Relato: Mi vecina �rabe Mi vecina �rabe
La siguiente historia que os contar�, ocurri� aproximadamente
cuatro a�os.
En mi misma calle viv�a una mujer �rabe, casada con un hombre
espa�ol, y con dos ni�os. Mi madre era amiga de ella, y de vez en cuando, se
mandaban recados. Cuando mi vecina, F�tima, (de unos treinta y ocho a�os), le
ped�a alguna cosa a mi madre, yo era siempre el encargado de llevarlo. Ella
siempre era muy amable conmigo, me invitaba a pasar y a tomar algo, me
preguntaba como iba, como estaba, y me sol�a pedir pel�culas que yo ten�a para
verlas. Pero un d�a ocurri� algo diferente.
Nunca me hab�a imaginando ech�ndole un polvete a mi vecina,
ya que me doblaba la edad, y no me sent�a en ning�n momento atra�do por mi
vecina, siempre la hab�a visto en ch�ndal y con el pelo alborotado y enmara�ado.
Me pidi� un par de pel�culas hac�a d�as, y aqu�l d�a fui a llev�rselas. Estaba
despistado mirando su jard�n cuando ella abri� la puerta. Entonces estaba all�,
con minifalda azul, botas blancas, sin medias, con una camisa que resaltaban sus
pechos (nunca cre� que tendr�a tantas), e iba peinada y maquillada de una forma
muy sexy. Ella se sorprendi�, no crey� que iba a llegar en ese preciso momento.
As� que le pregunt� si molestaba. Ella neg� aquella pregunta
y me hizo pasar. Estuvo haci�ndome algunas preguntas desde el ba�o, mientras
terminaba de arreglarse. Yo estaba sentado en el sill�n del sal�n, mientras
ojeaba una de esas revistas de marujeo. De pronto ella sali� del ba�o, sin
aquella minifalda ni camisa, solo en ropa interior, un peque�o sujetador negro y
una braguitas negras, ella era de un color canela, y toda ella iba a juego con
aquella ropa interior.
- Oye, dime la verdad, �Este conjunto me queda bien?
Titube� un poco, y asent� t�midamente. Aquella revista me la
puse un poco encima de la entrepierna, para que no se viera que mi verga iba en
aumento, pero incluso la revista se levantaba un poco. Ella se dio cuenta de lo
que me pasaba, y me miraba y sonre�a p�caramente. As� que me dijo:
- Oye, �Si me pusiera unos modelitos, me podr�as ayudar a
elegir?
Le dije que si. Ella se meti� en el interior de la casa,
mientras yo intent� tranquilizar mi polla. Al cabo de un minuto sali� con otro
modelo diferente de ropa interior, esta vez era un tanga, le dije que le quedaba
perfecto. Ella entr� de nuevo, y as� sali� unas cuantas veces.
Al final sali� vestida de nuevo, con su mini, camisa y botas.
Yo segu�a sentado y ella se me qued� mir�ndome, como diciendo si a�n no me iba.
Pero cuando decid� a levantarme ella se me acerc�. Ella estaba de pie, a diez
cent�metros de mi. Yo miraba fijamente sus tetas. Me acarici� el pelo y acerc�
mi cabeza hacia su falda. Con mi mano baj� la cremallera de su falda. Se le
call� hacia los tobillos. Llevaba el conjunto del tanga, fue mi conjunto
favorito. Ella mir� hacia el techo, y dio un gemido. Met� mi mano por debajo de
la camisa, y acarici� su vientre.
