Me llamo Juan Francisco y tengo 20 a�os. Hace poco tiempo que
descubr� estas p�ginas y la verdad es que me gusta mucho leer sus relatos. Les
voy a contar una experiencia que tuve hace unos meses y que a�n no se me ha
borrado de la cabeza.
Una tarde volv� del trabajo antes de tiempo y cual fue mi
sorpresa al encontrarme la luz del garage encendida. Me di cuenta por la rajita
de luz que sal�a de debajo de la puerta, as� que pensando que se trataba de un
olvido me dirig� hacia el cuarto con la intenci�n de apagarla.
Cuando me dispon�a a meter la llave escuch� susurros, as� que
supuse que se trataba de ladrones y con mucho cuidado -ya que no quer�a que le
hiciesen da�o a mi preciada moto- me dispuse a hacerles frente con una barra de
hierro que cog� del jard�n.
Al abrir la puerta me di de bruces con dos jovencitas de
aspecto elegante, a las que amenac� con la barra.
-Que cojones hac�is en mi casa...- pregunt� nervioso.
Las chicas, de poco m�s de 13 a�os ni siquiera contestaron.
-As� que ven�s a robar... ahora os vais a enterar...- les
amenac� mientras cog�a a ambas por los brazos.
Una de ellas, la m�s guapilla se atrevi� a hablar.
-No nos denuncie, si lo hace nuestro padre nos mata...-
-Eso no me importa, est�is robando y la polic�a vendr�
enseguida...- volv� a decir mientras se�alaba una caja de fusibles empotrada en
la pared.
-Eso es una c�mara y os ha grabado, as� que cuando llegue la
polic�a le dar� la cinta y se enterar�n vuestros padres...- ment� mientras mi
cerebro pensaba de forma r�pida para sacar tajada del incidente.
-No nos entregue y le prometemos que haremos lo que usted nos
diga...por favor, mi padre es muy violento y si le dice algo es capaz de
matarnos...- contest� la otra casi llorando.
Segu� con ambas cogidas del brazo en direcci�n a mi casa.
Abr� la puerta y las empuj� hacia el sof�.
-Como os llam�is...- pregunt� ya m�s relajado.
-Yo Raquel...- dijo una.
-Y yo Elena...- respondi� la otra.
-Sois hermanas...?- pregunt� al ver el enorme parecido de
ambas.
-Si...- respondieron al un�sono.
-Que edad ten�is, pues sois muy j�venes para ir ya a la
carcel...- volv� a asustarlas.
-Yo 13...- dijo Raquel.
-y yo 15...-a�adi� Elena.
-Muy bien, pues deb�is saber que yo soy abogado y con esa
edad ya pod�is ingresar en un reformatorio...no os mov�is de aqu� que voy a
llamar a la Polic�a...- ment�.
Me alej� unos metros hasta la habitaci�n de al lado y mir�
con disimulo por la puerta.
Ambas chicas murmuraban entre si con l�grimas en los ojos.
Las dej� un rato para que se asustaran m�s y volv� con el tel�fono m�vil en la
mano.
-Por favor...no nos denuncie, mi hermana y yo haremos lo que
nos pida...- dijo una de ellas.
Mir� a ambas chicas de arriba abajo. Las dos iban vestidas
casi de igual forma. Una de ellas con una camisa y una falda de color celeste y
la otra con un polo tambi�n azul y un pantal�n oscuro. Me fij� en sus pecheras.
A las dos se le notaban los bultos de las tetas bajo la ropa. Al instante mi
rabo comenz� a reaccionar y mi cerebro comenz� a pensar en la forma de sacar
tajada del incidente y pasarme a las ni�as por la piedra, pues hac�a varios
meses que hab�a roto con mi novia y mi polla no se corr�a en un co�o desde
entonces.
-Esta bien...har�is lo que yo os diga...pero todo lo que yo
diga. Si no es as� coger� la cinta de v�deo del garage y se la dar� a la
polic�a...- me limit� a decir.
Me fui a la habitaci�n de invitados y escond� una c�mara de
v�deo entre los libros.
-Venid conmigo...-orden�.
