Este relato ficticio, tiene lugar en los tiempos previos a la
revoluci�n mexicana, cuando los caciques de aquella �poca ten�an la costumbre de
someter a sus sirvientes a toda clase de humillaciones, esta es la historia de
Rosita, tomen su soda en lata, palomitas y un pa�uelo desechable para cuando
acaben de masturbarse�

Recuerdo aquella ma�ana del mes de abril, cuando mi madre me
llevaba de la mano a la hacienda "Tres Cruces" en el estado de Morelos, yo
contaba con nueve a�os, mi madre me llevaba a trabajar en la casa grande, como
le llam�bamos a la gran casa donde habitaban los patrones, don Salvador y do�a
Beatriz, mi madre era una de tantas sirvientas que estaban al servicio de los
se�ores, do�a Beatriz le hab�a pedido a mis padres una de sus hijas para
trabajar como moza, as� que sin mas opini�n que la de mis padres, me vi de
pronto trabajando en esa enorme casa.

Ese d�a al llegar a la casa, mientras cruz�bamos el gran
patio central, un salvaje relinchido a nuestras espaldas nos asusto, lo cual
hizo que me aferrara a mi madre, al dirigir mi mirada a ese esc�ndalo, vi un
hombre vestido de charro, con un traje color caf� oscuro con botones plateados y
sombrero de ala ancha color negro, t�pico del campo mexicano, de unos 35 a�os,
que desmontaba un hermoso caballo negro azabache, era como una aparici�n, de
piel blanca, cabello casta�o rubio, de espeso bigote, cejas pobladas, de unos
hermosos ojos verdes, alto, corpulento, un cuerpo bien proporcionado que provoco
que mi vista se fijara en todo su cuerpo admir�ndolo con una sensaci�n, que
ahora se que era: Deseo.

�Es el patr�n! �Exclamo mi madre- cuando el te llame, baja la
mirada, habla solo si el te lo pide, trata de complacerlo en todo, de ti depende
que este a gusto con nosotras, que solo somos simples sirvientas.

�Si mam�! Respond� obediente

Entramos a la casa, mi madre se dirigi� a sus labores
domesticas y a mi me dejo a cargo de otra se�ora, que era quien delegaba
responsabilidades entre la servidumbre, su nombre: do�a Ana, "como te llamas
mocosa" �me pregunto altanera-

-Rosita

Bien "Rosita" busca en el patio, toallas limpias para el
patr�n, que de seguro, como acaba de llegar, estar� d�ndose un ba�o, en cuanto
grite -�toalla!- corres de volada y se la entregas inmediatamente y te regresas
a lavar el piso de la cocina que esta hecho un asco, �me entendiste? "Si, do�a
Ana �le respond�- r�pidamente me dirig� al patio donde se colocaba la ropa de
los patrones, para que secara con el sol, tome una toalla blanqu�sima, de suave
textura y me dirig� al cuarto de los patrones, para estar al pendiente del grito
del patr�n�

No pase mucho rato cuando escuche - �TOALLA! �

De inmediato me introduje a la recamara de los patrones y
busque donde estar�a el ba�o, localice una puerta de madera, de pronto se abri�
la puerta y emergi� Don Santiago, sacudi�ndose el cabello, completamente desnudo
y escurriendo agua�

�Qui�n eres tu linda?

Rosita-

�Y que haces en mi cuarto?

�Pues no pidi� una toalla? �respond� bajando la mirada, tal
como lo hab�a dicho mi madre

�Por qu� bajas los ojos? - �Nunca has visto un hombre
encuerado? �me pregunto sonriendo, con un gesto que lo hacia sumamente
atractivo.

Si se�or, ya he visto a mis hermanitos encuerados, pero nunca
a un se�or tan grande como usted �respond� con mi peque�a voz de ni�a-

�Qu� edad tienes?

-trece a�os, se�or-

Se acerco a m� con su polla movi�ndose de un lado a otro y
tomando mi carita con su mano me comento:

"Haaa, eres muy bonita, ya te hab�an dicho"

Ese comentario hizo que mis mejillas se ti�eran de un rojo
intenso, lo que provoco una carcajada a Don santiago.

"Pero no te quedes ah� parada, y ay�dame a secarme"

�Tengo que secarlo?

"claro, que no te dijeron"

No se�or, pero no importa como es mi primer d�a, hay muchas
cosas que no se.

"bueno, por esta vez te perdono, pero basta de platica y anda
s�came que estoy empapado y puedo pescar un resfriado.

Tomo una silla y se sent� con las piernas muy abiertas, su
polla blanqu�sima quedo colgando, una espesa mata de vellos la rodeaban y tenia
el glande cubierto por una piel de color rojizo, venas verdosas que la rodeaban
le daban un aire misterioso a ese pedazo de carne, unas diminutas gotas de agua
escurr�an de su polla formando un peque�o charco en el piso de madera.

