Despu�s de la experiencia con mi vecina, mezcla de �xito y
mal trago, pens� en abandonar pero mi imaginaci�n era incontrolable y no paraba
de pensar en las mujeres que me rodeaban, todas ellas maduras. Mis t�as, mi
profesora de piano, la mujer del s�per, la empleada de correos y hasta alguna de
las profesoras de la facultad. La que ten�a mas a mano era, obviamente mi madre
pero esa era la mas peligrosa de todas, si lo de la vecina fue fuerte y pudo
acabar en tragedia, follarme, o intentar follarme a mi madre era una aventura de
alt�simo riesgo porque si sal�a mal las consecuencias podr�an ser catastr�ficas.
Ahora bien, pensaba, si lo lograba ya nada me iba a parar. Si consegu�a hacer
caer a mama nada se me iba a resistir. En mi casa hab�a un ambiente de lo mas
normal, �ramos cuatro de familia y el matrimonio de mis padres era de lo mas
corriente. Mi madre era por entonces una mujer de cuarenta y muchos a�os y su
vida sexual creo que era bastante equilibrada, no se pod�a decir de ella que
fuera una mujer excesivamente caliente y no creo que tuviera mas de un contacto
semanal con mi padre. Quiz�s les hab�a podido la rutina, no s�, pero no recuerdo
haberles o�do ninguna noche, cuando atisbaba despierto mientras hacia pajas
pensando.
Conociendo a mi madre me parec�a una barbaridad pedirle
directamente que follara conmigo sin que aquello desembocara en una tragedia. Me
aterraba la idea y mientras, no paraba de hacerme pajas alimentando aquella
morbosidad. Una noche, no recuerdo porqu�, hubo una fuerte bronca entre mis
padres que se prolong� hasta en la cama donde les o� discutir hasta que se
durmieron, cre� que aquello acabar�a en una follada como se dice que acaban la
mayor�a de las discusiones entre matrimonios pero no fue as�, preste especial
atenci�n pero nada. A la ma�ana siguiente mis padres estaban de muy mal humor y
especialmente mi madre. Cuando todos se fueron le pregunt� que es lo que le
pasaba y como es que hab�an discutido tanto ella me comento que eran cosas
normales y que no me preocupara porque ya pasar�a, solo era cuesti�n de tiempo.
Entonces yo como quien no quiere la cosa le dije que porque no lo hab�an
arreglado ya, que a mi entender no hacia falta esperar.
-Y tu que sabes ? me contest� molesta.
-Nada mam� pero yo creo que si estabais enfadados y tensos
porque no lo arreglasteis follando. Yo lo habr�a hecho.
-�Qu� dices? Me pregunt� en un tono entre indignado y
sorprendido.
-Digo mami que cuando te enfadas te pones muy excitante y que
me gustar�a follarte. Te deseo y ardo en deseos de comerte el co�o y chupar tus
pezones. No entiendo porque mi padre no lo hizo
Vi la expresi�n de su cara y no me atrev� a continuar all�.
Sal� disparado de la cocina y me fui a mi cuarto y empec� a recoger mis cosas
para ir a la facultad . Me ard�an las sienes y el acojono que ten�a por lo que
acababa de decir era enorme y fue aumentando al o�r sus pasos que se dirig�an
hacia mi habitaci�n. Trague saliva y me puse sobre el escritorio buscando unos
inexistentes apuntes mientras note su llegada.
-Oye, me dijo, eso que me acabas de decir no lo has dicho
�verdad? Me lo he debido imaginar �no es cierto hijo?
Me arm� de valor, ya no pod�a dar marcha atr�s, no sabia como
pod�a acabar aquello pero llegado el momento ya pensar�a en alguna soluci�n,
ahora tenia la polla hinchada y lo mas conveniente era salir de all� antes de
que perdiera el control. No dije nada y segu� haciendo como que buscaba.
-Te estoy hablando Manuel, la o� decir.
Me volv�. Su cara no era ni mucho menos amistosa, en su
rostro se reflejaba una severidad que conoc�a perfectamente aunque lejos de
incomodarme me hac�a aumentar el deseo
-Cont�stame por favor.
-Esta bien, dije soltando un suspiro y tratando de disimular
mi nerviosismo, mami, no he podido evitarlo. Que seas mi madre no quita que
tambi�n seas una mujer y yo no puedo evitar pensar en ti como una mujer a la que
deseo poseer. Mira. En ese momento baje mi pantal�n y retir� el slip permitiendo
que mi pene erecto asomara hacia el exterior mostr�ndose en todo su esplendor.
No par� de hacerme pajas pensando en ti, continu�, sue�o con tigo y me corro en
tu boca y en tu co�o y me hago pajas con tus tetas y te hago disfrutar y
disfruto contigo. As� es como me pones.
Me volv� de nuevo tras decir esto y reanude la falsa
b�squeda. Se hizo el silencio. O� que se mov�a pero no dijo nada. Me agach� para
subir mi pantal�n y cuando de nuevo lo coloque en su sitio para abrocharlo not�
su mano en la cintura al tiempo que le o� decir.
-Espera.
Me di la vuelta y me encontr� con su rostro en el que se
dibujaba una mueca de humildad y por el que se deslizaban un par de lagrimas.
