Relato: Heredera por Matrimonio
Heredera por Matrimonio
Soy la hija menor de un matrimonio con tres hijos, mi nombre es Tamara y tengo 18 a�os, mis hermanos son Jonathan de 23 y Claudia de 25 a�os. Jonathan y yo aun somos solteros y vivimos en la casa familiar. Claudia se cas� hace dos a�os y vive con su esposo en su propio hogar.
Hace un poco mas de dos a�os, un par meses antes de que Claudia se casara, me llev� la sorpresa de mi vida. Una noche en que se supon�a ya todos estabamos dormidos tuve la necesidad de levantarme al ba�o, al salir de �ste, vi luz en la recamara de Claudia y me acerqu� para saber que suced�a, la puerta estaba entreabierta, me asom� y menuda impresi�n me llev�. Ah� estaban mis hermanos Claudia y Jonathan completamente desnudos, ella estaba a �cuatro patas� sobre la cama, de frente a nuestro hermano, quien estaba de pie, sujet�ndole los g�evos y mam�ndole la verga y �ste con una mano le manoseaba las chiches y con la otra le hurgaba entre las nalgas.
Me qued� petrificada, no daba cr�dito a lo que ve�a, Claudia sacaba de su boca el falo de �l, bes�ndole todo el tronco y los test�culos para volver a meterlo entre sus labios chup�ndole e introduciendo en su boca mas de la mitad del enorme rabo de Jonathan. Nunca me hubiera imaginado que entre ellos existiera una relaci�n sexual incestuosa. Cuando sal� del �Shock� empec� a disfrutar el er�tico espect�culo y por supuesto a ponerme cachonda al punto de que mis pantaletas se humedecieron con los flujos que de mi raja sexual brotaban debido a la enorme excitaci�n que me provocaba aquella candente escena que protagonizaban mis hermanos.
Unos minutos despu�s Claudia dio media vuelta poni�ndose de �perrita� y Jonathan encamin� su delicioso y colosal falo entre las nalgas de ella, no pod�a ver sin la estaba enculando o le cog�a por la vagina. La tranca de �l entraba y sal�a del cuerpo de ella quien se mov�a fren�tica seguramente gozando la cogida que le estaban dando. No supe en que momento yo me hab�a empezado a frotar con una mano las tetas y con la otra, bajo las pantaletas, me dedeaba la vagina y me frotaba el cl�toris masturbandome silenciosamente, sent�a que todo el cuerpo me temblaba y deseaba estar en el lugar de Claudia disfrutando la enorme ricura de Jonathan.
Mi hermano sacaba por completo su vergota del cuerpo de ella para volverlo a meter de un solo golpe. Seguramente mi mirada hizo que Jonathan volteara a donde yo estaba descubri�ndome que les espiaba, estaba tan cachonda que no me import�, con el dedo en los labios le hice la se�al de que guardara silencio, sin dejar de dedearme el sexo. �l en ese momento tenia la verga fuera del cuerpo de Claudia, y alternado mi mirada entre sus ojos y su ricura sexual me pasaba la lengua por los labios indic�ndole que me estaba saboreando esa preciosidad que ten�a por verga y mor�a por chup�rsela y tenerla dentro de mi cuerpo. En el �xtasis de la cachondez me baj� las pantaletitas a medio muslo y separ� las piernas ofreci�ndole a mi hermano mi candente y velluda �coasita�.
Jonathan ensart� nuevamente a Claudia quien por efecto de su excitaci�n no se hab�a percatado de mi presencia y segu�a gozando de la sensacional cogida que nuestro hermano le estaba dando. Nuevamente Jonathan volv�a su mirada a m� y le hice se�ales con mi lengua sobre mis labios as� como sac�ndola y meti�ndola con rapidez, reiter�ndole las ganas que ten�a de mamarle la vergota y de que a m� tambi�n me cogiera. Y volv� a hacerle la se�al de silencio para que Claudia no se enterara de que les hab�a descubierto. Con extrema cachondez regres� a mi recamara sin esperar el desenlace de aquel pecaminoso coito y a masturbarme con aquellas im�genes en mi mente y el deseo de ser yo quien recib�a la vergota de Jonathan en mis rinconcitos �ntimos.
