Relato: JUEGOS PERVERSOS Aclaraci�n: esta historia como sus personajes son totalmente FICTICIOS
JUEGOS PERVERSOS
Antes de comenzar, mi sugerencia es que a aquellas personas que no les gustan las cosas sucias y bizarras no lean esta historia, porque de eso se trata.
Hecha esta aclaraci�n, vamos a los hechos�.
No voy a usar nombres reales para preservar la confidencialidad, digamos entonces que �Paula� es mi nombre. Soy una mujer que pas� los treinta a�os, me mantengo en forma, rubia de cabello lacio a media espalda, un metro setenta de estatura, ojos verdes, labios gruesos, piel blanca, pechos mas bien peque�os y un culo regordete y prominente, una mujer como todas, con mis locuras y mis cosas buenas, lindas piernas, buenos muslos. De vestir normal, sencilla para estar de entre casa y coqueta para pasear � para trabajar.
Soy sexualmente muy activa, muy sucia, se que mujeres como yo se cuentan con los dedos de una mano, porque tengo un desv�o extremadamente marcado hacia el sexo anal, fuerte, violento, me gusta el sexo tradicional, pero todo lo referido a lo sucio y perverso de hacerlo por el culo sinceramente me vuelve loca. Hice muchas travesuras al respecto, me gusta introducirme objetos, botellas, mi esf�nter est� estirado como un el�stico viejo, me gusta provocar, me gusta calentar, soy as�.
Estos gustos fueron en gran parte los responsables de mis tres fracasos matrimoniales, creo que todo hombre sue�a con una perra como yo, pero el momento de tenerlas terminan asust�ndose y no soportan tener a su lado un prostituta como yo, en resumen, prefieren una puta por una noche y una santa para toda la vida, y yo no soy as�. Adem�s, esta insatisfacci�n hac�a que buscara afuera lo que no consegu�a en casa y as� una y otra vez era infiel, siempre dec�a �la �ltima vez� pero nunca era la �ltima. Una y otra vez terminaba revolcada por ah�, incluso muchas veces hab�a enga�ado a mi marido de turno no solo con otros hombres sino tambi�n me acostaba con mujeres�
Esa era Paula de noche, pero Paula de d�a es otra persona, lejos del sexo, una mujer trabajadora, luchadora y emprendedora, soy arquitecta y con dos compa�eras de la facultad pusimos al recibirnos un micro emprendimiento que hoy en d�a es nuestra fuente de ingreso, tenemos una peque�a empresa constructora y si bien somos socias la realidad es que nos repartimos los trabajos y cada una trabaja en forma un tanto independiente de las otras con su grupo de gente especializada.
Estoy feliz con mi profesi�n y particularmente siempre me volcaba mas a los que es decoraci�n y ambientaci�n de interiores.
As� empez� esta historia, un d�a nuestro estudio fue contratado por una empresa gigante que iba a construir un gran hotel y se apoyar�a en varias empresas como la nuestra que funcionar�an como sat�lites de ellos, aportando ideas, materiales y mano de obra. Fue entonces que conoc� a �N�stor� quien estaba el frente de otra empresa familiar, ser�a uno de los tantos con los que trabajar�a coco a codo.
N�stor es un tipo pint�n, un poco mas alto que yo, cabello lacio, extrovertido y simp�tico, y r�pidamente hubo piel entre nosotros, l�stima que era casado, el respetaba a su esposa y yo no quer�a problemas.
Pero el se dio cuenta r�pidamente que clase de mujer era yo, era c�mico porque me mandaba correo electr�nicos, algunos de trabajo, serios y formales y al mismo tiempo otros personales e �ntimos que r�pidamente fueron subiendo de tono, me escrib�a cosas como �ramera, quisiera ver como juegas con tus huecos, golfa�, � �te voy a poner a cagar pa� dentro puta ramera de mierda� solo para dar algunos ejemplos.
As� me di cuenta que ten�amos el mismo estilo, sucio, perverso, s�dico, animal, solo estaba su esposa de por medio, que adem�s era su socia�
A ella la conoc�a solo por razones laborales, �Sonia� era muy bonita, cabello rubio y enrulado, largo hasta los hombros, bastante mas baja que yo, pechos parecidos a los m�os y caderas mas anchas que las m�as, siempre me hab�a despertado curiosidad esa mujer. Una tarde acud�a a una reuni�n por temas del hotel, habl� con ambos y cuando terminamos el me dijo:
- Paula, antes que te vallas, Sonia quiere hablar algunos temas mas contigo, yo tengo cosas que terminar, despu�s hablamos
Dicho esto, me salud� y se retir� de la oficina dej�ndonos a solas. Ella se acomod� tranquilamente en la silla, cerr� la carpeta que ten�a sobre el escritorio y apag� la notebook, le dijo a su secretaria que no estaba para nadie, luego me encar� directamente y comenz� a relatarme que ella estaba al tanto de toda la parte oscura que hab�a entre su marido y yo, esto me puso muy inc�moda y nerviosa pero ella me tranquiliz� r�pidamente, me confes� que al principio sinti� celos pero luego vio en esto una oportunidad porque ella, el igual que N�stor y yo era adicta al sexo anal y las cosas bizarras. Resumiendo, charlamos m�s de una hora y me propuso hacer un tr�o con su marido, que lo pensara, no ten�a que contestarle en ese momento.
