Vivimos a 3 Km. Del pueblo m�s cercano, somos de condici�n humilde, nuestra
casa es de construcci�n antigua compuesta de una cocina, un peque�o ba�o y dos
habitaciones, las cuales una la ocupan pap� y mam� y la otra Evangelina y yo.
pap� trabaja en una f�brica que se encuentra a unos 12 Km. de casa y pasa todo
el d�a fuera, mientras que mam� se dedica a las labores del campo y a atender la
casa, Evangelina y yo salimos de casa a las 9,30 para ir a la escuela del
pueblo, comemos en la escuela y regresamos a casa sobre las 18 horas.

Evangelina es una ni�a morenita, alta para su edad, casi tan alta como yo y
parece que su cuerpo empieza a formarse es muy alegre y dicharachera y siempre
nos llevamos divinamente jamas discutimos entre nosotros y siempre nos
defendimos el uno a la otra y viceversa con u�as y dientes. Yo con 10 a�os ya
tengo una estatura de 1,68 soy rubio y al igual que mi hermana tambi�n soy muy
alegre y juguet�n.

Con 11 a�os empec� a tener las primeras erecciones y a fijarme en el cuerpo
de mi hermana que con 9 le empezaban a apuntar sus tetitas no obstante en ning�n
momento pas� por mi cabeza idea alguna relacionada con el sexo y ni sab�a que
era eso, por supuesto ella menos que yo. Nuestra vida dentro de la pobreza era
muy feliz pap� y mam� se llevaban muy bien y nos daban todo lo que buenamente
pod�an.

Cuando cumpl� los 13 a�os yo estaba casi completamente formado, media 1,76 y
de complexi�n atl�tica, Evangelina con 11 ya casi era una mujercita, preciosa,
con un cuerpo de 1,68 y unas tetitas como limones que apuntaban hacia delante
con absoluto descaro, unas piernas torneaditas y largas seguidas de un culito
resping�n precioso. Nuestros pap�s en ese momento se plantearon separarnos y
ampliaron un poquito la casa construyendo una tercera habitaci�n que fue para
Evangelina, hasta ese momento Evangelina y yo nos mir�bamos, nos estudi�bamos
mutuamente pero aparentemente no hab�a nada que nos inquietara (Me refiero en el
aspecto sexual) Hasta esa fecha dorm�amos juntos, jug�bamos nos abraz�bamos y un
mont�n de cosas mas pero siempre de la forma m�s inocente, sin prejuicio de
ning�n tipo. La separaci�n debi� obrar como un revulsivo, nuestro car�cter
parece como si se agriara, se inici� entre nosotros una especie de separaci�n, a
la escuela siempre �bamos cogidos de la mano y de pronto dejamos de hacerlo,
ten�amos miedo de tocarnos. En el colegio las ni�as no perd�an la ocasi�n de
acosarme, especialmente una rubita de 15 a�os que me segu�a a todas partes y por
la cual yo no ten�a ni �l m�s m�nimo inter�s, pero ella no ced�a, Evangelina me
observaba a distancia y en principio no pasaba nada, pero un buen d�a Marina que
as� se llamaba la rubita y yo, quedamos solos en el aula, ella ni corta ni
perezosa se abraz� a mi y comenz� a besarme apasionadamente, justo en ese
momento entro Evangelina, cogi� a la rubia del pelo, la gir� y le solt� un
tremendo bofet�n seguidamente me dirigi� una mirada fr�a como el hielo y sali�
corriendo, la segu� y en cuanto trat� de hablar con ella rompi� a llorar con
desesperaci�n y eso me entristeci� enormemente...

- �Qu� te pasa hermanita m�a? �Porqu� estas tan arisca conmigo? �Qu� fue lo
que te hice para que te comportes conmigo de esta forma?

Ella me empuj� violentamente, sigui� llorando y no quiso decirme nada, yo muy
apenado me aleje de ella, al finalizar las clases ella no me esper� para el
regreso a casa, me puse a correr hasta alcanzarla, le puse mi mano sobre su
hombro y ella se gir� con intenci�n de ara�arme, la cog� de las mu�ecas y se lo
imped� entonces empez� a llorar de nuevo...

• �Pero nenita m�a! �Qu� te pasa?


• Tu no me quieres...


• Como que no te quiero si eres la persona que mas adoro en el mundo.


• Desde que no dormimos juntos te has alejado de mi y hasta vas con otras
  ni�as ��No me quieres!!

