Relato: Un fin de semana con mi abuelo
Despert� de un sue�o bastante bueno, y ardiente a decir verdad. Salpicada la mente con un recuerdo fantasioso y er�tico, me dirig� a casa de mi abuelo, a la visita que hab�a preparado hac�a ya tiempo. Esperaba con ans�as el momento de verle nuevamente.
Conduje normalmente hasta su casa. Eran cerca de las nueve de la ma�ana, as� que no era de sorprender que saliera a recibirme en sus ropas de dormir. Hab�a quedado viudo hac�a diez a�os, raz�n por la cual se pod�a pasear en pelotas por la casa. Viv�a de su pensi�n, as� que tampoco se esforzaba mucho en levantarse a primera hora.
-Me alegra tanto verte- dijo mientras yo bajaba del auto y me dirig�a hacia �l.
-Pues me alegra m�s a m�, abuelo. respond� salud�ndole con un beso en la mejilla.
Su barba estaba rasposa, y eso me hizo recordar mi sue�o. Sentado frente a �l en la estancia de su casa, charlando de todo un poco, cuando impulsivamente me sent� entre sus piernas; pod�a sentir su miembro entre mis nalgas. Una erecci�n se sospechaba en mi entrepierna. Algunas palabras m�s que cambiamos -obviamente su situaci�n era un poco incomoda- y pas� mi pierna izquierda por encima de las suyas para apresarlo por la cintura. A pesar de estar nervioso de detuvo mi mano que fue a posarse en su entrepierna. Tampoco detuvo el leve masajeo ni la exploraci�n de mi otra mano en su cremallera.
Ah� fue cuando el despertador hizo su trabajo, y cuando mi abuelo me sac� de mis fantas�as. Le segu� al interior de su casa con mi maleta en la mano. Mientras abr�a la puerta principal yo no quitaba los ojos de su prominente barriga, que apenas tapaba el albornoz que llevaba puesto. Me encantaba mirarlo.
Subiendo ya las escaleras a lo que ser�a mi habitaci�n por aquel fin de semana, no pod�a quitarle la mirada de su bien formado y enorme culo. Se ve�a tan suculento en el corto slip a cuadros que llevaba bastante pegado cual si fuera su piel.
Una vez en mi habitaci�n dijo que se ir�a a dar una ducha mientras yo terminaba de acomodarme en la habitaci�n. Me pregunt� si se atrever�a a andar en pelotas conmigo en casa. mientras pensaba en aquello me entraron ganas de espiarlo en su ducha, por lo que me quite los zapatos y me aventur� a espiarlo.
Lentamente entr� al ba�o, el ya estaba bajo el agua caliente. Pude distinguir su apetitoso cuerpo a trav�s de la semitransparente puerta de ba�o. Me excit� ver su oronda barriga y su enorme culo. Vi como se masajeaba el bien dotado miembro, y como una leve erecci�n comenzaba a asomar. Una mano se dirigi� a su asombroso culo y uno de sus dedos se perdi� entre toda esa masa de carne.
Al parecer dio por terminada la ducha, puesto que cerr� el grifo y busc� su toalla. R�pida y silenciosamente sal� de mi escondite y me dirig� a mi habitaci�n. Mientras intentaba calmar mis �mpetus guardando mi ropa en los cajones mi abuelo se asom� por la puerta, cubierto s�lo con la toalla del ba�o.
-Pronto estar� el desayuno- dijo mientras se pasaba la palma de la mano por una de su peludas y abultadas tetas.
Asent� con un movimiento de cabeza, y minutos despu�s me encontraba junto a mi abuelo degustando el desayuno que hab�a preparado. A�n estaba caliente por lo de la ducha y la habitaci�n. Mi abuelo se hab�a vestido ya, por lo que me result� un poco m�s sencillo no volver a tener pensamientos pecaminosos con su cuerpo, aunque deseaba tenerlos, a�n m�s, deseaba tenerlo a �l.
El resto del d�a transcurri� con normalidad, con alguna que otra salida a una tienda cercana. Cerca de las 6:30 comenz� a preparar la comida; los olores que llegaban desde la cocina a mi habitaci�n me despertaban el apetito, de diversas formas no exactamente alimenticias.
Baje un momento despu�s para cenar con �l y charlar un poco de todo. Cuando terminamos nos fuimos a ver televisi�n, no hab�a ning�n buen programa. mientras mi abuelo cambiaba los canales el mando se qued� sin pila, justamente en un canal porno. Mir� a mi abuelo como preguntando por qu� ten�a aquello programado.
-�No me digas nunca has visto estos programas?
-Abuelo, es que...
-No te preocupes, que yo tambi�n fui joven. Ya me hubieras visto en mis mejores d�as. Entonces no ten�a esta barriga ni el culo tan ca�do, y por su puesto el cabello no era blanco.
A pesar de las descripciones que realizaba de s� mismo, no me hac�a a la idea de imagin�rmelo como estaba en la actualidad, por su puesto que me encantaba como estaba.
-Ya es bastante calentura por hoy �no te parece?
-Como digas, abuelo.
