Mi nombre es Sandra y la historia que voy a narrarles ocurri�
cuando yo ten�a poco m�s de quince a�os.

Les dir� que soy una joven de piel clara, ojos color
caramelo, cabello rizado y de color casta�o oscuro, labios gruesos y rojizos. De
mi cuerpo que les puedo decir, tuve un desarrollo precoz, mis senos empezaron a
crecer antes de los diez a�os, lo que al inicio me daba verg�enza, pero que
despu�s me acostumbre a ello, incluso algunas ni�as me miraban con cierta
envidia. Algunos mayores empezaron a fijarse en m�, cosa que tambi�n me
incomodaba al principio pero que despu�s acepte con cierto orgullo.

Mi trasero comenz� a resaltar n�tidamente de mi ropa a partir
de los doce. M�s de un adolescente, incluso alg�n adulto, volteo para verme
mientras yo inocentemente me agachaba durante mis juegos infantiles. Por ese
tiempo no falto alg�n pillo que disimuladamente rozara mis abultadas nalgas,
cosa que me provocaba cierto cosquilleo interior que no supe como explicar en
ese entonces.

Con el tiempo aprend� a aceptar aquellos notorios cambios de
mi cuerpo, que eran may�sculos en relaci�n a las chicas de mi edad... cabe decir
que a los 14 ya ten�a un cuerpo que muchas chicas de 20 quisieran: una cintura
estrecha, senos esbeltos, un trasero firme y redondeado que ni siquiera el
uniforme escolar pod�a disimular.

Hab�a visto fotos de mi madre en su juventud, ella tambi�n
hab�a sido exuberante a temprana edad, solo que a ella le gustaba vestirse con
ropa conservadora, algo que a m� me incomodaba, pens�: si me dieron estos
atributos porque no mostrarlos.

Note como algunos chicos se pon�an nerviosos ante mi
presencia, sent� cierto poder en ello y comenz� a gustarme. As�, con una
incipiente coqueter�a, empec� a provocarlos, quer�a apreciar sus reacciones al
verme con ropas ligeras, o con alg�n traje apretado.

Me acercaba a ellos y notaba como se atontaban, incluso
aquellos que me llevaban m�s de 7 a�os perd�an su aplomo conmigo, me daba risa.
Pero nunca hab�a pasado de estos simples e inocentes jueguitos provocativos.

Yo estudiaba en un colegio particular en el que nos obligaban
a usar un uniforme que consist�a en: una falda a cuadros (tipo escocesa) de
color azul y negro y una blusa de color blanco. Era norma que la falda se usara
por debajo de la rodilla, pero unas amigas y yo hac�amos caso omiso a esto,
aunque era yo la que usaba la falda mas corta que ellas. Gracias a esta actitud
me gane varias reprimendas y castigos de algunos profesores, pero mas de uno de
estos hab�a volteado a verme las piernas o como se levantaba mi falda por causa
de mis posaderas.

Tambi�n m�s de uno de ellos disimuladamente hab�an apreciado
parte de mis senos y de mi brassiere porque cuando hacia mucho calor tend�a a
desabotonarme un poco la blusa, en otras ocasiones usaba ropa interior negra que
resaltaba a trav�s de la blusa, poniendo en mas de un aprieto a alg�n profesor
cuando me acercaba a preguntarle algo.

Como les dije aparte de estos jueguitos, no hab�a pasado mas
all� con el sexo opuesto, claro que inocente, inocente no era. Hab�a descubierto
por casualidad el c�digo de los canales pornogr�ficos en la televisi�n del
cuarto de mis padres, as� que toda la teor�a y la metodolog�a sexual me la
sabia, y confesare que m�s de una de esas im�genes humedeci� mi n�bil vagina,
provoc�ndome acarici�rmela, lo cual hacia cada vez mas seguido y con mayor
vehemencia. Solo una vez me atrev� a meterme un dedo y ese d�a llegue a la
gloria...