Sin pensar en nada la abrac� tiernamente y la bes� en la boca, ella respondi�
a mis besos, abri� su boquita y enlaz� su lengua con la m�a, nos exploramos
mutuamente, nuestros cuerpos comenzaron a reaccionar y a buscar nuevas
sensaciones, nuestros cuerpos se apretaban entre s�, nuestras respiraciones
estaban agitad�simas y mi polla comenz� a levantares, nos alejamos del camino y
nos metimos en un peque�o bosquecillo, comenzamos a desnudarnos mutuamente y muy
lentamente, explor�ndonos, estudiando nuestros respectivos cuerpos, Eva con 14
a�os estaba totalmente desarrollada, cuando le quit� el sujetador qued�
embelesado mirando sus hermosas tetitas, las tenia preciosas, no demasiado
grandes, si un tama�o justo, los pezones como garbanzos perfectamente centrados
en el conjunto de su adorable pecho. Con mis manos se las cog� y bes� con
devoci�n acarici�ndoselas dulcemente, ella ten�a los ojos cerrados y estaba muy
colorada, tenia mucha verg�enza pero al mismo tiempo con un gran deseo de que
siguiera mis caricias, mientras besaba y chupaba sus pezoncitos mis manos
recorr�an su cinturita de avispa, solt� el cierre de su falda y esta se cay� al
suelo, de su ombliguito part�a hacia abajo una ligera hilera de pelillos, por su
braguita se transparentaba un verdadero matorral de pelos, ten�a un monte de
Venus tremendamente poblado, fui besando muy suavemente su barriguita y mis
dedos fueron bajando muy despacio su braguita, ella segu�a con los ojos cerrados
y gem�a dulcemente, en cuanto dej� su co�ito al descubierto me qued� embelesado
mir�ndolo, era el primero que miraba al natural, mis dedos lo acariciaron
dulcemente y mi boca se pos� sobre su monte de Venus, bes�ndolo mientras mis
manos acariciaban su culto, sus caderas, sus muslos, no quedaba un cent�metro de
su piel que mis manos no recorrieran eran insaciables, nos recostamos los dos
sobre la hierba y ella me quit� el pantal�n, al ver el gran bulto que hac�a mi
calzoncillo se qued� con la boca abierta y un poco asustada, con mucho cuidado y
con algo de miedo los fue bajando muy poquito a poco, cuando mi pene qued�
liberado de su prisi�n salt� como un resorte quedando derecho como un poste de
tel�fono, ella abri� los ojos y la boca con espanto (Mi pene med�a en plena
erecci�n unos 22 cent�metros).

• �Hermanito! Esta cosa tan grande no puede entrar en mi cosita �Esto es
  enorme!


• Tranquil�zate cari�o m�o, ya ver�s como no va a pasar nada.


• Pero, es que nosotros nunca lo hicimos, me vas a hacer mucho da�o.

Sus ojos no se apartaban de mi tranca, la acariciaba con un dedito, con mucho
respeto, y su cabeza comenz� a bajar lentamente, le dio un besito a la cabezota
que ya presentaba un color medio morado de dura que la ten�a, mis dedos
acariciaban los labios de su cosita que estaban muy mojados, lentamente fui
introduciendo uno en su interior meti�ndolo y sac�ndolo y entonces localic� su
cl�toris, lo ten�a muy duro y era bastante grande, mientras ella de los besitos
a la cabezota pas� de pronto a met�rsela todo lo que pudo en la boca, empez� a
chupar de ella como si fuese un caramelo, le aparte la cabeza muy a tiempo, de
pronto comenzaron a salir verdaderos torrentes de semen a una presi�n inusitada,
ella con sus manos consegu�a que saliera mas y mas. Tremendamente agradecido por
lo que mi hermanita me hab�a hecho me coloqu� en medio de sus muslos y comenc� a
darle besitos en su chuchita, de pronto le introduje la lengua en su interior y
fui recorriendo todos sus pliegues, el olor que emanaba era embriagador, sus
flujos dulc�simos y espesos, ella se retorc�a y gem�a con desesperaci�n, en su
vida hab�a sentido un placer semejante, hasta ahora solo conoc�a lo que era
acariciarse superficialmente con sus deditos, no sab�a lo que era un orgasmo ni
lo hab�a tenido nunca.

