Quiero compartir aquella hermosa situaci�n que termin�
lamentablemente muy pronto.

Era un d�a de primavera, como ahora, en que Guadalajara est�
a punto de ebullici�n.

Todo el d�a la ropa interior adherida al cuerpo.

El pene y el escroto se vuelven hiper sensibles a cualquier
cambio de clima.

Mis pezones se sent�an hervir.

El olor de mi sudor me dec�a que la testosterona estaba
llegando a un nivel peligroso a pesar de haberme masturbado varios d�as antes.

Un buen porro de fin de semana me hab�a dejado relajado y
demasiado excitado.

As� que ah� iba yo de camino a mi trabajo por le centro de la
ciudad.

A la hora de tomar el tren ligero, lo descubro observ�ndome.

Un hombre con verdadero atractivo masculino.

Moreno, no muy alto, vistiendo unas bermudas que dejaban ver
unas pantorrillas bien desarrolladas por el ejercicio y cubiertas de gruesos
vellos oscuros.

Sus brazos estaban cubiertos por una delgada capa de
vellosidad y sus manos grandes, bien proporcionadas y carnosas con venas
marcadas pero sin tener el tono verdoso que tanto me desagrada.

En fin. Un tipo atractivo, masculino y que cada detalle que
iba descubriendo de �l, me hac�an descubrirlo m�s fascinante a�n.

Los pies llevaba unas sandalias de cuero muy frescas. El
cabello bien recortado. Los ojos casta�os amielados muy brillosos, Ojos grandes,
enmarcados por dos grandes cejas arqueadas y muy expresivas.

Su barba reci�n rasurada dejaban ver esa sombra gris�cea
seductora.

Esta imagen freca contrastaba con lo desagradable del clima
en general.

Medio d�a en el tren ligero, todos medios atontados pro el
calor y �l estaba ah�, fresco, radiante y observ�ndome.

Yo soy de las personas que siempre atraen las miradas. Aun
que soy mexicano, mi aspecto f�sico es m�s parecido al de un extranjero.

1.85 metros, rubio cenizo, ojos de color indefinido que
cambian de acuerdo al color dela ropa que traigo. Estoy acostumbrado a que la
gente me observe. Pero esta ves esta mirada me indicaba algo muy distinto y
ten�a raz�n.

Lamentablemente, ten�a que bajarme en dos estaciones y con la
mente puesta en cumplir con mis labores no le d�a mayor importancia al hecho de
tener a un hombre guapo rondando.

Hasta que en la primer estaci�n, sube mucha gente y empujan a
todos.

De pronto observo a un lado m�o y est�n ah�. Esos ojos
vi�ndome a15 cent�metros de mi rostro.

Mi respiraci�n empez� a fallar.

Mis hormonas empezaron a subir y sent�a que me sofocaba.
Respiro profundo y recibo su aroma c�lido y fresco de lleno en mi olfato.

Sin lugar a dudas estaba reci�n ba�ado! Y con loci�n de olor
a hierbas.

El tren cierra sus puertas y arranca.

Todo su cuerpo lo siento entrar en contacto con el m�o.

Siento su paquete que restriega en mi muslo. Est� caliente y
tiene una erecci�n. Su vientre es plano y blando, lo siento entrar en contacto
con mi pancita.

Sent�a que sudaba y que un intercambio de energ�a comenzaba a
fluir en el ambiente.

Calor y m�s calor.

Trato de alejarme hacia la puerta y me cierra el paso.

Se sorprende que me quiera bajar.

Yo sonr�o y mis mejillas muestran los famosos hoyitos de
coqueter�a.

El sonr�e tambi�n.

Me deja libre el paso hacia la puerta y cuando avanzo, se
restriega contra mi cuerpo.

Yo le sujeto de la parte frontal del pantal�n y le jalo de la
parte frontal de zipper.

Me sigue.

Bajamos y el tren arranca.

Las pocas personas que bajaron en esa estaci�n, r�pidamente
corren y se dispersan.

Nos quedamos los dos observ�ndonos y con gran erecci�n.

Un polic�a de la estaci�n, se aproxima y decido iniciar el
camino, �l me sigue.

En cuanto avanzamos, el polic�a se detiene y regresa a su
sitio original.

Comienzo a subir las escaleras, no hay nadie a medio d�a.

Me detengo.

Giro hacia �l. Me toma de la nuca y desea darme un beso.
Trata de acercarme a �l con fuerza, pero me reh�so.

-Vamos a mi lugar de trabajo. Est� a unas cuadras.

