Este RELATO constara de 3 o 4 partes como mucho. Es un relato
de ficci�n y espero que os guste.
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Nada mas entrar en el palacete donde estaban las dem�s
concubinas vi como todas me miraban y no llegaba a entender que pasaba. Era muy
raro, aun as� yo estaba muy metida en mi misma y en lo que iba a ser esta vida
que no atend�a a nada mas. As� paso un tiempo, donde me sent� en una esquina y
vi como la gente me segu�a mirando. Entonces, me empec� a preguntar que tenia yo
de especial y porque hab�a mujeres que me miraban con incredulidad, otras con
desprecio y algunas les brillaban los ojos como si yo les infundara valor.
Decid� escucharlas, charlaban muy r�pido como muy excitadas
por mi llegada pero intente enterarme de algo de lo que dec�an:
Es id�ntica, no cre�is?, pero no puede ser ella. Es
imposible
Y si es un fantasma, puede serlo, no? Las almas en pena
pueden volver a reencarnarse en otros seres.
Eso es absurdo, Jen Ling no hace tanto que se fue. No
puede ser su reencarnaci�n.
Pero no ves que es su viva imagen?
Y q mas da, quien sea? Es cierto, q se le parece pero no
solo en forma sino tambi�n en esp�ritu. Jen Ling era igual cuando llego,
asustadiza, extra�a y con aspecto pueblerino. Pero lo q a mi me asusta es
porque esta aqu�. Despu�s de todo lo q paso. No lo entiendo. Se habr� vuelto
loco el emperador?
NI�AS! Callad ya! Dejad de decir tonter�as y dedicaros a
hacer otras cosas. Siempre q llega alguien mont�is unos alborotos
incre�bles. Ella no es Jen Ling y punto. Adem�s, si el emperador la ha
tra�do, habr� sido por pura coincidencia. Ahora callaros y seguid a lo
vuestro. No quiero mas chismorroteo sobre la chica nueva.
Parec�a q mi presencia hab�a creado una peque�a conmoci�n en
este minimundo del q yo ahora pertenec�a. No me percate mucho de lo q dec�an,
pero si de q la ultima mujer q hablo era bastante mas mayor q las dem�s y
parec�a tener cierta importancia en este peque�o palacete. Me intrigo saber
quien era, quer�a hablar con ella y de paso olvidar mis penas. Pensar en mis
penas no iba a hacer q todo desapareciera as� q tampoco hab�a q darle muchas
vueltas.
Decid� buscarla pero no la encontr� entre tantas chicas y
alg�n que otro chico joven, �ltimamente estaba muy de moda no solo compartir
cama con mujeres, sino con chicos j�venes o eso se escuchaba por mi ciudad. El
caso, es q mientras buscaba a esa mujer me empec� a fijar en el sitio en el q
estaba, realmente era delicado e incre�ble. Precioso, lleno de m�rmol pulido,
cojines, trajes de seda preciosos, flores y en el centro una peque�a pero
realmente preciosa fuente con un agua cristalina y q desprend�a algo de frescor
a la sala. La verdad es que se hacia necesario porque con tanto perfume el
ambiente estaba muy cargado. Me acerque a ella con paso liguero, tenia unas
ganas tremendas de sentir el frescor del agua en mis manos, y eso hice.
Cuando estuve en la fuente, me sent� a un lado y sumerg� mis
manos en ella, nada especial cre�a yo pero todos empezaron a hablar muy fuerte
sorprendidos por mi acci�n. Saque mis manos y mire con cara de sorpresa. Q es lo
que pod�a haber hecho yo para crear tal tensi�n en este sitio?.
Note como alguien me cog�a del brazo y me levantaba. Cuando
mire era la mujer en�rgica de antes, tenia cara de sorprendida y enfadada, pero
yo no llega a comprender q estaba pasando. Entonces ella hablo:
NO HAGAS ESO NI�A! No lo vuelvas a hacer en un tiempo! Me
entiendes? No lo hagas porque los recuerdos aun son duros y frescos. Hazme
caso. No te digo esto por nada malo, se q no lo has hecho queriendo, solo te
llamo la atenci�n la fuente, pero no lo hagas. De todos modos recu�rdalo
porque en este mundo donde vivimos encerradas, la gente ve fantasmas en
todos lados pero yo no voy a consentir q esto se vuelva una casa de locos,
entiendes?