Las chicas se levantaron y me siguieron.
Me las llev� al cuarto de invitados y cerr� la puerta.
-Quitaros la ropa...quiero ver si llev�is algo m�s que me
pertenezca.- orden�.
Las chicas se miraron y dudaron, pero al ver como cog�a el
tel�fono con la intenci�n de marcar comenzaron a desvestirse.
La mayor se quit� la camisa qued�ndose s�lo con el sujetador,
siendo imitada por la otra que hizo lo mismo. Ahora estaban las dos solo con sus
tetas tapadas por la peque�a tela del sujetador.
-Ahora lo de abajo...- volv� a ordenar.
Ambas comenzaron a quitarse las prendas. En un instante tuve
a las dos solo tapadas con sus prendas m�s �ntimas. La mayor se ve�a riqu�sima
con su conjunto blanco con puntilla y la peque�a tambi�n estaba para com�rsela
con sus braguitas en las que hab�a dibujada un piol�n amarillo.
-Muy bien chicas...he dicho toda la ropa...- amenac� mientras
agitaba mi tel�fono m�vil.
La peque�a se quit� el sujetador y las bragas dej�ndome ver
sus pechos incipientes coronados por una abultada aureola rosada coronada por
unos lindos pezones y su co�ito casta�o casi tapado por los rizos antes de ser
ocultado por sus manos y brazos. La mayor no hizo ning�n movimiento.
-Esc�chame ladrona...quiero ver lo que escondes ah�...si no
lo veo yo lo ver� la polic�a...- dije con cabreo.
La chica comenz� a soltarse el sujetador y las bragas. Vi sus
tetas de adolescente. Eran bastante m�s grandes que las de su hermana rodeadas
de una aureola m�s grande y de color caf�. Cuando sus bragas abandonaron las
piernas observ� la negrura de su co�o, oculto por un buen matojo de pelos.
-Daros la vuelta...-
Ambas chicas se dieron la vuelta mostr�ndome sus culos
blancos. En ese momento mi picha se encontraba en el m�ximo de calentor y mis
huevos amenazaban con estallar.
-Sab�is una cosa...nunca he visto a dos hermanas tan
lindas...-
-T�, la mayor...tienes novio?...-pregunt�.
-Yo si.... -contest� la peque�a.
-O sea que ya tienes quien te toque las tetas...
La chica se puso roja y call�.
-T�...veamos como le tocas las tetas a tu hermana... -me
dirig� a la mayor.
La chica ni se movi�, pero al ver como mov�a el tel�fono
levant� una mano y toc� el pez�n de su hermana.
-As� no...zorra....como si tu fueras su novio.....porque
seguro que ella te cuenta como se lo hace �l...
De nuevo puso sus dedos en los pezones de su hermana y
comenz� a acariciarlos. Ahora su mano hac�a c�rculos rodeando las aureolas a la
vez que sus dedos jugaban con los pitones que cada vez se pon�an m�s erectos con
el roce.
La peque�a no dec�a nada, pero not� como se relajaba y dejaba
a su hermana hacer.
-T�cate el co�o...- le dije a la peque�a.
Al instante la chica baj� una de sus manos a su entrepierna y
comenz� a acariciarse los vellos que recubr�an su gruta. Las tuve as� un rato.
-Ch�pale las tetas...- orden� a la mayor.
La chica comenz� a pasar su lengua por los pezones de su
hermana alternando una y otra teta mientras le mano de la peque�a segu�a jugando
con los rizos de su co�o. Cuando v� que la menor estaba ya caliente le dije que
se metiese los dedos en la raja.
Al igual que un resorte observ� como con una mano se abr�a la
almejita y con la otra comenzaba a pajearse poco a poco mientras su hermana no
dejaba de comerle las tetas. Parec�a que la cosa comenzaba a gustarle a las dos,
as� que decid� que ya era mi hora y con cuidado comenc� a quitarme la camisa
hasta quedarme con el torso al desnudo. Me acerqu� hasta la mayor y comenc� a
acariciarla las tetas que se balanceaban frente a mi. Al notar mis caricias la
chica dej� de chupar a su hermana y me mir�.