Estaba completamente desnuda. Me rodeo con sus brazos y al tiempo que su boca
buscaba la mia y una de sus manos bajaba hasta mi entrepierna para agarrar mi
polla me dijo al o�do casi sollozando:
-F�llame hijo, f�llame como has so�ado, haz que tu madre se
sienta como una puta. � Adelante, si eso es lo que quieres �
La abrac� y le acaricie la espalda hasta agarrar sus nalgas,
ten�a la espalda caliente y el culo fr�o. Pase el canto de mi mano por la raja
de su culo y de nuevo volv� a deslizarla espaldas arriba hasta el cuello. Ella
se agarraba a mi con fuerza, ahora con las dos manos. Me separ� ligeramente y
con total rapidez me quite toda la ropa volviendo a abrazarme a ella. Ahora mi
pene levantado apretaba su vientre, sus tetas estaban aplastadas contra mi pecho
mientras mi lengua recorr�a su cuello y buscaba su oreja para chupar y
mordisquear el l�bulo. Le gustaba y me gustaba aquel contacto de nuestros
cuerpos tibios. Segu� besando el cuello, los hombros. Me separ� un poco y pude
tomar uno de sus blancos pechos. Lo acarici� y note como el pez�n endurec�a.
Baje la cabeza y lo chupe sin dejar de apretar con suavidad el pecho. Lo
mordisque� hasta hacerla gemir de dolor. Puso su cara sobre mi pecho y lo bes�.
Met� las manos entre nuestros cuerpos hasta hallar mi polla y empez� a pajearme
de forma desordenada y con tanta fuerza que me hizo da�o por lo que tuve que
frenar aquel impulso.
-Ven, le dije solt�ndola,
Le tome una mano y d�cilmente se dej� llevar. La sent� en mi
cama y yo permanec� de pie haciendo que mi polla quedara frente a su cara. Me
mir�. Su cara reflejaba una mezcla de tristeza y lujuria. No dijimos nada. Yo la
mire a los ojos y baje la mirada hasta posarla en mi polla y ella entendi�. Me
agarr� por las piernas a la altura de los muslos y me atrajo abriendo la boca
para tragarse mi verga tan larga como era. Cerr� la boca y pude notar su
calidez. Como su lengua recorr�a aquel trozo de m� y como apretaba los labios en
un mete saca que yo acompa�aba sujetando su cabeza. Se la saco de la boca y la
puso hacia arriba pasando su lengua por la parte de abajo mientras me agarraba
los huevos con gran delicadeza y pasaba sus dedos por mi enredado vello. Yo
agarraba sus tetas y las masajeaba. Hice que cayera de espaldas sobre la cama y
me arrodille frente a ella. Le separe las piernas, retire el negro vello que me
ocultaba la entrada de su co�o, separe los labios exteriores y me puse a lamer
la rosada cavidad mientras ella comenzaba a gemir tap�ndose la boca para
amortiguar aquellas expresiones de placer. Ella se agarraba las tetas y se las
apretaba con la mano que ten�a libre. Abr�a mas y mas las piernas, y mov�a la
cabeza a uno y otro lado jadeando cada vez mas intensamente. Vi�ndola disfrutar
mi excitaci�n crec�a por momentos. Me incorpor� y hice que se recostara cuan
larga era. Le abri de nuevo las piernas y ella flexion� las rodillas abriendo
para mi aquel co�o con el que tanto hab�a so�ado.
-Hijo, no tienes un cond�n? Pregunto con una voz tenue y
entrecortada.
Salt� de la cama y antes de que pudiera darse cuenta volv� a
estar sobre ella convenientemente prevenido. Me miro con un gesto de aprobaci�n
y ayud� a colocar mi polla en su interior. Le puse las manos bajo las nalgas y
le busque el agujero del culo por el que introduje mi dedo mientras acomet�a una
y otra vez y ella mov�a la pelvis acompasadamente y ahogaba sus peque�os gritos
sobre mi hombro
-As� hijo, as�, muy bien. Lo estas haciendo muy bien. Sigue
coraz�n sigue que me voy a correr, vamos, vamos
Unos instantes mas tarde nos corrimos juntos y saltamos en
medio de espasmos de placer y jadeos desacompasados, sudorosos y relajados aun
estuvimos abrazados un buen rato.
-Gracias mami, dije yo despu�s. Te quiero mucho.
-Shhh, dijo ella, no digas nada cari�o. Lo que hemos hecho ha
sido maravilloso, no debimos hacerlo pero ha sido fant�stico. Yo tambi�n te
quiero pero esto no puede volver a ocurrir, prom�temelo.
-Como quieras mama, respond�,
Nos incorporamos y fuimos juntos a darnos una ducha. Nos
enjabonamos el uno al otro y de nuevo mi polla se puso tiesa. Mientras el agua y
el jab�n limpiaban nuestros cuerpos mi madre acab� haci�ndome la ultima paja que
la tuvo a ella de protagonista. No volv� a tener relaciones con ella. Hicimos
como si nada hubiera pasado y si alguna vez ella quiso algo conmigo nunca lo
not�, yo por mi parte jam�s me volv� a interesar por ella en este aspecto.