No sabia a q venia todo esto y me arme de valor y pregunte:
Pero porque, que he hecho yo se�ora? Q es lo que pasa
desde q vine, porque la gente habla entre susurros y me mira. No soy nadie
se�ora, pero quiero una explicaci�n.
La mujer me miro de arriba abajo, sonri� y entonces dijo:
Es raro, pero te pareces a ella y bastante, no olo
f�sicamente. Me llamo Lang, pero me llaman NaN�, no me llames se�ora, aqu�
todos me respetan pero no me gusta q me llamen asi. Como soy la mayor de
todas me considero un poco como su madre y a ninguna madre, en el fondo, le
gusta q le llamen se�ora.- hizo una pausa y me miro, entonces prosigui�-
Estas segura de querer saber porque todos te miran asi?
Si, absolutamente segura se�o... Nana- Casi la vuelvo a
llamar se�ora, es lo q sol�a hacer con mi madre y por eso casi se me escapo.
Bien.... Entonces, iremos a un sitio apartado para q
nadie mas nos escuche y te contare una historia verdadera, la historia de
Jen Ling. Ser� duro escucharla, pero de todos modos, despu�s de todo...
Todas somos un poco Jen Ling. De ah� el alboroto q has visto. Esta noche el
emperador te llamara a su cuarto y all� perder�s tu virginidad, no esperes q
sea amable contigo porque para el solo eres un objeto decorativo sin ning�n
valor real. No se porque el te habr� tra�do, esta claro q ha buscado alguien
parecido a Jen ling, pero despu�s de tantos a�os, desconozco el motivo. As�
q estate preparada, muchas muchachas no soportan esta vida. Aqu� no hay
amor, solo eres como un jarr�n. Procura no romperte, hay muchas q se rompen,
por dentro o por fuera. Solo es un consejo q te doy.
Yo escuchaba atentamente pero realmente lo q esta mujer me
dec�a yo ya lo sabia, lo q deseaba era saber quien era Jen Ling, porque todas
�ramos un poco ella y que tenia de especial su historia, as� q cuando empez� a
contarla... Sent� alivio.
Jen ling no tenia nada de especial, solo era una jovencita
mas de un noble venido a menos y sin descendencia, por eso como sabr�s sus
tierras corr�an peligro de ser absorbidas por el emperador, as� que como muchos
otros nobles hacen le dio como regalo al rey a la mas peque�as de sus hijas.
Esta claro q ella nunca habr�a esperado eso de su padre, pero como siempre el
destino de las mujeres y la familia muchas veces dependen de estas decisiones.
Ella me cont� q sufri� mucho cuando se entero pero q resignada entendi� q era la
�nica soluci�n para el futuro de su familia y de los hijos de sus hermanas, pues
sus hermanas estaban casadas y ella, nunca hab�a sido muy agraciada. Algunos
dir�n q no era femenina y puede q tengan raz�n. Pq Jen Ling al ser la mas joven,
aun hab�a aprendido a ser una buena mujer, tambi�n tenia la fuerza y algunas
habilidades de hombre.
No se muy bien porque, pero me cont� q sabia montar a caballo
y q manejaba algo el arte de la espada, tb me dijo q su madre quiso q para q
fuera mas delicada sus pies se volvieran peque�os pero q su padre no quiso pues
ya tenia dos hijas as�. Jen Ling era la peque�a de tres hermanas.
Cuando llego aqu�, no parec�a nada contenta. Eso no le
sorprendi� a nadie, excepto algunas chicas q quieren esta vida de lujos, la
mayor�a son simplemente comercio y Jen Ling era de estas ultimas.