Al d�a siguiente de aquella experiencia tan gratificante
tenia que dar un examen, de matem�ticas. Examen para el cual no pude estudiar
debidamente porque la tarde anterior me la pase enfrascada en aquella tarea de
descubrimiento sexual, que tanto placer me otorgo que ya no pude pensar en mas
que en eso, en como seria mi primera vez con un chico, incluso comenc� a pensar
en posibles candidatos para esa noble labor...

Pero por el momento quer�a seguir descubriendo lo que mis
dedos pod�an provocarme y luego de unas semanas tal vez, y habiendo elegido al
chico perfecto, me animar�a a llegar a ese punto, en el que por fin sabr�a que
se siente ser penetrada por un hombre... ilusa si hubiera sabido que aquello
ocurrir�a mas pronto de lo que imaginaba y de la manera mas salvaje...

Volviendo al relato, no estudie para el bendito examen.
Cuando recib� la hoja de preguntas tenia la mente en blanco, intente escribir
algo, pero no hice mucho... voltee a ver a mi compa�era de al lado, la estudiosa
de la clase, logre ver algunas de sus respuestas... hasta que...

- Srta. �Que hace?... escuche una voz detr�s m�o.

- Nada profesor... respond� nerviosa.

- Ha estado copiando... perm�tame su examen...

- Pero profesor... intente protestar.

- Pero nada... hace rato que la vengo observando.... d�me su
examen y salga del aula... hablare con usted despu�s de clase... me dijo en un
tono mas en�rgico.

Avergonzada agarre mis cosas y sal� del sal�n. Como no me
pude dar cuenta que el estaba cerca, me recrimine, pero ya era tarde... adem�s
hace tiempo venia mal en ese curso, y si no pasaba ese examen, lo mas probable
es que lo repitiese y ah� si mi padre pondr�a el grito en el cielo.

Comenc� a maldecir mi suerte y luego me dedique a pensar como
resolver este incidente. Me di cuenta que ninguna de las soluciones por los
procedimientos acad�micos me resultaba factible, en todas resultaba afectada
para mal. As� que como �ltima arma pens� en usar mis atributos f�sicos, no en
regalarle mi cuerpo profesor, solo pens� en coquetearle, ser un poco provocativa
con el, de tal forma que fuera m�s benigno y me diera una segunda oportunidad.
Despu�s de todo lo hab�a atrapado mas de una vez d�ndome miradas no muy santas,
as� que cre� que seria f�cil que el cediera a mi encantos.

Antes hab�a logrado que algunos muchachos me compraran
golosinas y cumplieran con otros de mis peque�os caprichos... pero hacer que
aquel profesor de 35 a�os cediera a mis pretensiones seria una tarea dif�cil,
sin embargo lo asum� como con un reto, adem�s era la �nica opci�n que me
quedaba.

Al terminar el examen, espere que todos los alumnos salieran,
no le di importancia a las miradas de reproche que algunos me dieron. Cuando el
sal�n estuvo vaci�, me solt� un par e botones de la blusa e ingrese.

Encontr� al profesor con gesto serio, a decir verdad no era
un tipo feo, con un buen corte de cabello y ropa mejor combinada se ver�a m�s
guapo. Instant�neamente me disculpe con el, puse mi cara de ni�a arrepentida,
casi al borde de las lagrimas.

El segu�a con sus recriminaciones, aunque de vez en cuando
miraba de reojo mi blusa, sent�a que estaba cediendo, pero faltaba un poco
mas... ya casi en la desesperaci�n, me acerque a el y sin miramientos apoye mi
seno derecho contra su hombro, mi pez�n endureci� ante el contacto con su piel,
nunca hab�a sentido mis senos tan henchidos.

El tartamudeo al sentirme, luego yo me incline un poco hacia
delante, si ya hab�a hecho lo impensado, nada me costaba mostrarle un poco mas
de mis encantos... mi blusa se abri� mas, sus ojos saltones se perdieron en mis
redondeados melones atrapados por un peque�o brassiere negro. Como el estaba
mudo... me atrev� a decirle:

- Ayyy... no sea malo profesor.... debe haber algo que pueda
hacer para solucionar esto... insinu� con voz seductora.