Cuando cog� con mis labios su cl�toris y alojados en el
interior de su vagina dos de mis dedos dio un grito, comenz� a temblar de pies a
cabeza, arque� su espalda y se corri� de una forma tremenda quedando a
continuaci�n totalmente desmadejada y semi inconsciente, yo estaba otra vez
totalmente excitado y mi pene duro como una piedra, segu� acarici�ndola y
poquito a paco me fui deslizando sobre ella, llegue con mi boca a su boca y nos
besamos con pasi�n desenfrenada, la cabeza de mi poll�n se deslizaba sobre sus
labios vaginales y en un movimiento certero de mis caderas esta se aloj� un
poquito en su cosita, ella se relajo y yo comenc� a apretar muy despacito, ella
comenz� a realizar ligeros movimientos con sus caderas con el fin de facilitar
la penetraci�n, de pronto me encontr� con una especie de tope e inicie un
movimiento de retroceso entonces ella dio un formidable golpe hacia arriba con
su culo lanzando un grito al mismo tiempo, mi polla entr� en su interior hasta
el fondo, le ca�an l�grimas a chorro, el da�o que le hice fue terrible, comenc�
a extraer suavemente mi pene de su interior para no hacerla mas da�o, ya no
ten�a inter�s ninguno en hacerle el amor solo la quer�a con locura y que no
sufriera, en cuanto se lo extraje totalmente comenz� a sangrar abundantemente y
los dos nos asustamos un poco, dobl� mi calzoncillo cuidadosamente y se lo
coloqu� como compresa coloc�ndole a continuaci�n las braguitas para sujetarlo,
luego esperamos un buen rato, pas� una hora mas o menos y con mucho cuidado hice
una comprobaci�n y su co�ito ya no sangraba por lo cual nos dirigimos a casa,
ella en principio ten�a algo de dificultad para caminar pero al poco rato dijo
que ya no sent�a nada, pas� su mano suavemente sobre mi paquete...

• �Hay! Hermanito que cosa tan enorme tienes aqu�, casi me partes en dos.
  


• Pero... Si fuiste t� �C�mo se te ocurri� dar aquel tremendo golpe?


• Si no lo hiciera as� todav�a seguir�a siendo virgen ahora y ma�ana o
  pasado no podr�a disfrutar plenamente de esta cosa que tienes aqu�.

Me dijo eso acariciando mi polla sobre el pantal�n y ri�ndose como una loca.

• ��Ah!! Hermanito si veo a la rubita de Irene acercarse a ti nuevamente y
  tu le haces caso, os doy de hostias a los dos �Vale?


• Pierde cuidado hermanita, desde hoy para mi solo existe y existir� una
  sola mujer y esa eres tu. Te lo juro por lo m�s sagrado.

Nos besamos con verdadero amor y empezamos a planificar nuestro futuro, los
dos sab�amos que a partir de ahora correr�amos un serio riesgo de que quedara
embarazada, ella ten�a una muy buena amistad con la profesora por lo cual
urdimos un plan con el objeto de conseguir anticonceptivos y al siguiente d�a lo
pusimos en practica, ella le cont� una historia y la profesora muy comprensiva
se encarg� de consegu�rselos. Pasaron tres d�as y todav�a sent�a molestias, los
dos est�bamos locos por hacer el amor pero nos aguantamos muy bien, eso si de
vuelta a casa par�bamos en nuestro sitio favorito y ella me hac�a unas pajas
tremendas, le encantaba hacerlo, yo a ella casi no la tocaba para no excitarla
ya mas de lo que normalmente estaba. El Viernes por la tarde al llegar a casa
pap� y mam� nos estaban esperando y eso en principio nos preocup� much�simo,
cre�amos que se hab�an enterado de algo pero no, lo que hab�a ocurrido es que el
Abuelo el Padre de pap� se hab�a muerto por lo cual ellos se marchar�an por todo
el fin de semana, nosotros si no ten�amos inconveniente era mejor que nos
qued�semos, nosotros muy apesadumbrados de entrada pusimos alguna pega pero en
cuanto se marcharon nos abrazamos llenos de j�bilo y felicidad, todo el fin de
semana ser�a para nosotros, acompa�amos a pap� y mam� hasta el pueblo donde
tomaron el Bus que les conducir�a a casa de los abuelos, en cuanto salieron a su
destino nosotros regresamos a casa casi corriendo, en cuanto llegamos nos
desnudamos y nos lavamos concienzudamente el uno al otro, yo perfum� a mi
hermanita por todos los lados y rincones de su adorable cuerpo, ella se re�a muy
feliz, nos hac�amos cosquillas en fin jug�bamos como lo que �ramos �Ni�os!
Pero... Muy mayores, luego yo como �nica prenda de vestir me coloqu� un
calzoncillo y ella una fina batita, prepar� la cena para ambos, cenamos
estupendamente bien aunque con un poco de impaciencia, nuestros cuerpos ped�an
guerra, los dos ten�amos la piel erizada y nos com�amos con los ojos, casi no
pod�amos hablar. Terminamos de cenar y nos dirigimos cogidos de la mano a la
habitaci�n de nuestros padres, en cuanto entramos nos miramos fijamente a los
ojos, juntamos nuestras bocas y nos besamos con pasi�n , nuestras lenguas
entablaron entre s� una verdadera batalla, ella mientras con su mano derecha
acariciaba mi miembro sobre el calzoncillo, yo pas� mi boca por sus hombros y
cuello luego chupe suavemente el l�bulo de sus orejas mis manos acariciaban
dulcemente sus hermosas tetitas sobre la bata, entonces se la quit� y la recost�
sobre la cama, ella me quit� el calzoncillo y mi pene salt� como una barra de
hierro.

