Relato: A la Fuerza
Nota:
Si te ofendes por descripciones expl�citas de sexo o
del cuerpo humano, si es ilegal en tu pa�s, si eres menor de edad seg�n la ley
de tu pa�s, o si alguien piensa que t� podr�as divertirte demasiado leyendo
esto, para ahora y borra el texto de tu ordenador. Esto es puramente un
trabajo de ficci�n, con todos los caracteres y acciones descritas por m�
procedentes de mi imaginaci�n. Como trabajo de ficci�n que es, no indica
acuerdo o aprobaci�n de las actividades o acciones descritas.
Los personajes y los hechos aqu� relatados son pura fantas�a
y no reales. El autor en ning�n caso admite ni est� de acuerdo con las
relaciones sexuales forzadas.
Participantes: 1h 1m
Acciones descritas: Hetero, Sexo con adolescentes, Incesto,
Sexo oral
Nivel de consentimiento: Reacio.
Relaci�n personajes: Hermanos.
A LA FUERZA...
Cuando sucedi� esto yo acababa de cumplir los 19 a�os y ya
hab�a superado mi mayor�a de edad, por el contrario, mi hermana Sandra, estaba
ya pr�xima a alcanzarla, aunque a la vista de todos ella era toda una mujer.
Ten�a diecisiete a�os, era morena, pelo corto y para su edad su cuerpo era
precioso, con un culo resping�n y peque�as tetitas con grandes y puntiagudos
pezones. Su cara, con sus ojos oscuros y su boca sensual, produc�a morbo y la
hac�a parecer una viciosa. Ella lo sab�a, y por ese motivo siempre procuraba
mostrarse atractiva y sugerente.
Estaba en esa edad en la que lo que m�s le interesaba era
excitar a los chicos. Por este motivo, siempre sal�a vestida con ropa muy
ajustada, minifaldas, medias, vaqueros, tops, y botas, lo cual a m� me pon�a a
100. Por supuesto ella a m� me ve�a como a un chico atractivo (supongo), al
menos eso dec�a ella cuando me vest�a para salir por las noches. Por todo ello,
en casa ella sol�a vestir, tal vez sin querer, de forma excitante.
Se notaba que ella pretend�a excitarme a m�, al menos eso me
daba a entender con su comportamiento, porque en m�s de una ocasi�n iba a mi
cuarto a preguntarme algo, y tan s�lo llevaba puestas unas braguitas y una
camiseta sin mangas que marcaba sus pezones erectos. A veces, incluso hac�a como
que se le ca�a algo y se agachaba a recogerlo de forma que me ofrec�a una buena
vista de su culo, cubierto por sus braguitas, lo que hac�a que mi polla se
pusiera dura, cosa que seguro ella notaba.
En una ocasi�n, estando yo en el ba�o, ella entr� y como el
espacio era reducido paso delante de m� frotando su culo con mi bulto. Despu�s,
ella baj� ligeramente sus bragas y se puso a orinar ante mi mirada de asombro
como si fuera lo m�s normal del mundo.
En otra ocasi�n, en que ella sal�a del ba�o despu�s de
ducharse cubierta s�lo con una toalla, me la cruce en el pasillo y ella simul�
como que se le ca�a la toalla, de forma que pude ver su espalda y su culo. Todo
sucedi� muy r�pido, por lo que apenas pude fijarme, pero la visi�n de su cuerpo
moreno y el blanco de la piel de su culo, fue suficiente para ponerme otra vez
caliente.
Todo esto me obligaba a masturbarme pensando en ella, estaba
totalmente obsesionado con su cuerpo, la imaginaba con su cara de viciosa
chupando mi polla. Deseaba follarla, penetrarla, poseerla, sab�a que mis
pensamientos no eran buenos, al menos por mi educaci�n sab�a que la relaci�n
entre hermanos no estaba bien vista, y a m� incluso a veces me parec�a
desagradable pensar en ello, pero me ten�a cegado por el deseo, aunque ella no
se diera cuenta. �O tal vez s�?.
Algunos d�as, Sandra se pon�a unas mallas ajustadas, sus
zapatillas de deporte y hac�a aer�bic en su cuarto. Yo me escond�a detr�s de la
puerta y me masturbaba vi�ndola sudar. Lo que yo no sab�a, y me enter� despu�s,
era que ella ten�a un espejo orientado de forma que pod�a ver qui�n estaba en la
puerta. El d�a que sucedi� lo que cuento, ella hab�a estado haciendo aer�bic y
yo me hab�a hecho una paja vi�ndola. Despu�s, me fui a mi cuarto a estudiar,
aunque no pod�a quitarme a Sandra de la cabeza.
