MUSCLE PIZZA
No, no estaba alucinando. Frente a mi tenia uno de los
especimenes masculinos mas deliciosos que habia visto en mi puta vida...moreno
bronceado, pelo negro, unos 175 cms y a lo mucho unos 75 kgs de peso (a ojo de
buen cubero), ojos verdes aceituna, no bonito, guapo y varonil, de labios
gruesos y carnosos en una boca pequena, nariz recta, maxilares fuertes y
macizos, pelo ondulado, se marcaba a traves de la playera que usaba un torax
fuerte, tipo fitness, panza plana y sus mangas cortas dejaban al aire unos
brazos gruesos y musculosos. Sus apretados jeans dibujaban musculos fuertes que
mantenian esas piernas anchas y carnosas, y sus nalgas, por Dios, eran un poema
verlas sentadas en el asiento de su motocicleta, grandes, redondas, carnosas,
separadas entre si como gajos de fruta madura, dispuestos a recibir y dar
placer. Vestia la playera de una pizzer�a, y por su edad aparente supuse que era
repartidor de la misma y si mi mente no me enganaba, era una que habian abierto
en el centro comercial que estaba a 3 cuadras de mi casa. Yo no podia dejar
escapar ese manjar masculino asi que decidi investigar si mis sospechas eran
ciertas.
En los siguientes dias pasaba de forma descuidada por fuera
de la pizzer�a a diversas horas y bajo cualquier pretexto de ir al centro
comercial...hasta por una pinche caja de cerillos iba para alla con tal de
monitorear cuando estaba trabajando ah� el Adonis. En efecto, tal como pensaba
el trabajaba ah� y de acuerdo a lo que observe e investigue, trabajaba ah� 5
dias a la semana, dos desde el mediodia hasta el atardecer y tres por la noche
hasta altas horas de la misma, m�xime, uno de ellos, el era el unico repartidor.
Yo pasaba frecuente por ah� y lo miraba y creo que no pasaba desapercibido para
el la atenci�n que le prestaba ni tampoco mi pinta de cabron (ya en ocasiones
anteriores he comentado que soy fisicoculturista de muchos a;os de entrenamiento
y esto me ha dado un cuerpo bastante sabroso, amen de que creo estar muy bien
dotado para dar placer), m�xime senti que me miraba mas de la cuenta un dia (en
fin de semana) que al mediodia fui al centro comercial de shorts muy cortos, de
mezclilla, dejando ver mis musculosas piernas, y con una T shirth entresacada
que dejaba al aire mis hombros, brazos anchos y pectorales deliciosos adornados
con un piercing en el pez�n derecho.
Ese dia lo vi desnudo de la cintura para arriba lavando
afuera del local las motocicletas y lo que vi me dejo helado, su cuerpo era
perfecto, musculado, tostado de color, portando orgullosamente sus jeans que
parecian sostenidos en sus enormes nalgas, usando una cachucha roja que lo hacia
ver mas cachondo. Entre al local a comprar una ensalada y senti su vista sobre
mi cuerpo, yo voltie a verlo y disimulo su vista, al salir clave mis ojos en el
que estaba acuclillado lavando las ruedas de la maquina y al verme mir�ndolo se
incorporo y como no queriendo se toco el bulto aporetandolo fuertemente
procediendo a acomodarlo por dentro de los jeans dejando ver una incipiente y
rica erecci�n. Eso fue el detonante que me decidio a pasar a la siguente fase de
mi plan.
Poe el gym y con tal de conservar mi musculada figura soy
enemigo de la comida chatarra, pero en esta ocasi�n bien valia la pena invertir
en algo que quiza ni siquiera comiera con tal de ver la oportunidad de comer
algo mejor. Elegi el dia que sabia que estaba el solo como repartidor, asi
inevitablemente seria el quien llevara la pizza a mi casa y elegi casi la hora
de su salida ya que como habia investigado, cada uno de los repartidores se
llevaba la motocicleta a su casa, asi que con un pco de suerte seria su ultima
entrega y no tendr�a ya que regresar al trabajo. Con todo urdido llame a la
pizzer�a a solicitar servicio, una voz masculina y cachonda me contesto.
Solicite servicio a lo que me contesto que ya estaban por cerrar, pero que haria
la excepcion y se surtiria mi pedido...
