Capitulo primero
Liz la Gorda Infeliz
Tenia mucho tiempo de ser gorda, no recordaba cuando fueron
las primeras burlas pero estaba totalmente harta despu�s de 20 anos de vida y la
mayor parte de ellos sufriendo rechazos y decepciones por su constituci�n.
La verdad es que a Elizabeth no le ayudaba en nada su
gen�tica. Su madre, sus t�as y aun las abuelas tanto de madre como de padre
podr�an haber sido sin duda alguna vedette o estrellas del cine de oro Mexicano
pero ahora en el Nuevo siglo las carnes estorban y ser generosa de estas. Es mas
una maldici�n que un don, o por lo menos as� lo cre�a ella.
Ansiaba poder ser una talla 5 y no una 11 forzada que casi
siempre acababa en 13 pero no porque no entraran las ropas por las caderas sino
porque nunca cerraban de arriba, odiaba sus senos porque siempre la hac�an
parecer mas gorda de lo que era.
Como deseaba ser "normal" y anor�xica como todas las mujeres
que la rodeaban, con unos senos peque�itos y un trasero reducido, pero no. No
importaba cuantas dietas cuanto ejercicio cuantas vendas y masajes, cuantas
agujitas o chochitos tomara, contra la madre naturaleza a veces no se puede
hacer nada. Generalmente reduc�a un 6 Kg y adelgazaba las piernas el abdomen, la
cadera despu�s de ponerse a r�gimen pero jam�s reduc�a el busto que tantos
sinsabores y disgustos le hab�a ocasionado
En la escuela ella fue la primera en usar un sost�n, lo malo
es que fue en 5to de primaria por lo que fue objeto de travesuras por parte del
cabecilla del sal�n que en ocasiones le jalaba el resorte de la espalda y hacia
mofa de su condici�n. Para 6to grado ya era mas que obvio, que ella tenia mas
figura de mujer que el resto de las ni�as. Y eso le causo casi una violaci�n en
un edificio abandonado cerca de su casa habitado por un indigente Negro, del
cual sali� bastante bien librada de no ser por unos magreos en las tetas y las
nalgas pero aun as� la experiencia la dejo aterrorizada y traumatizada en cuanto
al trato con cualquier hombre que perteneciera a esa raza.
Para los 16 anos ya no hab�a su�ter que cerrara y pocos
hombres la ve�an alguna vez a la cara por tener la vista concentrada en el
escote, por lo que sol�a usar vestidos avejentados pues son m�s anchos del pecho
y totalmente cerrados no dejando cabida a escote alguno pero al mismo tiempo por
las dimensiones de sus senos el vestido ca�a casi siempre como baton haci�ndola
verse terriblemente gorda. Aun as�, cuando sal�a a la calle sola. (Pues casi
siempre estaba sola) pasaba de ser "liz" (de sus padres) a ser Chichona,
mamazota, vaca, y muchos otros adjetivos adem�s de que tenia que tener siempre
un ojo al gato y otro al garabato porque en cualquier descuido no faltaba alg�n
propasado que le sobara las tetas o el culo y luego saliera corriendo, o que le
dijera piropos impropios como "te las mamo?" "me haces una rusa?" y otras frases
mas floridas. Casi siempre quedaba paralizada, avergonzada y sollozando
t�midamente cuando esto ocurr�a. Sent�a que dentro de ella no hab�a suficiente
fuerza para responder a los ataques. En un momento se dio cuenta que las malas
experiencias en la calle era mas por su actitud miedosa y sumisa que por su
mismo aspecto. Pero su autoestima no dejaba que fuera de otra manera. As� que a
los 20 anos era Una Virgen gorda que siempre vest�a con los vestidos de su madre
y usaba lentes de pasta color carey y un chongo hecho con su abundante cabellera
negra que era tal vez lo que m�s le gustaba de ella. Estudiante de contabilidad
(que otra cosa podr�a hacer un esperpento como ella ) tambi�n se consigui� un
trabajo de auxiliar en �l ultimo escritorio de un s�tano de un bufete de
contadores.
