brindis con mis amigos comenz� con una copa de champagne y
luego sirvieron canap�s y todo tipo de bebidas. Segu� con el vino blanco pues me
fascina y me tom� como cuatro copas. Cuando volv� a pedir me dijeron que se
hab�a terminado as� que segu� con whisky haciendo una mezcla para nada
aconsejable.
Como es f�cil de imaginar al rato estaba mareada y mis amigas
me metieron en un taxi, no sin antes indicarle la direcci�n d�nde ten�a que
bajar porque yo no respond�a de m�.
Entr� a la casa tambaleando y me sent� en un sill�n del
living y no se todav�a por qu� me quit� toda la ropa y empec� a acariciarme y a
masturbarme. Estaba extra�ando a mi esposo porque ya hac�a unos cuantos d�as que
se hab�a marchado.
Record� que ten�amos un vibrador y fotos nuestras desnudos y
haci�ndonos el amor guardadas en el cuartito de servicio y me dirig� hacia �l a
buscarlas para seguir masturb�ndome.
Abr� la puerta del mismo y cual fue mi sorpresa al
encontrarme al maestro alba�il desnudo y con las fotos que yo buscaba en sus
manos. Se estaba masturbando tambi�n. Al ver aquello qued� at�nita.
El hombre me mir� y yo no sab�a qu� hacer. Me qued� mirando
su enorme y gruesa pija, con la cabeza enrojecida por la erecci�n cuando de
pronto se levant� y acerc�ndose a m� me dijo que ya nada de eso era necesario
porque me ten�a a m�.
En ese momento reaccion� y me d� cuenta que estaba
completamente desnuda. Sent� sus toscas y grandes manos que se apoyaron en mi
cintura y como empujaba mi cuerpo hacia �l. Me bes� en la boca meti�ndome su
lengua y no supe qu� hacer.
Entonces su cuerpo se peg� al mio y sent� como su pene erecto
se incrustaba entre mis piernas mientras �l segu�a bes�ndome el cuello hasta
llegar a mis tetas, las que comenz� a succionar. Sus manos se apoderaron de mis
nalgas y trat� de alejarlo pero la verdad no ten�a las suficientes fuerzas para
hacerlo dado mi estado.
Apret� mis nalgas elev�ndome hacia su verga que empez� a
tallarme la vagina por el frente mientras que las mamadas de tetas y las sobadas
de nalgas comenzaban a surtir efecto en m�.
Uno de sus gruesos dedos comenz� a acariciarme el culo y
sent� como las piernas se me doblaban y la excitaci�n me sub�a de golpe. Abr�
las piernas y la verga encontr� lugar en medio de ellas. Las cerr� nuevamente y
el tallar de la pija hizo que me humedeciera como nunca .
El alba�il se levant� y me tir� literalmente en el catre que
ten�amos ah� y se avalanz� sobre m�. Me segu�a sobando las tetas, me besaba, me
mamaba, me hac�a de todo y yo para entonces estaba disfrutando como loca de la
situaci�n hasta que de pronto sent� como su gruesa pija se abr�a paso en mis
labios vaginales.
Reaccion� nuevamente y trat� de evitarlo al tiempo que le
dec�a que no, pues si iba a suceder quer�a que tuviera puesto un preservativo.
No quer�a correr riesgos in�tiles.
No me dio tiempo a nada. De un golpe y sin dificultad alguna
por la gran humedad de mi conchita, su verga se abri� paso y sent� como el
enorme falo me llegaba hasta el fondo. Ello provoc� que me arqueara y �l comenz�
a moverse r�pidamente afianzado de mis nalgas. Me segu�a acariciando las tetas y
yo por los efectos del alcohol nuevamente me relaj� y comenc� a pujar y a
moverme disfrutando de la pija que ten�a adentro.
Recuerdo que el alba�il me dec�a que hac�a rato que quer�a
met�rmela. Que estaba muy caliente conmigo. Que lo hab�a excitado mucho en estos
d�as mostr�ndome casi desnuda y que por ello ahora hab�a encontrado lo que tanto
anduve buscando.
Yo segu�a mene�ndome aumentando mi calentura hasta que de
pronto el comenz� a hacer unos movimientos que delataban que estaba por acabar.
Me vino un gratificante orgasmo mientras me aferraba a su espalda y mi abdomen
comenzaba a convulsionarse. Con las piernas lo aprision� hacia m� para que no se
moviera y la mantuviera adentro.
Lo solt� lentamente y sigui� nuevamente con sus movimientos.
Yo met� la mano izquierda entre los dos y le alcance la verga y los huevos y
comenc� a acarici�rselos. De pronto el tipo se peg� a mi cuerpo y con los
dientes me mordi� levemente una teta y simult�neamente sent� como su verga se
descargaba y llenaba de leche caliente mi vagina.
Luego se qued� sobre m� descansando y yo acab� agotada
qued�ndome dormida.
Despert� de madrugada en mi cuarto y sent� algo raro. El
alba�il estaba sobre mi, yo me encontraba boca abajo y el metido entre mis
piernas. Sent� nuevamente su gran excitaci�n y en ese momento sent� dolo.
Todav�a algo aturdida por los efectos del alcohol no lograba coordinar bien.
Volv� a sentir dolor y met� mi mano debajo y cuando estaba por tocarme la vagina
sent� todo el peso de su cuerpo sobre mis nalgas y su verga perfor�ndome el
culo. Me estaba cogiendo donde nunca me hab�a dejado. Solt� un quejido y volte�
tratando de verlo y le dije que la sacara porque me dol�a.
El alba�il estaba tan caliente que hizo caso omiso a mi
petici�n y sigui� con su tarea.
Comenz� a moverse lentamente hasta que, luego de un rato de
estar sufriendo con la verga tan gruesa dentro de mi culo, el dolor afloj� y el
placer aflor�, haciendo que en las repetidas embestidas tuviera un par de
orgasmos antes que mi culo se inundara de semen.
Nuevamente me qued� dormida y cuando despert� ten�a su enorme
pija a las puertas de mi boca. Quiso que se la mamara sin sacarla para nada de
la boca pues cuando hice el intento le v� las intenciones de pegarme. Me sobaba
las tetas y yo le acariciaba los huevos. Luego de un rato la verga estall�
llen�ndome de l�quido toda la boca y la cara. Me grit� que me tragara toda su
leche as� que obedec� al tiempo que comenc� a espantarme.
Luego se recost� y yo tambi�n hasta quedarme dormida. En la
ma�ana me despert� y nuevamente me cogi� hasta que se corri� nuevamente dentro
de m�. Yo ya no disfrutaba nada pues me dol�a todo el cuerpo. Despu�s de un rato
se march� y por la tarde volvi� con sus ayudantes como si nada hubiera pasado.
A la tarde recib� un llamado de mi marido que me dec�a que no
llegar�a hasta el domingo a la noche. No le dije nada de lo ocurrido y no se si
lo har� ya que en parte soy la principal responsable de que esto hubiera
sucedido..
Al bajar a comer obviamente lo hice m�s tapadita."