Relato: Fin de semana con mi prima y mi t�a I
Mi nombre es Samuel tengo 19 y esta es mi historia, todo empez� a�os atr�s cuando yo ten�a 16.
Mi mam� era viuda por lo que trabajaba para mantenerme, entr� a un trabajo que si bien le daba descansos entre semana, le "com�a" los fines de semana, era hijo �nico por lo que a�n siendo un adolescente era muy consentido, mi mam� talvez cre�a que era algo chico para cuidarme solo (cosa que si pod�a hacer), yo le dec�a que pod�a cuidarme, imaginando las cosas que podr�a hacer estando solo: ver pornograf�a sin impediciones; invitar a algunos amigos y amigas para pasar los d�as y cosas por el estilo. Sin embargo mi madre no lo consider�, en cambio, me ofert� a quedarme con mi tia Adriana, la m�s chica de mis tias y la �nica que viv�a en la misma ciudad: Guadalajara.
Yo no quer�a acceder pero no hab�a m�s opci�n. Unas horas despu�s reflexion�: mi tia es muy amable; soy su sobrino consentido; tengo meses sin verla y; desde la secundaria ella empez� mis deseos sexuales. Recuerdo ue siempre la espiaba, una vez me cach� pero me crey� un santo y que no la estaba espiando.
Fu� con mi madre y le dije que estaba bien, que ir�a con mi tia a pasar los fines de semana, mi mam� habl� con mi t�a y estuvieron de acuerdo, estaba esperando el fin de semana.
Llegu� a la casa de mi tia el viernes en la noche, despu�s de llegar de la prepa, toque la puerta y a los pocos segundos abri� una mujer espectacular, delgada, de tez blanca, 1,60m apr�ximadamente, un trasero que le quita el aliento a cualquiera que lo ve y unos senos grandes (no sab�a si eran b o c); no la reconoc�a, cre� que me hab�a equivocado de casa, me disculpe con ella y empec� a alejarme de la puerta cuando ella me dijo:
-Sobrino, que gracioso, dame un abrazo que llevo mucho sin verte.
Algo dentro de m� me dec�a que ten�a que estar al lado de ella todo el d�a, todos los fines de semana.
Yo: T�a, te cre�ste mi broma, hace tiempo que no nos ve�amos, te extra��.
La abrac� muy fuerte, le d� un gran beso cerca de los labios y me pegu� lo m�s que pude a ella para rosar mi pene a ella, yo med�a en ese entonces 1,70m. Me quizo soltar pero yo le dije que no par�ra, que la extra�aba demasiado y quer�a que el abrazo siguiera, mi pene rosaba en su abdomen pero a�n as� me excitaba. Cerr� la puerta a�n abrazada a m� y la levante con fuerzas diciendole que la quer�a demasiado, todo con tal de que su entrepierna estuviera a la altura de mi pene. Un instinto que no conoc�a en ese entonces. Despu�s la baje pero todav�a abrazados.
Adriana: Samuel, no cre� que me extra�aras tanto, apenas fueron meses.
Yo: Para m� fueron a�os.
Adriana: Mira como has crecido, no eres musculoso pero te ves muy bien, adem�s creciste demasiado, te ves demasiado guapo.
Yo: Mirate tu, a tus 35 a�os te ves precios�sima t�a.
La solt� y me sent� rapido en el sill�n pues estaba erecto y mi pantalon me delataba mucho. Platicamos mucho sobre nuestras vidas y que hab�a pasado en estos meses, ella no ten�a novio, estaba divorciada desde hac�a 7 a�os, se enfoc� en ella y su hija de 17 a�os Paula. No la recordaba, era una chica guapa, parecida a su madre pero con el toque m�s joven.
De repente entr� ella y se sorprendi� de verme.
Adriana: Hablando del rey de roma.
Paula: Samuel, hace tiempo que no te veo, dale un abrazo a tu prima favorita.
Ella creci� demasiado, tez blanca, 1,63m apr�ximadamente, linda sonrisa, copa b y unas nalgotas que no cre�a verdaderas. Mi pene volvi� a estar erecto, por lo que me par� rapido, repet� los pasos como con mi t�a: la abrac�, la levant� y le d� un beso entre los labios y la mejilla.