Como ultimo recurso su madre le ofreci� llevarla con un
cirujano para una operaci�n est�tica por lo deprimida que siempre la ve�a por
las razones que siempre le comentaba.
Fueron al cirujano este la reviso para sopesar la posibilidad
de hacer una reducci�n de busto y una liposucci�n.
Despu�s de un tiempo de revisiones y pruebas, el medico le
pregunto a Elizabeth si entend�a las consecuencias de la operaci�n, y que a el
le parec�a que era una muchacha atractiva que solo tenia una mala auto imagen
pues el conoc�a mujeres que matar�an por tener su busto sobre todo porque aun
con el tama�o y peso de los senos estos eran muy firmes. Y que no necesitaba en
absoluto ninguna liposucci�n. Le explico que las dimensiones de su cuerpo eran
arm�nicas y que tal ves despu�s de los 40 necesitar�a levantarse el busto y que
ahora le caer�a bien una buena alimentaci�n para deshacerse de los kilos de mas
pero eso era todo. As� que, a las dos mujeres las despacho de su consultorio con
la direcci�n de una nutriologa y de un Psic�logo amigo suyo.
Liz no estaba para nada convencida pues esperaba que el
bistur� del medico fuera la varita m�gica del hada madrina que la trasformar�a
de calabaza a supermodelo. Pero su madre insist�a en que lo mejor era dejar la
operaci�n de lado pues en cierta forma as� descansaba de la presi�n de pagar una
operaci�n nada barata con dinero que quien sabe donde tendr�a que sacar.
As� a rega�adientes fueron con la nutriologa.
-nombre?
-Elizabeth Mart�nez para servir a usted.
-edad?
-20 anos
-enfermedades?
-ninguna doctora
-Has hecho alguna dieta antes?
-Todas las que se pueda imaginar
-bla bla bla? Bla bla bla ? bla bla?
-no nada . nunca . no
-Ok liz pareces una chica muy sana vamos a pesarte y a
medirte, desv�stete y s�bete a esta bascula
Con much�simo pudor y ojos como plato le pregunto a la
doctora:
-me desvisto toda?
-No. d�jate la ropa interior
se quito el vestido y lo dejo a un lado dobl�ndolo con
cuidado sobre la silla
-Criatura!!! no creo que est�s obesa (Con mucho asombro
comento la nutriologa) lo que pasa es que tienes mucho busto y no te vistes
adecuadamente. A ver s�bete a la bascula
-ok mides 1.74�.. Pesas 78.2 Kg ahora s�bete a esta otra
bascula para conocer tu porcentaje de grasa corporal y luego tomamos tus medidas
-ok tienes un 34% de grasa corporal pero con el busto que
tienes eso no es nada sorprendente ahora a medirte.
Este comentario no hizo ninguna gracia en Elizabeth pero
sigui� obedeciendo
-100cm de cadera baja, 98 de cadera alta 67 de cintura 93 de
torso y 114 cmts de busto. Por pura curiosidad que talla de bra usas?
Ya de mala gana contesto. Pero no le gustaba que le
recordaran sus defectos
-aqu� en M�xico nunca he encontrado de mi talla. Unas t�as me
traen de estados unidos y las que me quedan mas o menos son 38DD.
-Ya veo. Debe de ser un fastidio para ti pero Liz: como tu
sabes tu busto es en su mayor parte grasa y por tus caracter�sticas no creo que
podamos reducirlo mucho. Pues parece ser grasa compacta y esa es la mas dif�cil
de vencer. Pero si, en efecto tienes sobre peso.
Podr�amos reducir tu grasa corporal a un 28% y tu peso de 78
a 68 Kg reducir la grasa del abdomen, las caderas y las piernas as� como de los
brazos pero va a requerir de tu voluntad y constancia. talvez con muchos
ejercicios de pesas podamos reducir tu busto de 114 a unos 105 o menos tratando
de que desarrolles el m�sculo pectoral. Tu nueva forma de alimentarte ser� la
siguiente comer�s 5 veces por d�a con un espacio de 3 hrs. entre cada alimento
tu desayuno ser� un vaso de "bla bla bla"�..Al medio d�a "bla bla bla" acu�rdate
que antes de dormir "bla bla bla" y eso tres veces por semana�� Liz me
entendiste?
