Elsa y Juan � Parte IV
El peque�o hidro sobrevol� la isla dando a sus dos pasajeros
una panor�mica de la misma. Era un t�pico atol�n con muchas palmeras y la
tambi�n t�pica vegetaci�n. Ten�a una �nica casa, con un bien cuidado jard�n y un
peque�o embarcadero. Juan hac�a fotos con su c�mara digital..
El hidro ameris� y se dirigi� lentamente al embarcadero.
Desembarcaron y les esperaba un hombre de unos cincuenta y tantos a�os con
aspecto de "gentleman" ingl�s de la �poca victoriana.
- Mrs. and Mr. Hern�ndez, bienvenidos a Kwae Loo Island� (1)
Soy James McDonell� director del sector oeste de Pacific Ocean Paradise. (1)
(1) Nombres ficticios.
Les ense�� el bungalow y les present� una chica muy guapa de
piel canela con rasgos orientales. Se llamaba Jane y hablaba espa�ol. Era hija
de padre espa�ol y madre filipina. Estar�a disponible las 24 horas si hiciera
falta. Sus aposentos eran en la parte trasera del bungalow, totalmente aislados
y con entrada independiente. Su cometido era mantener todo limpio, cocinar y
atenderles.
� Esta es Jane, vuestra azafata. Pod�is pedirle todo lo que
haga falta, a la hora que sea. Ella no pasar� de los l�mites de la casa sin
permiso. Por tanto la privacidad en la playa es total. La comida o alguna bebida
pueden ser servidas en la playa si lo dese�is. Les dejo un par de walkie-talkies
para que teng�is un contacto permanente con ella. Jane es tambi�n nadadora
salvadora, socorrista y puede acompa�arles a una visita a los corales en el
barco. Hay equipos para bucear y est�n mantenidos seg�n las m�s rigurosas normas
de seguridad. Solo les pido que no lo hag�is sin Jane. No hay tiburones en esta
zona, pero ella debe estar presente siempre que os alej�is de la playa m�s de 30
metros. Ten�is un tel�fono que trabaja por sat�lite. Aqu� est� mi tarjeta; este
es el tel�fono directo a mi despacho y este es mi m�vil, para contactos urgentes
entre las 17:00 y las 09:00. Este ordenador dispone de una conexi�n gratis a
Internet las 24 horas. Para manejarlo, Jane les dar� la necesaria asistencia.
�Alguna duda? � Est�bamos alucinados con la eficiencia del sistema. � No, todo
muy claro, gracias. � Bueno, en ese caso, buenas vacaciones. Si por alg�n motivo
Jane no fuera de vuestro agrado la cambiar�amos en menos de 24 horas. � Elsa
contest�: - No creo que eso ocurra, en todo caso, muchas gracias una vez m�s.
El hidro despeg� con el manager. Jane sonri� y se ofreci�
para ayudar en lo que hiciera falta. Elsa le dijo que les gustar�a comer a las
dos y cenar a las diez. Todas las comidas deber�an ser poco condimentadas,
bastante pescado, ensaladas, frutos tropicales principalmente papaya y que no
hac�a falta preguntar nada en cuanto a los men�s. Comer�an lo que les sirviera y
en caso de que hubiera que cambiar algo Elsa se lo dir�a. Ah... los desayunos a
estilo brit�nico. � �Jane, hay culebras en la isla? � Jane sonri�. Era una chica
muy dulce y agradable. � Todos me preguntan lo mismo. Bueno se�ora, no les
aconsejo a que vayan a la zona de vegetaci�n m�s densa sin pantalones largos y
sin zapatos cerrados. En cuanto al per�metro de la casa y jard�n, les garantizo
que no hay problemas. Tenemos dispositivos electr�nicos que emiten ultrasonidos
a ciertos intervalos de tiempo. Las culebras no los aguantan y ni se acercan. De
todas formas las que hay no son venenosas. Tampoco hay ning�n problema en la
playa. La barrera de corales no permite que los tiburones se acerquen. Les
aconsejo a que se ba�en con zapatillas de pl�stico puestas. Son muy c�modas. Las
tenemos de todas las tallas y evitan que se hagan da�o si pisan alg�n erizo u
algo que pueda hacer da�o. � Eran las doce del medio d�a. � Bueno, si no les
hago falta me retiro para empezar a preparar la comida. Me llevo un
walkie-talkie. Este queda aqu�. Yo me encargo de mantener las bater�as en
condiciones para que est�n siempre operativos. La comida es preparada en la
parte de la casa destinada al servicio. Despu�s la traigo pasando por esta
puerta. Solo puede ser abierta desde aqu�, con lo cual, es como si no existiera.
� La abri� y realmente del otro lado era totalmente lisa. � Vale Jane, muchas
gracias. Puedes venir a las dos y no hace falta avisar ni pedir permiso para
entrar. Te estaremos esperando.
