Desde aquella vez en que Milenita y yo iniciamos casi sin
pensarlo ni planearlo el juego sexual que despert� en ella su primera
experiencia y en mi el insano deseo hacia mi peque�a, la relaci�n de padre-hija
cambio, ella sinti�ndose culpable tal vez o en pecado se distanci� un poco de
mi, mientras ambos hac�amos como si nada hubiera pasado, pero sab�amos ambos que
no era asi, luego de unos dias casi volvimos a la normalidad pues durante esos
dias no paso nada que en algo se pareciera a lo que hab�amos vivido aquella
tarde.
Ella procuraba no quedarse a solas conmigo como hacia antes,
era l�gico pensar que temia que volviera a suceder lo de la aquella vez y aunque
yo procuraba lo mismo, algo dentro de mi o deseaba cada vez mas, no
desperdiciaba las oportunidades para mirarla y para hacer volar mi imaginaci�n,
era evidente que ya empezaba a desarrollarse como mujercita, aunque era
delgadita mostraba unas nalguitas muy prometedoras y respingonas y eso aun
contra mi raz�n me pon�a la verga a cien, la miraba cada vez que se volteaba,
cuando caminaba, procuraba en cada ocasi�n tratar de observar quiz� un poco mas
de lo normal, pero nuestra relaci�n en menos de un mes volvi� a ser la de antes,
claro que no hab�amos olvidado, pero los dos tratamos por nuestra propia cuenta
de demostrarnos eso, mientras yo la deseaba cada vez mas, la miraba salir de la
ducha sola envuelta en su toalla mientras se dirig�a a su cuarto mientras yo
echaba a volar mi imaginaci�n y me calentaba a mas no poder, y de tanto pensar
un dia se me ocurri� lo siguiente:
ya lo hab�a pensado y esa vez me decid� a hacerlo y no iba a
resultar complicado asi es que me met� en su cuarto simulando salir de casa, era
un tarde tambi�n, lo hice porque vi que ella se hab�a metido a la ducha y como
ya lo hab�a practicado antes me met� ya una vez dentro, debajo de su cama y me
ubique de tal manera que quedaba perfectamente oculto para los ojos de ella,
mientras yo desde esa oscuridad que me daba la cama la ver�a perfectamente aun
no sabia como, pues l�gicamente nunca la habia visto cambiarse, eran
posiblemente las 3 y era l�gico pensar que no har�a falta encender la luz de su
cuarto y aun si lo hiciera casi hubiera sido lo mismo.
Ya debajo de la cama un tanto nervioso inicie la espera
mientras sacaba mi verga por un lado de mi short deportivo que llevaba, era
com�n que a esas horas estuviera en tales condiciones debido al calor, ya la
tenia dura y me la frotaba lentamente de solo imaginarla desnuda ante mis ojos,
por fin la ver�a asi (conste que la vez anterior no pude ver casi nada, solo
palpar) la puerta de su cuarto estaba entre cerrada y por alli apareci� en 20
minutos quizas, como de costumbre sola envuelta en su toallita, el que cubria su
cuerpo desde sus pechos hasta sus rodillas, entro y cerro la puerta tras de si
echando el seguro, mientras tiritaba un poco se quito la toalla casi al filo de
la cama por uno de sus costados pues el otro costado estaba pegado a la pared,
la vi pero en un primer momento por lo cerca que estaba de la cama solo alcance
a mirar un poco mas de sus rodillas, maldije mi mala suerte y como si leyera mis
pensamientos mientras continuaba sec�ndose se acerco a su tocador para admirarse
en el espejo y fue alli que la vi en plenitud, de espaldas a mi, completamente
desnuda mientras se secaba el cabello, pude admirar sus nalguitas, eran la
gloria peque�as pero en esas condiciones fueron las mas maravillosas del mundo,
redonditos, muy duritos casi lo podia sentir mientras segu�a frot�ndome la verga
con mas ansiedad, se recost� un poco sobre el tocador para mirarse no se que en
la cara y fue en esa posici�n que me mostr� el mas bello de los espect�culos
jamas vistos, ante mis ojos aparecieron sus labios vaginales apenas hinchados
presionados por la estrechez de sus piernas, vi sus escaso y peque�os vellos
casta�os y aument� mi movimiento con mi mano tratando de evitar delatarme y lo
consegu�a, se estuvo haciendo no se que en esa posici�n y yo se lo agradec�,
parec�a como si supiera que yo estaba alli debajo de su cama y estuviera
regal�ndome la mejor de la vista de su culito.