Ella se fue desabrochando la camisa, y se la quit�. Toqu� sus
dos tetas con las dos manos, y la cog� por la cintura haci�ndola sentarse sobre
mis rodillas, y le desabroch� el sost�n, y vi como le colgaban las tetas. Ten�a
los pezones muy grandes, y de un color marr�n muy oscuro. Ella se alz� a mi
cuello y meti� su lengua dentro de mi boca, y empez� a jugar con la m�a. Con mis
dos manos agarr� sus nalgas y las estruj�. Con ansiedad le quit� el tanga y ella
me ayud� a hacerlo, cachonda perdida. Nada m�s quit�rselo pude ver su monte
venus, peludo, pero recortado, se notaba que se lo cuidaba. Ella estaba abierta
de piernas sobre mi, comi�ndome la lengua. Yo a�n estaba vestido, y a trav�s del
pantal�n, clavaba mi polla en el co�o de F�tima.
Ella me quit� la camisa, y empez� a besar mi cuerpo. Luego
desabroch� los pantalones hasta que me dej� desnudo. Mi pene recibi� una alivio
al salir liberado del pantal�n. F�tima se lo qued� mirando. No era muy grande,
unos quince cent�metros, pero era gorda. Ella me dijo que era una persona muy
cachonda, pero que no se pod�a normalmente meter muy bien las pollas, que le
dol�an mucho, pero que lo intentar�a como pudiera. Ella se baj� de mi, y se puso
de cuclillas en el suelo, y con sus dos manos acarici� mi verga. Me paje� un
poco y despu�s se la llev� a la boca. Gem� como un cabr�n mientras F�tima
chupaba rapid�simo. Al principio intentaba metersela entera en la boca, pero
termin� pasando la lengua por mi zipote, escupiendo su salivilla sobre el, y
restreg�ndola por toda la zona. Chupaba y chupaba mientras me hac�a una paja, y
prefer� no avisarle de que me ven�a. Al final me corr� en su boca y se asust�,
ya que no esperaba que me corriese en su boca, y se empap�, tuvo que tragar lo
que ten�a dentro para no atragantarse, y tambi�n se le escurri� por sus tetas y
salpic� en el suelo.
Ella se fue del sal�n, cre� que se hab�a enfadado por no
avisarle de que me ven�a. Pero en pocos segundos volvi� corriendo, y me puso un
cond�n con la boca, y se sent� a horcajadas sobre mi, de una forma tan bestia
que la penetr� entera. Ella dio un grito de dolor entre gemidos, cre� que se iba
a morir de dolor, de la forma en que gritaba. Pero se fue acostumbrando al tener
mi polla dentro, y empez� a hacer movimientos circulares con su cintura, y
enseguida not� que le ven�a el primer orgasmo, y no par� de dar votes sobre mi.
Me inclin� un poco sobre ella mientras le lam�a las tetas, y ella rode� con sus
piernas mi cintura, y empec� con un fuerte mete saca. Ara�� mi espalda con furia
y mordi� el �vulo de mi oreja con sus dientes para calmar su dolor. Me corr� en
el cond�n mientras segu�a meti�ndosela mucho m�s fuerte para terminar de
correrme. Jadeamos un poco los dos abrazados, y me quit� el cond�n.
Hicimos un 69 para relajarnos, y esta vez me volv� a correr
en su boca, pero ella estaba ya preparada para tragar, as� que me vine, y ella
ech� sus jugos en mi lengua, que los sabore� con ansias. Despu�s le ped� que se
pusiera a cuatro patas, y ella sin rechistar obedeci�. No lubriqu� su ano, y se
la met� hasta el fondo en menos de un segundo. Ella dio un chillido de dolor, e
intent� arrastrarse para huir, pero yo la segu�a sin sacar mi polla de su
trasero y la bombe� como un perro bombea a su perrita. Me vine en su culo, y
ella termin� pidi�ndome m�s, m�s y m�s. Su trasero acabo con una mezcla de
semen, sangre y jugos de mujer, del que me quedaba del mete-saca que le hice.
Despu�s nos vestimos el uno al otro, y me fui. Ella se fue de
esa casa, pero no muy lejos de la m�a, y de vez en cuando, bajo en moto a
hacerle una visita...
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Relato: Mi vecina �rabe
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