-que?�. A s�, si doctora no se preocupe as� lo har�.
As� pasaron algunas semanas y ella segu�a siendo la misma
gorda de lentes y chongo que trabajaba en un despacho de contadores y viajaba en
metro y microb�s. La voluntad y la constancia le hab�an fallado por culpa de la
depresi�n que la obligaba a alumbrar la vida con la luz del refrigerador. Y
entonces sucedi� el evento que cambiaria por completo su vida. Una noche,
despu�s de cenar unas tostadas de fr�jol escucho el timbre del tel�fono?
-bueno?
-Srita. Mart�nez?
-si quien habla?
-el doctor kaut�. Dr. Alexander Kaut � el Doctor Morales me
pidi� que la llamara
-el Doctor Morales?
-El Cirujano que visito usted hace un mes aproximadamente
para valorarse para una operaci�n est�tica
-a si!!! Usted me puede hacer la operaci�n?
-no no lo siento mucho, yo soy psic�logo y psiquiatra y estoy
desarrollando una nueva t�cnica basada en la hipnosis para resolver muchos de
los problemas de mis pacientes�. Tal vez usted sea candidato para este tipo de
tratamiento y podamos adelgazarla por medio de su subconsciente.
A Liz le salto el coraz�n � tal vez su varita m�gica si
exist�a. Ya hab�a probado de todo as� que intentar esto no estar�a de mas. Por
su cabeza atravesaron moment�neamente imagines de ella siendo talla 5 y
comprando ropa nueva en una tienda regular.
-y que tengo que hacer doctor? Cuanto cuesta la consulta?
-no se preocupe por eso la primera consulta es gratis porque
tengo que valorarla para saber si es candidato al tratamiento. Le voy a dar la
direcci�n de mi consultorio enseguida. Podr�a venir usted ma�ana a las 10:00 AM
?
-doctor a esa hora estoy en la escuela no puede ser en la
noche?
-o no lo siento es la �nica hora que dispongo para consultas
de primera vez
-oooh esta bien. Estar� entonces a las diez
-Conoce Polanco? Mi consultorio esta en la calle de������..
Esa noche Liz no pudo dormir se revolcaba pensando si todo
seria real adem�s que sent�a una sensaci�n de nerviosismo muy parecido al miedo.
Capitulo 2
Analizando a Elizabeth.
Sali� del metro y camino unas cuadras como siempre abrasando
algunos documentos y estando semijorobada para ocultar su busto. De vez en vez
como si fuera un tic volteaba nerviosamente a todos lados como si alguien la
persiguiera. Doblo a la derecha y camino unos metros mas, toco el timbre de un
zagu�n Negro y espero .
Enseguida se escucho la voz chillona de una a mujer en el
interfon.
-Siiiii???
-Busco al doctor Kaut.
-de parte de quien?
-su cita de las diez�. Quiero decir la srita. Mart�nez.
-Ah �si pase�. Empuje fuerte cuando escuche la chicharra
Enseguida entro al patio de una casa que debi� hacer sido
construida en los 50�s toda pintada de blanco pero con los tallados de cantera
grises originales de puertas y ventanas. Parec�a que hab�a regresado en el
tiempo, al entrar por la puerta vio todos los muebles de �poca y al mismo tiempo
una sonora y grave campana de reloj anunciando las diez.
En el recibidor estaba de pie Griselda, la secretaria del
doctor, una mujer de mas de 60 anos que vest�a casi igual que ella pero era un
poco mas g�tico pues llevaba enormes anillos en las manos rematando con unos
lentes puntiagudos con cadenilla alrededor de su cuello.
La sonrisa que le ofrec�a la mujer no pod�a mas que darle
escalofr�os, sin embargo se recrimino a si misma: " no toda la gente tiene que
ser bonita o si Elizabeth?"