El asiente y comienza a conversar con la mayor de las
tranquilidades:

-�Sientes esta energ�a? Desde que te vi venir, estuve
fij�ndome en ti. Tardaste bastante en voltear a verme. �Eres de aqu�?

Yo lo interrogue un poco sorprendido:

-�Energ�a? �Sientes tu tambi�n la energ�a de las personas?

-Se que mucha gente no cree en eso, pero...

-Lo siento y contigo ha sido muy fuerte...es muy fuerte. �Me
gustas!

-Se que algo descubriremos con esto que nos est� pasando...

-Yo siento tus impulsos. Tu sexo emite un "llamado" es como
un latido. Peor yo lo siento en mi cuerpo. �Es fuerte! Es de color rojo... es
atractivo.

-Tus ojos son muy delicados. Nunca debes dejar que te los
operen. Nadie debe haer una cirug�a en tus ojos. Perder�as todas las capacidades
que tienen...

-No eres la primera persona que me dice eso...Ahora que te
escucho, es como si por fine fuera a vivir la experiencia que complementar�
todas esas conversaciones que inici� con gente que nunca supe entender. Que me
hablaban de cosas que no entend�a o que no estaba preparado para
comprender...Eres como alguien que ya esperaba. Que sab�a que exist�a...que
sab�a que deb�a dejar llegar a mi vida...

-Yo ya te hab�a so�ado...�Cre�a que eras m�s bajo de
estatura...!

-�Y c�mo es que me so�aste?

-Pues fue muy f�cil. Hace poco, cosa de un mes. Me di una
ducha fr�a para relajarme. Y en media tina empec� a hacer mis ejercicios de
relajaci�n y respiraci�n. Dej� que pasaran todas las im�genes que en mi mente
estaban. Hasta que s�lo qued� una. Era un ojo. Me llam� la atenci�n eso. Era un
ojo especial. De muchos colores. Como los que he visto en Brasil... Alej� un
poco la imagen para ver m�s de lejos y ah� estabas t�... Mi coraz�n me indic�
que eras alguien bueno. Y ahora que te v�. Mi sexo te reconoci� primero que mi
memoria....

-Me asustas un poco...Yo a lo m�s que llego a es a compararte
con un mont�n de hombres que he deseado o que he conocido... Eres atractivo,
sensual, sensible y tienes una voz amistosa. Estamos aqu� hablando de cosas que
a casi nadie contamos y nos entendemos perfectamente. Y siento tu excitaci�n.
Tus latidos del coraz�n se unen ya a los m�os. Siento un poco de miedo ya...
pero es un miedo que quiero superar. Se que lo que descubrir� en ti, es algo
diferente. Tengo al certeza...

-Me da un poco de miedo descubrir que eres muy cerebral. Todo
lo piensas, todo lo imaginas, todo lo prev�s... Y sin embargo tambi�n escucho tu
voz y me das confianza, vi tus ojos desde una distancia corta y descubr� los
"ojos de mi sue�o"...Huelo tu aroma y se que est�s preparado para mi...tienes el
aroma de una flor... de un fruto maduro. Listo para probar. Eres bello y las
cosas bellas me gustan, me agradan, tocarlas, contemplarlas, probarlas, no me
conformo con verlas nada m�s...

-�Me est�s excitando! Ya hemos llegado. Te mostrar� mi lugar
de trabajo.

Mi oficina es horrible. Una casa vieja y descuidada con m�s e
10 habitaciones todas utilizadas como bodega de cacharros y cosas viejas, basura
en su mayor�a...

La secretaria contestando telefonemas y me hace llegar la
lista de recados que tengo.

-Pasar� al privado, que no me molesten en una hora....

Caminamos hacia un puerta cerrada con candado, saco el
llavero y empiezo a buscar la llave indicada...Me agarra el culo de sorpresa y
r�pidamente corre las manos hacia mi entrepierna. Lo masajea con sus manos
firmes y abiertas.

Logro, por gracia de no se qui�n, abrir el candado.

Entramos a esta habitaci�n iluminado por la penumbra. Cierro
la puerta tras de �l y comienza la tormenta de caricias.

Me empieza a desabrochar la camisa y al soltar el segundo
bot�n. Se detiene, con delicadeza, toma mi rostro con sus dos manos y me pide
que lo vea al rostro.

Empiezo a sentir una grata sensaci�n de tranquilidad y total
libertad en mi interior. Como si hubiera lanzado hacia mi algo que me
tranquiliz�. Sus ojos vidriosos expresaban una gran ternura.