Note como el dudaba, por un momento volteo, miro por detr�s
de m�, por si alguien estaba en la puerta o en el pasillo, cuando su rostro
volv�a hacia mi disimuladamente paseo su vista por mi respingado trasero, yo
instintivamente me arquee un poco para que se deleitara con el. Despu�s de
tragarse algo de saliva y de haberse calmado, al fin me dijo:

- Bueno... como sabe, seg�n reglamento, tengo que conversar
el caso con el profesor Garc�a que es el que se encarga de los asuntos
disciplinarios... me dijo intentando lucir calmado.

- Pero... me queje, intente disuadirlo, creyendo que todo
hab�a sido en vano, �seria gay?...

- Me voy a reunir con el, en su despacho esta tarde, a eso de
las 4... si lo desea puede venir, su presencia ayudar�a a esclarecer las
cosas... yo intentare interceder por usted para que el castigo no sea tan
severo... me dijo dando una ultima mirada a mis senos.

- �Gracias profesor!... dije sintiendo que me dejaba una
ventana abierta para salvar mi situaci�n, ilusa, no sabia lo que me esperaba.

Le di un beso en la mejilla, note como se sonrojaba, luego me
aleje feliz.

Regrese a mi casa, no hab�a nadie, solo una nota donde mi
madre me explicaba el motivo de su ausencia. Com� algo, pens� en revisar un poco
las lecciones de matem�ticas, pero aquel contacto con el profesor me hab�a
inquietado, as� que puse el canal pornogr�fico.

Poco a poco mi dedo fue bajando a mi conchita que ya estaba
empapada, no necesite mayor estimulo... mis dedos se perdieron en mil y una
caricias hasta que me met� uno de los dedos, nuevamente llegue a un orgasmo
brutal, viendo una de las im�genes donde una chica era empalada por dos tipos a
la vez. La manera en que gem�a esa chica me erizaba la piel... si hubiera sabido
que aquello era un presagio....

Cuando me di cuenta eran poco mas de las 3. Pens� en
cambiarme de ropa, pero luego me dije: a algunos adultos les gusta esto de ver a
las muchachas vestidas con uniforme escolar, lo hab�a visto mas de una vez en
una pel�cula... as� que jugar�a con las fantas�as de esos profesores.

Tome una de mis blusas blancas de vestir, la mas
transparente, quer�a ponerme ropa interior provocativa... como jugando llegue al
cuarto de mi mama, hurgue entre su ropa y encontr� en el fondo de su ropero una
tanguita negra muy sexy que hacia juego con un diminuto brassiere, dude que
aquella tela pudiera contener mis senos, pero decidida como estaba a no repetir
ese curso, me puse esa diminuta ropa interior.

Cuando me mire el espejo note como mis senos transluc�an
n�tidamente por la blusa, mis pezones estaban casi por salirse de su guarida. Me
levante mi corta faldita escolar y vi como aquella delgada tanguita dejaba
algunos vellos desprotegidos, quise rasurarme pero ya era tarde...

Finalmente tome una chompa, la puse en mi espalda con las
mangas por delante, de tal forma que taparan mis senos, ya que no quer�a ser tan
evidente cuando me vieran por la calle... luego sal�... supuestamente estaba
decidida a todo...

Al llegar al colegio toque el port�n, el portero un hombre de
m�s de 50 a�os me miro un poco sorprendido, mejor dicho gratamente sorprendido
por el banquete que se dieron sus ojos con mi cuerpito. Le explique el motivo de
mi visita, el me hizo pasar y me indico que los profesores estaban conversando
en una de las oficinas.

El colegio estaba desierto, cruce el patio sintiendo la
mirada del portero recorri�ndome de pies a cabeza. El habr� agradecido el viento
que hizo que mi corta falda se levantara dej�ndole mis imponentes nalgas al
descubierto. Pens� que el pobre hombre no tendr�a mayores satisfacciones, as�
que no me apure en cubrirme y deje que apreciara mi linda colita.