Dentro de ella algo le dec�a que tenia que salir corriendo
pero sus fantas�as de ser delgada la hicieron racionalizar el asunto y solo
acert� en decir "hola"
La vieja le contesto el saludo y tom�ndola del brazo con su
huesuda mano y casi jal�ndola le dijo " el doctor te esta esperando es por aqu�
ni�a." La hizo atravesar un pasillo y entraron a un cuarto blanqu�simo casi sin
muebles excepto por un gran escritorio en forma de mesa. Una gran silla de piel
detr�s de la mesa del otro lado de la sala un lovesit tapizado en rojo y un
sill�n negro enfrente, en la pared contraria hab�a un gran ventanal que daba a
un peque�o jard�n donde se ve�a el tronco de un sauce, el pasto marr�n por el
fri� y las hiedras trepando por el muro al final del jard�n.
"Hola Elizabeth!" Le dijo con voz firme el doctor a la vez
que estiraba la mano atravesando la mesa en adem�n de saludo. "Buenos d�as
Doctor" musito liz a la vez que se apresuraba a llegar hasta la mano del doctor.
-Si�ntate por favor Elizabeth. �.. Es todo Griselda av�same
solo si llega la cita de las 2:00 de otra manera no nos interrumpas por ning�n
motivo.
-Si doctor.
4 horas para una cita? (Pens� Liz)�.. A la una tengo que
entrar al trabajo!
La puerta se cerro detr�s de Griselda de manera silenciosa
tanto que liz sent�a que la vieja segu�a ah�.
El medico era un hombre de unos 60 anos rubio y barbado pero
muy cano. Definitivamente Alem�n y aun con los a�os parec�a atractivo
seguramente debi� haber sido muy guapo en sus a�os mozos pens� Liz.
Alto y Delgado pero recio se ve�a mucha vida en sus ojos pero
tambi�n un gesto duro, anal�tico, tal vez cient�fico. Liz segu�a de pie frente a
la mesa aun cuando el doctor se hab�a vuelto a sentar. Con un gesto tonto volteo
a todos lados sabiendo que no hab�a mas silla que el sof� de dos plazas y el
sill�n del otro lado de la habitaci�n.
El Dr. reitero a Liz "SIENTATE" pero esta vez casi fue como
un mandato.
Liz estaba totalmente fuera de equilibrio, nerviosa y errante
en sus pensamientos�.. "cuatro horas para una cita? Que tipo tan grosero. Y se
dice psic�logo?" pero se dirig�a con la cabeza gacha hacia los sillones
obedeciendo la orden del Dr. de repente se paro en seco y pens� "donde me
siento?" parec�a l�gico, a ella le tocaba el sill�n rojo en el cual se sent�
justo a la orilla de este.
El medico estaba recargado sobre el respaldo meci�ndose con
los codos sobre el descansa brazos de la silla, golpeando las yemas de los dedos
de una mano contra la otra en un s�mbolo de dominio y toma de decisi�n. Liz
subi� un momento la cabeza para verlo pero de inmediato volvi� a ver el suelo y
sus zapatillas de correa. as� pasaron algunos minutos en total silencio. Liz
estaba petrificada casi no quer�a ni respirar la tensi�n era tal que no pod�a
pensar mas que en el zumbido del silencio en sus o�dos y el lejano tic tac del
reloj de la recepci�n. Estaba en un letargo en el que solo ve�a el brillo de la
hebilla de su zapato. De pronto vio otros zapatos frente a los suyos subi�
lentamente la vista desde los pies hasta la cabeza del doctor doblando su cuello
hacia atr�s totalmente y oblig�ndose a abrir la boca instintivamente. El hombre
parec�a un gigante y verdaderamente esta vez se intimido oblig�ndose a
recorrerse lentamente hasta el respaldo del sill�n para no tener un aspecto tan
bobo. El Medico esbozo una sonrisa y se sent� en el mismo sill�n que ella
pasando el brazo por el respaldo y cruzando una pierna sobre la rodilla de la
otra. As� saco un cigarro del bolsillo de su saco y lo prendi� con una mano al
tiempo que le preguntaba a liz " te molesta?" Ella neg� con la cabeza esta vez
los rasgos del medico se suavizaron y le ofrecieron una c�lida sonrisa. El
medico cambio de sill�n y le dijo:
-rel�jate. No te voy a comer �.. esto que viste es una prueba
para conocer tus actitudes y por lo que se ve puede ser que seas una "personita"
un tanto temerosa con un amor propio algo da�ado y una imagen de la autoridad
algo distorsionada.