Me acerque a don Santiago, con nerviosismo, y proced� a secar
su cuerpo que era enorme para mi, lo seque de su torso velludo, brazos y
piernas, sin detenerme en su polla, que colgaba fl�cida, no me atrev�a a abrir
los ojos del miedo, el se dio cuenta y tomando mis manos las acerco a su verga
para secarla bien

"tambi�n de aqu�, peque�a, no tengas miedo que no muerde"

Abr� los ojos al sentir su miembro, que empezaba a
enderezarse a escasos cent�metros de mi cara, el coraz�n me lat�a desbocado,
quer�a correr, escapar de ah�, Don Santiago cerro los ojos, exclamando un
suspiro, su verga ya estaba en completa erecci�n mostrando sus 20 cent�metros en
todo su esplendor y una gruesa gota de baba espesa asomaba temerosa de esa
enorme verga tan gruesa como mi bracito, no pude mas y sal� corriendo
asustad�sima, me detuve en un pasillo oculto y note mi rajita h�meda, me
confund�, no sabia que lo provocaba, el instinto me hizo acercar un dedo a mi
conchita acarici�ndome, ese primer contacto con la intimidad de un hombre,
despert� sensaciones escondidas en mi interior, de pronto deseaba regresar pero
a la vez salir corriendo,

- - Si que estaba confundida- -

Mas tarde cuando el patr�n hab�a salido a checar al ganado,
me dirig� a su recamara, estaba la toalla en la silla, la tome y la acerque a mi
nariz, aspirando el aroma de Don santiago, ese olor a hombre tremendamente
varonil me puso al borde del desmayo, el resto del d�a me la pase ocupada en mis
labores, ya casi hab�a olvidado el incidente con don santiago, al anochecer nos
fuimos a nuestra casa, mi madre me pregunto que tal hab�a estado mi d�a, "bien"
�le respond�- mas noche en mi cama, record� el cuerpo desnudo del patr�n, y lo
imagine con su polla erecta que me ped�a que lo secara, y yo obediente lo
secaba, pero con mis manos acarici�ndolo completo, recorriendo ese cuerpo
esculpido en m�rmol blanco, acariciando mi rajita, que era un delicioso
descubrimiento, a mi mente vinieron las escenas de caballos apare�ndose con las
yeguas, el perro de la casa follandose a la perra del vecino, esas escenas antes
tan indiferentes, cobraron otra dimensi�n, de pronto me imagine a don santiago
follandome, apret� las piernas y los labios de mi vagina reaccionaron
humedeciendo mis muslitos morenos, me dorm� deseando que amaneciera para ver a
don santiago.

Al d�a siguiente, cerca del mediod�a, llego don santiago, sus
botas retumbaban en las escaleras, se dirigi� a su recamara a darse un ba�o,
r�pidamente corr� al patio por una toalla, con el coraz�n latiendo en mi
garganta,

�T O A L L A A A A!

Apenas iba a subir las escaleras, cuando la voz de do�a Ana
me detuvo en seco

"dale la toalla a carmen", carmen era una se�ora ya grande,
"tu ve al jacal�n a traer ma�z para la comida"

No pude evitar sentir una punzada de celos en mi pecho, tome
una canasta y me dirig� al jacal�n, estaba recogiendo el ma�z enfadada, cuando
una voz a mis espaldas me sorprendi� �era Don Santiago, reci�n ba�ado, oliendo a
colonia, guap�simo, con un traje de charro color negro, despidiendo virilidad
por todo su cuerpo.

�Rosita! �te estuve esperando, �porque no subiste?

-Dona Ana, me mando aqu� a llevar ma�z � le respond�

Se meti� al jacal�n cerrando la puerta, qued�ndonos a
semi-oscuras, el coraz�n me lat�a tan r�pido que pens� que me explotar�a.

-Ven, ac�rcate-

Me acerque temblando, mi cara quedaba a la altura de su
abdomen, de lo alto que era, me tomo de la cintura y me subi� a una caja de
madera, quedando a la altura de sus hombros, tomando mi cara, acerco su boca y
me dio un beso, su bigote me hacia cosquillas en mi nariz, meti� sus rasposas
manos dentro de mi desgastado vestido de manta, acariciando mis nalguitas, yo me
retorc�a en sus brazos, deslizo los tirantes de mi vestido y chupo mis diminutos
pezones morenos, que no eran mas que peque�as monta�itas de carne, sent� su
polla dura que me rozaba el cuerpo y de pronto su dedo estaba escarbando en mi
interior, haciendo a un lado mi calzoncito meti� su dedo enorme, acariciando mi
conchita que ya estaba s�per mojadita, saco el dedo y se lo llevo a la boca,
chup�ndolo extasiado.

