Una noche, Sango dorm�a pensando en lo que pod�a hacer de
ahora en adelante cu�ndo tuvo un sue�o, en este se encontraba con su padre de
nuevo.

-�Padre! �Dijo Sango casi apunto de llorar al verlo.

-Hija, al fin has regresado a casa.

-Si padre, y ya te he vengado a ti a nuestros amigos, pero
ahora no se lo que debo hacer�

-Tienes que rehacer nuestra aldea.

-Pero �c�mo?

-Necesitamos sangre joven.

-Pero solo quedamos Kohaku y�

De pronto, al pensar en lo que su mente hab�a adivinado Sango
despert� asustada, sudaba fri� y su coraz�n lat�a fuertemente mientras intentaba
calmar su agitada respiraci�n. Del otro lado de la habitaci�n estaba Kohaku,
durmiendo tranquilamente. Sango se sonroj� de pronto mientras miraba a su
hermano y recordaba lo de aquel sue�o, pero �hab�a sido un sue�o realmente?,
quiz�s era algo que supon�a deb�a hacer o peor aun, quer�a hacer.

-Pero es solo un ni�o�

Durante los siguientes tres d�as aquella idea repicaba en la
mente de Sango como un martilleo incesante. Estaba callada siempre y evitaba ver
a Kohaku, cosa que el chico not� de in meditado.

-Hermana, �acaso hay algo que te moleste? �Preguntaba Kohaku
mientras tomaban el desayuno.

-��C�mo?! No, nada, de verdad �Respondi� Sango desviando la
mirada mientras sus mejillas se sonrojaban aun m�s y aquella idea regresaba a su
mente.

-No digas mentiras hermana, �acaso es por mi?, es que
�todav�a estas enojada por todo lo que hice?

Sango regres� la mirada al peque�o Kohaku y lo vio tan triste
que su coraz�n se conmovi�.

-Kohaku, perd�name, no es que, he pensado mucho en lo que
haremos de ahora en adelante�

-Yo tambi�n hermana, �acaso vamos a seguir aqu� nada mas? Yo
quiero reconstruir la aldea.

-Si, yo tambi�n, pero� -Finalmente, tomando fuerza de
voluntad, Sango se dio cuenta de que ten�a que dec�rselo de todas maneras-,
Kohaku, yo, tuve u sue�o el otro d�a donde vi a pap� y creo que ya se que es lo
que tenemos que hacer.

-�A pap�? Pero �Qu� es hermana?, dime ya

-Tenemos que reconstruir nuestra aldea� -Dijo Sango con la
mirada baja.

-Eso ya lo se.

-No, t� y yo, tenemos que reconstruir todo desde el comienzo,
solos t� y yo� Kohaku �Sango se atrevi� a mirar a su hermano a los ojos y
despu�s de tragar saliva se atrevi� a decirlo-, tenemos, tenemos que�

Entonces Kohaku comprendi� de qu� se trataba todo, �l mismo
se sonroj� al entenderlo.

-Kohaku, tenemos que tener un hijo�

Por un largo momento hubo silencio, ninguno de los dos sab�a
que decir. Kohaku pens� en muchas cosas, pero sobre todo en lo que pas� cuando
estaba bajo control de Naraku, cuando no recordaba del todo a Sango, en esa
ocasi�n se hab�a enamorado de ella y aun sent�a algo en su interior, realmente
era una chica bell�sima y de una figura preciosa, si ten�a que ser as� el lo
aceptaba.

-Hermana, yo�

-Pero si t� no quieres no Kohaku �Dijo Sango apresuradamente
con el temor de que el chico se enfadara.

-Si crees que es lo que tenemos que hacer �Dijo Kohaku
sonrojado y apartado la mirada m�s fingidamente que otra cosa.

-Si, perd�name Kohaku.

-No te disculpes, eres tu la que se embarazar�, tu eres quien
se sacrificara.

Sango no dijo nada, ya era la respuesta definitiva, lo
har�an, ser�a el primer paso para revivir a su aldea de exterminadores desde el
comienzo.