Elizabeth suspiro con alivio� todo hab�a sido parte de la
consulta�. Que inteligentes son estos se�ores pens� para si.
-Creo que la raz�n por la que no puedes bajar de peso es que
tenemos que resolver algunos conflictos internos y despu�s veras que sencillo.
La gordura no es mas que un caparaz�n contra el exterior que
dise�aste para no ser lastimada pero la verdad es que es una concha que no sirve
de nada porque entre mas grande es la concha, mas es el dolor que se siente
Liz mov�a la cabeza casi autom�ticamente en se�al de
aceptaci�n.
-Quisiera utilizar una t�cnica algo sui g�neris contigo y en
vez de ir poco a poco rascando en tu interior me gustar�a "saltarte encima" y
preguntar de tu vida de manera seca y sin adornos. Pero para eso tu tienes que
estar de acuerdo y tienes que prometer decir solo la verdad�.. Estas de acuerdo
VERDAD?.
Liz segu�a moviendo la cabeza autom�ticamente.
-ok vayamos a la llaga y pong�mosle algo de sal�.. desde
cuando eres una vaca?
-Queeee? (Respingo Liz)
-bien creo que ahora si tengo tu atenci�n. Sabes te pierdes
f�cilmente. No creo que sea en absoluto dif�cil utilizar hipnosis contigo pero
es algo molesto que te auto hipnotices cuando uno te esta hablando.
Ok continuemos entonces vamos a llenar los formularios de
siempre y empi�zame a platicar de lo que tu quieras.
As� pasaron unas 2 hora Alexander escuchando y anotando en su
libreta y Elizabeth hablando de ella misma lo cual era por cierto muy extra�o
para ella.
Al principio fue muy reservada pero la magia de un buen
escucha hizo su efecto y al tiempo estaba hablando como nunca lo hab�a hecho sin
embargo el doctor se dio cuenta que hablaba mas de sus fantas�as que de su
realidad y que ve�a en casi todo una agresi�n. Que hablaba poco de sus padres y
mucho menos del sexo. Despu�s de un rato se dedico a hacer preguntas directas y
escucho la historia del intento de violaci�n del indigente Negro, de las
groser�as en la calle, de su miedo al abandono por parte de cualquier pareja la
cual jam�s hab�a tenido por culpa de sus enormes pechos. pero nada mas, nada con
demasiado peso y ni un solo recuerdo de los 12 a los 16 anos mas se dio cuenta
que Liz viajaba intermitentemente de su vida real a un mundo imaginario . No
hab�a mas que pasar a la hipnosis y sacarle los mas ocultos secretos. Entrar en
ese mundo que ella hab�a creado y jalarla de ah� a su realidad.
-bien Elizabeth. Creo que tenemos que hipnotizarte para poder
ver en tu interior. Estas de acuerdo?
-Esto me har� bajar de peso?
-Si. Eso es lo que estamos persiguiendo no liz? � te puedo
decir liz
-Claro doctor.
-Claro que?����. El nombre o la hipnosis?
-las dos doctor.
-en ese caso dime Alex. De ahora en adelante�. Yo no ser� mas
tu medico sino un amigo y facilitador.
-esta bien en ese caso hagamos lo de la hipnosis Alex.
-bien cambiemos de lugar y rel�jate
Elizabeth se sent� en le sill�n Negro y levant� la vista
donde descubri� un candelabro de ara�a lleno de peque�as gotas de cristal que
reflejaban distintos colores con la refracci�n de la luz de la ventana escuchaba
la voz de Alex pidiendo que se relajara � era una voz profunda y pausada que la
iba metiendo en un letargo hasta que decidi� cerrar los ojos y recordar las
luces de la ara�a.
-Liz�. Liz? Puedes escucharme?