-�mmmmmmhhhh delicioso! Hueles a nueva, a virgencita-

Me llevo en brazos al pajar, desnud�ndome completa, meti� su
cabeza en mis piernas lamiendo mi infantil cl�toris, atrap�ndolo y succion�ndolo
suavemente provocando que brotara abundante liquido de mi casto y puro interior,
preparando la entrada a ese enorme garrote de carne, que a pesar de mi edad, ya
sabia por experiencia en el campo que los caballos le met�an su enorme polla a
las yeguas.

�hoooo era tan rico! �que no pude reprimir un quejido, �en
verdad lo estaba disfrutando y apenas tenia doce a�os! �met�a su lengua,
separando mis labios vaginales, su lengua rasposa me sacaba litros y litros de
liquido, lubricando mi panochita, su dedo estaba dilatando mi peque�a entrada,
se quito su chaqueta de charro, el pesado cintur�n de piel y la camisa blanca
dej�ndome admirar su fornido cuerpo, tenia el pecho completamente velludo, mi
coraz�n lat�a a mil por hora, dirig� mi mirada a su enorme bulto en los
pantalones que parec�a que reventar�a por la presi�n de su polla, desabrocho su
abultada bragueta, sacando su enorme verga con abundante liquido pre-seminal, me
tomo del cuello y acercando mi cara a su polla, me ordeno:

"m�tela en tu boquita"

Era terriblemente enorme, con gruesas venas rodeando el
tronco, la enorme cabeza en forma de hongo, brillaba por la baba que brotaba, la
puso a la entrada de mi boca, queriendo abrirlos para introducirla en ella,
obediente la abr� y de un golpe la meti� en mi boca, hasta mi garganta,
provoc�ndome arcadas, met�a y sacaba su verga de mi peque�a boquita follandome
con desesperaci�n, tome la verga con ambas manos y por instinto lo empec� a
masturbar, el solo suspiraba agitado cerrando sus hermosos ojos verdes, tomando
mi cabeza con su mano, dirig�a a placer mi mamada, de pronto, la saco de mi boca
-"ya estuvo bueno de mamadas" "Quiero meter mi verga en tu cuevita, ya tienes
edad para ser mujer" me volvi� a tumbar en el pajar, separando mis piernas puso
su verga en la entrada de mi co�ito virgen, meti� su cabeza, sac�ndome un grito
desgarrador, tanto dolor me nublo la vista, tapo mi boca con su mano, y meti�
otro pedazo rompiendo mi virginidad para siempre, dejando mi vagina sin defensa
ante el vigoroso intruso que me part�a en dos y eso que aun no tenia su verga
completamente adentro.

-Rel�jate, lo m�s doloroso ya paso ahora lo vas a disfrutar.

De un fuerte movimiento de cadera, se introdujo completamente
en mi interior, sent� que me mor�a de dolor, detuvo su movimiento, dej�ndome su
pollon dentro de mi, para que mi co�ito se ajustara a su enorme tama�o, sent�a
mi vagina completamente dilatada, rodeando su verga como un ajustado guante de
piel, lentamente la fue sacando hasta la mitad, para de golpe dejarla ir, el
dolor ya no fue tan intenso, pues mi rajita empez� a lubricarse haciendo menos
doloroso el desvirgue, pero su cuerpo tan enorme, me quitaba la respiraci�n, y
aparte su verga dentro de mi, era demasiado para mi infantil humanidad.

-No puedo respirar- solloce

-Ho perdona, peque�a-

Me tomo de la cintura, se giro en si mismo y quede montada
arriba de el, al menos su peso no era problema, pero su verga segu�a dentro de
mi, tomo mis nalguitas con ambas manos y me sub�a y bajaba apretando su pene con
mi propio cuerpo, sent� sus huevos en mi nalguitas, lo tenia completamente
adentro de mi, era incre�ble que tama�o garrote se hubiera metido en mi peque�o
conejito pero yo sent�a que me llegaba al estomago, su rostro estaba rojo de la
excitaci�n, con sus enormes manos acariciaba mis peque�os pezones duros y sigui�
fall�ndome el co�ito, que ya casi no me dol�a y lo empezaba a disfrutar, apoye
mis manos en su pecho y empec� a cabalgar como una amazona, sobre su cuerpo,
metiendo a voluntad su garrote, exprimi�ndoselo por lo ajustado de mi panochita,
arranc�ndole gemidos de placer�mientras a mi mente vino la imagen de una yegua
siendo salvajemente follada por su semental.