En un primer instante me sent� impactada, aturdida, invadida, pero a la semana la estaba llamando y aceptando su propuesta.
El hotel estaba terminado, a punto de ser estrenado oficialmente, as� que les propuse encontrarnos en una de las mejores habitaciones, por que no? y as� lo hicimos, una habitaci�n que yo misma hab�a hecho espejar casi en su totalidad, en uno de los pisos mas altos, con grandes ventanales y vista al r�o.
Esa tarde estaba decidida a todo, muy hot, recuerdo haberme depilado casi completamente la vagina, solo hab�a dejado un peque�o triangulito cortados al ras sobre mi cl�toris, casi imperceptible, Sonia as� me lo hab�a pedido.
Llegu� �ltima, N�stor me abri� la puerta con una copa de champagne en la mano y una gran bata cubriendo su cuerpo
- Bienvenida perra sucia!
Fueron sus palabras y le di el primer beso de lenguas, entr�, sobre la cama estaba Sonia su esposa, recostada sobre un costado, toda de blanco, con portaligas, medias de nylon y largas botas arriba de sus rodillas, un top de cuerina ajustado, toda de blanco, a el le gustaba ese color por lo que yo hab�a ido de la misma manera. Ella estaba esper�ndome y mientras me cambiaba no dejaba de observarla, su concha estaba totalmente afeitada y ya jugaba con unas bolas chinas meti�ndosela una a una en el culo, me mojaba al verla, eran de un di�metro considerable y estaba rodeada por consoladores y cremas. Me desnud�, solo me qued� con mis medias de red bucaneras, ella me indic� que fuera a su encuentro, as� lo hice me recost� a su lado, baj�ndole el top y liberando sus pechos, hermosos, turgentes, muy similares a los m�os. A todo esto el sentado en un sill�n al costado beb�a y miraba el espect�culo.
Me sent�a sucia, caliente y h�meda, nos abrazamos, �ramos almas gemelas, vagina contra vagina, pechos contra pechos, pezones contra pezones, recorr� su cuerpo con mis manos y ella el m�o, una al lado de la otra, hizo que siguiera hasta su culo y tomara el cord�n de las bolas chinas que se hab�a introducido, tir� y fui liber�ndolas una a una, lentamente provoc�ndole placer, nos bes�bamos profundamente, sacaba su lengua y yo se la chupaba, luego ella hac�a lo propio con la m�a, pas�bamos nuestra saliva de boca a boca sin tragarla, la hac�amos chorrear por nuestros rostros ante a atenta mirada de su marido que hasta ah� permanec�a como mero espectador. Ella gem�a, puta� termin� de sacarle las bolas chinas y le met� tres dedos en su culo estir�ndoselo todo, tambi�n sum� el pulgar en su concha, puta! le dec�a una y otra vez, nuestras caras estaban chorreadas por saliva�.
En eso se interpuso de repente la verga de N�stor, me tom� de sorpresa porque estaba concentrada en ella y no me hab�a percatado de su movimiento, era enorme, de unos veinte cent�metros, hermosa, el me apret� la nariz y me la meti� toda en la boca, empujando bien profundo hasta provocarme arcadas, una y otra vez, y luego hizo lo propio con su esposa, el mismo juego. Estuvimos un buen rato as�, cuando violaba a una por la boca la otra se centraba en sus test�culos, yo se los estiraba hasta hacerlo gemir, la temperatura sub�a en el cuarto, su pija estaba llena de saliva, toda lubricada por nuestra culpa, el calor iba en ascenso. Cuando era mi turno de chuparle la verga a N�stor, Sonia se mostraba sumamente caliente al ver como gozaba su esposo con otra mujer, me empujaba la cabeza hacia el haci�ndome saltar las l�grimas de los ojos� recuerdo sus palabras
- Dale puta chupale la verga a mi maridito� y a vos? Te gusta lo que te hace esta sucia?
- Dale, rompele el culo mientras me la sigue chupando! dijo el�
Se acomodaron de modo que yo qued� en cuatro patas, con mi culo bien hacia arriba, N�stor no dejaba de llenarme la boca de carne mientras me ten�a fuerte de los brazos. Ella tom� un l�tigo y comenz� a azotarme las nalgas, el dolor me encantaba, le dio hasta que lo sent� afiebrarse, tom� crema lubricante y fue metiendo uno por uno sus dedos en mi trasero para que mi culo se valla adaptando y poco a poco comenz� a meter su pu�o, yo realizaba movimientos p�lvicos hasta que meti� todo su pu�o en mi puto culo. Acarici� mi entrepierna excitando mi cl�toris, no satisfecha con eso tambi�n meti� en mi vagina un gran consolador, hasta que no pude mas� tuve m�ltiples orgasmos, gem�a, mas que gemir gritaba
- Hay! Hay! Mmmm�. Mmmm�. Hayyyy!
