Relato: MI PADRE Y YO En medio de tanta discusi�n sobre el por qu� de la homosexualidad, quise fijar desde mis inicios de la vida racional, la norma de que mis antepasados me hubiesen heredado mis preferencias sexuales; �la raz�n?, nunca olvidar�a el m�stil de mi padre, cuando yo aun ten�a diez a�os, y pese a la corta edad, ya mis fantas�as er�ticas comenzaban a florecer. Esta es mi historia.
A esa edad, ya sab�a que hab�a algo diferente en mi condici�n sexual, claramente, mi corta edad, las confusiones por mi homosexualidad en desarrollo y el conservacionismo de mi familia, la iglesia cat�lica y sus principios, no permit�an mi plena identificaci�n.
Para aquel entonces, mis hermanos mayores, que atravesaban su juventud, ya me hab�an mostrado fotos de pornograf�a heterosexual explicita y aquello me divert�a, ya que ellos as� lo hac�an ver. En una de esas fotograf�as aparec�a un hombre corpulento que embest�a por el culo a una mujer, era mi foto favorita, y mis hermanos sol�an decir que penetrar por el ano era algo fascinante, y que eso lo gozaban las mujeres y los maricas. Hab�a aprendido ese d�a que el ano serv�a para algo m�s que defecar y aparec�a la curiosidad de querer explorar esas sensaciones anales.
Ten�a diez a�os en ese entonces, y era un fin de semana en que todos estamos en casa. En un momento dado, tuve la gran sensaci�n de orinar, me dispuse a ir al ba�o con rapidez, ya que las ganas me andaban, empuj� la puerta del ba�o y entre sin percatarme que mi padre estaba adentro, �l hab�a olvidado el seguro de la puerta. Y habiendo quedado parado justo enfrente de �l, vi por primera vez la verga de mi padre.
A�n recuerdo, aquella escena, cuando mi padre de pie orinaba en el sanitario, tenia los pantalones y b�xer hasta las rodillas, dejando al aire, sus nalgas blancas, su vello p�bico frondoso y abundante, sus bolas peludas y colgantes y lo m�s impresionante, su enorme manguera. Mis ojos quedaron petrificados, no pude quitar la mirada de aquello que tan fervientemente se me hab�a permitido. Mi asombro era grande que mis pupilas se dilataron, mi coraz�n lati� m�s r�pido, una leve sonrisa escapaba de mis labios, algo de temblor y de sudor aparecieron como respuesta al espect�culo visto, y creo que todo ello, me delato frente a mi padre ese d�a.
No s�, en realidad cuanto tiempo fij� mi mirada en aquel show, tal vez fueron mil�simas de segundo, hasta que mi padre advirti� en un tono jocoso, �sal que estoy ocupado!.
Durante los d�as siguientes, no deje de pensar en ello, me encontraba en dilemas, era mi padre, lo hab�a visto desnudo, y me hab�a gustado, tanto as� que muchas noches, yo, estando s�lo en mi cuarto, me luc�a desnudo frente al espejo, jajajaja, ten�a un cuerpo de ni�o de brazos fl�cidos, abdomen saliente, piernas delgadas, mirada perdida, aun sin rastro de vello por ning�n lado, pero eso si, un ni�o excitado por la imagen de su padre desnudo. Mi verga de ese entonces con seguridad no alcazaba m�s de 10 cms, pero a la que ya empezaba a pajear, eso si, sin correrme, no s� por qu� no lo hac�a, tal vez, a�n no sab�a que la dicha de la masturbaci�n era la corrida.
Hab�a pasado un nuevo fin de semana, aquel d�a mis dos hermanos junto a mi madre hab�an salido al supermercado y como era costumbre tardar�an algunas horas en regresar, as� que en casa est�bamos mi padre y yo.
En esa ma�ana, me encontraba en mi cama viendo algunos comics en la televisi�n, cuando de pronto entr� mi padre y se acost� conmigo, me abrazo junto a �l y en ese momento mi cuerpo pudo sentir su verga, la verdad, me gust�, por eso no me mov�; entonces �l me propuso una charla entre padre e hijo y se dispuso a hablar de sexo desde un punto de vista educativo, hasta que lleg� el momento en el que me instru�a sobre los caracteres sexuales secundarios, me explicaba sobre el crecimiento del vello p�bico, axilar, anal y de cara y el crecimiento del pene mismo. Debo de reconocer que esas explicaciones ya las sab�a, uno las aprende de otras personas; pero, deb�a ocurrir algo, algo que me marcar�a para siempre.