-���
-me puede escuchar alguien?
-ssssi
de pronto la voz de Liz cambio de su vos disminuida y aguda a
una vos mas Sonora clara y grave como con un dejo de excitaci�n.
-quien me escucha?
-yo
-quien es yo?
-la putita tetuda
-hay alguien mas?
-no
-tienes alg�n otro nombre?
-si muchos
-porque?
-porque tengo que responder a todos ellos cuando me habla mi
profesor?
-Cuales son esos otros nombres?
-vaca, chichona, putarraca, culona. zorra, tetona, puton
-esta bien, esta bien, es suficiente y quien te los dice?
- mi profesor , y mis padres y mi amo negro
-y tu les respondes
-no no me deja la est�pida puritana
-Cual es tu recuerdo mas antiguo?
-mi amado profesor.
-cuantos a�os tenias ?
-yo? Acababa de nacer .
-y liz?
-esa est�pida? Como 12
-no quieres a liz?
-no no me deja salir nunca
-puedo ponerte un nuevo nombre?
-si el que quiera usted�.usted es apuesto sabe?.
-te diremos Beth.
-esta bien��.. usted me dejar�a salir?
-si claro
-que bien .....tengo calor.
-quieres agua?
-no �. La ropa me aprieta. El arn�s que se pone esta
desgraciada como brassier me ahoga. Me lo puedo quitar
-si si tu quieres.
De repente Liz abri� los ojos , Alexander pens� por un
momento que algo hizo que liz saliera del estado de hipnosis. Pero luego se dio
cuenta de que no era liz un extra�o brillo surg�a de sus ojos marrones. Se puso
de pie viendo directamente a los ojos a Alexander totalmente erguida y
respirando profundamente haciendo que el pecho se levantara en cada respiraci�n.
Desato su chongo y dejo caer su cabellera totalmente negra ondulada y abundante
hasta media espalda, sacudi� su cabeza hacia atr�s y meti� los dedos entre el
cabello para echarlo hacia adelante dej�ndole ver a Alex la parte de atr�s de su
cuello. Regreso la cabeza para acomodar el cabello y desabrocho el cintur�n del
vestido . poco a poco pero de manera �gil desabrocho los 20 botones que corr�an
desde el cuello hasta la punta de la falda y avent� al suelo el vestido
Efectivamente la ropa interior era pr�cticamente un arn�s un
brassier de peto largo y de copas puntiagudas un calz�n de algod�n que iba desde
arriba del ombligo hasta tapar completamente la cadera ( los cuales se ve�an
desgastados) y unas medias blancas que llegaban justo debajo del resorte del
calz�n las cuales estaban idas en el muslo derecho y pegadas con barniz de u�as.
R�pidamente Beth desabrocho todos los ganchos del brassier y
quit�ndoselo lo avent� debajo del escritorio de Alexander y empez� a masajearse
y rascarse la parte inferior de los senos. Estos verdaderamente eran una
maravilla, grandes casi enormes de pezones anch�simos y color ciruela los cuales
empez� a pellizcar como final de su masaje haciendo que estos se redujeran en
anchura pero crecieran en longitud haciendo una superficie porosa. En el pez�n
Inmediatamente paso al la parte inferior baj�ndose de un
tir�n medias y calzones lo que dejo ver de entrada un hilo de vello desde el
obligo hasta el triangulo enorme de pelo rizado negr�simo que cubr�a
completamente su sexo y despu�s unas piernas grandes torneadas duras y con vello
en la pantorrilla. Beth no se hab�a quitado los zapatos as� que giro y se agacho
dobl�ndose sobre si misma con las piernas semi abiertas para dar una imagen
completamente descarada de sus nalgas y su concha a Alexander. Las nalgas eran
fant�sticas, caderas redondas y nalgas en forma de coraz�n pero enormes duras
como el resto de su cuerpo.
en si despu�s de los pechos de Elizabeth lo mas llamativo
serian sus nalgas despu�s entre las piernas se pod�a distinguir entre todo el
pelambre que bajaba desde la vulva hasta alcanzar el orificio de ano unos labios
mayores abultados y obscuros
Beth acabo de abrir las correas de los zapatos y avent� estos
uno para un lado y el otro para el otro, acabo de sacarse las medias y se sent�
en el sill�n con una pierna subida al descansa brazos y otra con la planta del
pie bien puesto en el suelo ofreciendo abiertamente una visi�n completa de su
papaya
-Sigo teniendo calor �. Como le puedo llamar?
