La conoc� un mi�rcoles en la ma�ana, yo tenia una resaca de
campeonato luego de haberme tirado una juerga de 3 d�as con mis amigos de la
Facultad ya que celebr�bamos el aniversario de nuestro club de amigos. Yo era en
ese tiempo miembro del centro de Estudiantes de mi facultad (no porque fuera
estudioso sino por ser medio corrupto, cr�pula y especialmente hip�crita) y me
hab�a quedado a cargo de la oficina del Centro. Bueno a cargo de dormir la mona
en un sill�n. En fin me despert� una voz para nada especial ni conocida para mi,
por lo que en cuanto abr� los ojos me quede medio mudo al ver esa peque�a pero
cautivante criatura del Se�or.

Hab�amos estado buscando una secretaria para la oficina, es
m�s esa era mi �nica labor en esos d�as, pero sin mucha fortuna.... hasta ese
d�a. Con lo poco que me quedaba de lucidez le pregunte medio aturdido:

Yo le hab�a encargado a mi hermana, docente de ese instituto
que me buscara entre sus alumnas reci�n egresadas una que quisiera trabajar por
poca paga y la hab�a mandado a ella.

Como no hab�a otra muchacha que quisiera el puesto (ya que el
sueldo de verdad era malo) le respond� que el puesto era suyo y que solo restaba
saber cuando pod�a empezar.

Ahora lo que me quedaba era esperar hasta ese lunes, lo cual
no me resultar�a muy dif�cil ya que me quedaban otros d�as de farra con mis
atorrantes amigos.

Bueno, ustedes dir�n porque me quede embobado con esa
muchacha, pues ya dije que no tenia un cuerpo de f�bula, pero lo que tenia lo
tenia muy bien puesto: unos ojos casta�os con unas pesta�as largas y dobladas,
una boca peque�a con labios carnosos, unas tetitas mas bien medianas pero
redonditas y firmes, una cintura fina de las que enloquecen agarrar y por ultimo
un trasero no muy prominente pero respingon y su respectivo par de piernas bien
torneadas.

Yo por mi parte no soy un gal�n de cine, pero tambi�n tengo
lo m�o: mido 1,78 metros soy bastante fornido (gracias a mi hermano mayor que me
obligaba de chico a acompa�arlo al gimnasio), tengo ojos casta�os, pelo del
mismo color, ondulado y una piel canela que a decir de mi hermano es la mejor
herencia de nuestro abuelo paterno (un don juan como �l solo).

Pero bien, hab�a llegado el bendito lunes, y me encontr� como
muchas otras veces durmiendo hasta el mediod�a, por lo que no fui a la facultad.
Al d�a siguiente me fui alrededor de las 10 de la ma�ana, ( no acostumbraba
mucho pasar clases. No por nada termine la carrera en 7 a�os)y lo primero que
hice fue irme a la oficina del Centro para verla. Ah� estaba Ivonne, si la
pasada semana la hab�a visto con los ojos nublados de alcohol hoy la ve�a
totalmente despejado y me parec�a mas linda y sexy.

Como ni su horario de trabajo ni el m�o de clases nos
permit�an volver a casa a almorzar, la invite a uno de los Snacks que funcionan
dentro de la Facultad. Y ah� ya pude comenzar a conocerla bien; iba
pregunt�ndole de todo y coment�ndole una que otra mentirilla de m�. Hasta que
uno de mis amigos pas� por ah� salud�ndome por mi apodo:

Tenia solo 23 a�os de edad, pero ya tenia 6 de casada,
obviamente se hab�a casado muy ni�a y con su primer enamorado seg�n me cont�
luego. Claro que un matrimonio no era un gran obst�culo para un sinverg�enza que
a sus 17 a�os se acost� con la madre de su mejor amigo.

Bueno, sobra decir que con la clase de vida que llevaba (sexo
y alcohol) mis amigos tampoco eran unos angelitos, como no lo era nadie en esa
bendita Facultad de Agronom�a (de la cual no dar� la ciudad por razones obvias).
Era tal la degeneraci�n de hombres, mujeres, docentes y alumnos que hab�amos
decidido referirnos a nuestra querida facultad como "El Burdel", y no me queda
m�s por decir que le cuadraba de maravilla.