-Esto que haremos no es algo que se hace con todo mundo. Es
algo muy especial. Tu eres un hombre muy especial y por eso te he elegido.
Tienes un cuerpo atractivo, una figura varonil, pero te escog� por que tiene
algo m�s. Una belleza que v� mas all� y creeme que eres especial para mi....

Me qued� fr�o y comenc� a sentirme como ni�o peque�o...pero
en una total confianza...

-Eres una de las personas m�s bellas que he conocido. La
belleza se refleja de muchas formas y tu las reflejas y generas belleza en quien
te contempla.

Como idiota, escuchaba, como hipnotizado. Ten�a ganas de
llorar.

-Esto que vamos hacer va mas all� del cuerpo. De la
atracci�n, que los dos sentimos y que demuestra que esto es algo m�s all� que el
simple deseo. Quiero conocerte y que me conozcas m�s all� de la apariencia.
Quiero que me conozcas de una forma m�s profunda, tan profunda como es tu
percepci�n de las cosas. Se que eres una personas sensible, incluso m�s que yo.
No quiero hacerte da�o ni forzarte a hacer algo que t� no quieras...

Yo comenc� a llorar, unas l�grimas naturales, corr�an sin
presi�n hacia fuera.

Nadie nunca me hab�a dicho esas cosas y de esa forma. Ni mi
madre cuando me mimaba de peque�ito. Es algo que llega muy dentro. Algo que
libera la expresi�n. Algo que hace que se comuniquen los seres que realmente
somos. Sin tapujos ni enga�os. Sin esperar dar, mas que por el gusto de
experimentar el gusto de dar.

Le tom� las manos de mi rostro y empec� a besarle las palmas.

�l se acerc� y como era m�s bajo que yo, coloc� su cabeza en
mi pecho y me pidi�:

-D�jame escuchar tu coraz�n y tu respiraci�n...No tengas
miedo. No finjas ni te sientas presionado a nada. D�jame conocerte.

-Quiero quitarme la ropa y quitarte la ropa. Quiero verte
desnudo y que me veas desnudo a mi.

Retir� un poco y comenz� a desvestirse s�lo. Yo le ayud�.
Solt� el cintur�n y baj� sus bermudas. Yo me aproxim� y acarici� su pene. Lo
ten�a h�medo de sudor. Acaricie su escroto, con vellos hirsutos tambi�n
humedecidos.

Con las dos manos, lo sujete de la cintura y empec� a subir,
para retirarle su playera. Su cuerpo era bien formado pero blando al tacto. Su
vientre era precioso. Un poco de vellosidad por debajo del ombligo, y al centro
del pecho. Pero el resto del abdomen era hermoso. Unos pezones bien definidos
pero lisos, unos pectorales levantaditos, unas axilas velludas, unos hombros
fuetes y definidos. La playera se ator� un poco en la cabeza, momento que
aprovech� para probar su manzana de Ad�n. R�o mucho.

-�Nadie me hab�a hecho eso! Que bonito. �Que caricia tan
agradable!

Me agach� para ayudarle a quitarse las sandalias y al
desabroch�rselas, caigo en cuenta de que tengo a unos cent�metros de mi rostro,
su verga que me trasmite el calor al rostro, su aroma en mi nariz es como brisa
de mar, veo los fulgores de energ�a que de ella salen.

La tomo con delicadeza para tentar sus formas, por debajo del
b�xer corto.

Es un pene agradable. Unos 14 cent�metros, pero no est�
erecto. No tiene circuncisi�n y tiene una cabeza muy ancha.

-Te quitar� esto...

Le retiro el b�xer y admiro su cuerpo desnudo completamente.
Mientras �l me observa con esa mirada.

Tiene una cadera angosta, unos muslos anchos, el vello cobre
sus piernas hasta la mitad de los muslos. Su pene est� enmelando por una gruesa
capa de pelos negros muy compacta, un delgado hilo llega a su ombligo. Su
vientre no es de lavadero, pero est� bien definido. Su ombligo es muy bonito.
Redondo. Sus manos caen a los costados de sus piernas.

Le tomo las manos y me levanto del nivel del piso.

-�Tu eres hermoso! Tienes un cuerpo atractivo. Todo est� muy
bien proporcionado. Ahora me toca a mi. Ay�dame.

Pronto empiezo a desvestirme.

Me agacho para desatarme las agujetas y siento sus manos
tomarme la cintura. Comienza a jalar toscamente mi camisa para desfajarla.