Como tu, el primer d�a se acerco a la fuente y yo como
siempre hago con las nuevas le explique q el emperador la llamar�a y q no
esperara nada de amabilidad de el. Ella me escucho callada con ojos perdidos y
creo q hasta resignada y luego meti� la mano, como tu lo has hecho en el agua y
me dijo:
El agua esta muy fresca, se agradece en un lugar as�...
El fri� te hace sentir viva y quiz�s mas libre. No se...
No entend� sus palabras, pero creo q Jen Ling meti� la mano
en el agua para saber q aunq le quedaba esta vida dolorosa, segu�a viva despu�s
de todo. Aunq ya no fuera libre.
Y la noche llego y el emperador la llamo a sus aposentos.
Antes de eso la hab�amos vestido como una reina. Estaba realmente preciosa. Paso
de ser una ni�a de pueblo a una princesa, aunq enjaulada.
Se dirigio seguida de varias damas y algunos eunucos a los
aposentos del emperador y no supe nada hasta la ma�ana siguiente.
Entonces lo vi, Jen Ling no era la misma. No solo su ropa
estaba medio rota, y eso q le dije q se dejara llevar y no forcejeara, sino q su
mirada hab�a perdido todo sentimiento.
Yo no hubiera hecho nada sino fuera porque la vi tan
horriblemente mal y sent�, que era como un conejito herido, q quiz�s la fuente q
ayer hab�a tocado para sentirse viva ya no le valdr�a de consuelo. As� q me
acerque y le hable, era lo �nico q pod�a hacer por ella:
C�mbiate, es lo mejor... No puedes pasearte por aqu� con
esa ropa rota.
Pero no me contesto. Tuvo q pasar un rato para q una �nica
lagrima cayera por su rostro y entonces me hablo.
Nana, ha sido horrible, horrible, horrible, horrible,
horrible...
Parec�a incapaz de decir nada mas, as� q me la lleve a una de
las habitaciones q tenemos para arreglarnos, ordene q no entrara nadie y le
empec� a quitar la ropa y a ponerle otra. Realmente no se mov�a, parec�a un
trozo de m�rmol. Cuando la empec� a desnudar vi las marcas de u�as, dientes y
moratones. Baje la mirada y pens�: Pobre ni�a.
Cuando la cambie, la sent� en una cama y aunque ella no
quer�a hablar le dije q lo hiciera, q yo llevaba a�os aqu� y q era lo mejor,
porque sino nunca podr�a superarlo y por desgracia pasar�a muchas noches como
esa. Pero q no pensara en el suicidio y q adem�s, yo cre�a q jam�s lo podr�a
hacer porque cuando la vi entrar, vi q era una mujer fuerte.
Eso pareci� animarla, as� q entre cortada me cont� lo q le
paso y fue mas horrible de lo q yo cre�a, pobre ni�a, pobrecita mi ni�a....
Su relato aun hoy me hace temblar, pero me has dicho q
podr�as soportarlo, as� q te lo contare exactamente como Jen Ling me lo cont� a
m�.
Empez� as�:
Estaba muy nerviosa, sabias lo q me hab�as dicho pero aun as�
no estaba calmada, intentaba ser un trozo de �rbol o de m�rmol, algo q no
sintiera mucho, pero a medida q me acercaba a la habitaci�n del emperador sent�a
q mis fuerzas flaqueaban, lo hacia por mi familia, pensaba una y otra vez, solo
y exclusivamente para darme fuerzas.
Cuando llegue las puertas se abrieron, las damas y los
eunucos se fueron y me quede sola en una habitaci�n creada para los sentidos,
era maravillosa pero yo... yo... no pod�a pensar lo q iba a pasar all�.
El emperador no estaba, as� q me quede ah� en pie hasta q
llego. Nunca le hab�a visto era un hombre de mediana edad mas bien viejo pero no
me importo mucho, tampoco esperaba, como tu me dijiste Nana, cari�o de el.