Pero me estoy desviando de mi historia, hab�a malgastado ya
casi tres semanas desde que Ivonne hab�a llegado a trabajar, ya que no me
animaba a lanzarme con ella. Con las chicas del "Burdel" era mas f�cil, todas
pose�an una moral bastante relajada, pero ella me parec�a diferente, como dije
estaba casada con su enamorado de la infancia, y no daba se�ales de pretender
nada con nadie.

Pero yo no cejaba, le lanzaba indirectas a cada momento en
que pod�a estar a solas con ella, (los cuales eran bastantes porque como dije no
me gustaba pasar clases y a veces era el �nico que se quedaba en la oficina), y
ella... no me daba ni la hora.

Era cierto, el Burdel tenia el don de incitar a hombres y
mujeres a comportarse como adictos sexuales y ninfomanas respectivamente. Pero
al pasar ya casi tres meses sin poder tener sexo ni con Ivonne ni con otra chica
(mi obsesi�n con ella hab�a llegado a tal punto que ni siquiera me hab�a
preocupado de otras chicas, ni siquiera de mis asiduas compa�eras de cama,
Miriam, Ingrid y Melfi, novias de tres de mis mejores amigos).

Pero llego el d�a, me hab�an invitado a una fiesta, (para
nada especial, puesto que en El Burdel hab�a fiesta cada fin de semana) y me
enter� que ella iba a ir, puesto que ya terminaba el a�o y era mas bien una
fiesta del despedida del mismo.

Como mandaba la costumbre en mi grupo de amigos, en d�a en el
que hay fiesta, nos mand�bamos una farra desde el mediod�a, por lo que
lleg�bamos a la fiesta a las 10 de la noche ya con una "alegr�a" desbordante.
Pero yo hab�a echo lo posible por permanecer cuerdo, Ivonne estar�a en la fiesta
y esta vez me lanzar�a a matar o morir.

Al final llegamos a la fiesta, y lo primero que hice fue
escanear con la vista todo el local, hasta que al fin la encontr� en un rinc�n,
con sus amigas. Iba vestida totalmente de negro, su color favorito, se ve�a
especialmente sexy esa noche, y en cuanto me vio se dirigi� hacia m�.

Si se�ores, yo hab�a perdido tres meses pensando que la chica
no quer�a nada conmigo o que talvez le hab�a intimidado la fama que ten�amos mis
amigos y yo (bastante negra y exagerada hasta para el Burdel).

Mas tard� ella en decirlo que yo sacarla de all� y llevarla a
mi casa ( viv�a solo desde hace varios a�os).

Le fui a conseguir el agua, no quer�a que su boca estuviera
indispuesta por ning�n motivo.

Me acerque a ella. Quede parado con el ya creciente bulto de
mi entrepierna a la altura de su cara. Y ella no me decepcion�, me abri� el
cierre del pantal�n, me saco la verga y la empez� a lamer por los lados, me
agarraba las bolas con una destreza que me causaba un infinito placer.

Luego se la comi�, era incre�ble como esa peque�a boca pod�a
tragarse un pene de casi 21 cm. como si nada. Fue como estar en el cielo, pero
creo que ni en el cielo ni en el infierno podr�a haber alguien que pudiera mamar
una verga como ella lo hacia.

Muy a pesar m�o sin embargo tuve que quitar mi verga de su
boca, no solo porque ya estaba a punto de correrme dentro, sino por que por poco
me arranca el pene la condenada.

Me agache para agradecerle el favor con un beso en la boca,
en la cual mi lengua se enredo con la suya durante un par de minutos, para ir
bajando luego hasta su cuello y deslizarse por sus hermosos senos e invitar a
mis labios a chupar esos pezones peque�os, duros y deliciosos, mientras mis
manos hac�an su propia excursi�n por entre sus piernas, metiendo mis dedos en
esa h�meda cavidad que pronto seria llenada no solo por mi verga sino por todo
mi ser.