Platicamos cenamos y me dijo que dormir�a en su cuarto. Despu�s le lleg� una llamada, ella dijo que yo dormir�a con ella, pues ella ten�a una cama matrimonial y Paula una individual, tambi�n me dijo que pod�a dormir en el cuarto de Paula en el suelo, pero yo dine que en la cama.
Nos fuimos a acostarnos y me dijo:
Adriana: Samuel, te voy a pedir un favor, volteate que me voy a cambiar.
Yo le dije que era un muchacho maduro y que no pasaba nada, soy respetuoso y que adem�s no se preocupara, era mi t�a, no tendr�a nada que ver con faltarle el respeto. Sin voltearme me recost� en la cama y saqu� mi celular, como si estuviera haciendo algo. Ella se volteo y se quito por debajo su bracier, despues se quito el pantal�n y se cambi� de blusa, por una de color blanca algo gastada. Talvez ella me crey� un santo para desvestirse en frente m�a. V� todo, tuve a mi t�a desnuda enfrente de m�, disimule mi erecci�n colocando encima el cobertor, por debajo de este me quite quite el pantal�n que ya me apretaba desmasiado, despu�s me quite la camisa quedandome con una camisa de tirantes, todo a prop�sito para estar los m�s desnudo posible junto a ella.
Ella levant� el cobertor y me deseo buenas noches, yo hice lo mismo y le advert� que me mov�a mucho, ella sonri� y dijo que no importaba, a ella tambi�n le pasaba.
Me crecior� de que durmiera para despu�s quitarle el cobertor. Estaba boca abajo, ten�a un trasero enorme, mi pene erect� y empec� a temblar, era de esperarse pues era yo era virgen, de pronto el instinto me traicion� y no me resist� a tocarle el trasero, quite la mano rapido pero me d� cuenta de que no se despert�, v� de nuevo ese trasero perfecto, sin granos ni nada, lo volv� a tocar, ahora con las dos manos, una sobre cada una, las empec� a tocar y mover muy lento, cas� no mov�a las manos, quite una de mis manos y la puse en mi pene, me empec� a masturbar, sin haber empezado bien ella despert� y con los ojos entrecerrados me dijo:
Adriana: Qu� pas�?
Me cubr� con el boxer mi pene y le dije que solo ir�a al ba�o ella se volteo y cay� dormida, de todas formas fu� al ba�o.
Pase por el cuarto de Paula y entr� al ba�o, termine de masturbarme y me limpi�, sal�, cuando pase por el cuarto de Paula escuch� un grito de lo m�s bajo posible, me asuste y me d� cuenta que su puerta solo esta emparejada, abr� con cautela su purta y la v�, se estaba masturbando, me quede viendo un rato hasta que par� y se durmi�. Yo estaba erecto, no pod�a creer todo lo que hab�a visto en este d�a, entre al cuarto de mi t�a que estaba dormida de lado y a�n destapada, me acoste y me apegue lo m�s que pude a ella, como si le diera anal, sin darme cuenta ya estaba pegando mi verga a su trasero, apagu� la luz de la lampara de tocador y segu� pegandome a ella, ten�a una tanga negra que le resaltaba muy bien su trasero, pero solo me acerqu� con el boxer puesto, no me anim� a sacarme el pene de 18cms, en un acto desesperado pas� mi mano a su abdom�n, despu�s subiendo mi mano hasta llegar a sus tetas, la camisa estaba t�n desgastada y vieja que con la poca luz de luna que entraba por la ventana se ve�an perfectamente delineadas, se ve�a su pez�n y un poco m�s tenue su aureola. Llegue a donde el pecho empieza y comenc� a subir mi mano hasta sentir en el centro de la palma su pez�n. Estaba demasiado excitado, segu� rosando mi pene hasta que me vine, eso s�, tard� much�simo en lograrlo, casi no dorm�.
Amanec� y me levant� desayune con ellas y mi t�a, se arregl� para ir a trabajar, me dij� que trabajaba todos los d�as, nos di� un abrazo y un beso que no desaproveche para nada.