Sera el ultimo pedido que lleve- dijo
Yo temble de gusto, ya que eso me indicaba que el era
quien habia contestado, que
iba a llevarme la pizza y que despu�s ya no regresaria para
alla. Pregunte que cuanto tiempo tardaria en llegar y me dijo que
aproximadamente 30 minutos (como en todo negocio de ese estilo).
Ya habia tomado yo una buena ducha, asi que procedi a ponerme
loci�n por el cuerpo y me envolvi solamente en una toalla minima, que coloque en
mi cintura cubriendo apenas mis nalgas y verga, la cual ya estaba semi erecta de
la excitaci�n por ver aquel cabron en casa. La deje lo suficientemente floja
para desrendermela rapidamente en caso de ser necesario mostrar las joyas de la
familia a aquel wey. Baje la intensidad de la luz de la sala y procedi a
esperar.
Aproximadamente a los 25 minutos de la llamada escuche la
motocicleta estacion�ndose afuera de mi casa y al asomarme por la ventana lo vi
venir a la puerta y asi, semidesnudo, procedi a abrir la puerta. Ese dia venia
de jeans desgastados y rotos en lugares estrat�gicos y una entalladisma camiseta
blanca de algod�n con el logo del negocio en el pecho. Esta prenda le resaltaba
la musculatura de su delicioso cuerpo.
Abri y fingi sorpresa al verlo, el tambien se quedo pasmado,
pero verdaderamente sorprendido de verme literalmente desnudo frente a el...
Pasa- le dije- cuanto va a ser, dije, tomando un billete de
la mesa de entrada.
70.00 pesos- dijo nervioso
Que wey soy, crei que habia tomado un billete de a cien-
dije- permiteme un segundo, aqu� tengo mi cartera. Y sin mas gire a buscar la
cartera, momento que aproveche para aflojar la toalla de mi cintura, la cual al
movimiento cayo dej�ndome desnudo frente a el. Puta madre, pense que los ojos se
le iban a salir de tanto que los abrio al ver mis duras nalgas y mis 20 cms de
carne a todo lo que da.
Perdona wey, se me cayo esta madre- fingi apenado
No hay problema- medio sonrio- esta bien, suele pasar.
En privado, pero no delante de otro wey- respondi
El trago en seco y se movio nervioso, mientras yo colocaba de
nuevo la toalla en mi cintura y con el billete en la mano me acercaba a el y se
lo ponia en la mano toc�ndolo un poco mas de tiempo. Parecia que todo iba a
quedar ah�, cuando el me dijo...
Me regalarias un poco de agua, ando desvielandome de lo seco.
Claro, pasate- lo invite- y si no tienes ya que regresar a tu
trabajo porque no te tomas una chela conmigo. Compre algunas para la pizza.
Juega, me agrada a idea- respondio rapidamente.
Entro y se acomodo comodamente en el sillon de la sala,
mientras yo iba a la cocina por las cervezas. Ah� me despoje de la toalla a la
vez que decia...
Chingado, ya se me cayo de nuevo la pinche toalla- dije en
voz alta- no te molesta si ya no me la pongo cabron?
No hay problema, estas en tu casa- respondio
Asi que sali completamente desnudo, con la verga parada y las
manos ocupadas con las cervezas. El se medio incorporo sobre el asiento para
tomarla y yo me coloque lo mas cerca de el para entreg�rsela dejando mi verga
erecta a unos 40 cms, de su cara. Podia sentir su respiraci�n sobre mi camote,
el cual salto excitado, lo cual obviamente no le paso desaparcibido, pero guardo
compostura. Fui a sentarme junto a el, asi, con mi verga a todo lo que da.
Y que pedo? � pregunto- que te tiene asi dijo se�alando mi
pene
Ya ves, dias de abstinencia y la vista de cosas ricas que se
topa uno de vez en cuando- dije mir�ndolo fijamente
Orale- comento y estiro su enorme y musculoso cuerpo sobre el
sillon, dej�ndome ver un bulto enorme en su jeans- Como que hace calor no??
Si, bastante- comente
No hay purrun si me quito la camiseta?? � pregunto
Por mi no lo hay, es mas, si quieres encuerate- lo rete
De veras?? Mira que luego te puedes chivear- dijo ri�ndose
Hazlo y veras- respondi
Y sin esperar ningun comentario mas se levanto y sin mediar
palabra se saco la camiseta y de un tiron se arranco el jeans junto con la ropa
interior quedando desnudo a excepcion de sus tenis y calcetas, dejando al aire
su majestuoso cuerpo mamado, de pectorales fuertes, pezones negros y duros como
ciruelas, abdomen duro y cortado, muslos gruesos y una erecci�n cuerveada de
unos 18 cms, pero deliciosamente gruesa, apreto las nalgas y su erecci�n crecio
un poco mas. Me quede callado...