Quite mis dedos de su hermosa concha, por lo cual ella me
dirigi� una mirada de reproche, pero lo hice solo para dar paso a mi muy activa
lengua, quer�a probar el sabor de esa caliente, h�meda y palpitante mujer que me
hab�a vuelto loco durante tanto tiempo. Fui pasando la lengua alrededor de sus
labios mientras ella lanzaba peque�os gemidos de placer:

- Aaaaaaah.... aaaaaah.... huuuummmm � luego con dificultad
dec�a � a... a...asssiiiii .... pp.. ppa..ppapacitoooo.

Luego me entretuve con la hermosa pepita de su cl�toris,
lami�ndola como el manjar mas delicioso que pudiera existir (en ese momento eso
era para mi).

Deje de lado su preciosa concha para subir de nuevo a lamer
sus tetitas y acomodarme para la embestida final. Ella comprendi� exactamente
mis intenciones y al mismo tiempo abri� sus piernas de par en par ofreci�ndome
el precioso tesoro que hab�a en medio. Tomo luego mi verga y la acomodo en la
entrada de su vagina por lo que a mi no me quedo otra trabajo que la de empujar
con todas mis fuerzas.

En ese momento la tome por la cintura y me puse de rodillas
para poder ver como mi verga bombeaba dentro de ella, viendo adem�s como sus
peque�os pechos se bat�an al ritmo que yo le daba a mi cogida.

Precisamente en el momento en el que yo me cansaba de esa
posici�n, como ley�ndome la mente y con una habilidad ella se incorporo
dej�ndome echado y ella sentada sobre mi aun con mi verga dentro suyo y empez� a
pr�cticamente saltar sobre mi duro pedazo de carne

Los ordenes se hab�an invertido, ahora era yo quien gem�a a
mas no poder:

- Ooooooooh .... mmmmmmm! As� ......damelo puta...... � le
dec�a en medio de su cabalgada.

Ella se bajo de mi y puso nuevamente mi verga entre los
labios de su boca para recibir mi leche en su hermosa boquita. Sali� una
extraordinaria cantidad de semen (era casi obvio despu�s de tanto tiempo de
abstinencia), tanta que sal�a por las comisuras de sus labios pero que ella se
apresuraba a volver a meter ya con la lengua o con uno de sus dedos.

Terminada mi eyaculaci�n ella se acost� al lado m�o
abraz�ndome agotada por la cogida tremenda que hab�a protagonizado. Pero mi aun
erecto pene no tenia planeado detenerse a descansar.

Entonces la puse de cuatro patas y le empec� a meter mi dedo
a su concha h�meda por el traj�n anterior, y una vez h�medo meterselo en su
culito para lubricar la entrada de tremendo garrote.

Claro que a estas alturas no iba a detenerme por una petici�n
suya yo ya estaba embonado tir�ndomela y ni a palos me iba a parar.

Poco a poco sus gritos de dolor se fueron transformando en
esos deliciosos gemidos de placer que emiti� durante toda la noche.

- Aaaaaaaaahhhhh...... mmmmmm........ � gemidos que me
calentaban aun mas y mas.

Conciente o inconscientemente tensaba los m�sculos de su
culo, y parec�a que iba a cortarme la verga en dos, pero lo �nico que lograba
era darme mas placer y excitaci�n. Hasta que me llego una nueva corrida y me di
el gusto de inundar de mi leche su peque�o culito.

Esta vez fui yo el que se tendi� desfallecido a su lado con
mi verga tambi�n exhausta pero satisfecha de por fin haberse tirado a ese
cuerpecito.......

Despert� al d�a siguiente al mediod�a. Ella se hab�a marchado
y no hab�a dejado ni una nota. Supuse que se hab�a ido a encontrarse con su
marido en la otra ciudad (tampoco hubiera querido que se quedara conmigo, por
supuesto que no). Si me sent� decepcionado por su partida fue por que no tuve
mas tiempo para poder aprovechar el delicado y lujurioso cuerpo de mi peque�a
secretaria.

Ella vive ahora con su marido en otra ciudad. Yo ya termine
la carrera y ya no he vuelto por El Burdel. Para que,..... yo supe aprovechar mi
tiempo ah� y espero que otros hagan lo mismo, leyendo en una pared del patio las
sabias palabras de Woody Allen: