Nadya, esclava de todos (Parte 1)
Maximus Decimus estaba furioso, aquella traici�n no pod�a
perdonarse. Su esclava Nadya pagar�a con su vida el ser sorprendida en pleno
acto sexual con otro esclavo. El ya hab�a perdido su cabeza en pago, pero ella
deb�a sufrir, le hab�a negado la exclusividad de su cuerpo a su amo.
El recordaba bien el d�a que la compr� en el mercado local,
nunca se hab�a pagado tanto por una esclava. Ya hab�an pasado 5 a�os de ese d�a.
F�lix el vendedor de esclavos, quiso hablar de antemano con los compradores
potenciales, �ste cargamento era especial; mujeres n�rdicas, rubias, fuertes y
de hermosas formas. F�lix fue directamente a la villa de Maximus para asegurarse
de que ir�a a la subasta. En un principio no le interes�, ten�a docenas de
esclavas y no cre�a que las que llegaran fueran algo especial, pero el vendedor
insisti�. Maximus acept� ir.
Una jaula con 2 gigantescas ruedas adaptadas trajo las
esclavas a la tarima. La primera en ser vendida era algo delgada pero fuerte,
las numerosas marcas de l�tigo eran muestra de su car�cter. Un senador local,
Claudio; la compr� para que trabajara en sus plant�os. La segunda era una chica
joven, no tendr�a m�s de unos 15 � 16 a�os. Solo vest�a un trapo amarrado a la
cintura que la cubr�a desde el ombligo a la mitad de los muslos. Su juvenil
cuerpo fu� r�pidamente blanco de las miradas obscenas de los presentes. Trataba
de cubrirse los pechos con las manos cuando el vendedor la abofete� para que no
lo hiciera y tom�ndolas con rudeza se las amarr� a la espalda y la hizo
arrodillarse frente a la multitud. Ella temblaba y lloraba, solo pod�a
imaginarse lo que le har�a quien la comprara. Afortunadamente para ella la
compr� el hijo de un tribuno que ten�a fama de cuidar bien de sus esclavas,
incluso se escuchaban rumores de que una de ellas era su amante y que la
liberar�a.
Nadya ser�a la tercera en ser vendida y de inmediato su
voluptuosa figura atrajo la atenci�n de todos. A�n debajo de los harapos que
llevaba se apreciaban unas tetas enormes terminadas en duros pezones que se
marcaban a trav�s de la fina tela. Sus caderas eran anchas y su culo amplio y
redondo. Ser�a sin lugar a dudas una esclava sexual de las mejores.
�Esta esclava es algo excepcional, m�renla! �Ese cuerpo, esa
cara, miren esa melena rubia y lo azul de sus ojos! �Esto no se ve todos los
d�as, el precio empieza en 20 monedas de oro!
�25!- grit� un comerciante.
�35!- otro.
�Yo doy 50!- grit� Claudio sonriente.
Muchos ya estaban fuera, era mucho dinero por cualquier
esclavo.
�Eso es todo? �Nadie v� a ofrecer m�s por �sta joya?
Bueno F�lix tal vez si muestras un poco m�s, como con la otra
chica, puede que ofrezcamos m�s. Qu�tale la ropa y dale unos cuantos azotes a
ver c�mo reacciona.
El la arrastr� por el cabello hasta la puerta enrejada de la
jaula y alzando sus brazos los amarr� como si colgara de una cruz. Luego de
asegurarse de que no se soltar�a le arranc� la ropa dej�ndola desnuda. Todos
quedaron asombrados de la perfecci�n de aquella figura, sus pechos eran
perfectamente redondos, los pezones de un rosa muy claro luc�an duros por la
brisa ma�anera. Su cuerpo era fuerte, su espalda, costados y abdomen mostraban
m�sculos tonificados. Sus largas piernas luc�an tersas y suaves.
El vendedor tom� un pedazo de soga gruesa y �spera y a modo
de l�tigo la azot� con �l.
Ella gem�a suavemente con cada golpe, largas marcas rojizas
aparec�an en su piel. Los compradores miraban hipnotizados con sus pollas
endurecidas bajo sus costosas ropas. Tras 20 azotes F�lix se detuvo.
�Suficiente demostraci�n?
�Yo doy 60�..no, 65 monedas!
Atada a la puerta de la jaula Nadya observaba de reojo a
aquellos hombres subastar su cuerpo, estaba adolorida por los azotes y humillada
por su desnudez.
�Yo ofrezco 75!
�Yo doy 100 monedas de oro!- grit� Maximus desde un balc�n.