• Que barbaridad esta cosa es tremenda, pero preciosa.

Su boquita y lengua comenzaron a hacer filigranas sobre mi polla, mi boca y
lengua hac�an filigranas en su co�ito de pronto la advert�...

• �S�cala de la boca Eva que me voy a correrrrrrr!

Ella no hizo el menor caso y yo comenc� a largarle un verdadero r�o de leche
en su garganta, saqu� la cabeza de entre sus piernas y la mir�, ella me sonre�a
limpi�ndose la comisura de sus labios con la punta de la lengua, no dej� escapar
ni una sola gota de semen.

• Ahora hazme feliz a mi cari�ito m�o.

Volv� a meter mi cabeza entre sus maravillosos muslos, introduje dos dedos en
el interior de su vagina y mis labios se apoderaron de su cl�toris, mientras mis
dedos se deslizaban suavemente de alante atr�s con los labios y lengua chupaba y
acariciaba el cl�toris, ella empez� a temblar y a mover las caderas, sus manos
aprisionaron mi cabeza contra su co�ito al mismo tiempo empujaba su culo hacia
arriba, comenz� a gritar y convulsionarse, su corrida fue apote�sica, su vagina
era un manantial de flujos, me fue imposible esperar mas me situ� sobre ella y
comenc� a chupar sus pezones que estaban como piedras, sus tetas parec�an dos
rocas de duras que las ten�a, ella se fue recuperando, cogi� mi polla con una
mano y ella misma la dirigi� y encaj� en la entrada de su vagina, abri� sus
piernas al m�ximo y las cruz� sobre mi espalda y entonces yo comenc� a apretar
muy suavemente, ella mov�a sus caderas acompasadamente seg�n mi pene la iba
penetrando hasta que los dos nos dimos cuenta que hab�a llegado al fondo, con
una tremenda alegr�a ambos iniciamos simult�neamente el movimiento del coito
pero disfrut�ndolo plenamente, saboreando ella cada cent�metro de mi pene y yo
cada rinc�n de su vagina, nuestras bocas se un�an e intercambi�bamos nuestras
salivas, lo que est�bamos sintiendo era algo indescriptible, sin premeditarlo de
pronto par�bamos totalmente nuestros movimientos y nos mir�bamos a los ojos con
todo el amor del mundo.

• �Ya mi amor! Perf�rame hasta las entra�as mi vidaaaaa �No pueeeeedoooo
  aguantar masssss!


• Yo tampoco cari�ito m�oooooo ... �Me corrooooo!

Los dos simult�neamente tuvimos un orgasmo dif�cil de explicar, se nos nubl�
la vista, por la espalda de ambos parec�a que pasaban descargas el�ctricas y
nuestros cuerpos de pronto subieron al cielo, me dej� caer al lado de ella y sin
sacarla de su interior nos besamos dulcemente qued�ndonos dormidos
profundamente. Fue nuestro primer polvazo y fue apote�sico para ambos.

El Domingo por la ma�ana nos despertamos muy sobresaltados los dos est�bamos
completamente desnudos sobre la cama de nuestros padres y estos muy serios nos
estaban contemplando, en principio ninguno dijo nada, mam� estaba muy triste
pero parec�a tener resignaci�n, pap� ten�a el rostro totalmente herm�tico y de
pronto dijo...

• Hijos, vuestra madre y yo hace alg�n tiempo que nos tem�amos esto, hace
  mucho tiempo que nos hemos dado cuenta que el amor que os profesabais
  mutuamente no era normal entre hermanos, cuando os separamos fue cuando nos
  convencimos que esto antes o despu�s ocurrir�a, ya ha ocurrido �Qu� hacemos
  ahora?

Evangelina valientemente se dirigi� a pap� y dijo...

• Papa, mam�, Alfredo y yo en efecto somos hermanos pero nos queremos con
  locura, ninguno de los dos permitiremos que nada ni nadie nos separe, a partir
  de hoy pretendemos hacer vida de verdadero matrimonio aqu� o en cualquier otro
  sitio con vuestra bendici�n o sin ella.

Papa estaba p�lido... y habl� mam�...

• Es vuestra decisi�n y nosotros no podemos cambiar los hechos muy a pesar
  nuestro, a partir de hoy seguir�is durmiendo juntos, solo os pedimos que se�is
  tremendamente prudentes, cuando sea posible si quer�is marcharos de casa ser�
  decisi�n vuestra y si quer�is continuar en ella ten�is todas nuestras
  bendiciones, es mucho lo que os queremos.

Desde esa fecha Evangelina y yo hacemos vida de matrimonio pero... como mam�
dijo, con mucha prudencia incluso en casa, cuando nos montamos nuestras org�as,
procuramos por todos los medios que pap� y mam� no se enteren, incluso creemos
que nunca nos escucharon y mucho menos vernos hacer el amor.

�FIN