-D�jeme...v�monos Raquel...-dijo enfadada.
-C�llate puta...- le dije mientras le daba un cachete en la
cara.
-Ch�pale el co�o a tu hermana...- orden�.
La chica asustada se agach� frente a su hermana y pas� su
cara por el co�ito de la peque�a.
-Chupa de verdad o me voy a cabrear mucho...- a�ad� mientras
volv� a golpearla en el culo con la mano.
La menor estaba casi m�s asustada que su hermana y se dejaba
hacer. Empuj� a la peque�a que cay� con las piernas abiertas sobre el sof�.
Ahora la mayor se acerc� a ella y tras separar bien las piernas de su hermana
comenz� a chupar su gruta apenas recubierta por rizos casta�os.
Mientras yo me hab�a desnudado del todo y tras ponerme detr�s
de la mayor comenc� a acariciar sus tetas que colgaban hacia abajo.
Le chup� los pezones con gula hasta cansarme.
-V�mos a otro cuarto...-orden�
Tumb� a las dos chicas en la cama y comenc� a chupar a ambas.
Recorr�a el cuerpo de la mayor con la lengua y cuando quer�a pasaba a la menor.
Jam�s pas� tanto gusto como chupando a las hermanas. El
contraste entre una y otra era evidente. Para chuparle el co�o a la mayor ten�a
que separar la pelambrera que tapaba su rajita mientras el co�o de la peque�a
apenas estaba cubierto de vello casta�o. No s� el tiempo que pas� chupando a las
ni�as, pero cuando not� que la mayor suspiraba, mientras le chupaba el cl�toris,
signo inequ�voco que se hab�a corrido, situ� la punta de mi rabo frente a los
labios de su co�o y empuj� hasta que la cabeza de mi polla desapareci� entre sus
muslos. Lo not� muy estrecho, pero sin duda ya perforado. As� que comenc� a
bombear despacio mientras acariciaba con mi lengua sus pezones y con las manos
pellizcaba las peque�as tetitas de su hermana que se dejaba hacer.
Me tumb� en la cama sin sacarla dejando a la mayor montada en
mi palo. La chica no hac�a nada, por lo que tuve que golpear su culo para que se
moviese. Era una gozada ver a la chica cabalgando sobre mi rabo moviendo de
forma acompasada sus tetas de adolescente.
-T�, chupale las tetas a tu hermana...- orden� a la peque�a.
La chica, asustada supongo, no tard� en obedecer mi orden. El
espect�culo era impresionante; mientras la mayor cabalgaba sobre mi, la peque�a
le chupaba las tetas a su hermana, y yo aprovechaba con una mano para acariciar
a su vez las tetas de ambas y con la otra para acariciar el co�ito de la
peque�a. Lo ten�a mojado, as� que en un descuido le met� el dedo hasta el
nudillo. La muy puta tampoco era virgen, as� que comenc� a sacarlo y meterlo a
mi antojo.
Cuando not� que estaba a punto de correrme le dije a la mayor
que parase. La hice desmontar y cogiendo del brazo a la menor la empuj� hasta
situarla en la misma postura que momentos antes ten�a su hermana.
Con cuidado pas� la punta de mi polla por sus peque�os labios
y cuando not� que los l�quidos preseminales ba�aban la punta de mi rabo comenc�
a penetrarla. La chica se notaba muy estrecha, pero con cuidado y muy despacio
se la clav� toda. Cuando not� que mis rizos se juntaban con los pocos de su
co�o, comenc� un ligero bombeo.
La mayor estaba estirada en la cama sin hacer nada, as� que
la obligu� a chupar y besar a su hermana. Mientras aquella obedec�a mis �rdenes
yo me dedicaba a sobar las tetas de ambas y a meterle el dedo en el co�o a la
mayor, jugando con sus tiernos labios y la suavidad de sus rizos. Aquello me
estaba llevando a la gloria, as� que cuando not� que mi rabo estaba a punto de
estallar hice que la menor desmontase.
-chupad mi rabo...- orden� a las dos.
Enseguida las dos hermanas se pusieron manos a la obra.