- Cari�o te has gastado un past�n. Esto es una pasada. Y la
decoraci�n ni te digo nada. Maderas buenas, muebles de calidad... Ni una l�mina,
los cuadros todos pintados, estamos en el para�so. � Mi amor, no es todos los
d�as que una madre tiene la oportunidad de ir en luna de miel... con su hijo.
Afortunadamente podemos darnos a ese lujo. S�... fue muy caro pero ten�a que
ser. �Te imaginas haci�ndonos "respiraci�n boca a boca" en Bangkok en los
jardines del Palacio Real y encontrarnos cara a cara con alg�n conocido? � Juan
empez� con la "respiraci�n boca a boca". � Es cierto cari�o. Cuando tenga mi
primer contrato de trabajo invito yo para que lo celebremos. �Nos duchamos
juntos? � Elsa empez� a desnudarlo y �l a ella. � S�, c�mo no. Despu�s de la
ducha a�n tenemos tiempo para... descansar un poquito, por decirlo de alguna
manera.
Terminada la ducha, Juan la llev� en brazos como
habitualmente y le dio un buen masaje, esta vez sin interrupciones
libidinosas... o casi. Despu�s la puso boca abajo y empez� a lamerle el culito
penetr�ndolo muy despacio con la lengua. � Veo que est� con muchas ganas de
desvirgarme, cari�o. � Juan le dio la vuelta y empez� a besarla ya darle
mordiscos en el labio inferior. - �E tu... No quieres que tu querido hijito te
coma ese precioso culito, mama? No creo que en este mundo haya mujer m�s linda,
m�s completa... hasta el culito lo tienes precioso, mi amor. Si... quiero
com�rtelo, penetrarte por ah�, no quiero hacerte da�o, quiero hacerlo de una
forma muy progresiva y placentera. Dime que me amas. Dime que quieres que t�
folle el culito... p�demelo. - Elsa estaba mojad�sima. � S�, cari�o, te adoro.
Tienes que comerme toda. Quiero que me folles el culito. Es todo tuyo. Pero
ahora antes de la comida no hay tiempo. Ser� una cosa complicada y tardaremos
bastante. Ahora lo que quiero es comerte a ti, que te corras todo en mi boca,
quiero beber cada gota de tus jugos de amor, tu lechecita tan sabrosa... quiero
que me chupes y me bebas toda... quiero sentir las deliciosas caricias de tu
lengua en el cl�toris. � Mientras lo dec�a se dio la vuelta y empezaron el
primer sesenta y nueve de su luna de miel en Kwae Loo. No tardaron mucho en
correrse. Despu�s pusieron el despertador para las 13:45. ten�an tan solo
cincuenta minutos para descansar, pero a�n as� fue delicioso. Se durmieron
enseguida, fundidos en un abrazo que les hac�a sentir que eran un solo cuerpo.
La felicidad y la sensaci�n de paz era total. Lo dif�cil fue levantarse, lavarse
y vestirse, pero a las dos estaban en la sala cuando entr� Jane con la comida.
Les dej� una entrada de ensalada mixta con anacardos, frutos
tropicales varios y queso parmesano autentico; de segundo, un pescado delicioso
a la parrilla, algo semejante a la dorada y despu�s una selecci�n de quesos
franceses e italianos, adem�s de una bandeja de frutos tropicales de varios
tipos y dos dulces muy sabrosos, en que solo fueron capaces de identificar que
ten�a coco. Estaba todo delicioso.
- Cocinas muy bien, Jane. �Sabes hacer curry? � La chica
sonri� agradecida. � Muchas gracias se�ora. Si, lo s� hacer, pero ahora mismo no
tengo aqu� las especias que me hacen falta. Lamo a la oficina y me las traen en
la pr�xima vez que vengan a traernos cosas... creo que dentro de tres d�as. �O
lo quiere para ma�ana? � Elsa contest�: - No. Ni hablar. Cuando puedas y sin
prisas. Eso s�, para la comida, que eso es muy pesado para por la noche. � Esta
tarde montar� el toldo en la playa para ustedes. Lo ten�amos quitado porque hubo
una tormenta fuerte anteayer... �Si no es molestar demasiado podr�a usted venir
conmigo para decirme a d�nde lo quiere? � Eso lo dejo a tu criterio, Jane. Cerca
de la casa, a no m�s de doscientos metros y no muy lejos del agua. � Jane hizo
c�mo una discreta venia. � A sus �rdenes se�ora. �Los se�ores desean algo m�s? �
Nada Jane. Puedes ir a descansar. Gracias por todo. � De nada. Es un placer
atenderles, se�ores. Hasta luego. � Y sali�.
- Juan, querido... �Quieres venir con mami a dar una vuelta
por la isla? Hay que hacer ejercicio... no, no pongas esa expresi�n tan
p�cara... quiero decir ejercicio, no sexo. Eso para m�s tarde. Despu�s te
prometo que estrenamos el gel... � �l se re�a con gusto. - �Qu� libidinosa eres!
En Madrid, todo el mundo hasta el empleado de la cafeter�a sab�a que �ramos
amantes, ahora soy yo el que solo piensa en sexo. Tienes que dominar tu
imaginaci�n, mama. Vale pong�monos los zapatos cerrados y los pantalones largos.