-Esta� �esta noche est� bien hermana?

-Si Kohaku, esta bien.

Sango pensaba en terminar con eso lo m�s pronto posible, en
cambio Kohaku estaba apresurado por que sucediera.

Durante el resto del d�a se vieron poco y hablaron mucho
menos, Sango pensaba en lo que estaba apunto de hacer mientras que Kohaku ya no
esperaba para poder estar con ella.

Finalmente lleg� la noche, Kohaku lleg� y se par� frente a la
casa y respir� profundo, se hab�a vestido bien e incluso le hab�a tra�do flores
a su hermana, ahora que lo pensaba era algo tonto, dio un profundo respiro y
entr� al lugar. Sango estaba all� esper�ndolo, estaba hermosa, m�s que de
costumbre, se hab�a preparado bien y se hab�a peinado el cabello con m�s cuidado
que de costumbre, incluso era posible oler el perfume de flores que llevaba.
Vest�a con un kimono que Kohaku no conoc�a (un regalo de Ahome).

-Ho, hola hermana�

-Hola Kohaku �Respondi� Sango sonrojada al ver al chico.

-�Est�s lista?

-Si, digo, si t� quieres.

-Si, pero yo� -Kohaku extendi� las flores mientras la
sonrojada chica las tom�.

-Gracias.

Al fin los dos se dispusieron a poner manos a la obra. Para
aligerar un poco las cosas bebieron un poco de sake y por pedido de Kohaku 8que
Sango acept� solo para facilitar todo) se dieron un �nico beso muy ligero, ni
siquiera se encontraron sus lenguas.

Sango apag� la vela y se recost�, era lo que Kohaku siempre
hab�a deseado, pero no estaba seguro de c�mo hacerlo, ella no parec�a
corresponder le sentimiento y solo lo hac�a por deber. Kohaku se acerc� a ella y
le desat� el kimono, pudiendo ver su hermoso cuerpo desnudo, ten�a unos senos
redondos perfectos, su cintura era estrecha y su cadera era amplia y atractiva,
sus piernas torneadas eran divinas y su piel mas blanca de lo que se imaginaba.
Despu�s de observarla un momento Kohaku se desvisti�, estaba ya listo despu�s de
solo mirarla; Sango no parec�a atreverse a mirar.

-�Estas lista hermana?

-Si �Respondi� d�bilmente la chica.

Kohaku se recost� a su lado y los dos voltearon para quedar
frente al otro. No hab�an planeado la forma de hacerlo, solo la idea de hacerlo
era suficiente para pensar un buen rato. Kohaku puso su mano nerviosamente en la
cadera de Sango como si dudara, ella apreci� asustarse pero lo permiti�. Kohaku
acerc� su cadera al la de Sango para comenzar pero de pronto ella habl�.

-Kohaku�

-�Si hermana?

-Es mi primera vez tambi�n�

Entonces Kohaku tom� la indirecta, ten�a que hacerlo
suavemente y con cuidado para no lastimarla demasiado, as� que se le ocurri� una
idea. Comenz� a lamer sus propios dedos y luego los dirigi� a la vagina de la
chica, ella preci� sorprenderse y suprimi� todo lo que pudiera decir. Kohaku
frot� sus dedos un rato, luego volvi� a met�rselos a la boca aprovechando para
saborearlos un poco y repiti� esto un par de veces, al ultimo metiendo su dedo
mas profundamente, luego dos y aspa hasta que pareci� ser suficiente.

Finalmente comenzaron con lo dif�cil, Sango parec�a no querer
hacer demasiado, pero Kohaku estaba conforme con hacer lo que pod�a. Debido a la
verg�enza ninguno se movi� de esa posici�n y Kohaku apoy� firmemente su mano en
la cadera de Sango y acerc� su pene.