Me llamo, me dijo algo as� como q fuera para all�. No se
sabia mi nombre pero, era normal. Me indico q me sentara en la cama, mientras el
com�a algo de frutas. Yo me sent� y sin mediar palabra se tiro encima m�a. Me
quede inm�vil, sorprendida y perpleja. Empez� a quitarme la ropa con ansiedad,
hacia ruidos extra�os q no entend�a y entonces, entonces... Hice una locura
Nana. Le empuje y me levante. Al principio no reacciono, luego sonri� con
sarcasmo para mas tarde tener una gran furia. Me dijo q como osaba y q cual era
mi nombre. Le dije mi nombre Nana y entonces todo empez�...
Cre�a q iba a llorar, pero Jen Ling no lloro y sigui�
contando.
Me cogi� fuerte del brazo y me pego en la cara, me dijo q era
SUYA y q har�a lo q el quisiera pero q le gustaba ese juego del rat�n y el gato.
Q ahora yo seria su ratoncito y el iba a ser mi gato y hasta q no me comiera
completamente no iba a terminar, pero q el rat�n tenia q ser bueno y luchar
contra el gato. Porque sino el gato podr�a enfadarse aun mas, yo no entend�a
nada. Estaba perpleja, asi q me quede quieta ah�, sin moverme.
Vino y me grito q si no le hab�a escuchado, hice un gesto de
q si, pero realmente no sabia q tenia q hacer. Entonces, me empez� a romper la
ropa, me asuste y corri hacia otra parte de la habitaci�n y el sonri� y me dijo:
Muy bien ratoncito, muy bien... Corre.
Me cogi� y me levanto, me tumbo en la cama, yo forcejeaba
pero no pod�a librarme, entonces me volvi� a romper la ropa hasta quedar como
ves y luego...
Luego me dijo: Ni�a! Mira! Ves lo q tengo aqu�, esto te har�
m�a aunq ya lo eres, pero la �nica libertad q tienes la har� m�a esta noche y
hoy no ha sido un d�a agradable, as� q puede puede q descargue mi ira en ti.
Nunca habia visto nada igual, al bajarse los pantalones vi
algo grande y de aspecto raro, estaba duro, lo notaba cuando estaba encima y me
mord�a el cuello y cuando intentaba escapar y me cog�a las manos con fuerza.
Tenia miedo, me hab�an dicho q dol�a, no sabia el que pero eso me hab�an dicho.
Luego el se quito la camiseta y vi su pecho, me empez� a
lamer el cuello, las orejas, yo no quer�a, pero el no paraba y una y otra vez,
luego sus manos cogieron mis pechos y los apretaron tanto q me hizo da�o y
comento: Tienes pecho para ser tan ni�a, mis guardianes han elegido bien. Me
divertir� mucho contigo.
Cuando escuche eso intente irme as� q me mov�a para todos
lados, le pegaba patadas con mis piernas, pero no hacia resultado, hasta q
consegu� escaparme, realmente no se como y cuando iba a bajar de la cama el me
cogi� y me dijo: Eres incre�ble, te resistes, la mayor�a se quedan muertas como
un tronco, pero tu... Tu eres todo un descubrimiento.
Me cogio de la cintura, me levanto la falda y me dijo:
Normalmente no hago esto pero tu te lo has ganado mi ni�a... Tu llanto y esta
posici�n, es aun mas excitante.
Me tenia de espaldas se acerco a mi y note algo duro y mojado
por mi culo, tenia miedo queria escapar y hacia fuerza para salir de la cama,
hasta q el me cogi� con una mano la cabeza y me obligo a ponerla en la cama, no
pod�a respirar y lloraba y gritaba, aunq sabia q nadie iba a venir. Entonces el
se acerco y toc�ndome los pechos, note ese miembro acerc�ndose, su respiraci�n
agitada. Sent� un dolor fuerte como si me partieran por la mitad y luego el
dijo: Vaya, parece q es dif�cil de esta forma aunq ya has sangrando un poco. Me
dio la vuelta, se puso encima... Yo para aquel entonces estaba desnuda y el tb,
me empez� a morder los pechos, a ara�arme y contra mas lloraba mas lo hacia, le
gustaba verme llorar.