Que onda? Como ves?- me interrogo
Muy bien, pero que muy bien- dije babeando- y tu? Te gusta
esto que miras?- dije tensando mi cuerpo para resaltar mis musculos duros y
ensenar bien la verga parada que ya traia.
Me encanta- y sin decir mas se hinco frente a mi y de un
madrazo se metio mi verga pulsante, mis 20 cms, de bistec torneado, entre los
labios, llev�ndolo a las profundidades de su garganta para comenzar asi a mamar
fren�ticamente mi camote, lo cual me hizo dar un grito de placer que lo motivo a
iniciar un rico vaiven con su boca sobre mi endurecido falo. Yo me sentia
transportado al cielo de solo sentir lo humedo y caliente de su boca resbalar
por toda mi hombria, mientras el hincado, se abria las nalgas duras y mamables
con las manos y yo hinclinadome sobre el, tocaba su agujero apretado con la
punta de uno de mis dedos tratando de introducirlo. Cuando lo logre senti como
si me lo fuera a arrancar con su culo, ya que la sensaci�n era deliciosa, como
si lo estuviera succionando con el. De solo imaginar lo que sentiria mi verga al
verse atrapada en ese culo duro, apretado, caliente, humedo y succionador, mi
chile empezo a lubricar a madres, avantando con cada apret�n de nalgas que daba
para hacer crecer la erecci�n, chorros de lubricante caliente y salado que el
sin pedir permiso lamia y comia como si fuera lo mas nutritivo en la vida.
Aquel cabron comenzo a mover en forma circular sus nalgas
mientras mi dedo ya entraba y salia con facilidad de su ano y en medio de la
mamada que me propinaba abria aun mas su boquita para gemir ahogadamente cuando
mi dedo hurgaba en la profundidad de su caliente agujero. Su verga chorreaba
tambien gruesos hilos de lubricante. De forma hermosa aquel monumento se elevaba
enhiesto, pidiendo batalla, grueso, moreno, curveado hacia arriba, cabezon con
venas que lo surcaban en su totalidad desde la base del glande hasta perderse en
el matorral de vellos pubicos, mostraba senales de excitaci�n por los chorros de
lubricante que salian de la cabeza.
Aquello era un manjar que no podia dejar de probar por lo que
lo levante de la adoraci�n que me estaba brindando con su boca y lo jale hacia
mi a ponerlo en posici�n de 69. Aquello fue la locura, aquel wey de cuerpo duro
como piedra sobre mi cuerpo duro como el de el, ofreci�ndome su verga para ser
mamada de la forma que el lo hacia con la mia. Tan pronto como tuve su macizo
cuerpo sobre mi meti su turgente carne en mi boca a fin de disfrutarla en su
totalidad. Que chingon tener a un verdadero macho trepado sobre mi, mamando mi
verga delicadamente como si fyera el manjar mas preciado, mientras yo hacia lo
propio con su tronco. Solo los chupetones que nos dabamos sobre nuestras vergas
se escuchaban en la sala de mi casa, altern�ndose con gemidos de placer,
palabras obcenas que nos motivaban a seguir haciendo nuestra labor oral.
La verga del puto aquel crecia y se cimbraba a cada lamida
que le daba, y mas cuando comence a alternar las mamadas y lamidas con leves
mordidas en la cabeza de su falo. Entonces los gemidos de aquel wey se
transformaron en gritos de lujuria al senrie el filo demis dientes rozando con
delicadeza la piel mas sensible de todo su cuerpo. Cada embestida que le daba
con mi boca era acompanado de la entrada y salida de mi dedo en su ano
prodigioso, mientras sobaba su enorme espalda y costados con la otra mano. Era
casi inminente que ibamos a estallar en fuert�simos chorros de mecos de un
momento a otro ya que lo cachondo de la situaci�n era tremenda y nuestros
cuerpos estaban ardiendo de la excitaci�n, nuestras respiraciones a cada mamada
que nos dabamos eran mas agitadas y profundas, los gemidos mas intensos,
nuestras manos tocaban el cuerpo del contrario de forma cada vez mas intensa y
nuestras vergas estaban aumentando de tamano a cada pasada de lengua que nos
dabamos.