Yo desabrocho las cintas y al levantarme, �l saca la camisa
por encima de mi cuerpo.

Quedo aprisionado de las mu�ecas, ya que no desaboton� esa
zona.

El sonr�e y se lanza a aprisionar con sus labios mi pez�n
derecho. Fue un encuentro que me atraves� el pecho.

Nunca hab�a sentido mi pez�n as�. Un hierro ardiente. Una
flechazo divino me atravesaba el pecho.

Y sin mucho que poder hacer.

Comenz� a succionar de manera maestra y a friccionarlo con
sus dientes de una forma delicada, pero conocedora y con una precisi�n que lo
hac�a m�s y m�s agradable.

Tuve que pisar la camisa por detr�s, para poderme zafar de
las esposas que sujetaban mis brazos en una posici�n dif�cil de soportar.

Al sacar una de las manos. Le abrazo la cabeza con mis brazos
y me aproximo a �l. Sentir su cuerpo entre mis piernas me excita a�n m�s. Creo
que todo mi cuerpo comenz� a lubricarse.

Su cuerpo empez� a expedir un aroma muy agradable y nuestras
esencias se mezclaron, haci�ndonos sentir en medio de una flama.

Desabroch� mi cintur�n. Y �l h�bilmente, retir� mis manos y
conforme corr�a le cierre hacia abajo, dej� caer su boca en cada cent�metro que
quedaba descubierto. Cubriendo de abundante saliva cada lugar.

Beso mis genitales que colgaban bastante ajenos a la
excitaci�n que sent�a mi cuerpo.

Se levant� y fue mi turno entonces.

Bes� su cuello, mordisque� un poco sus orejas, las lam� con
toda mi lengua, incluso por detr�s de sus orejas mi humedad absorbi� sus
tensiones. Sus m�sculos se tensaban y relajaban uno a uno.

Baj� a su pecho, olfateaba, chupaba, lam�a, com�a todo a la
vez. Sus axilas velludas fueron un gran deleite para mis sentidos. Textura,
olor, sabor e imagen agradables a todos mis sentidos. Escuchaba su respiraci�n y
nuestros corazones eran uno. Su pene tambi�n estaba relajado.

Lo llev� hacia mi escritorio y le ped� que se sentara en �l.
Nos abrazamos un largo rato. Acarici�ndonos las espaldas y las nalgas. Nuestros
dedos trataban de llegar m�s all� en cada momento.

Por fin nos besamos.

Esa caricia c�lida. Ese compartir el aliento en una chispa de
calor que endulza el paladar y la lengua fue un tesoro que se abri� como una
flor.

Succion� y se retir� de mis labios.

Me bes� un ojo y el calor se derram� por ah� hacia mi
interior.

Volvi� a besarme los labios y yo abr�a cada vez m�s mi boca y
mi lengua se adentraba cada vez m�s en la de �l. Volvi� a succionar.

Y bes� mi otro ojo. El calor empez� a entrar a todo mi
cerebro.

Volvi� a besarme. Esta vez, el placer del beso fue m�s
intenso. Mi coraz�n se abr�a, dol�a de tanto ardor. El absorb�a y bes� mi
frente. Yo me qued� unos momentos extasiado en esa sensaci�n. No se cuanto
tiempo pas�. Me sorprendi� descubrir que no me estaba tocando y abr� los ojos.
Estaba ah� observ�ndome.

Me sent� un poco ego�sta por haberme distra�do en un placer
tan personal.

-No te de verg�enza. Eres bello y f�cilmente reflejas esa
belleza. Eres como un espejo.

No se de donde saqu� yo estas ideas, pero mi contestaci�n
fue:

-Quiero que te veas en mi ahora...!

Empec� a sentir mucho calor en mis manos.

La coloqu� en su rostro y me aproxim� a �l. Nuestros ojos se
quedaron viendo y fue el momento en que las cosas dejaron de ser claras.

Creo que me deshice de mi forma de pensar y actuar y algo de
mi se liber�.

Mis manos eran c�lidas y luminosas. Pod�a sentir su �rganos
internos. Era como acariciar su coraz�n f�sico y su lugar de las emociones.

Tocaba su cerebro y lo excitaba y cuidaba, mimaba y daba
caricias. Era conocerlo como un ser total. Cuerpo, mente y esp�ritu eran objetos
que mis manos delicadamente tocaban y descubr�an.

�l hac�a lo mismo en m�.

Era como si diera transfusi�n de energ�a a cada fibra de mi
cuerpo.