A la media hora ella apareci� en la puerta de mi cuarto
completamente sudada y yo me qued� como ido mir�ndola. Me estaba hablando
mientras se quitaba las mallas y se quedaba en ropa interior, su cuerpo brillaba
por el sudor y su pelo estaba h�medo. La vista de su cuerpo ba�ado por el sudor
y en ropa interior, con sus zapatillas de deporte, me hizo perder la noci�n de
la realidad: " tengo que follarla, � tengo que follarla !... ", esos eran mis
pensamientos.
Yo no me hab�a dado cuenta de que me estaba hablando, pues me
cegaba el deseo...
Eh s�,�claro... claro - respond� yo.
�Qu� te pasa? �Por qu� me miras as�?- volvi� a preguntar
ella.
Veras Sandra - dije yo sin casi darme cuenta y obsesionado
con la vista de su cuerpo - �tendr�as que hacer algo por m�.- dije mientras
cerraba la puerta de un golpe.
�Qu� quieres que haga?
Quiero follar contigo - solt� de golpe.
�T� eres idiota! - Grit� ella, empuj�ndome para llegar a la
puerta.
La agarr� por los hombros, la tir� sobre la cama, y me
coloqu� encima sujetando sus brazos.
Yo intentaba besarla, pero ella cerraba su boca con fuerza y
giraba la cabeza. Presa de su enfado lleg� incluso a escupirme:
Eso es, hazlo m�s excitante, escupe. - le suger�
entusiasmado.
�Eres un cerdo! Suelta o grito..
Grita, grita. No hay nadie �recuerdas?
Hab�a conseguido levantar su sujetador y estaba chupando uno
de sus pezones sudados. Esto lo aprovech� ella para empujarme y escapar de mi
agarre, corriendo hacia la puerta. Yo sal� detr�s de ella y la empuj� contra la
pared, sujetando sus brazos en alto. Imagin�rosla, sudando, en zapatillas de
deporte, con su sujetador a medio quitar, sus bragas blancas de algod�n con
encajes y apoyada en la pared con los brazos en alto, �no es una imagen
excitante?...
�D�jame salir!, para ya... - exclam� enfadada.
�Te gustan las pollas? - le pregunt� sin hacer caso a su
enfado.
La obligu� a ponerse de rodillas sujetando su cabeza,
mientras con una mano sacaba mi polla de mi slip.
Ella cerraba su boca mientras yo frotaba mi polla por toda su
cara sudorosa.
Volvi� a soltarse y corri� al lado de la cama, gateando como
le fue posible y ofreci�ndome una visi�n excitante de sus nalgas, pegadas a sus
bragas por el sudor. Al llegar a la cama se levant�:
�Basta ya! Eres un hijo de puta, �somos hermanos! - me
espet�.
As� es m�s excitante, �verdad?
�Est�s loco? Se lo dir� a pap�.
�C�mo explicar�as el estar en ropa interior en mi cuarto?.
Adem�s, esto es lo que tu quer�as �no?
�Pero que dices? - pregunt� m�s confundida que extra�ada.
Me has estado calentando durante los �ltimos d�as, buscabas
esto, quer�as follar, no lo niegues. - le respond�.
No seas cr�o, �c�mo voy a querer eso de mi hermano?. -
Sandra hizo una pausa y continu� hablando - Puede que halla estado un poco m�s
provocativa de lo normal, - reconoci� - �pero solo quer�a ver tu reacci�n.
Pues aqu� la tienes. Eres una zorrita viciosa hermanita y
quieres mi polla �no es cierto? - insist�.
Ella me dio un guantazo, al que yo respond� con otro
empuj�ndola de nuevo a la cama. Me ech� sobre ella bes�ndola por todas partes
mientras gritaba. Baj� mi mano y toque su co�o a trav�s de sus braguitas, que
estaban h�medas, no s� si del sudor o de la excitaci�n que ella negaba.
Tir� de sus bragas con fuerza y escuch� el sonido de la tela
al rasgarse. Al siguiente tir�n, sus bragas salieron cogidas por mi mano y se
las coloqu� sobre su cara:
Ella segu�a resisti�ndose y golpeando con sus manos, pero
pronto sus fuerzas comenzaron a flaquear y pareci� calmarse. Se qued� quieta,
sobre la cama, con sus bragas sobre la cara y llorando. Yo aprovech� esta
oportunidad para bajar a besarle su co�o. Era precioso, y tan solo ten�a una
ligera mata de pelo oscuro. Sin apenas esfuerzo, pues ya estaba agotada, separ�
sus piernas y pude verlo en toda su grandeza, brillando por la humedad. Separ�
los labios de su vulva y comenc� a recorrerlo de arriba abajo con mi lengua,
para despu�s penetrarla con ella.