Al final dijo: Ya he jugado mucho contigo, hasta tienes
heridas y eso no puede ser pq pronto te llamare, me has gustado, adem�s no puedo
mas... Tu forma de ser ha hecho q quiera poseer hasta la ultima gota de tu
sangre y hasta la ultima gota de tu alma.
Yo pataleaba y entonces el me volvi� a ense�ar lo q el
llamaba su miembro y me dijo: Con esto voy a terminar la faena y dejaras de ser
una ni�a para ser una mujer, estate orgullosa pq no todas las mujeres pueden
decir q han sido folladas por un emperador.
Entonces acerco su miembro a mi cuerpo, lo fue pasando poco a
poco por mi cara, mis labios, note un sabor salado y retire la cara, me la
volvi� a poner en su sitio y me dijo: �brela, abre la boca ahora!
Cerr� mis labios pero el me los abri� y me meti� "eso"
dentro. Era cierto, tenia sabor salado y hab�a un liquidillo. Empez� a entrar y
salir mientras yo lloraba desconsolada, estaba encima m�a y no pod�a moverme.
Dentro, fuera, dentro, fuera... El hacia ruidos como
diciendo: me das placer mi ni�a, q rica q estas mi peque�a ni�a... Luego, apenas
se le entend�a, eran solo murmullos y yo sentia eso entrar y salir, una y otra
vez, casi quer�a vomitar pero no me dejaba y cuando me quise dar cuenta me dijo:
Ahora vas a notar algo y te lo tragaras si no quieres q te pegue m�s.. No
entend�a pero pronto entend�. Subi� el rimo, y yo no pod�a aguantar las arcadas
y cuando menos me lo esperaba algo salado y espeso entro en mi boca el se apoyo
en la cama con una mano y con la otra me aguantaba la cabeza para q no me
moviera.... No pod�a soportarlo pero si no hacia lo q el quer�a me pegar�a mas,
as� q me trague ese liquido, sin pensarlo, sin sentirlo. No se, me sent� sucia.
Pens� q todo hab�a terminado, pero me confund�a...
Estuvo unos rato aunq debieron ser unos segundos pq yo ya no
atend�a a razones, de tantos golpes me sent�a q me iba a desmayar, as� q el me
pego un guantazo no muy fuerte para q me despertara y me dijo: No te desmayes
ahora, no he terminado contigo y para tu mayor orgullo tengo q decir q muchas lo
echan pero tu has sido buena chica. Tranquila, mi ni�a, ahora dejaras de ser
mujer porq eres tan apetecible q no te voy a dejar escapar.
Se volvi� a poner encima m�a, y me paso su miembro q aun
estaba como una piedra por todo mi cuerpo, por mis pechos por mi cintura, por
mis piernas, hasta q llego a mi sexo. Sent� una verg�enza terrible, antes no
hab�a notado q me hab�a rozado con eso y el pareci� darse cuenta, ri� y me dijo:
Curiosa ni�a eres tu q ahora te averg�enzas.
Me volvi� a coger las manos se puso encima, me abri� las
piernas y me dijo: Vas a sentirlo ahora.
Entonces, empec� a sentir un dolor muy fuerte como el de
antes, pero mas fuerte, volv� a llorar, el dolor me part�a en dos y el me mord�a
el cuello y entonces note como si un hierro me cortara en dos, casi pierdo el
conocimiento sino fuera pq me dijo: Ya eres mujer.
Yo estaba tan agotada q me dejaba hacer, me levanto las
piernas me cogio una de las mu�ecas con fuerza y apoyo la otra en la cama y
empez� a embestir, para adentro y fuera otra vez, para dentro y para fuera. El
dolor era insoportable y lloraba desconsolada, mientras unos lastimeros y casi
insonoros gritos sal�an de mi boca.