Todo lo m�o y todo lo suyo fue de los dos.

Poco despu�s de besarnos, por fin me atrev�a probar ese pene.
Retirar el prepucio y dejar liber� su cabecita ancha y h�meda, y sentir como
esos impulsos que ve�a desde el primer momento, ahora eran como mandatos de
placer que deb�a satisfacer y alimentarme de ellos.

Ese impulso caus� una reacci�n en cadena en todo mi cuerpo.

Fue como desaparecer de este mundo y sentir que esa energ�a
que se conoce en los orgasmos es algo que se puede mantener constante.

Todo desapareci�, incluso yo y �l. Era como darle una mamada
a Dios y descubrir que el tambi�n disfruta cuando lo hacemos. Tanto o m�s que
nosotros. Es como vivir esa necesidad que tiene lo divino por crear fecundar
todo ser vivo que necesita reproducirse.

Es ser uno con esa voluntad. Pero viviendo para contarlo.

En cierta forma el ser no desaparece, por que sino no ser�a
un recuerdo tan v�vido y tan completo....en fin. Un ORGASMO mantenido por casi
45 minutos.

�l, mientras le daba esa mamada, met�a sus manso por mis
nalgas y yo sent�a que lo que tocaba no eran mis nalgas, era todo a la vez.

Un dedo, dos o tres, tal vez era el pu�o, no lo se con
seguridad, lo que importaba era que hab�a un placer inmenso.

No hab�a l�mites f�sicos.

Si yo deseaba darle placer con mis ideas, ten�a la plena
confianza que con s�lo imaginarlo estaba d�ndole placer.

Me imagino que as� les pasa a los que se electrocutan. No se
pueden soltar de lo que les ets� dando la descarga y sus mentes piensan de forma
m�s acelerada que de costumbre en miles de cosas.

Pues era algo similar, pero todo enfocado en dar placer y en
conocerse a uno y al otro a trav�s de esa experiencia.

Es sentir un gran amor hacia le otro, hacia lo otro. Hacia el
mundo entero. Comprendes como el amor necesita de la atracci�n, del placer, de
las caricias, del expresar, del dar yd el recibir.

Todos somos eso a la vez. El secreto est� en tener la
suficiente intimidad para permitir observar y expresar lo que uno es realmente.

Creo que esta fue la prueba m�s tangible que he tenido de que
el ser homosexual no va en contra de natura ni nada por el estilo. Es una m�s de
las formas en que Dios tiene para manifestar su amor sin l�mites.

Yo soy teista, aun que no apegado a ni una religi�n. Hab�a
experimentado �xtasis y cosas por el estilo. Hab�a le�do mucho de religiones y
culturas. De Tantra, yoga, meditaci�n, cristianismo, masoner�a, bud�, encuentro
con el peyote y muchas muchas cosas m�s.

Pero esta fue la primera vez en que la vida me dio la
oportunidad de dejar la teor�a y entrar a la pr�ctica.

Su culo se abri� de forma deliciosa con todos sus l�quidos a
mis labios y lengua.

Mi pene fue acariciado y degustado hasta el fondo y el placer
aumentaba m�s y m�s.

Tanto placer no cre�a que existiera y a�n hab�a m�s y m�s.

Cuando lo penetr�, me coloqu� sus tobillos en mis hombros y
su ano se ajust� como un guante a mi. Primero con movimientos lentos, lo iba
explorando. Lo sujetaba de las caderas para que no se deslizara por la
superficie del escritorio.

�l simplemente me ve�a y al verlo recib�a la misma cantidad
de placer que entregaba. Ten�a esa sonrisa en el rostro.

Me sujet� con sus piernas y empez� a guiar el ritmo de mi
cadera.

Yo e inclin� sobre su cuerpo y me adher� �l.

Sent�a mi pene que lo penetraba su coraz�n que lat�a, su
lengua que me besaba y acariciaba mi lengua, sus ojos que me penetraban. Una
felicidad inmensa y una tranquilidad apabullante.

Despu�s de unos 15 minutos as�.

Me pidi� permiso para ser penetrado por �l.

Me sent� en el escritorio. �l delicadamente tom� mi pene
cubierto de sus l�quidos y de un solo leng�etazo lo limpi� y siguiendo ese �nico
movimiento, lo captur� completamente en su boca.

Apretaba delicioso su garganta.

Poco despu�s sac� mi verga de sus boca y comenz� a lamer mis
test�culos y los conductos por encima del escroto. Que delicia!