Adriana: Paula, cuida a Samuel, es m�s chico, Samuel, cuida a Paula, ella es mujer.
Le prometimos que nos cuidar�amos. Vimos Paula y yo la televisi�n hasta las 5:00pm, despu�s ella me dijo mientras com�amos:
Paula: Y qu� ha sido de t� Samuel?
Yo: Pues nada interesante, solo estudiar y pasarmela con mis amigos. Y qu� ha sido de t�?
Paula: Pues he estado triste pues mi novio cort� conmigo hace tres semanas pero a�n no lo supero.-sus ojos empezaron a humedecerse.
Yo me levante y le dije que poda contar conmigo, le ofrec� un abrazo y ella accedi�, mi pene se levant�, le quit� las lagrimas de la cara y le dije que se anim�ra, le contaba anecdotas graciosas y chistes hasta que se calm�, ya sentados en el sill�n de la sala, despu�s de comer, ella se recost� en m� y me abraz�. Estabamos viendo una pel�cula que se torn� er�tica, estabamos solos, viendo una peli casi porno, estaba prendido. Ella me dijo:
Paula: Has crecido mucho, y eres m�s guapo.
Yo: Gracias, tu tambi�n has crecido mucho y est�s m�s guapa que nunca, -entonces empec� a incitarla- y tu cuerpo se ve super divino, lastima que tus senos son falsos.
Ella me dej� de abrazar y me dijo:
Paula: Claro que no, son reales.
Yo: No lo son.
Paula: Si lo son.
Yo: No.
Paula: S�, c�mo quieres que te lo compruebe.
Yo sonre� y le dije: Tu sabes la respuesta.
Ella se neg�, por lo que yo me negu� a creerle, dur� unos minutos con mi postura bien firme hasta que cedi�. Me ense�o sus tetas perfectas, quize sobrepasarme pero me control�, qued� at�nito.
Yo: Sigo sin creerte.
En un acto desesperado ella m�s enojada que consiente tomo mis manos y las puso en sus hermosos senos.
Paula: Ahora me crees.
Yo mov�a mis manos hasta que ella las quit� y se tap�.
Yo: Te creo ahora.
Estaba tembloroso, exc�tado y con mi pene erecto. Ella se di� cuenta de lo que hiz� y me dijo:
Sj tu viste algo mio yo tengo derecho a ver algo tuyo.
Yo ya muy caliente le pregunte que quer�a ver, y ella volte� a mi pantal�n que no ayudaba en nada a disimular, se ve�a claramente marcado, yo acced� y volte� a ver a mi prima, me ve�a con cara de deseo. Iba a desabrocharme el pantal�n cuando ella me detuvo, dijo que lo quer�a hacer sola.
Paula: C�mo yo s� si tu pene no es falso?
No me import� la estupida pregunta, yo solo quer�a tener sexo.
Paula: Mi novio me dijo que tendr�a sexo conmigo pero me cort�, sigo siendo virgen.
Yo: Paula, yo tambi�n lo soy.
Paula: Pronto cumplir� 18 y quiero una despedida, puedes hacerlo?
Yo: Por supuesto.
Me desabroch� el cintur�n, luego el pantal�n, bajo el cierre y saco mi pene erecto, despu�s me quito toda la ropa que me quedaba, estaba completamente desnudo.
Paula: Es perfecto, mi novio dec�a que ten�a un frenillo corto, investigue acerca de ello y me alegra que tu no tengas esta problema.
Empez� a masajear mi pene lentamente, con movimientos suaves que me prend�an, despu�s aceler� el paso, cuando cre� que no pod�a ser mejor tuve una sensaci�n fria, empez� a chuparme el pene, yo sentado en el sill�n me quite la camisa, a lo que ella prosigui�, se quit� su blusa quedando con un bracier negro y unas mallas que le resaltaban bien el trasero. Sin poderselo decir, me vine en su boca, le pedi disculpas.
Paula: No te preocupes, me gust� su sabor, es m�s dejame limpiarte.
