Acostarse con el novio oriental de su hermanastra es la pasión de nuestro protagonista. Hay confianza con ella porque no en vano ya han tenido muchos encuentros en la cama y se conocen muy bien sus preferencias. Y qué trío pueden hacer...
Dos amigos van con sus padres a una fiesta de alta sociedad. El padre de uno de ellos debe ausentarse por trabajo. Ambos se quedan con la madre y, entre los tragos y el calor de la juventud, deciden trazar un plan para tirársela.
Una mujer, madre muy joven, se ve desatendida por su marido. No repara de momento en su hijo hasta que le sorprende masturb�ndose frente al ordenador, mientras navega por Internet. Desde entonces se marca el objetivo de acostarse con �l sea como sea.
Un accidente en el instituto hace que la muchacha tenga que ser atendida en todo por su padre, viudo, que debe bañarla y aplicarle una pomada. Y , claro, al final le aplica su cuerpo, entero y por partes.
Un chico se excita tanto cuando su hermana se cambia de ropa en la habitación y se queda medio desnuda ante él que termina por tomarla y desvirgar su ano.
Después de un primer episodio de aproximación llega el momento en el que el sexo desborda todos los convencionalismos y límites, en un polvazo memorable.
Después de veinte años de un acontecimiento que había quedado grabado en su memoria, un hombre visita a su hermana el día del cumpleaños de ella y la desvirga sobre el escritorio del despacho.
Una pareja va a la playa y conoce a otra que está veraneando con su hijas. Deciden ir juntos bañarse a un lugar solitario. Empiezan por el topless, y terminan.... uhmmm, cómo terminan...
Un hombre complaciente que tanto satisface a su hermana como a su esposa y cuñada, dos a dos y en trío, inaugurando algún canal trasero de hembra hambrienta y visitando los ya conocidos.
El muchacho est� enervado despu�s de ver a su madre masturb�ndose. Anda todo el d�a por la casa con una erecci�n de caballo y termina por ense�arle el miembro a su madre para satisfacer su curiosidad.
La madre se ve presa en la obsesión incestuosa con su hijo, se excita al oír cómo se masturba y termina en su cuarto haciéndole una mamada. Luego se masturba como una loca ofreciéndose, abierta, a la mirada de su hijo.
Probarse unos bikinis, pedir la opinión del hijo. Hasta ahí todo normal, pero cuando él pide acariciar sus pechos la madre se derrite y al final terminan follando como salvajes.
No sólo la esposa se ha convertido en una pequeña ninfómana y se folla por igual al marido y al cuñado sino que otro de los hermanos entra en el juego para aplacar el calor de su entrepierna.