Cuando llegue a la oficina encontr� a los profesores Ruiz (el
que me pillo copiando) y Garc�a (el de asuntos disciplinarios), este �ltimo era
un se�or de unos 45 a�os de un rostro y gestos severos, parec�a inflexible. Lo
primero que hice al entrar fue descubrirme, es decir quitar la chompa que cubr�a
mis senos...

Ellos nerviosamente se apuraron en guardar una botella de
whisky, al parecer hab�an hecho unos brindis, aunque luc�an de lo m�s normales,
o tal vez fue que al verme vestida de esa forma se les quito la borrachera. El
asunto es que ninguno de los dos dejaba de comerme con la vista, al principio me
incomodo un poco, nunca hab�a tenido unas miradas tan sugerentes como esas
clavadas en m�, pero luego aquello me fue agradando, sent� que estaba en
posici�n de manejarlos a mi antojo.

Hasta que mi profesor de historia le dio un leve codazo al
distra�do profesor Garc�a, y el saliendo de su morbo (�que no me habr� hecho con
su vista y pensamiento!), decidi� hablar:

- El profesor Ruiz me hablo de su caso... espero Srta. que
sea consciente que ha cometido una falta grave... dijo tomando un tono serio.

- Si, lo se... dije con pesar, viendo que las cosas no serian
tan f�ciles.

Comenzaron con sus sermones mientras se acercaban a mi,
quiz�s en esta aproximaci�n quer�an verse paternalistas, pero se que su
verdadera intenci�n era apreciar mejor mis apetecibles senos. Viendo el efecto
que produc�a esto, decid� avanzar un poco m�s.

- �Que calor hace aqu�!... dije y disimuladamente me
desabotone un poco la blusa.

Ahora casi no pod�an despegar su vista de mi busto, sin
embargo continuaban hablando acerca del reglamento, de las sanciones y otras
cosas a las que no prestaba mucha importancia porque disimuladamente yo ve�a sus
entrepiernas. Note que uno de ellos comenzaba a formar ligeramente una carpa en
su pantal�n, aquello me produjo un rico cosquilleo interior, mi tanguita se iba
humedeciendo. Me saco de mi abstracci�n una de las palabras de ellos:

- Lamentablemente en este examen no tendr� calificaci�n...
sentencio finalmente aquel que no pod�a contener ya su erecci�n.

- Y... �no hay nada que se pueda hacer?... pregunte con voz
dulce, meti�ndome un dedo en la boca, mordiendo mi u�a y dejando mis labios en
mueca sugerente.

- Bueno... dado que fue tan valiente en venir a confrontar su
castigo... creo que podemos hacer una excepci�n profesor Garc�a... dijo Ruiz en
mi ayuda.

- Si creo que puede haber una salida... repuso pensativo.

- �Cual?... dije ahora colocando mis manos en mi cintura y
conteniendo un poco de aire en mis pechos que crecieron tanto como sus ojos.

- Bueno tendr� que dar otro examen... dijo Ruiz.

- Pero ser� aqu� y ahora... agrego r�pidamente Garc�a que
lucia por dem�s excitado.

Preocupada porque no hab�a estudiado nada, intente poner
alguna excusa...

- �Ay profesores no sean malos!, si se dan cuenta no traigo
nada... dije haciendo alusi�n a mis �tiles escolares, pero sus ojos y su morbo
lo interpretaron de manera diferente.

Aun as� Ruiz se resisti� a aquella idea que parec�a que ya
corro�a la mente de su colega. Casi sudaba, parec�a luchar contra sus instintos,
llego a decirme:

- Tome... le presto un lapicero... dijo con voz ahogada.

Pero en su nerviosismo solt� el lapicero antes de tiempo,
quiz�s porque al acercarme mi blusa se abri� m�s y noto que uno de mis pezones
hab�a logrado liberarse de su prisi�n y se mostraba desafiante.

Vi el lapicero en el suelo, a mi izquierda estaba Ruiz, muy
cerca de mi y a mi derecha Garc�a esperaba el desenlace de esta escena. Me jugu�
mi �ltima carta, pens� que solo as� me salvar�a de ser reprobada, a decir verdad
ahora era m�s que eso.