Por la noche tuve sue�os h�medos en los que era cogida por mi hermano, tan rico como se estaba cogiendo a nuestra hermana Claudia y al amanecer solo pensaba en la colosal vergota de Jonathan, en chup�rsela, en tenerla metida en mi culito y que mi hermano disfrutara de mi cuerpo como lo hacia con Claudia. Sab�a que en un par de meses Claudia ya no estar�a en casa y entonces tendr�a a Jonathan para m� sola.
No hubo que esperar tanto, esa misma ma�ana, cuando me dirig�a a ba�arme para irme a la escuela, me encontr� a mi hermano que ven�a de hacer lo propio y solo cubr�a su cuerpo con una bata, lo mismo que yo, que debajo solo conservaba las peque�as pantaletas. Al encontrarnos Jonathan manifest� nerviosismo, pero yo no estaba dispuesta a dejar lo que para m� ya hab�a empezado, as� que sonri�ndole con cinismo me abr� la bata dej�ndole ver mis tetas al natural y el resto de mi cuerpo solo cubierto por las peque�as pantaletas tipo tanga transparentes que portaba y que apenas tapaba mi peluda panocha.
- Claudia esta mucho mejor que yo, pero dime �qu� te parezco? -, Le dije con desverg�enza sabedora de que despu�s de lo sucedido la noche anterior, sin duda mi hermano me �tendr�a ganas� y m�s aun ahora que con el casorio de Claudia extra�ar�a las noches de �placer prohibido�.
De inmediato la bata de mi hermano se alz� como carpa de circo evidenciando que su colosal vergota hab�a reaccionado ante la casi desnudez de mi cuerpo, sin esperar respuesta y sin dejar de sonre�r segu� mi camino al ba�o rozando con el dorso de mi mano el �bulto� que se hab�a formado en su entrepierna.
Gustosa me met� a ba�ar sabiendo que mi hermano estaba mas que dispuesto a gozar de mi cuerpo como lo hac�a con nuestra hermana Claudia y ante la cercan�a del matrimonio de �sta, �heredar�a� toda esa rica vergota que ser�a solo para m� como lo era ahora de Claudia.
Al regresar del colegio mi hermano ya estaba en casa, seguramente me esperaba ya que era raro que estuviera en casa a esa hora. Sub�, rumbo a las recamaras, lentamente por la escalera pegada al barandal con la intensi�n de mostrarle las piernas a mi hermano, Jonathan acerc�ndose al pie de la escalera me dijo que quer�a platicar conmigo, me detuve, era l�gico que pod�a verme hasta las pantaletas y por ser �stas tipo tanga me ve�a las nalgas que se �com�an� los calzoncitos. En efecto mi hermano se qued� �lelo� viendo por debajo de la falda del uniforme escolar.
Le dej� ver mis �encantos� por unos minutos mientras algo me dec�a, no pon�a atenci�n a lo que �l hablaba, estaba mas interesada por exhib�rmele que por lo que me quer�a decir. Lo cierto era que me estaba poniendo cachonda, segu� subiendo con lentitud. Jonathan me sigui�, pod�a adivinar lo que se propon�a, ello me llenaba de lascivia y mi vulva se empezaba a humedecer. Ya en el corredor de la planta alta mi hermano me alcanz�, sin mas me abraz� repegando su endurecido pene contra mi pelvis y al o�do me dijo, - Claudia esta muy sabrosa, pero tu no te quedas atr�s Tamara -, sus palabras me hicieron repegar mas mi cuerpo al suyo pudiendo sentir su verga en mi vientre.
- �De verdad te parezco sabrosa? -. Le dije. Jonathan solo alcanzo a decir - Mucho - y le ataj� con otra pregunta - �Me Har�as lo mismo que haces con ella? -. Aunando los hechos con las palabras baj� una de sus manos a mis nalgas acarici�ndome por encima de la falda al tiempo que me dec�a - Por supuesto... �Te gusta? -. No contest�, era obvia la respuesta, dej� la mochila en el piso y llev� mi mano al bulto de su verga frot�ndosela. En un r�pido movimiento mi hermano meti� su mano por debajo de la falda para manosearme las nalgas en directo y a plenitud y con la otra me masajeaba las chiches sobre la ropa.
