Dos son compa��a�
En el episodio anterior, cont� mi primera y sorprendente
experiencia incestuosa. Pasaron dos a�os con cierta normalidad, no volv� a tener
ning�n encuentro de ese tipo con Carlos. Tampoco tuve ninguna pareja fija, alg�n
encuentro por ah� con alg�n chico que otro, y las espor�dicas tardes de placer
l�sbico con Tania. En una de esas tardes, Tania me hizo una proposici�n que no
pod�a rechazar.
-Gloria, �Qu� te parecer�a hacer un tr�o con �lex y
conmigo?-la pregunta me sorprendi�, ya llevaban cinco a�os saliendo juntos, m�s
o menos lo mismo que Tania y yo teniendo sexo.
-Lo cierto es que no me desagrada la idea.
-Es que lleva un tiempo pidi�ndomelo, y bueno, �l no sabe
nada, por lo que quiero hacerle este regalito antes de la boda.
-�Y a ti no te importa, o s�lo lo haces por complacerle?-con
lo celosa que es Tania cuando se trata de �l, no hac�a que mis dudas se
disiparan.
-Gloria, lleva todo este tiempo comparti�ndome contigo sin
saberlo, para compartirle yo a �l, �Qui�n mejor que t�?
-De acuerdo, y gracias. Oye, �No le sentar� mal enterarse de
lo nuestro?
-Ni idea chica, pero seguro que si le damos un buen repaso,
se enfadar� por no hab�rselo dicho antes-como siempre, Tania ten�a salida para
todo.
-Pues creo que tienes raz�n, no se hable m�s, puedes contar
conmigo, de hecho me enfadar�a si se lo pidieses a otra-a m� la idea me
entusiasmaba, �lex es un chico muy guapo, ten�amos muy buena relaci�n. Lo �nico
que me imped�a lanzarme a por �l, era su relaci�n con mi amiga, pero estando
ella interesada, no tendr�a ning�n remordimiento al disfrutar de los dos a la
vez.
Nos pusimos de acuerdo en el como y el cuando. Ser�a el
siguiente s�bado por la noche, �lex sabr�a lo que iba a pasar, pero no de quien
se trataba hasta que no me viese en su casa. Tania me hab�a comentado que
seguramente se llevar�a una grata sorpresa al verme a m�, ya que al parecer yo
tambi�n le gusto mucho a �l.
El s�bado a la hora convenida, yo estaba delante de la puerta
de Tania, dudando si tocar o no el timbre. Finalmente me decid� a hacerlo.
-��lex!, ya est� aqu� nuestra invitada-grit� Tania antes de
abrir la puerta-hola Gloria, que guapa te has puesto-diciendo esto me planto un
beso en toda regla. No era la primera vez, un mucho menos, pero estando �lex por
all�, la cosa cambiaba para mejor.
-Vaya, vaya, as� que eras t�, no sabes cuanto me alegro-dijo
�l a modo de saludo, mientras aparec�a por el pasillo abriendo una botella de
vino.
-Hola �lex, lo cierto es que yo tambi�n estoy muy contenta,
hay que ver cuanto te quiere tu novia.
-Bueno, bueno, vamos a ponernos c�modos, �No?-propuso Tania,
cortando nuestro intercambio de alabanzas. Nos sentamos en el sal�n, mientras
tom�bamos un poco de aqu�l delicioso vino, hac�amos todo tipo de bromas, hasta
que �l dio el paso que nadie se atrev�a a dar.
-Chicas, �Qu� tal si nos ponemos un poco m�s c�modos?, no s�,
se me ocurre por ejemplo la cama.
-Mira que eres bruto, �No ves que tenemos visita?-dijo Tania
con su caracter�stico sentido del humor.
-Uy, que va chica, si lo estoy deseando-sentenci� lanzando
una provocadora mirada a nuestro semental, que no pas� desapercibida para
ninguno. �lex me rode� con un brazo prepar�ndose para besarme, su otra mano no
perdi� el tiempo, y antes de que pudiese reaccionar, me estaba acariciando un
seno. Tania por su parte, se abalanz� sobre el cuello de su novio, al tiempo que
su mano derecha se posaba en la entrepierna del chico.
Nos levantamos para dirigirnos al dormitorio, por el camino
nos �bamos repartiendo besos y caricias entre los tres. En el momento que Tania
y yo nos besamos, �lex se excit� de manera notable.
-Pero que atrevidas son, creo que esto va a ser mucho mejor
de lo que me esperaba, que bien nos lo vamos a pasar.
-No lo sabes t� bien cari�o, que sepas que Gloria y yo somos
mucho m�s viciosas de lo que crees.
-Si Tania, sobre todo t�-puntualic� provocando la risa de los
tres.
Tras el peque�o coloquio, y sin llegar a la cama, Tania y yo
nos disputamos el sexo de �lex. Se la chup�bamos las dos a la vez, mientras
tanto �l, nos acariciaba las cabezas, o lanzaba alguna mano en busca de un
pecho.
Lleg� un momento en que la excitaci�n nos desbordaba, as� que
Tania se tumb� boca arriba en la cama, para que �lex y yo comparti�semos su
sexo. La situaci�n era de lo m�s morbosa, sobre todo para �l, que hasta ese
momento ni se ol�a la doble vida que llevaba su novia. Cuando esta lleg� al
orgasmo, �lex se arrodill�, poniendo el glande en la entrada. Yo, por mi parte,
me coloqu� detr�s de �l, pegando mis pezones a su espalda, mi sexo a su trasero.