Sigui� chupandome el pene hasta que quedo limpio. Yo me quede sentado en el sill�n asimilando locque estaba pasando. Pero no pasaron ni 5 minutos para que ella se par�ra en frente m�a, se acerc� y subi� al sill�n, incada-sentada arriba de mi, abierta de piernas y en medio las m�as. Comenz� a besarme muy apasionadamente, yo aproveche y puse mis manos en sus nalgas, el hecho de que tuviera mallas y bracier negro me exc�taba a�n m�s. Durante el tiempo que nos besamos tocaba sus mallas, se sent�an redondas, mi pene estaba loco, mi prima se di� cuenta y se hiz� un poco hacia adelante para que su trasero y su vagina rosaran con mi pene, al mismo tiempo sus senos estaban en mi cara, estaba en el para�so. Empec� a lamerlos y besarlos hasta que quite mis manos de su trasero y ponerlas en su espalda, le desabroch� el sost�n y v� sus pezones erectos. Los bes� los acarici� y mi lengua daba vueltas en ellos. Ella empezaba a gemir en un tono muy bajo.
Yo: No lo hago bien?
Paula: Lo haces de maravilla pero no se si te agraden mis gemidos.
Yo: Es broma? Tu puedes gemir sin reproches, eso me exc�ta.
Le segu� lamiendo las tetas mientras mis manos bajaban suve y lentamente por su espalda hasta llegar a sus mallas, las tom� y las fu� bajando poco a poco, las baj� hasta las rodillas.
Paula: Mis mallas estorban demasiado no crees?
Entonces se par� para quitarse las mallas, dejando ver una tanga negra que me dej� loco. Rapidamente se volvi� a incar sobre mi en el sill�n, yo completamente desnudo.
Paula: Es la primera vez que ves una vagina sin ser una imagen?
Yo: No
Paula: Ya has tenido sexo antes?
Yo: No, te v� masturbandote hoy en la madrugada.
Ella dej� de besarme y se enoj�, pero luego me dijo:
Paula: Pues desde ahora no hay necesidad de mendigar, porque estoy dispuesta a quitarte las ganas.
Se levant�, se volteo y lentamente se agach� para quitarse la �ltima prenda que le quedaba, con su culo volteando hacia m� y ella quitandose la tanga me empec� a masturbar, ella me vi� y dijo:
Paula: Es una las tima que los dos nos masturbemos solos.
Se volvi� a incar encima de m� y puso sus tetas en mi cara. Las empec� a lamer, sus gemidos aumentaban de tono, no nos import� si alarmabamos a los vecinos.
Paula: Hazme tuyo, metemela.
Yo mov� pene y lo introduje en su vagina, lentamente era introducido en su vagina. Entre gemidos ella dec�a que le dol�a, m�s era un dolor placentero. De repente sali� sangre de su vagina.
Paula: El himen.
La tom� por las nalgas mientras besaba sus senos y la empec� a levantar, ella gritaba de placer, me deten�a de vez en cuando para descansar y durar m�s, pasados un par de m�nutos ella se vino, mojandome a m� y al sill�n, solt� un grit� que me pon�a m�s y m�s caliente, con una cara de placer encorv� su espalda por lo que aproveche a besarla en la boca, besos cada vez m�s y m�s apasionados, tanto que despu�s solo interven�an nuestras lenguas, pasaron los minutos hasta que ya estaba en mi punto.
Yo: Quitate, me voy a venir.
Paula: Vente en m�, en la prepa nos regalaron anticonceptivos, conf�a en m�.
En el transcurso de la relaci�n sexual est� fue transformandose: De tranquila a deliberada y salvaje, y de respetuosa a descarada y blasfema. Ya no ten�amos pudor, bien pudimos haberlo hecho con las cortinas abiertas.
Lleg� el momento, solte mi sem�n en su vagina no virgen hasta hace una media hora. Al igual que ella, solt� un suspiro de alivio y placer.
A pesar de que yo ya hab�a eyaculado ella segu�a moviendose.
Despu�s fu� al ba�o para asearme, un par de minutos despu�s entr� ella, nos estabamos aseando cuando ella dijo:
Paula: Hay que asearnos el uno al otro, mira yo comienzo con tu pecho y tu hazlo con el mio.
Yo: Pero solo hay una esponja.
Paula: Pues enjabona tus manos y pasalas por mi cuerpo.