En medio de la charla sobre el vello, mi padre record� el d�a en que lo vi desnudo, y me dijo, -hijo, tal cual me viste, tal cual te va salir el vello � y se sonri�. Y sigui� �es m�s, te voy a dejar ver con m�s detalle y m�s de cerca-, y sin tapujos, se levanto de la cama, se bajo la pijama que a�n llevaba, sus los calzoncillos y dejo al aire su verga. �mira hijo, a esto me refiero, pelo por todos lados, verga grande y bolas peludas-. Nunca hab�a escuchado hablar as� a mi padre, pero eso me gustaba y me estaba excitando, estaba solo a unos metros de mi padre y la expresi�n que me habr�a sobrevenido el fin de semana previo, volv�a a aparecer.
El se levantaba la verga para ense�arme sus bolas, las que despu�s tocaba diciendo �mira hijo, bolas de hombre-. En ese momento, yo a�n bajo las cobija, ya ten�a una erecci�n y unas ganas infinitas de tocar aquel nabo. Mi impresi�n y gusto aumentaban cuando el m�stil de mi padre se erect� y paso a ser un verg�n, impresionante, el m�s grande que he visto en mi vida.
Mi padre utiliz� su erecci�n para explicar que era eso algo normal en los hombres, y venciendo mi atrevimiento, le dije que yo tambi�n me hab�a erectado, se sonri� diciendo �a ver, d�jame ver-, me levanto sutilmente de la cama y me bajo la pijama y los b�xer, claramente hab�a la erecci�n de un pito de no m�s de 10 cms. Y replic� �vas bien hijo, aprendes muy r�pido, pero a�n sigue m�s-.
Estaba realmente emocionado y mi padre continu�, -la verga dura se utiliza para follar, y se hace hasta que se expulse el semen- - la leche de lo varones- y se re�a. Empez� a pajearse con sus dos manos, el m�stil era gigante. Y me dijo �te toca a ti-, como ya lo hab�a hecho antes, yo s�lo con una mano empec� a darme una paja, que para mi padre estaba mal hecha y me dijo �mira hijo es asi- tomo mis peque�as manos y las llev� a su verga, y en mi hab�a un estremecimiento que pareciera me dejaba sin respirar por esos momentos, y tom�ndome con sus manos, me hac�a recorrer su nabo de arriba abajo, en gran recorrido, una gran emoci�n. Por primera vez estaba tocando un pene, y para mi fortuna, era grande, grueso, media algo mas de 20 cms y mis manos dif�cilmente pod�an cerrarse en su di�metro.
Pap�, se sonr�a, eso me relaj� mucho, y yo segu�a acarici�ndolo, me dijo- cierra los ojos y abre grande la boca- yo, obedec�, hasta que sent� que mi propio padre estaba introduciendo su vergon en mi boquita. Abr� los ojos, y �l me tranquiliz�, me dijo �esto es normal-, como yo, realmente estaba excitado, me deje llevar, volv� a abrir la boca, pero esta vez con los ojos bien abiertos, ya que no me quer�a perder ese espect�culo. Claramente el tama�o de mi boca si apenas cubr�a un tercio de su miembro, pero, en medio de mi inexperiencia, lo estaba disfrutando.
No pas� mucho tiempo, y mi padre se pronunci� �hijo, ahora lo vas a sentir tu-, de una sola embestida abri� su boca y se meti� mi pitico, erecto, blanco, lampi�o, inexperto, pero muy deseoso. Mi padre parec�a jugar con ello, lo mamaba con tal desparpajo que parec�a una succionadora. Mientras tanto, yo estaba sintiendo un enorme placer, que recorr�a mi cuerpo de abajo hacia arriba, uffffffffffff, fue algo fant�stico, y como tonto no he sido, me dispuse a aprovechar ese momento
En medio de la emoci�n y de forma premeditada, le dije a papa, lo que mis hermanos me hab�an mostrado pornograf�a y espec�ficamente le cont� sobre la foto de la culiada, �l se sonri� y dijo �hijo, tus hermanos te han dicho la verdad, coger por el culo es lo m�s fascinante y tu lo va a sentir-. Esas eran las palabras que deseaba escuchar.
Mi padre termin� por desnudarse, dejando ver un cuerpo grande, de pecho peludo, brazos fuertes y grandes, piernas gruesas y peludas, t�pico de los obreros de construcci�n, porque a eso se dedicaba mi padre. Posteriormente me retiro la camisa de la pijama, quedando yo tambi�n desnudo, dejando ver el cuerpo t�pico de un ni�o de diez a�os. Mi padre me tom� de de la cintura me acost� sobre la cama, de forma que mi pelvis quedo sobre el borde, me abri� las piernas, el se arrodillo sobre el suelo y se dispuso a chuparme el culo, me lo lamia una y otra vez, desde el ano hasta mi verga y nuevamente a mi ano. La sensaci�n, indescriptible, como indescriptible fue la sensaci�n que sent� cuando intentaba entrar con su lengua en mi ano, era algo, doloroso, pero a su vez, gustaba de sentir su saliva atiborrando mi pelvis y mis nalgas. Mi cuerpo estaba lleno de saliva y mi padre no se deten�a y yo me sent�a a reventar.