- Te gusta? te gusta perra inmunda y sucia?
Estaba abordada por todos lados, con su pija en mi boca mientras por atr�s un vibrador y un pu�o me llenabas los huecos, estaba exhausta� Sonia se retir� y comenz� a prepararse para lo que segu�a, mientras el se dedic� a lamer mi culo dilatado haciendo peque�os c�rculos con su h�meda lengua, la met�a y la sacaba hasta el cansancio.
Luego le toc� a ella, nos pusimos invertidas una sobre la otra, yo abajo, mi cara casi sobre su vagina, al alcance de mi boca, comenzamos un dulce intercambio oral entre mujeres, me costaba entregar mi concha a sus besos porque mi cl�toris aun estaba sensible por los m�ltiples orgasmos que hab�a tenido, en cambio yo le lam�a con pasi�n sus labios depilados, su cl�toris estaba inmenso, tomaba con mis manos sus nalgas y al separarlas ve�a como su esf�nter de puta se abr�a ante mis ojos, gem�amos como gatas, N�stor se uni� nuevamente, me sorprend�a como aguantaba, se acerc� con su hermosa verga, dura, grande y se la introdujo toda hasta el fondo en el culo de Sonia hasta hacerla estremecer, desde abajo ve�a como la montaba, como le llenaba el culo de carne, yo le acariciaba los test�culos y acompa�aba en sus movimientos.
El comenz� entonces a alternar, luego de culear a su esposa un buen rato, sacaba la pija de ese agujero y la llevaba a mi boca y me cog�a por ah�, yo ve�a el esf�nter de ella todo abierto y eso me enloquec�a, cuando volv�a la verga al otro orificio yo segu�a chup�ndole la concha a ella, as� la pasamos el entre su culo y mi boca, yo entre lamer pija y concha, era todo muy perverso, muy sucio, no paraba de sentirme mojada�
N�stor no aguant� mas, se qued� casi inm�vil con solo la cabeza dentro del culo de ella, y me dej� a mi terminar de masturbarlo mientras le llenaba el orto de esperma, sent� su pija contraerse y explotar en mi mano, hermoso, el parec�a endemoniado.
Cuando termin� se retir� pero no me dejaron salir, ella comenz� a hacer fuerza, su esf�nter parec�a explotar, de repente la leche contenida en su interior empez� a salir y a chorrear hacia abajo, por sus labios, el me orden� que la recibiera en mi boca y as� Sonia dej� escapar todo el l�quido blanco que ten�a en su recto, yo lo recib� como una buena puta, aun estaba caliente y viscoso�. lotragu� todo hasta la �ltima gota
Pero aun faltaba, el estaba cansado pero dispuesto a una segunda vuelta, tom� unas sogas que hab�a llevado, me puso en cuatro patas, y me at� por mis manos y por mis tobillos, estaba inm�vil y expuesta, tom� un vibrador excesivamente grueso y lo meti� lentamente en mi culo, alcanzaba a ver de reojo por los espejos de la habitaci�n como desfiguraba mi trasero, gritaba, me dol�a demasiado, pero cada vez que gritaba ella me azotaba con el l�tigo, esa mezcla de dolor, sometimiento, humillaci�n y erotismo me volv�a loca adoraba que me rompieran el culo como me lo estaban rompiendo, ped�a mas y mas, y mas siempre era poco
- Rompeme el culo, dale! romp�melo todo!
El se acomod� detr�s de m�, sac� el juguete y me meti� su pija, a pesar que era bastante gruesa mi culo ya estaba tan roto que no ofreci� resistencia, me la met�a con todas sus fuerzas apret�ndome con sus manos por las cintura, ella me abr�a bien los cachetes y entre ambos disfrutaban de mi trasero, ahora me tocaba a mi, el sacaba su verga cada tanto y ella me lo lam�a, hasta que le dijo
- Dale mi amor, quiero ver como gozas llen�ndole el orto de leche a esta perra sucia!
N�stor me dio con m�s violencia, lo sent� reventarse en mi interior, me apret� aun m�s fuerte, grit�, su leche caliente me llen� el orificio hasta rebalsarlo�.
Qued� fuera de juego, el sigui� un rato mas solo con su esposa, meti�ndoles vibradores en su culo, yo solo miraba mientras met�a dos dedos en mi culo roto y luego los lam�a, con sabor a semen�.
Despu�s de ese d�a pas� la inauguraci�n y ya no tuvimos v�nculo comercial, sin embargo nos juntamos algunas veces mas a compartir una cama, hasta que simplemente ya no nos llamamos mas, como vino se fue, guardo un gran recuerdo de ellos y los momentos que pasamos
Relato escrito a pedido, espero les guste a ambos!
Pam
Por favor vota el relato. Su autor estara encantado de recibir tu voto .
Número de votos: 2
Media de votos: 10.00
Relato: JUEGOS PERVERSOS
Leida: 21534veces
Tiempo de lectura: 5minuto/s
|