al poco rato se volvi� erguida y ultim� su secado de cabello
mientras colgaba su toalla en su lugar y me regalaba por unos segundos la visi�n
de su cuerpo entero de frente, pude ver sus senitos muy peque�itos aun
completamente expuestos y su monta�ita incipiente de su entrepierna, casi
explot� en ese momento pero me contuve anhelando poder ver un poco mas,
regresaba a su tocador esta vez a buscar en uno de sus calzoncitos para
pon�rselo y la vi escogerlo, era uno todav�a infantil y para pon�rselo volvi� a
agacharse de espaldas a mi, no cabe duda que estaba con suerte, por escasos
momentos vi nuevamente sus labios vaginales quiz� esta vez un poco mas abiertos
al querer ponerse el calzoncito y se lo fue subiendo poco a poco hasta que
cubri� su desnudez en esa parte y acaso entonces la vi con mas ganas por lo sexi
apenas cubierto por su trucita celeste que pens� por un segundo en que pasar�a
si saliera de donde estaba oculto y comet�a esta vez si una gran locura, lo
pens� solo un segundo y solo aceler� mi mano terminando sobre el piso de costado
como estaba y mordi�ndome los labios para no delatarme mientras disparaba
chorros tremendos de leche sobre el piso, fue uno de los pajazos mas fenomenales
de toda mi vida, mientras culminaba mi loca faena ella canturreaba algo y segu�a
completamente inocente con su vestir pausado.
Cubri� su senitos con sus formadores y luego eligi� una de
sus falditas preferidas y prosigui� su rutina mientras yo no dejaba de
admirarla, mi verga segu�a dura a pesar de la copiosa explosi�n y yo segu�a
frot�ndomela pero no hubo mayor aliciente como para terminar por segunda vez
puesto que al poco rato termin� de vestirse y sali� del cuarto y yo empezaba a
idear como salir o calcular el momento para salir de su cuarto, no era raro que
yo entrar� a su cuarto por alguna raz�n, no hab�a tanta restricci�n al respecto
salvo cuando Milenita se cambiaba ni aun cuando dorm�a, pues lo hacia con la
puerta solo entreabierta por el calor y porque supuestamente no hab�a nada que
temer.
Hab�a iniciado desde esa otra ves, mi insana relaci�n oculta
con mi nena, me pajeaba algunas veces mientras ol�a su calzoncito reci�n
cambiado que ol�a divino, pues tenia olor a su co�ito dulce y agrio y su anito
peque�ito que anhelaba comerme con quiz�s mas ansia todav�a, mi ba�o era mi
escondite y me hice un tanto adicto a eso, mi esposa mitigaba mis ganas en la
cama y ella ignora a�n el porque de mi aumento de sexualidad en la cama pero
esta feliz pues hacemos lo que tenemos acostumbrado con mas frecuencia mientras
yo alguna vez la he pose�do imagin�ndome a Milenita llegando as� a tener unos
orgasmos fabulosos.
Empece a desear un d�a, que Milenita nos descubriera culeando
a su madre y a mi, lo pense muchas veces, hasta que lo plane� de tal modo que mi
esposa no se lo imagin� siquiera y se que Milenita en el fondo se qued� con esa
duda de si todo lo plane� yo o fue un accidente o coincidencia.
Esa es otra historia que desde luego se los contar� en otra
oportunidad.
Agradecer�a que me escribieran las personas que viven o han
vivido esta clase de experiencias, para compartir aventuras o para encontrarle
alguna soluci�n a este problema.
Atentamente:
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