-Dr. o se�or si quieres
-se�or esta bien �. Sigo teniendo calor se�or. Es que la
perra de liz no me deja tocarme puedo masturbarme un poco?
-si.... si as� lo deseas Beth
-que bueno es usted
-tendr� algo para poder metermelo en la crica?
-ese es un lenguaje algo inapropiado no te parece Beth!.
-as� debe hablar una putona como yo Sr.
-Quien te dijo eso Beth?
-mi profesor y maestro me lo ense�o. � Tendr� algo, no se,
una zanahoria para este conejo? Tal vez su verga mi se�or? .
-no beth adem�s liz es virgen no?
-si es verdad no ha dejado que le rompan el virgo.
- a ella le molestara mucho que hagas esto.
-esta bien entonces tal vez quiera metermelo en la boca en el
culo o entre mis chichotas?
-tambi�n liz es virgen de ahi beth.
-o no de ah� no lo es. Nosotras hemos sido tomadas por la
boca , el culo y nos has magreado las tetas y el culo por mucho tiempo Sr. ��.
pero ya no.
-Quien las tomaba ?
mientras ellos platicaban beth se frotaba furiosamente el
cl�toris y met�a de ves en cuando un par de cmts. de su dedo pulgar dentro de la
vagina y su �ndice y medio dentro del ano
-por mi profesor , mi Negro amado y mi padre.
- tu profesor? tu padre? tu Negro? Entonces si hubo violaci�n
por parte del Negro.
-de mi Negro no. yo solita me ofrec� y hasta abr� mi culo
para que mi profe viera como entraba la v�bora de mi Negro y terminara mi
castigo. Que al final fue premio porque me corr� como a mi profe le gustaba,
como una verdadera cerda.
Beth dejaba abundantes l�quidos vaginales sobre el sill�n
mientras contaba y segu�a dese�ndose
-y tu padre?
-no el solo usaba mi boca y mis tetas para relajarse cuando
mama estaba dormida.
-esto lo sabe liz?
-no ella no. cuando pasa cualquier cosa de estas ella se
encierra a ver las joyas de diamante de mama. ��..pero me ha hecho sufrir mucho
ya casi no se encierra . Y no me deja ser Buena con nadie.
-Cuando fue la ultima vez que pudiste ser "Buena"?
-Cuando Liz cumplio 16 anos. En la noche, no se porque ella
despert� de repente y pap� estaba acariciando mis tetas y estaba sodomizandome
por atr�s . Liz empez� a gritar y despert� a mama. No dijo nada de pap� pero ya
no dejo que se le acercara. Es una lastima a mi me gustaba mucho untar su leche
en mis tetas. El tiene una verga venuda muy sabrosa mama disfruta mucho con
ella. Y con algunas otras.
-otras?
-si mama es como yo no puede pasar mucho tiempo antes de que
se ensarte alguna verga en sus agujeros . Yo la he visto muchas veces.
A ese tiempo Beth empez� a correrse en el sill�n dejando una
mancha grande y olorosa a hembra.
-Gracias se�or �. Descans�!, hace mucho que no pod�a
descansar. Puede ahora si penetrarme por el culo?
-no beth. La sesi�n tiene que terminar yo tengo que hablar
con liz. Crees que pueda venir?
-si�. La llamare.
-espera antes necesito que te vistas y arregles todo por
aqu�.
-no quiero, no podr� volver a salir.
-no no es verdad �. Har� un trato contigo voy a hacer que liz
te deje salir por varias horas en el d�a pero tu tienes que hacerme una promesa
y un favor.