-Aunque no podr�s negar que te gust� mi peque�o espect�culo.
No sab�a que responder, ni tampoco a que se estaba refiriendo. Aquello hab�a sido mucho por un d�a. de todas formas, ya era un poco tarde y cada uno se fue a su respectiva habitaci�n. Realmente aquello me hab�a dejado descolocado, no comprend�a las palabras de mi abuelo. Para complicar el asunto tampoco pod�a dormir.
Una delgada l�nea de luz se ensanch� en la pared.
-�Est�s bien?
-La verdad no puedo dormir.
-Aguarda un momento que te traer� otra s�bana.
Algunos minutos despu�s mi abuelo regres�, trayendo consigo una s�bana extra.
-D�jame tumbarme junto a ti, que yo tampoco puedo dormir.
Comenzamos una amena charla sobre el d�a siguiente y las cosas que har�amos.
-Oye- dijo mi abuelo, -�qu� te pareci� el programa que estaba en la tele?
-Interesante.
-�No me vas a decir que no te ha gustado mi sorpresa?
-Ya lo ten�as planeado �no?
-�Pues claro que s�, chavalote!
-�C�mo eres, abuelo!
-A decir verdad me han dado ganas hasta de hacerme una paja, pero contigo ah� me ha dado corte.
-�Y te da corte ahora?- me aventur� a preguntar.
-Pues si no te molesta.
R�pidamente comenz� a bajarse la cremallera, y a�n un poco cortado se tap� todo el cuerpo con la s�bana que hab�a tra�do. Un momento despu�s estaba emitiendo resoplidos causados por el furor de la paja. Casi de forma impulsiva acaricie con mi mano izquierda su pecho aun cubierto por su camisa.
-Ya era hora de que te atrevieras a tocarme, chavalote.
Esas palabras me dieron el pase a hacer todo lo que quer�a. Comenc� a desabotonar su camisa a cuadros mientras observaba la cara pervertida de mi abuelo. Me lanc� a una de sus peludas tetas. Me encantaba el sabor que ten�a. Los abundantes vellos se met�an en mi boca; sent�a como su pez�n crec�a poco a poco. Pas� a la otra teta a aplicarle el mismo tratamiento, mientras magreaba la otra.
-Vamos, chavalote, que lo est�s haciendo muy bien.
Termin� de sacarle la camisa y comenc� a sacarle el pantal�n, �l mientras tanto me sacaba el pijama. Descubr� un duro miembro envuelto a�n en un slip negro, que baje impulsivamente parar darle a mi abuelo la mamada de mi vida. Lam� y succion� a conciencia, y a juzgar por los gemidos de placer de mi abuelo lo estaba haciendo de maravilla.
Una vez ambos desnudos nos unimos en un profundo y delicioso beso. era la primera vez que probaba sus labios y eso me volvi� loco. Sab�a besar como nadie, y su lengua se mov�a dentro de mi boca con maestr�a. No s� en qu� momento nos dimos vuelta y mi abuelo qued� sobre m�. Estaba aprisionado bajo su barriga, y de forma excitante mi abuelo se mov�a arriba y abajo.
-Te quiero sentir dentro de m�- susurre en el o�do de mi abuelo.
Mi abuelo me dio vuelta y me dio una lamida en el ano que jam�s olvidar�. Esa barba y bigotes rasposos aumentaban mi excitaci�n. Estuvo chupando por unos diez minutos, para luego darme vuelta nuevamente y punzar mi ano con su miembro. Sac� un cond�n del caj�n, y se lo puso velozmente. Cuando logr� introducir su capullo me beso en la boca otra vez para disipar el dolor. Nuevamente su lengua jugando dentro de mi boca.
Comenz� sus arremetidas con vigor, no pod�a creer que a su edad todav�a pudiese follar as�. Como est�bamos de frente, su barriga estimulaba mi pene, por lo que luego de unos minutos estall� en varios chorros de semen. Mi abuelo por otra parte, ten�a un aguante sin igual. Luego de unos quince minutos de follar sin tomarse un descanso se vino en mi interior, gimiendo en mi o�do que hab�a sido genial.
Nos unimos en otro apasionado beso, para que luego mi abuelo me limpiara la polla y yo a �l en un hermoso 69. El vientre de ambos estaba manchado con mi semen, pero ninguno ten�a prisas por limpiarse.
-Gracias, chavalote, lo he disfrutado mucho.
-No sab�a que te iban los t�os como a m�. Bien guardado te lo ten�as �eh?
-Pues t� tambi�n. Por un momento pens� que no te atrever�as a tocarme.
-�Que va! S� estaba caliente desde que llegue en la ma�ana.
-�Entonces no era necesario mi numerito en el ba�o?
-�As� que lo ten�as todo planeado? A prop�sito �de donde has sacado los condones?
-De nuestra �ltima salida a la tienda.
-�C�mo eres de pillo, abuelo!
-Y tu de delicioso- dijo acariciando mi culo.
Nos besamos y sobamos mutuamente hasta quedarnos dormidos. Lo mejor de todo era que a�n nos quedan dos d�as de fin de semana.