Mientras le peque�a se lo met�a en la boca, la mayor me lo pajeaba lentamente,
altern�ndose ambas chicas. Yo aprovechaba para tocarle el conejo a las dos,
notando sus flujos sobre todo los de la mayor. Lleg� un momento en que me
encontraba con el rabo en el dentro de la boca de la mayor y mis dos dedos
medios en el fondo de cada uno de los co�os de las hermanas.
Obligu� a la menor a sentarse sobre mi cara dejando que mi
lengua penetrase en su tesoro casta�o y no par� hasta que gracias a mis chupadas
la muy putita se corri�. Aquello era el no va m�s y cre� que ya era el momento
de correrme, as� que me decid� por la menor, ya que nunca antes me hab�a follado
a una chica tan joven. Las separ� de mi picha, que not� ya empezaba a gustarles
por la cantidad de flujos que emanaban de sus vaginas, y obligu� a la menor a
sentarse sobre mi rabo.
Como la chica acababa de correrse con mi lamida, el trozo de
carne le entr� enseguida hasta el fondo. La cabalgu� algunos minutos bombeando
despacio para hacer m�s duradero mi propio gusto. Mientras, besaba a la mayor y
con mis manos le manoseaba las tetas y el co�o. Cuando not� que el gusto me
llegaba, chup� la lengua de la mayor mientras mi dedo profundizaba en su co�o
hasta casi hacerle da�o. Not� como la leche abandonaba a presi�n mis cansados
huevos, sub�a por mi polla hasta abandonar la misma y clavarse con fuerza en el
interior de la almejita de la ni�a. No s� cuantos chorros de lefa expuls�, pero
aquello fue maravilloso. Mientras la leche sal�a a borbotones de mi rabo no dej�
de bombear dentro de la chica con movimientos largos que regaban su interior
desde dentro a fuera. Aquello era el para�so. Cuando cre� oportuno hice que la
menor descabalgase de mi miembro. Un chorro de semen le resbal� por los muslos
empapando sus rizos hasta caer en la colcha.
Como aquella visi�n me excit� enormemente y como mi rabo a�n
segu�a tieso cog� a la mayor y tras situarla sobre mi est�mago hice que se la
clavase en el co�o. Los jugos de su hermana junto a los restos de mi corrida
hicieron que mi polla le entrase suavemente hasta el fondo. Le chup� los pezones
con agon�a mientras acariciaba las tetillas de su hermana. Me excitaba
enormemente ver a la peque�a rendida sobre la cama con las piernas abiertas, su
peque�a pelambrera mojada por el sudor que hac�a que le brillase, y el chorrito
de mi leche sali�ndole por su peque�o agujero. As� que ante tanta exquisited
aceler� mis movimientos foll�ndome a la mayor, hasta que not� de nuevo que mis
huevos iban a estallar. Apret� los labios alrededor de los pezones de la mayor y
con las otras manos sob� los de la peque�a a la vez que le acariciaba el co�ito
hasta meterle dos dedos, notando la humedad de sus jugos y de la leche que le
acababa de echar. Empuj� mi rabo hasta el fondo en un movimiento continuo, hasta
que la leche abandon� mis huevos yendo a chocar con el �tero de la chica.
De nuevo sent� los espasmos del gusto, deslizando suavemente
mi rabo para regar completamente el interior de la ni�a desde dentro hacia
fuera. Aquello acab� con mis fuerzas oblig�ndome a caer rendido en la cama.
Cuando un rato despu�s saqu� mi rabo de la hermana mayor, de nuevo observ� que
la leche le sal�a hasta empapar su pelambrera.
Me levant� deprisa y cog� del otro cuarto la c�mara de v�deo.
Grab� los dos conejos chorreando leche y los cuerpos, tetas y caras de ambas
chavalas. Antes de que se vistiesen les recort� a cada una un mechoncito de pelo
de sus co�os que guard� con cari�o. Bes� a ambas y las dej� marchar no sin antes
avisarle de lo que pod�a pasarles si dec�an algo. Desde entonces no las he
vuelto a ver, aunque a�n conservo la cinta de aquel d�a y me la meneo recordando
aquel momento.
FRAN.