Te gusta, te gusta, te gusta... Me comentaba pero yo no pod�a
hablar, volvi� a preguntar: Te gusta! Como si me ordenara q dijera q si y
entonces lo dije: Si, me encanta. Y el contesto: Lo sabia, a muchas os gustan
as� y a mi mas.
Su sexo entraba y sal�a, el dolor se fue disipando y no
negare q empec� a sentir algo, no se q era, una mezcla de placer y dolor, pero
estaba tan molida q apenas sent� nada y entonces el fue mas r�pido. Tan r�pido q
yo daba en cada envestida suya con la cabeza en la cama, literalmente me
levantaba y me llevaba hasta el cabecero y por fin, note algo caliente... El
solt� un suspiro grand�simo, cayo sobre mi y me dijo: Eres muy buena, pronto te
llamare, porque eres muy buena. Pero nunca dejes de ser mi rat�n, porque sino me
aburrir� contigo.
Note como algo sal�a de dentro de mi, pero no pod�a verlo
porque el estaba encima y no pod�a mover semejante peso despu�s de todo lo
pasado, consegu� mover una mano y llevarla hasta mi sexo y all� vi sangre....
SANGRE! Y tb algo viscoso y blanco q no sabia lo q era.
Y as� me quede, medio llorando y medio petrificada hasta q el
se levanto, se visti�, se fue y... ya esta.
Pero NANA me va a LLAMAR, no quiero NANA, no quiero, por
favor, no quiero.
Le dije q se calmara, q ante todo deb�amos curarle las
heridas y q intentara ser la pr�xima vez como una roca, as� el no podr�a hacerle
da�o. Y ella me tomo el consejo y as� lo hizo, durante mucho tiempo.
Eso si, se pasaba horas y horas delante de la fuente con la
mano tocando el agua. Un d�a le pregunte y me dijo, lo mismo q el primer d�a q
vino:
Esta fr�a, Nana... Me hace sentir viva porque por las
noches, tengo q ser un m�rmol.
Lo q pasa es q Jen Ling siempre quiso ser libre y entonces
hubo alguien q le dio esa "libertad", pero la libertad es un arma de doble filo.
Si alguien te dice: No puedo sacarte de aqu� pero mi cuerpo sera tu libertad. Q
pensar�as? Lo peor es q Jen Ling lo crey� y lo crey� tanto q muchas veces el
dolor te hace hacer cosas horribles. Nunca debi� conocer a ese hombre, pero
estaba obsesionada. Eso y el agua de la fuente creo q fue lo �nico q la manten�a
cuerda y con vida. Pero se confundi�...
La historia de Jen Ling me pareci� horrible, y lo peor es q
pronto yo la vivir�a pero aun as� la ultima frase de Nana me habia dejado
intrigada. Q tragedia hab�a pasado en este peque�o mundo. As� q le pregunte:
Q significa eso, Nana? Q hizo Jen Ling? Quien era ese
hombre y q paso aqu�?
Muchas preguntas para un solo d�a y un solo momento.
Ahora descansa, es probable q hoy no te llame el emperador porque has venido
con unas cuentas ni�as mas... Te lo contare en otro momento, pero si... Jen
Ling, para muchos fue una hero�na, para otros una inconsciente y para otros
simplemente un reflejo de los deseos de muchos. Aun as�, Jen ling nos dejo
hace 3a�os.
Nos dejo?- Pregunte extra�ada y quiz�s con ganas de q me
dijera q la dejaron libre-.
Muri�. Jen Ling Muri� hace 3a�os y como ves aun se habla
de ella. Pero tu descansa, luego si quieres te seguir� contando.
Estaba abrumada, la historia era horrible, pero muy
intrigada...Deseaba q Nana terminara la historia pronto y quiz�s saber lo q le
paso a esa chica desconocida podr�a ayudarme a mi. Solo pod�a pensar en eso.
Continuara....
PD: Espero que os haya gustado aunque sea largo. Siempre
pod�is leerlo en trozos. Os gustara la continuaci�n o por lo menos eso espero
^_^