Quer�a saber en que terminar�a todo eso, quer�a quitarme
aquel incesante cosquilleo que crec�a en mi interior, quitarme mi tanguita que
ya estaba mojada, tanto que tem�a que goteara en el piso.

Entonces me incline d�ndole la espalda a Garc�a, mi t�rax
bajo, hasta que mis pechos casi dieron con mis piernas. En esta acci�n sent�
todo el cuerpo de Rodr�guez haciendo contacto con el m�o, porque despu�s de todo
el estaba muy cerca de mi. Adem�s sent� como mi falda se iba replegando, por
efecto de m� accionar, dando paso al contacto con la tela del pantal�n de Garc�a
con mis muslos.

Mi estrecha tanguita se fue hundiendo en la raja de mi
trasero apretando deliciosamente mis intimidades, y despu�s sent� una nueva
forma de opresi�n, era como un mazo cubierto en tela intentando abrirse paso
entre mis nalgas... era la erecci�n de Rodr�guez que ya no pod�a ser disimulada,
y que yo gentilmente me dedique a disfrutar.

No sabia que hacer, mi raz�n y mi excitaci�n estaban en
conflicto, sent�a un shock el�ctrico recorriendo mi columna. Aquel dulce
contacto de su dura verga contra mi rajita me pon�a a mil y a duras penas pod�a
contenerme, estaba al borde de un orgasmo.

Garc�a sucumbi� primero, se aferro a mi cintura y me oprimi�
su enorme bulto contra mi h�meda conchita, me estremec� de placer al sentirlo
mas cerca, respiraba entrecortadamente por la excitaci�n...

- Que le parece Ruiz si le cambiamos la prueba a la Srta...
dijo con voz apagada Garc�a.

- �Como?... dije intentado oponerme a mi excitaci�n.

- Me parece bien... dijo Ruiz.

Escuche el ruido de la bragueta de su pantal�n desliz�ndose
frente a mi, cuando levante la vista, entre la mara�a de mis cabellos pude ver
su grueso pene. Ruiz se limito a agregar...

- Srta. que le parece... un examen "oral"...

- �No!, �que me van a hacer?... dijo en un reflejo lo que me
quedaba de cordura.

- �Basta de jueguitos!... me dijo en tono mas serio,
coloc�ndome su verga mas cerca.

Hab�a dejado de sentir la presi�n en mi conchita, y escuche
otra bragueta abri�ndose. Mis ojos no dejaban de ver maravillada aquella
rechoncha verga ante mis ojos, era la primera que ve�a tan cerca... se mostraba
r�gida, desafiante... era hermosa... y yo ya no pod�a contenerme...

- �Y bien?... dijo el con sarcasmo para sacarme de mi
autismo.

Creo que el mismo se sorprendi� cuando yo me abalance sobre
su duro miembro y lo engull� con desesperaci�n, nunca hab�a probado un manjar
tan delicioso...

- �Epa!... con calma ni�a... con calma... dec�a el
complacido.

- Mira... que la putita estaba recontra caliente... dijo
burlonamente Garc�a.

Por detr�s los dedos de Garc�a escarbaban en mi ansiosa y
palpitante conchita... mis piernas flaqueaban con el estimulo de sus dedos y su
lengua... oh, su lengua �spera me hacia temblar....

- Ayyy.... �que me haces?... uhmmmm.....

- No te preocupes por el... tu sigue chup�ndomela...
�perra!... me ordeno Ruiz.

Le hice caso. Hab�a visto tantos videos, que ya sabia como
deb�an efectuarse las caricias a aquel delicioso miembro, poco a poco fui
agarrando ritmo... por otro lado en mi interior rogaba que el que estaba detr�s
me penetrara de una vez... y si tenia suerte el grueso miembro delante m�o me
escupir�a aquel liquido blanquecino que ya ansiaba degustar.

Mis deseos no tardaron en cumplirse, en mi conchita comenc� a
sentir una opresi�n diferente, sabia que no era un dedo, aquella masa era
diferente, un poco mas gruesa, estaba tan concentrada en la magnifica verga que
tenia en mis labios que no me di tiempo de observar como seria la de Garc�a,
�seria igual?...