-que es. lo que quiera mi culo, mi co�o, mi boca, mis tetas ?
lo que quiera
-no no se trata de eso. Tiene que prometerme portarte bien
mientras est�s y no hacer nada sexual afuera para que cuando tenga Liz sus citas
conmigo puedas venirte cuanto quieras.
-esta bien esa es la promesa�.. y el favor?
-porque?
-tu veras que te corres mucho mejor estando delgada y
ejercitada
-esta bien.
Escucha bien te dar� instrucciones detalladas de que hacer a
cada momento. A m� me parece que t� eres muy poderosa Beth.
-si lo soy pero no tengo el control liz es mas fuerte.
-Beth sigue mis instrucciones y tal vez algun dia tu tengas
el control alas 5:00 AM comenzaras con una caminata de ��.�� y eso es todo lo
que debes hacer durante el d�a. Si cumples te dar� premios cada vez que vengas.
Al decir esto Beth estaba terminando de ajustar sus zapatos y
limpiaba el asiento con su lengua.
-beth. Deja de hacer eso ven y recu�state en el sill�n sierra
los ojos y llama a liz.
-si Sr.
unos minutos despu�s el Dr. empez� a llamar a liz.
-Liz? ��Liz?
-Si ?
-como te sientes?
-asustada
-porque?
-siempre estoy asustada
-Liz�. Yo soy el doctor Kaut y conoc� a alguien que tu
conoces .
-a quien?
-a beth.
-A quien?
-a Putita tetona
-esa maldita zorra es solo cuestion que me distraiga un poco.
No le hizo nada Dr.?
-no nada.
-menos mal esa hija de puta es una cerda.
-Liz. quiero que sigas las instrucciones que te doy . (con
voz marcada y dominante)
-que hice no hice nada no me rega�e por favor.
-quiero que obedezcas. Y te tranquilices.
-si
-quiero que no recuerdes nada concientemente de lo que aqu�
se hizo se platico o se planeo
-si
-quiero que cando cuente 3 despiertes feliz relajada y mas
confiada en ti misma.
-si
-quiero que cuando leas las palabras "beth tet" dejes salir a
Putita tetuda a la cual llamaremos Beth de ahora en adelante y la dejes fuera
por 1 hora recuperando tu el control despu�s de esa hora. Pero cuando lo
recuperes te sentir�s mas relajada y entusiasta as� como mas segura de ti misma
�. El miedo se alejara.
-Si
-una�� dos ���. (Palmada) tres.
Liz se estiro en el lovesit y se sento
-que bien me siento�� pero como llegue aqu�?
- te cambie para que te sintieras mas c�moda
Alex estaba sentado sobre la mancha que dejo beth en el
asiento
-incorp�rate y vamos a mi escritorio
-ok
-Liz quiero que te tomes estas pastillas en el siguiente
horario 5:00 AM 7:00 AM 11:00 AM 2:00 PM 6:00 PM y 10:00 PM estas te van a
ayudar a bajar de peso, pero quiero que leas el frasco cada vez que te tomes una
pastilla y solo cuando te toque la pastilla. Se obediente y la pr�xima consulta
no te cobrare. Pero cuidado sabr� si haces trampa te lo aseguro.
-ok esta bien
El doctor se inclino para escribir algo sobre la etiqueta del
frasco y estiro la mano con el frasco para entregarlo.
-el frasco solo tiene suficientes pastillas para 1 semana.
Dentro de 8 d�as nos vemos pero esta vez a la 8:00 PM para que puedas cumplir
con tus tareas.
-son las dos de la tarde creo que ya te toca.
-si doctor.
Liz abri� el frasco y tomo una pastilla .
-no te falta algo?
-a si perd�n
En el frasco estaba escrito: contiene "beth tet" horarios
5:00 AM �..��
-hola Se�or.
-hola Beth. A hora cumple tu promesa ve a casa y no la dejes
comer de mas por ning�n motivo. Y tu p�rtate bien en la calle no te detengas
hasta llegar a casa. Si no lo haces te prometo que tu castigo ser� ejemplar.
-si Sr.
Beth o Liz o mas bien Elizabeth sali� del consultorio mas
derecha y con paso mas seguro tal vez hasta sacando un tanto el pecho.