Despu�s de unos minutos, mi padre puso su cara frente a la m�a, casi que acostado sobre mi abdomen, y me beso, fue mi primer beso, ensalivado, con su gran boca. �l tomaba la m�a y la engull�a, yo simplemente, me deje llevar, lo estaba disfrutando.
-Ahora-, me dijo y a�adi� � te voy a hacer algo que te va a gustar-, se puso de rodillas tom� saliva de su boca se la pas� por su verga, abri� ampliamente mis piernas hasta dejar total e inofensivamente mi virgen culo.
Empez� a tocar con su glande la entrada de mi ano, una y otra vez, el sonre�a, y yo, algo asustado, pero dispuesto a todo. En uno de esos movimiento empez� a meterme suavemente su glande a mi culo, y yo al sentir eso, quise incorporarme, ya que me causo un dolor terrible, pero mi padre me lo impidi�, puso el peso de su mano sobre mi pecho y dijo �espera hijo, esto pasar� r�pido, despu�s sentir�s placer- En ese momento, quise gritar del dolor, algunas lagrimas salieron de mis ojos, gem�a del dolor, en realidad, quer�a que mi padre sacara su glande de mi culo, pero por fortuna, �l no lo hizo.
Mi padre aprovech� que s�lo hab�a metido la punta de su verga en mi culo; tomo una crema de piel hidratante que tenia sobre la mesa de noche y se paso bastante de �sta por su verga, he de decir, que mi ano estaba herido, porque al contacto de la crema con mi culo, este empez� a arder.
S�lo unos segundos pasaron y mi padre me tapo la boca con su mano, y procedi� a embestirme como a una puta, primero, solo entrar�a una parte de su verga, pero en el segundo intento, y con todas sus fuerzas lo logro meter todo. Fueron momentos desesperantes, porque la desvirgada de un culo, a esa edad y con nabo de mas de 20 cms adentro, es algo tremendo.
Mis pocos cent�metros de recto no le fueron suficientes a la polla de mi padre, sent�a que su verga golpeaba con la entrada a mi intestino grueso, y mas adelante sent�a su una estaca en mi est�mago, con seguridad ya la verga de mi padre hab�a pasado al tubo digestivo.
Hubo un momento en que forceje� y patale� intentando levantarme o retirar la verga de mi padre, pero, �l, como si no tuviera consanguinidad conmigo, continuo d�ndome por el culo en esa posici�n, una y otra vez; mientras tanto yo gem�a con la boca tapada.
Habr�an pasado unos pocos minutos, tiempo en el que creo la elasticidad de mi edad, permiti� cederle espacio a la verga de mi padre y cedi� un poco la sensaci�n dolorosa, deje de gemir, porque la sensaci�n empez� a hacerse placentera.
Mi padre retiro su mano de mi boca y dijo �ves, hijo, era solo por un momento, ahora disfrutalo-, el empez� a moverse mas despacio haci�ndome sentir, todo ese m�stil en mi culito e intestino. �l como un experto en el erotismo, y con cuidado de no sacar su bestia dentro de mi, me giro de tal manera que lleg� a ponerme en posici�n de cuatro. �l me dec�a que respirara profundamente, que disfrutara y que sacara el culo hacia atr�s, y en esta posici�n volvi� el forcejeo. La embestida de ese animal en mi pobre culo, que volv�a arder y lo peor, que sent�a las ganas de defecar, es que eso era como un supositorio gigante en mi culo.
Minutos mas tarde, logr� dejar de lado la sensaci�n de defecaci�n y nuevamente empec� a sentir un enorme placer, sentir como mi padre arremet�a toda su pelvis contra la m�a, sentir sus bolas gigantes golpe�ndome y su vello p�bico acariciando mi culo y a la vez haci�ndole picar un poco, esa sensaci�n fue maravillosa.
Desde esa posici�n mi padre me levanto, quedando de espaldas contra �l, con su miembro todo dentro de mi, para posteriormente darme la vuelta y quedar frente a frente, el s�lo sonre�a con una cara de enorme placer y yo, cada vez respiraba m�s r�pido. Procedi� a acostarse sobre la cama y yo qued� encima de �l con las piernas por delante, �l tom� mi pelvis y comenz� con sus manos a levantarla y dejarla caer, ufffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffff, que sensaci�n tan dolorosa, pero placentera, sent�a una estaca que me estaba haciendo da�o, pero el placer me obligaba a abandonar sensaciones da�inas, en realidad, yo, estaba dispuesto a seguir explorando a mi padre.