Hab�a dejado de llorar, y su respiraci�n comenz� a hacerse
m�s agitada a�n de lo que ya estaba, alcanc� a escuchar un leve gemido, que
pronto aument� de volumen, al tiempo que ella agarraba mi cabeza y la presionaba
fuertemente contra su sexo.
En un momento que pude librarme de sus manos, levant� la
cabeza y pude ver que ten�a en la boca sus bragas y las estaba mordiendo del
placer que sent�a. Agarr� mi cabeza y tir� de m� hacia ella, entonces me bes�.
Fue un beso h�medo, con toda su lengua dentro:
��J�deme!!, ��F�llame!! - me orden� mir�ndome fijamente -
�ahora mismo Jaime, te quiero dentro de m�...
�No dec�as que no quer�as?- pregunt� con gran sorpresa.
�Siempre lo he deseado! - replic�.
Pues antes tendr�s que comerte mi polla... - le propuse
aprovechando la situaci�n.
�D�mela ya!...�Vamos!... - insisti� impaciente.
Me sent� sobre sus pechos, de forma que mi polla quedara a la
altura de su boca y ella empez� a darle lametazos hasta que se la meti� toda
dentro. Sus movimientos de succi�n casi me hicieron correrme, pero yo se lo
imped� sujet�ndole la cabeza.
�Qu� zorra eres hermana! Y pensar que no quer�as...
Te he visto pajearte mir�ndome, he visto como agarrabas tu
polla mene�ndola, y siempre dese� tenerla dentro, chuparla, cogerla con mis
manos... de veras,... me pon�as cachonda... - reconoci� ella.
�Y por qu� te resististe? - inquir� yo.
�Qu� quer�as?, �Que me dejara y pareciera que era una chica
f�cil?... adem�s, me encanta que me fuerces... - admiti� Sandra - �m�tela de
una vez!...
Su respuesta me calent� a�n m�s de lo que ya estaba, y
cogi�ndola tir� fuertemente de ella y le di violentamente la vuelta en la cama,
ella grit� al tiempo que yo la penetraba en su co�o desde atr�s de un solo
golpe. No se como, pero as� fue, acert� a la primera y la polla entr� como una
espada en su vaina. Ella comenz� a mover las caderas con furia, golpe�ndome con
sus nalgas. Agarr� su pelo y tir� de su cabeza hacia atr�s, para besarla
mientras la follaba.
Pasado un rato as�, me ech� sobre la cama y le ped� que se
colocara encima. Realmente casi no hizo falta dec�rselo, pues ella se coloc�
sobre m� y se la meti� r�pidamente, como toda una experta, dej�ndome asombrado.
Cabalgaba maravillosamente, moviendo sus caderas y saltando sobre m�:
�Gr�tame!, �Dime guarradas!, Me encanta... - me exig�a ella
ante mi asombro.
�Mu�vete zorra asquerosa! ��Si�ntela dentro! - la incitaba
yo haciendo caso a sus peticiones.
�M�s,... m�s! �Sigue!...�Ins�ltame!...- Insist�a, mientras
pellizcaba sus pezones y tiraba de ellos...
Aquello era nuevo para m�, mi hermana parec�a otra, o tal vez
se hab�a quitado la careta de modosita y ahora estaba mostrando su verdadero yo.
La empuj� tir�ndola sobre la cama y me coloqu� sentado casi
sobre su cabeza, que agarr� y coloqu� con mi polla golpeando sus labios:
�Ch�pala!...�mamona! ��Calientapollas!...�te voy a ahogar
con mi leche!...
Mmm... s�s�... s�. Quiero tu leche, tu esperma, ll�name
toda la boca... - sollozaba.
Empez� a chupar mi polla, con tal fuerza que cre� que me la
iba a arrancar. Ante tal situaci�n no aguant� mucho, as� que sac�ndola de la
boca agarr� su cabeza por los pelos con mi mano izquierda y con la derecha
apunt� mi polla a su cara. Grandes chorros de esperma acumulado empezaron a
salir. Muchos cayeron sobre su cara y pelo, mientras otros llegaron a entrar en
su boca, que estaba abierta. Su cara y pelo quedaron cubiertos de esperma en
gran cantidad, y de su boca, que estaba llena, escupi� gran parte fuera,
mezclado con su saliva que chorre� por la comisura de sus labios.
Tumbados y agotados nos mir�bamos sonriendo mientras se
limpiaba la cara con sus bragas, o lo que quedaba de ellas. Estuvimos en la
cama, charlando durante un rato de lo que hab�amos hecho y lo bien que lo
hab�amos pasado. Ese d�a, a�n nos dio tiempo a follar otra vez m�s antes de que
nuestros padres llegaran y desde entonces, siempre que podemos, repetimos y cada
vez... m�s salvajemente.
FranK
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Relato: A la Fuerza
Leida: 1930veces
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