Yo enjabonaba sus enormes pechos, despu�s su estomago y luego su vagina.
Yo: No usar� las manos.
Saqu� la lengua y empec� a hacerle el sexo oral no par� hasta que se vino, segu� con sus nalgas tocandolas y metiendo la lengua y los dedos en su culo, se lo dilat�.
Yo: Puedo hacerte un anal?
Paula: Ahora no.
Ella sigui� los mismos pasos que yo segu�, de hecho ella tampoco uso la esponja, termin� en mi pene, donde tom� shampoo y lo unt�, lo masturb� y se mont�.
Terminamos el ba�o pegados por placer, nos separamos para secarnos y continu� montandose, me vine en ella.
Yo: Por favor quedate encima m�a unos minutos, quiero sentir mi pene dentro hasta que se contraiga.
Paula: Lo har� solo porque eres mi primo favorito, me gustas.
Estaba parado en el ba�o cargandola como beb�, ella abrazandome, yo segu�a exc�tado, ella volte� y me dijo:
Paula: Aqu� no es muy comodo, llevame a mi cuarto.
Yo: Tengo una mejor idea, al cuarto de tu mam�, su cama es matrimonial.
Ella cedi� y yo a�n erecto la cargue con mi verga adentro como si ella fuera una ni�a peque�a, solo que con el factor de que la estaba penetrando, nos acostamos, yo primero y ella arriba de m�.
Ya solo nos besabamos y nos abrazabamos, la erecci�n no pasaba. Minutos despu�s ella cay� rendida en un profundo sue�o, yo aun erecto segu�a sosteniendola de las nalgas para que no cayera, sin embargo ca� en un profundo sue�o.
Sent� el peor dolor de todos, Paula se resbal� de encima de m� al lado contrario a la direcci�n de mi pene, el grito levant� a Paula de un susto, pero lo que nos asust� fue el grito de otra persona m�s. Vimos a Adriana, mi t�a que se estaba masturbando viendonos a nosotros, rapidamente me cubr� el pene y Paula todo su cuerpo,
Adriana a su vez cambi� su cara de placer a enojo y se cubri� la vagina muy bien depilada.
Muy temblorosa nos dio un serm�n de que eramos primos y cosas por el estilo, cuando Paula cuestiono el por qu� mi t�a se estaba masturbando viendonos.
Adriana: Pero yo soy mayor, conmigo es diferente, Samuel, le dir� a tu madre lo ocurrido... a menos que los dos cumpl�n un castigo.
Los dos nos descorcentamos.
Adriana: Solo hagan lo que les digo,Samuel, levantate, y parate en frente de m�.
Iba por mi ropa cuando me detuvo.
Adriana: Sin ella.
Ella empez� a quitarse la ropa.
Adriana: Quiero saber que hicieron.
Ya en lencer�a la sent� sobre m� y la empec� a besar, luego ella me empez� a chupar mi miembro, despu�s se nos uni� Paula.
Luego, ya desnuda, me dijo mi t�a que me la cogiera, me vine en ella, descans� un momento y dej� que ellas se besar�n.
Me estaba cogiendo a mi prima y a mi t�a. Me levante y tom� a mi prima que estaba en cuatro le met� el pene en su culo ya antes dilatado. Ella grit� pero continu� me vine dentro de ella, despu�s mi t�a se mont� en m� me vine otra vez en ella.
Adriana se vin� tambi�n.
Adriana: Despu�s que hicieron?
Yo: Nos dormimos pegados.
Entonces me quedar� encima de t�. La sostuve de su enorme trasero para que no se cayera mientras me besaba, Paula por su parte, lam�a mi pene y la vagina de su mam� al mismo tiempo al final baj� de m� y nos quedamos dormidos.
Desde que me quedo los fines de semana con ellas, todo el d�a se basa en sexo, dormimos los tres juntos hacemos nuevas posiciones y satisfaceomos nuestras fantas�as. Ellas aseguran que se volvieron bisexuales y que a veces tienen relaciones.
Lo mejor es que la historia es veridica, si alguien ley� este relato y le gust�, est� es la primera parte de muchas anecdotas con ellas.