Mi padre me dijo que deb�a acabalar, as� que empec� yo con los movimientos, lentos pero r�tmicos. En verdad, sent�a morir en ese momento. Mi padre, que ya le percataba lo bestial que era en el sexo, se levant� y me volvi� a tumbar sobre la cama, sin dejar salir su polla, y arrodill�ndose de nuevo sobre el suelo, empez� de nuevo la embestida de mi ano con mucha rapidez, en ese momento, yo sent�a, de nuevo la sensaci�n de defecaci�n, de dolor, de ardor, aparecieron gemidos de mi parte que al parecer arrechaban mas a mi padre, el cual continuaba con su faena, golpeando su pelvis contra la m�a, agarr�ndome con fuerzas las piernas para que no me soltara o me retirara por el dolor.
Despu�s de un rato, el empez� a agitarse, y en un momento inesperado saco su m�stil que ya estaba eyaculando, acerc� su polla en mi cara, me abri� la boca y termin� por derramarse, mi padre inmediatamente tap� mi nariz lo que me oblig� a tragarme aquel liquido abundante, oloroso por naturaleza, viscoso y con olor f�tido por el bolo fecal.
De mi culo mientras tanto, tambi�n sal�a semen, algo de materia fecal y algo de sangre. Mi culo se hab�a intentando desgarrar.
Mi padre volvi� su boca en mi pito, y empez� a mamarla con agilidad, emitiendo sonidos de excitaci�n, mirando como sal�an los residuos de mi culo, no paso mucho tiempo, cuando por primera vez eyacul� y lo hice sobre la cara de mi padre, �l que cog�a mi verga y restregaba sobre su fina barba aquel liquido, aun blanquecino y escaso. Claramente eso acabar�a por darme el m�s grande orgasmo de mi vida. Despu�s me levante y sal� corriendo al sanitario, con una mano cubriendo mi ano, ya que sent�a que defecaba sin dar espera.
Me sent� en el sanitario y sin necesidad de hacer presi�n intraabdominal sali� de mi ano sangre, materia fecal abundante y semen de mi padre, esto acompa�ado de un tremendo grito. Ah� supe que ser culiado es delicioso, pero que eso cuesta dolores tremendos.
Mi padre corri� al ba�o, espero que yo terminara de defecar y de asearme el ano, entro al ba�o y se dispuso a ba�arme, lo hizo con mucha sutileza, �l sabia el da�o f�sico que hab�a ocasionado su verga en mi ano, creo haberlo visto preocupado, dici�ndome que lo perdonara y que no volver�a a pasar, as� como me rog� que lo ocurrido nunca se sabr�a y ser�a un bonito secreto de los dos.
Sin contestar, me dirig� a la cama, me puse de nuevo mis b�xer y pijama, me ech� las cobijas, y pensando en lo que hab�a pasado, sin ninguna sensaci�n de culpa o de violaci�n, me qued� dormido.
Pasaron un par de horas cuando despert� y sal� de mi habitaci�n ya mi padre estaba ba�ado y arreglando un poco nuestra casa, finalmente esa labor era para que se hab�a quedado, me mir�, me sonri� y yo le respond� de la misma manera, agregando �tranquilo pap�, que lo que hicimos ha sido lo m�s maravilloso de mi vida y me da gusto que haya sido contigo y ten por seguro que nadie lo va a saber-. Me abrazo, me dio un beso en la frente y nos dispusimos a almorzar junto con mi madre y mis hermanos que acababan de llegar.
Han pasado unos a�os desde eso, mi familia no sabe de mis inclinaciones sexuales, y nunca he sentido reproche por mi padre, es m�s, siento que lo quiero m�s, y que en medio del conservatismo de mi familia frente a la homosexualidad, �l, en silencio me apoya.
Es obvio adem�s que mi padre es bisexual, que gusta del incesto y que ese ma�ana cuando por primera vez lo vi desnudo, �l supo que mi reacci�n frente a su verga era la de un homosexual deseoso. Creo hoy en d�a que la charla que tuvimos de sexualidad, no fue m�s la excusa para satisfacer sus placeres y claramente satisfacer los m�os.
El incesto no es malo en tanto las personas que se involucran tienen disposici�n para hacerlo. Tampoco la llamada pedofilia es un crimen, si el menor de edad implicado accede por su voluntad. Esa es simplemente mi posici�n frente a estos dos tab�s, ya que la sexualidad es un mundo de sensaciones por explorar.
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Relato: MI PADRE Y YO
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