-"mmmmmmmhhhhhhhhhhhhhhh hhhhhhhhhhhggggggggggggggggggg"
�uuuhhhhhhhhffffffffffffff ffffffffffffffmmmmmmmm-

-as� peque�a
gggoooooooollllllfittttaaaaaaaaaaaaa aaaaaaaaaaaahhhhhaaaaaaaaaaaaa-

Su pelvis me empujaba con fuerza hacia arriba lim�ndome la
vagina de manera deliciosa, Don santiago mov�a con violencia su cuerpo
introduci�ndome su verga muy profundo, extrayendo grandes cantidades de liquido
de mi rajita reci�n desflorada.

Hhhhhoooooooo, es la
gloorrriiiiiii iiiiiiiiiiiaaaaaaaaahhhaaaaa aaaaaaaaaaaaa, bebe no dejes de
moverte assiiiiiiiiiiii iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii expr�meme los huevos, d�jamelos
secos

As� estuvimos una eternidad, follando como animales, solo se
escuchaba el sonido de mis nalguitas al golpear su poderosa pelvis, que me
levantaba como una mu�eca de trapo�.

Mmmmmmmmmmmhhhhhhhhhhhhhh aaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhh
oooooohhhooooo

Ya termino, te voy a llenar la panochita de mocos, peque�a
puta soy tu primer macho, en verdad estas deliciosa � �ya mero!-

Tomo mas velocidad en sus penetraciones hasta que se puso
r�gido, tenia las venas del cuello saltadas, demostrando el tit�nico esfuerzo
por hacer lo mas profundo posible la cogida�sin importarle que mi vagina ya
estaba en extremo dilatada por lo grueso de su polla, hasta que fue inevitable
su eyaculaci�n.

Toma � toma zorrita, recibe mi
lecccchhhheeeeeeeeeeeeeeeeeeee!

Sent� en mi interior que su verga se expandi� forzando las
paredes de mi peque�a matriz y sent� que escup�a liquido caliente en mi
interior, tanta leche no cab�a en mi vulva infantil y empez� a escurrir por mis
muslos, met� mi mano entre su cuerpo y el m�o, un liquido rojo mezclado con algo
viscoso, me asusto.

"No te espantes, lo que pasa es que eras virgencita, pero yo
me encargue de hacerte mujer, y esa es la prueba de que fuiste follada por un
macho"

Me levante con las piernas tembl�ndome y al ponerme de pie,
enormes cantidades de semen espeso escurr�an por mis muslos llegando hasta mis
rodillas.

-sent�a arder mi panochita-

El se acerco a m� y con su pa�uelo, me limpio mi co�o
desgarrado, pero satisfecho de su primera follada.

"en esta funda, solo entra mi pistola" �"si llego a enterarme
que andas de puta con otro, te mato, tu eres m�a hasta que me de la gana"

�Entendiste?

"si, patr�n"

Sentirme de su propiedad, en lugar de molestarme, me lleno de
orgullo, una peque�a como yo, era del patr�n �de Don Santiago!

Al d�a siguiente me pesco en su cuarto, me avent� en su cama
sin desnudarme, solo bajo mi calzoncito y me puso de perrito, penetr�ndome por
mi cerrado culo, me estuvo cogiendo un largo rato hasta que en medio de fuertes
gemidos me volvi� a inundar de leche.

La enorme sonrisa en su viril rostro se�alaba lo mucho que
hab�a disfrutado el haberme hecho suya de todos mis orificios.

"no hay como nada como cogerse a una hembrita en sus primeros
a�os"-exclamo-

Apenas me estaba reponiendo de mi rajita y ahora era mi
colita la que hab�a sido invadida por la enorme verga del patr�n.

A partir de esos d�as, por unos meses fui la puta del patr�n,
hizo arreglos en la casa para que yo fuera la encargada de las cosas personales
de el, me follaba en su recamara, en el jacal�n, en el campo, incluso en su
ba�era, en verdad que era insaciable, no se si su esposa estaba enterada de
nuestros amor�os, pero me entere que su matrimonio hab�a sido arreglado por sus
padres, que dorm�an en cuartos separados, que el se cojia a las hijas de las
sirvientas y que ella se revolcaba con los trabajadores, mis padres no
reclamaban, sab�an que cualquier muestra de disgusto, significaban unos azotes,
la expulsi�n del rancho o incluso la muerte, as� fue como sal� embarazada a los
diez a�os, mi vientre empez� a crecer, don santiago dejo de buscarme, me pasaron
a otra �rea de la casa, despu�s me entere que se entreten�a con otra ni�a de
doce a�os, pero el recordar que fui due�a de su verga por un tiempo, nadie me lo
pod�a quitar esa satisfacci�n, a los nueve meses fui madre de un hermoso ni�o,
rubio, enorme�.

Le llame Santiago, como su padre.

Me despido con un estribillo de una canci�n muy popular de
"los Tigres del Norte"