Todos se miraron frustrados, nadie pod�a ofrecer m�s. Maximus
era el hombre m�s rico en aquella regi�n. Incluso pagaba parte del sueldo de la
guarnici�n local para que le diera protecci�n a su villa privada. Maximus baj�
triunfante a reclamar su premio, subi� a la tarima, solt� a Nadya, la sent� en
su caballo y la at� a la silla. Luego le dijo a uno de sus sirvientes que fuera
por el pueblo a unas cuantas gestiones innecesarias llevando a Nadya desnuda
tras de �l. Quer�a exhibir su �ltima adquisici�n y provocar la envidia y asombro
de los locales. Lo logr�, muchos la vieron pasar solo imagin�ndose la noche de
placer que aquel cuerpo le dar�a al hombre m�s rico de la ciudad.
Una vez lleg� a la villa Nadya fue ba�ada por 2 esclavas que
en nada envidiaban la belleza de la reci�n llegada. Esa belleza s�lo traer�a
dolor y humillaci�n a su cuerpo.
Luego 2 criados la llevaron a la c�mara principal, all� una
plataforma acojinada se levantaba con peque�as columnas de m�rmol en cada
esquina., la acostaron boca abajo y la amarraron en X.
All� atada y desnuda esper� la llegada de su nuevo amo.
Al anochecer Maximus apareci�. Ella no pod�a verlo, estaba
desnudo, se acercaba lentamente mirando con atenci�n el culo rosado de la
esclava. En sus manos llevaba un fuete de caballos. Se arrodill� tras ella
haci�ndole sentir su dura verga, gruesa y sedienta de placer al rozarle las
nalgas. Ella de inmediato trat� de liberarse pero era in�til.
Yo soy Maximus, tu nuevo amo. �Te llamas Nadya verdad?
S�, si
Bueno Nadya aqu� se hace lo que yo desee y lo que voy a hacer
es cogerte por el culo.
�No! �No lo hagas! �Te lo suplico!
Muy bien Nadya, entonces te azotar� con este fuete de
caballos y no me detendr� hasta que me supliques que te coja por el culo.
Ella con los ojos cerrados esper� el primer golpe.
Un azote se sum� tras otro mientras los gritos de Nadya
inundaban la villa. Las l�grimas se le saltaban, sent�a que su espalda, culo y
muslos se quemaban. Cada golpe la debilitaba m�s. Al final no pudo resistir.
�Dame por el culo, cl�vame por favor!- grito desesperada.
Maximus sonriente se detuvo, derram� un buen buche de saliva
en el culo de la esclava y empuj� con todas su fuerza. Nadya ya casi no pod�a
gritar, no le quedaban fuerzas. Sent�a asco de aquel inmenso pene dentro de
ella; sal�a y entraba con gran vigor, ensanchando el estrecho agujero,
percibiendo cada parte de su estructura. Maximus ve�a esas nalgas chocar contra
su pelvis una y otra vez acompa�ada de llorosos quejidos. Meti� sus manos bajo
ella y apret� las tetas con fuerza, las estrujaba como si fueran trapos viejos.
Tras un rato que se hizo eterno Maximus se corri� sobre ella y as� la dej�,
tendida y atada en la plataforma hasta el otro d�a.
Maximus recordaba con orgulloso ese d�a. Nadya era su esclava
preferida, la cog�a de 4 a 5 veces por semana. En ocasiones la enviaba como
presente a funcionarios y amigos. En una ocasi�n la clavaron entre 20 casi
mat�ndola. Ya conoc�a los l�mites del cuerpo de la b�rbara y trataba de no
castigarla demasiado.
El castigo de Nadya deb�a ser especial, le hab�an ofrecido
mucho dinero por ella y siempre se neg� a venderla. Ahora era tiempo de
recuperar lo invertido. Maximus mand� sus sirvientes a pregonar su sentencia�..
�Ciudadanos, extranjeros, esc�chenme! La esclava Nadya de la
casa de Maximus Decimus fue sorprendida en un acto de traici�n contra su amo.
Por esto a sido condenada a ser crucificada desnuda para su humillaci�n y
verg�enza. La ejecuci�n ser� en el patio principal de la villa Decimus en 3
d�as.
Como saben, esta esclava cuenta con un cuerpo fuerte y bien
formado; as� que ser� expuesta ante ustedes y por un precio razonable podr�n ser
testigos. Por 2 monedas de oro podr�n verla, por 5 podr�n tocarla, por 10 podr�n
hacerle lo que quieran. Como saben el espacio es reducido as� que reserven sus
lugares.
La noticia se reg� como p�lvora, fueron muchos los que fueron
a cobrar viejas cuentas. Todos quer�an observar el espect�culo. Ser�a en 3 d�as.