�A visitar a las culebras!
La isla era m�s extensa que lo que parec�a cuando la vieron
desde el avi�n. La temperatura era de unos 28 grados. Se manten�a pr�cticamente
constante durante todo el a�o, con per�odos de lluvia intensa cuando hab�a
tormenta, lo que nunca duraba m�s de dos horas y tampoco ocurr�a a menudo.
- Mira qu� formaci�n de rocas m�s curiosa. Te quiero hacer
una foto desnuda sobre ella. � Elsa iba a protestar... - Si, desnuda... no veo
que problema tienes, es la ventaja de tener una c�mara digital. La paso para el
port�til, a una carpeta codificada y es solo para nosotros, nadie m�s la ver�.
Vamos me desnudo y quedamos los dos. � sac� un peque�o tr�pode del bolso que
llevaba y prepar� el dispositivo autom�tico. Era la primera vez que se
fotografiaban desnudos.
Despu�s, tendieron una toalla en la arena, a la sombra de la
roca y se besaron apasionadamente. Juan meti� la mano en el bolso y sac� el gel.
- �Pero hijo... aqu�? � �l le gui�� el ojo e hizo que s� con la cabeza. �
Tranquila, querida. Solo quiero empezar a abrirte un poquito con los dedos.
Tardar�s algunos d�as en estar preparada. Hay que dilatarte antes de intentarlo
y eso tarda tiempo. � Elsa lo miraba incr�dulo. - Pensaba que no ten�as
experiencia... �C�mo sabes esas cosas? � La web... la red de las redes... Hace
mucho que deseaba hacerlo contigo, mama... Le� todo lo que he podido en
Internet. Desde p�ginas de gays hasta confesiones de gente que lo practica. No
te har� ning�n da�o, querida.
Juan la ayud� a acostarse de lado con las piernas dobladas
como si estuviera de cuclillas. Se acost� tambi�n de lado detr�s de ella. Empez�
a acariciarla con mucho cari�o, lami�ndole la oreja, y murmur�ndole palabras de
amor. Con la mano derecha cogi� una buena cantidad de gel y empez� a acariciarle
el ano. � Elsa, cari�o, si te hago da�o me lo dices luego. Intenta relajar el
culito. � Lentamente introdujo el dedo muy despacito. Antes se hab�a cortado y
limado las u�as. Met�a y sacaba el dedo muy despacio y lo rotaba a la vez. - �Te
hago da�o, mi amor? � Elsa gem�a bajito y se mov�a al mismo ritmo. - �Oh no,
hijito! Lo que disfruto... sigue, no pares... �Ohhhh! � De su vagina manaba un
r�o de placer. Juan sent�a el aroma almiscarado de su estado de excitaci�n. Le
introdujo el pene muy despacio en la vagina sin dejar de masajearle el ano.
Sinti� el anillo de su esf�nter y continu� muy despacio a introducir el dedo. -
�Ahhh! Me corro toda cari�o... Quiero sentirme inundada de ti, mi amor. � Juan
no aguant� m�s y se corri� c�mo un toro. Sin embargo su dedo segu�a haciendo su
labor. Elsa ten�a el esf�nter ya bastante dilatado. Juan lentamente sac� el dedo
del todo y volvi� a introduc�rselo. Ella se movi� un poco pero pr�cticamente no
le hac�a da�o. � Por ahora basta, mama... hay que dejarlo reposar y
recomponerse. � ella protest�. � �Juan, no quieres intentarlo ahora? � No mi
amor, hasta que no te meta dos dedos sin hacerte da�o no me arriesgo. Si te hago
da�o la primera vez no vuelves a relajarte y quiero que lo disfrutemos toda la
vida. Y si acaso no te gusta, no volveremos a hacerlo. - �Que amor de hombre
eres! Tan detallista, siempre poni�ndome a m� en primer lugar... �C�mo podr�a no
amarte tanto! Pero descuida que me gustar� much�simo... por mi placer y por el
que te voy a dar.
Se pusieron la ropa despu�s de lavarse con las toallitas
higi�nicas, las metieron el una bolsa pl�stica y se fueron a casa muy felices.
M�s tarde se ba�aron en la playa, fueron a ver la puesta del
sol, cenaron, vieron un poco la televisi�n y por la noche cenaron. Esta vez era
carne, tambi�n a la plancha con pur� de batatas y de nabos al estilo escoc�s. �
Jane, en cuanto al desayuno, no te preocupes. Me dejas las cosas en el
frigor�fico, una sart�n y aceite, de oliva a ser posible que yo me encargo de
ello. Es que no s� a que hora nos levantamos. � Lo que usted diga se�ora, pero
si quiere me pude llamar por el walkie-talkie cu�ndo se despierte y en quince
minutos lo tiene en la mesa. � Vale, hacemos c�mo dices. Hasta ma�ana.
Despu�s salieron a dar una vuelta por la playa bajo la luna y
finalmente se acostaron.
... Sigue...