Mientras con un brazo le rodeaba el pecho, mi otra mano acariciaba sus
test�culos y la base de su sexo.
En un principio, el balanceo era bastante lento, poco a poco,
fuimos incrementando el ritmo. Los tres gem�amos, �lex echaba su cabeza para
atr�s, facilit�ndome la labor de mordisquearle el cuello. Al mismo tiempo, Tania
estaba boca arriba, con los ojos cerrados, una mano, como pod�a, acariciaba el
abdomen de su novio o alguno de mis costados, mientras con la otra se daba un
tremendo masaje en el cl�toris.
No tardaron en llegar al orgasmo, yo aprovech� para volver a
deleitarme saboreando el pene de �lex, hasta que este se tumb� agotado sobre la
cama. Estuvimos as� un rato, abrazados y yo con mi orgasmo pendiente.
-�lex, ha sido genial, pero aqu� hay alguien que a�n no ha
cumplido.
-Tienes raz�n cielo, hemos dejado a nuestra invitada a
medias-contest� �lex, en el momento que su pene recobraba la vida.
-Pues yo as� no pienso irme, as� que m�s vale que se esmeren,
que tu amiguito ya est� listo-mi mirada se pos� en la entrepierna del chico.
-Yo tengo una idea, que creo que va a gustarles
bastante-interrumpi� Tania mir�ndonos a ambos.-A ti �lex, siempre te ha
apetecido tener sexo anal, y nunca he podido complacerte en ese sentido. Bueno,
pues resulta que a Gloria si le gusta ese tipo de sexo-el chico me mir�
esperanzado, y sorprendido-Y a ti-continu� Tania, esta vez refiri�ndose a m�-t�
siempre has fantaseado con una doble penetraci�n, s� que no es lo mismo,
pero�-Agach�ndose por un lado de la cama, sac� de debajo de esta, un arn�s de
esos, que llevan un consolador por un lado, y por el otro, tiene un peque�o
ap�ndice para satisfacer a la que se lo pone. No era la primera vez que lo ve�a,
lo hab�amos comprado en nuestra primera escapadita.
-A mi me encanta la idea, �Y a ti?-me pregunto �lex.
-Claro que si, pero ten cuidado eh, que la parte de atr�s es
un tanto delicada.
Pues dicho y hecho, me coloqu� de cuatro patas, �lex delante,
y Tania detr�s de m�. As�, mientras ella me iba preparando, dilat�ndome poco a
poco, yo lam�a suavemente el sexo de �l. No me interesaba que estuviese
demasiado excitado, pero tampoco que aquello perdiese firmeza, por lo que no
puse demasiado �mpetu.
Una vez estuve preparada, Tania se acost� boca arriba, con el
arn�s colocado. Yo me acomod� encima, sent�ndome en aquel pene de goma, que
tantas veces hab�amos compartido. �lex se coloc� detr�s de m�, para irme
penetrando despacio.
-Ah, que placer-gimi� cuando ya me hab�a metido algo m�s de
la mitad.
-Poco a poco, poco a poco, si, sigue-iba repiti�ndole, aunque
estaba m�s que acostumbrada al sexo anal, el estar llena por ambos lados, hac�a
que la zona estuviese algo m�s tensa.
Cuando la cosa se normaliz�, alcanzamos un buen equilibrio.
Tania y yo nos bes�bamos ante la atenta mirada y las cada vez m�s salvajes
acometidas de �lex. En este punto me vino una sucesi�n de orgasmos, me resulta
imposible decir cuantos fueron, no ya por la cantidad, sino por lo intenso y lo
seguido que llegaban. Tania no paraba de besarme y mover su pelvis, por lo que
tambi�n obtuvo su premio.
�lex no tard� en llenarme, quedando los tres tumbados, uno
encima del otro, sin que nada saliese de mis orificios. Est�bamos visiblemente
agotados. No tardamos mucho en acomodarnos como pudimos en la cama, para dormir
pl�cidamente hasta la ma�ana siguiente.
Al despertar, Tania estaba profundamente dormida, y por all�
no hab�a rastro de �lex. Pronto o� el ruido de la ducha, as� que me levant� y me
dirig� hacia all�.
-Buenos d�as, espero que no te importe que me duche
contigo-dije entrando en la ducha.
-Buenos d�as-contesto sonriendo-claro que no me importa, es
m�s, se agradece la compa��a.
Nos dimos un corto beso, y nos dispusimos a lavarnos
mutuamente. Cuando yo entr� en la ducha, �l se encontraba a media asta, ahora me
rozaba la punta de su dur�simo m�stil.
-Vaya, vaya, parece que a�n hay ganas de fiesta.
-Es que con una mujer como t� en la ducha, y despu�s de lo
que pas� anoche, es dif�cil contenerse.
-Pues anoche te dejaste una zona sin explorar, as� que me
decepcionar�as si te contuvieses-creo que la invitaci�n era m�s que clara.
Sin mediar palabra, me di la vuelta, me afianc� a la
agarradera de la ducha, mientras separaba ligeramente las piernas. Desliz� su
sexo dentro del m�o, al tiempo que se mov�a pausadamente, iba recorriendo mi
anatom�a con las manos, frot�ndome el jab�n, que ca�a con el agua de la ducha.
Logramos tener un orgasmo simult�neo.
Una vez acabado el asunto, sin vestirnos, fuimos a desayunar.
Poco despu�s se despert� Tania para acompa�arnos. Comentamos lo bien que hab�a
salido todo, y que esa no ser�a la �ltima vez.