Primero comenz� a introducir por la punta, entrando
f�cilmente y sintiendo un goce exquisito de penetrar a la chica que mas amaba;
luego continu� suavemente hasta penetrarla del todo, no fue dif�cil y no hab�a
causado dolor a la chica. Kohaku estaba tan extasiado de felicidad y placer solo
de penetrarla que reprimi� con todas sus fuerzas un gemido o alguna palabra de
cari�o, nos e atrev�a a mirar a Sango a los ojos, solo miraba sus senos (le
quedaba como a esa altura) que deseaba besar pero no se atrev�a.

Despu�s de quedarse quieto unos minutos comenz� con lo que
tanto anhelaba, empez� a moverse lentamente y con mucho cari�o, tratando aun de
no lastimarla y de hacerla sentir bien pero interiormente deseando hacerlo con
toda su fuerza y amor, de atr�s hac�a adelante, cada vez movi�ndose mas
fuertemente y sacando mas su pene, aunque nunca lo sac� del todo; pese a que
intentaba no demostrar cuanto le gustaba no se detuvo ni un segundo mientras
fing�a que el movimiento era mas fuerte para mover la cadera de Sango que
sosten�a e intentar acariciarla.

Mientras el ritmo comenzaba a hacerse mas fuerte y seguro
Kohaku pens� que Sango no dir�a nada, pero luego se percat� de un peque�o sonido
de respiraci�n agitada, casi un gemido, al mismo ritmo de las embestidas. Kohaku
estaba muy feliz en ese omento, su querida hermana, su amada Sango, la mujer de
la que estaba enamorado era suya, le estaba haciendo el amor, o al menos eso
pensaba.

El vaiv�n continu� varios minutos, de pronto Kohaku dej�
escapar un peque�o suspiro. Sango coloc� su mano en el hombro de Kohaku como
apoy�ndose un poco en �l, por la sorpresa Kohaku se detuvo. Sango pens� que
hab�a hecho algo malo y que quiz� Kohaku lo sinti� como una se�al de rechazo,
pero ya llegados a ese punto no hab�a m�s que hacer que terminar con todo eso.
Sango acerc� suavemente a Kohaku a ella mostr�ndole que deb�a seguir, el chico
feliz apoy� su cabeza e el pecho de su hermana y sostuvo su cadera con mas
firmeza y comenz� de nuevo las embestidas, la penetraba insistentemente, sin
detener el movimiento ahora mas dulce y sensual, sin dejar de entrar y salir de
ella.

Al final pareci� que el movimiento era mucho mas fuerte,
Kohaku sac� todo su pene de la chica y la penetr� del golpe por completo,
incluso la empuj�, fue algo gracioso la manera en que sucedi�, pero por un
instante quedaron completamente pegados, e incluso Kohaku aprovech� para besar
el pecho de sango solo una vez suavemente, aunque la chica se percat� no dijo
nada. En ese empuj�n Sango sinti� como Kohaku terminaba en su interior y le
gust�, incluso reprimi� una peque�a risa de placer y de recordar como la penetro
de golpe empujando su cadera como si fuese un golpe, sin embargo ella no
correspond�a un sentimiento tan intenso, lo amaba como hermano y un poco mas
despu�s de esa noche claro, pero eso era todo para ella.

Luego permanecieron as� unos minutos, hasta que Kohaku sali�
de su hermana y el silencio rein� por un momento m�s. Luego se abrazaron
fuertemente, mas bien Sango abraz� a Kohaku sin decir nada contra ella, pero el
not� como una lagrima se escapaba de sus ojos.

-Perd�name hermana�

-No, Kohaku, gracias, estoy seguro de que hemos hecho lo
correcto� y que pap� y todos los dem�s as� lo hubieran querido.

Finalmente se besaron dulcemente y se quedaron dormidos as�,
desnudos y abrazados, pero quien sabe lo que ocurrir�a despu�s de esa noche, no
solo su relaci�n, sino algo mas que les esperaba.

Espero les haya gustado la historia, es solo la primera parte
as� que espero sus comentarios y me digan que les pareci�, escriban a este mail:

POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO
Gracias.