- La tienes bien grande y sabrosa -. Le dije, refiri�ndome a su vergota e intent� bajarle el cierre de la bragueta ah� mismo, ya estaba bien cachonda, se me mojaban las pantaletitas y quer�a cuando menos pu�ete�rsela. Jonathan me se�al� la recamara, aun faltaba mas de una hora para que mi madre o Claudia llegaran a casa, y sin quitar la mano de mis nalgas caminamos meti�ndonos a mi habitaci�n. Cuando cerramos la puerta mi hermano ya se hab�a sacado la vergota bien parada y la bland�a ante mi asombrada mirada. - Wow... yummy, yummy... Sabrosura... La tienes rica -, fue todo lo que la impresi�n me permiti� decir, tomando su vergota entre mis manos para chaquetearle, ahora que la ve�a de cerca y pod�a tocarla me parec�a mucho m�s grande y sabrosa que la noche anterior cuando se estaba cogiendo a nuestra hermana.
Mi hermano no perd�a el tiempo, ya me hab�a desabrochado la blusa y me manoseaba las chiches sac�ndomelas de las copas del brassiere y hurgaba entre mis nalgas por debajo de mis min�sculas pantaletas buscando mis labios vaginales y mi culito. Mor�a de ganas de mam�rsela y �l lo sab�a desde la noche anterior por las se�as que le hab�a hecho con mi lengua en los labios. Jonathan sutilmente empuj� mi cabeza por la nuca encamin�ndola rumbo a su ricura, no me hice del rogar y d�cilmente me empin� hasta alcanzar con mi boca la cabeza de su colosal camote plant�ndole soberbios besotes que retumbaron en la habitaci�n.
Mi hermano segu�a manose�ndome las chiches y las nalgas con ambas manos, ya me hab�a bajado las pantaletitas, mientras yo le mamaba la verga sin ning�n pudor, no hab�a por qu� reprimirme, ambos estabamos de acuerdo en que hab�a que gozar el momento sin restricciones, si era capaz de cogerse a Claudia, �porqu� a m� no?.
- Desn�date Tamara... Te quiero tener toda encueradita -. Me dec�a con voz desesperada. - �Que me quieres hacer? -, Le dije fingiendo inocencia, sin dejar de acariciarle la vergota y los g�evos, - Te voy a coger -, me dijo con determinaci�n. Sin negarle la posibilidad de cogerme le alert� � No estoy tomando anticonceptivos por ahora... Si quieres m�temela por entre las nalgas... C�geme por el culito -, le propuse presa de la lujuria que me produc�a coger con mi hermano.
Sin darme respuesta me empez� a quitar la ropa que aun conservaba hasta dejarme totalmente desnudita, me manoseaba por todos lados y tumb�ndome en la cama besaba todo mi cuerpo, cuando lleg� a mi raja la besaba y chupaba con delirio, succionaba mi sexo tragando los jugos que de ella extra�a y lam�a mi culo tratando de meter su lengua en �l. Volv�a a mamar mi raja mientras me dedeaba el culo con dos dedos que previamente hab�a mojado con mis flujos vaginales para lubricar. Me ten�a loca de placer y no pude resistir mucho cuando las contracciones de mi vulva anunciaban el orgasmo que con su boca me estaba sacando.
Mis jugos �ntimos corr�an entre mis nalgas ba�ando mi �chiquito�, sin previo aviso me levant� y empin�ndome separ� mis piernas enfilando su macana a mi ajustado �pedorrito� y tras dos intentos fallidos, pues si bien era cierto que ya no era virgen de mi ano, era como una segunda desvirgaci�n por el enorme tama�o del falo de mi hermano, mi culito ya sin oponer resistencia se abr�a para dar paso a su hermosura viril, en unos momentos ya ten�a su vergota alojada en mi culo e intestino, me ten�a totalmente enculada y empezaba el bamboleo de su verga en mi apretado ano. - Que rico me coges por el culo... Siento rico tu camote en mi culito... As�, as� s�gueme cogiendo hermanito -, le dec�a llena de voluptuosidad y entregada al �pecaminoso� placer que su verga me daba en mi colita.