- Ohhh.... ahhhh... nooo... despacito... ouchhh... por
favorrr.... ayyy....

De pronto sent� un fuerte empuj�n que me hizo tragar toda la
verga de Ruiz... ahogue un gemido mientras sent�a como me perforaban las
entra�as, ahora mas lentamente, aquello no parec�a acabar... mis labios
vaginales apretaban dulcemente a aquel intruso.

Cuando al fin la tuve toda adentro, sent� que me ahogaba,
desfallec�a de placer, en ese momento Ruiz me empujo su grueso miembro hasta mi
garganta, aquella sensaci�n �nica me llevo a mi primer orgasmo... ellos se
dieron cuenta por mi estremecimiento y se dedicaron a acariciarme, uno el
cabello y el otro masajeaba mis carnosos gl�teos.

Pens� que con eso seria suficiente, pero al rato sent� como
Garc�a me bombeaba desde atr�s... como su largo pene entraba y sal�a
dificultosamente por mi estrecha aunque bien lubricada vagina.

- Ahhh... ouchhh.... ahhhh.... ohhhh.... comenc� a quejarme
tibiamente.

Cada vez sus incursiones eran mas frecuentes, me llegaban mas
profundamente, sent�a el golpeteo y arm�nico sonido de mis nalgas contra su
ingle... por un momento me perd� en estas sensaciones, pero Ruiz me devolvi� a
mi labor, que reanude con la misma pasi�n con las que me castigaban mi
conchita... y no tarde en lograr que se viniera...

- Ohhh.... uffff.... �que rico la mamas!... ahhh... grito
satisfecho

Mientras yo me ahogaba intentando engullir su viscoso
liquido, cuando escuche aquel halago levante la vista y le di una sonrisa, por
mis labios aun escurr�a su rico y tibio semen. Me pase la lengua mientras con un
dedo me ayudaba a recolectar lo que quedaba en mi barbilla... mi otra mano se
resist�a a soltar su gordo pene, aun quer�a sentirlo entre mis dedos...

- No has terminado... l�mpiamela bien... me ordeno.

No me queje y sin chistar lam� y relam� toda su verga, en
especial aquella comisura del cabecita de donde hab�a salido aquel blanquecino
liquido. Por detr�s las incursiones se hac�an con mas frecuencia, mi conchita
ofrec�a menos resistencia...

- Ohhhh.... hummmm..... ahhhh.... hummmm..... mis primeros
gemidos a voz viva se hac�an presentes.

Cuando cre� terminada mi labor con Ruiz, observe frente a mi
otra verga... sorprendida levante la mirada y vi el grotesco rostro del portero.
Luego observe como me acercaba su dura, larga, gruesa y sobre todo sucia verga a
mis labios, la vi con algo de asco, pero una vez que la tuve frente a mis
narices poco me importo, la engull� de buena gana. Era casi del mismo grosor que
la de Ruiz, pero sin duda m�s larga...

- Ohhhh.... ayyyy.... que rico..... ahhh.... hummmmm.....

- Como le gusta a la putita.... dec�a el portero mientras
apuraba mis movimientos.

En mi conchita, Garc�a realizaba sus �ltimas incursiones,
mientras Ruiz me desabotonaba la blusa y jaloneaba mis senos que ya hab�an
saltado del brassiere y duritos vibraban a gusto con cada arremetida a mi
conchita.

- Hummm.... ohhhhhhhhhh.... exclame sorprendida sintiendo un
nuevo espasmo.

- Ohhh.... tomaaa perraaaaa... uffff..... grito satisfecho
Garc�a mientras esparc�a su semen por mis gl�teos.

Yo me sent�a desfallecer, pero aun faltaba complacer varios
requerimientos. El portero me aparto de su monstruosa verga a la que yo me hab�a
asido como sanguijuela.

- Ahora me toca a mi... dijo con una grotesca sonrisa.

Todo mi ser se estremeci� al ver lo descomunal de su verga,
ahora completamente parada...

Continuara...