Y de repente, antes de que pudiera decir algo, el wey solto
mi verga de sus labios y sin decir nada ni pedir permiso, se incorporo, cambio
de posici�n y sent�ndose sobre mi vientre tomo mi verga pulsante y mojada de
lubricante y saliva, y asi como iba, a pelo, la introdujo de golpe en su
ardiente agujero. Juro que si no la ha apretado fuertemente en la base, ah�
mismo estallo y le lleno el culo con mi leche caliente. Pero supo estar a la
altura de las circunstancias y apretando la base de mi camote hizo que
contuviera el lechazo para disfrutar mi erecci�n total en su culo.
Aquello fue la locura, tenia sentado en mi enorme chorizo a
un verdadero macho cabron, musculoso, guapo, varonil, vergon, d�ndose placer con
mi herramienta, sentado en cuclillas sobre ella, moviendo sus deliciosas nalgas
d�ndome descargas electricas con cada apret�n de chile que me daba, subiendo y
bajando por los 20 cms de carne viril que tengo, sintiendo cada cent�metro
clavarse intensamente en el, a pelo, lubricando su culo con mis secreciones,
distribuyendo toda mi jugo en su interior para poder moverse con mayor facilidad
a toda la extensi�n de mi pene, mientras el me pedia a gritos que le pellizcara
los pezones y lo masturbara fuertemente para venirnos juntos.
Yo le obedeci y con una mano jalaba sus duros mont�culos de
carne que adornaban su pecho y con la otra le tejia una puneta deliciosa, y el
respondia apretando sus nalgas y depositando lubricante en el lavadero de mi
abdomen, formando rios en los gajos del mismo. Su manos no estaban quietas y con
una esparcia su lubricante en mi dur�simo abdomen y la otra bajaba a en medio de
mis nalgas y comenzaba a hurgar entre ellas. Yo sentia esa exploraci�n cada vez
mas profunda y esto me excito de sobremanera, por lo que cuando el presiono
sobre mi hoyo e introdujo su dedo en mi ano, yo grite estentoreamente y sin mas
comence un movimiento frenetico que le aviso que mi leche comenzaba a salir
disparada de mi verga.
Que rico, fueron 6 o 7 chorros gruesos de leche caliente,
espesa, muy sabrosa, los que le deje ir a su culo. Yo me movia como pose�do
mientras le disparaba los calientes de forma profunda mientras el me estimulaba
la pr�stata con su dedo en mi culo. El al sentir las embestidas que le daba
quito mi mano de su verga y comenzo a menearla como si se la fuera a arrancar y
en medio de alaridos de placer y lujuria comenzo a arrojar sobre mi cuerpo su
dulce n�ctar. Cuando menos pense vi venir hacia mi chorros de mecos blancos y
tibios sobre mi abdomen, pecho y cara, fueron como 10 trayazos de leche los que
arrojo aquel cabron, 5 de los cuales dieron de pleno en mi cara y 3 exactamente
en mi boca, asi que pude degustar la leche mas dulce, cremosa, espesa y sabrosa
que he probado en mi vida.
Todav�a despu�s de habernos venido de la forma en que lo
hicimos seguimos ambos retorci�ndonos de placer, ya que mis manos, aun despu�s
de haberse venido, le segu�an frotando la erecta verga por lo que la piel aun
sensible se estremecia al m�ximo con mis caricias mientras el gemia que parara,
que lo estaba volviendo loco, pero no hacia ningun intento por quitar mis manos
que lo acariciaban.
Mientras tanto, mi verga seguia prisionera de su hambriento
culo y el seguia apret�ndola como si quisiera ahogarla, mientras continuaba
d�ndose de sentones sobre ella. Ambos estabamos banados en sudor...era
calientismo ver dos machos musculosos, brillosos de sudor, gimiendo ahogadamente
del placer proporcionado entre ambos con la cogida que se habian propinado, ver
las vergas aun goteando leche, yo aparte embarrado de crema de hombre por todos
lados.
Sin duda la mejor cogida que he dado en much�simo tiempo y
tambien un punto que se prolongo por casi un a;o, hasta que por motivos de
trabajo esta cabron (llamado Ernesto) tuvo que dejar la ciudad para marcharse al
extranjero.
Musculosos y vergones comun�quense conmigo a
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