Sus g�evotes rebotaban en mi vulva a cada metida que me daba en mi goloso culito que devoraba por completo su colosal camote y quer�a m�s verga dentro, me mor�a de la envidia de saber que Claudia estaba gozando de esa delicia desde qui�n sabe cuando. � Que rico me enculas papacito... C�geme m�s por el culo... Disfruta mi cuerpo y mi �pedorrito� con tu hermosa vergota -, le repet�a a cada momento sintiendo que el orgasmo estaba por llegar, sent�a que me venia a cada momento y deseaba mas verga en mi insaciable culo.
Los cambios de pose no se hicieron esperar y su ataque siempre era en mi apretado culo, que para entonces no opon�a ninguna resistencia para dar cabida al delicioso visitante que entraba y sal�a incontables veces de mi peque�o orificio excretor, d�ndome un placer enorme a cada acometida.
Sus manos no permanec�an quietas y con una me frotaba las chiches y con la otra el cl�toris d�ndome un placer er�tico nunca antes sentido por mi. En medio de gemidos y palabras incoherentes y apagadas tuve mi primer orgasmo incestuoso, sin que ello aminorara los deseos lascivos que aquel maravilloso encuentro carnal me produc�a.
A cada cambio de pose, Jonathan se inclinaba para colmar de estruendosos besos mi culo que a cada contacto con sus labios y lengua se estremec�a deseoso de sentir nuevamente el rigor de su endurecida vergota. Los minutos transcurr�an y el placer era incesante, los orgasmos que me produc�a se iban sumando uno tras otro, sin recordar cuantas veces �me llevo al cielo� con su hermosura sexual incrustada en mi colita que se abr�a gustosa para recibir con placer cada arremetida del delicioso invasor.
En el paroxismo del deleite y ante el temor de que aquel placer se interrumpiera hasta despu�s del matrimonio de Claudia, quise aprovechar al m�ximo la oportunidad de probar el excitante sabor del esperma de mi hermano, sabor que de otros chicos ya conoc�a, pero no el del incestuoso tolete de mi hermano. As� que le ped� que cuando fuera a eyacular lo hiciera dentro de mi boca para degustar su leche.
Mi hermano no confirmo mi petici�n pero minutos despu�s me dijo con voz apresurada � acerca tu rostro porque me voy a venir�, con premura tom� su verga con mi mano y la lleve a mi boca abierta, apenas hab�a chupado su macana un par de veces cuando sent� como los chorros de su semen llenaba mi boca, sin saborear pase el primer trago y su esperma segu�a fluyendo de su fren�tico y hermoso rabo sexual, mi boca se volvi� a llenar del tibio y semi espeso n�ctar que brotaba de su exquisita verga, esta vez tuve tiempo de paladearlo antes de tragarlo, segu� succionando la cabeza de su verga logrando sacarle un tercer trago de leche que ahora con toda calma saboree antes de tragarlo.
Aun cuando ya no le sal�a semen, yo segu�a chap�ndole la vergota y bazuque�ndola con visos de agradecimiento por el inconmensurable placer que me hab�a brindado, extendiendo mis caricias con labios y lengua a los enormes test�culos y el tronco de tan precioso tolete que mi hermano tenia por verga.
Momentos despu�s nos tumbamos en la cama y Jonathan me bes� en la boca en la que aun hab�a vestigios de su semen y sin ning�n asco chupaba mi lengua mientras acariciaba aun mis tetas y yo su ya casi fl�cido miembro viril.
Aquello no hab�a terminado, mas bien era el inicio de un intenso placer que a partir de ese momento surg�a entre Jonathan y yo, por lo pronto deber�amos cuidarnos de Claudia, pero en dos meses podr�amos disfrutar de nuestros cuerpos en cada oportunidad que tuvi�ramos y especialmente por las noches ya fuera en su recamara o en la m�a.
Fin
Este relato no corresponde a la realidad, es solo una fantas�a relacionada a mi vida real en la que efectivamente tengo relaciones sexuales de incesto con mi hermano, este relato esta basado no en la forma en que inici� las relaciones sexuales con mi hermano, pero si revela mi gusto por el incesto, el sexo oral, vaginal, anal y mi adicci�n a degustar el semen, especialmente el de mi propio hermano.
Independientemente de los comentarios que puedan emitir en el espacio asignado para ello en esta misma pagina, les invito a expresarlos en mi metroflog / />