M�s y m�s placer todav�a!

Lami� mi culo con igual maestr�a. Mi ojete se abr�a s�lo.
Sent�a que me com�a la mierda y el interior de los intestinos.

Era como un cl�max intestinal!

Se levant� y yo lo observaba con tranquilidad...disfrutando
al m�ximo pero sin perder detalle de lo que hac�a conmigo.

Coloca sus codos en el escritorio y de un solo golpe, levanta
mis caderas y come mi culo como si se tratara de una sand�a completa!

Que sensaci�n tan m�s maravillosa.

Esas manos fuertes y conocedoras de sus propia fuerza me
sujetaban y me daban la libertad de abrir y relajar mi culo para sentir m�s y
m�s placer. Yo no se si lami� hasta mi pr�stata. Pero aquello era la gloria.

Yo sent�a que cada parte de mi cuerpo hab�a descubierto su
verdadera capacidad de generar placer en su m�xima intensidad en esa ocasi�n.

Sent�a que ten�a todo inflamado de tanta succi�n. De tanto
lamer, comer, olisquear, sudar, tentar y todas las acciones que se emprenden en
este tipo de faenas.

Me pide que me recueste de lado y que le deje un espacio en
el escritorio para recostarse atr�s de m�.

Lo hago, se coloca a mi lado y levanta mi pierna y la coloca
atar de la suya. Me sujeta le pene con la mano y me masturba unos momentos.

Suelta mi pene y con la mano dirige su verga hacia mi
interior.

Gria ligeramente para jalarme la pierna y aprovecha para
darme una estocada profunda y de un solo movimiento hasta le fondo.

Se que es lo m�s profundo por que siento sus pelvis en mis
nalgas y por que mi pr�stata se siente estimulada al m�ximo!

Cada mete y saca aumenta la intensidad de la sensaci�n.

Comenc� a llorar.

Nunca cre� que la vida me fuera a recompensar de esa forma. Y
que nada hab�a hecho en especial.

Por otro lado creo que fue una forma muy abrupta de
inmiscuirse con un hombre y de dejar m�s all� todas alas apariencias y deseos.

S�lo querer extender ese momento presente.

Se detuvo y me acarici�, me abraz� y me dio las GRACIAS!!!

Esto me hac�a llorar m�s y m�s!

Sent�a su pene pulsando en mi interior, sus manos y brazos
sujet�ndome fuertemente. Su voz hablando con total tranquilidad y de la forma
m�s sincera que he escuchado en mi vida.

Est�s ah� tronchando con un casi desconocido, pero que es lo
m�s parecido a la perfecci�n.

Empiezas a sentir miedos. Empiezas a tensarte de nuevo.

�l vuelve con un delicado ritmo a meter y sacar. Me penetra
como dios s�lo sabe que es.

Vuelvo a confiar.

Vuelvo a fundirme en �l y �l en mi.

Nuestros cuerpos son uno otra vez.

En el interior pienso:

-�Te doy las gracias!

Y escuch� como respuesta:

-�Gracias a ti...!

Despu�s de unos minutos m�s.

-Tengo que irme.

-��A d�nde?! ��Por qu�?!

-Ve�monos otro d�a. Si quieres hoy en la noche...

Se detuvo.

-Tu tienes algo que decirme. Algo creo que ocultas...

-Es cierto. No lo oculto, por que no hemos hablado, Apenas
nos conocemos. Pero estoy a punto de irme de viaje. Me voy a Sri Lanka. Salgo en
3 d�as para all�. Me ofrecieron un buen puesto de trabajo. Soy Ingeniero Civil.
Trabajar� para la compa��a que est� haciendo las Torres Petronas. Debo irme pero
quiero verte otra vez. Me gustar�a llevarte m�s lejos. Y conocernos mejor. Eres
lo m�s especial que me ha pasado en mi vida.

-Pero �qu� no vas a acabar?

-No necesito acabar. Es algo que siempre me ha pasado. Mi
primer novia me dec�a que era puto. Por que no acababa. Realmente siempre me
hab�an gustado los hombres tambi�n.

Un d�a le cont� mis penas a un amigo y me pidi�
demostr�rselo.

Lo hice. Nos fumamos un buen churro de marihuana y lo
hicimos. Descubr� que es muy satisfactorio tener sexo con hombres. Es m�s o
menos lo mismo...En cuesti�n de placer, tal vez es m�s diverso entre dos
hombres, pero es con m�s ternura con una mujer...

A�n que tu eres lo m�s tierno que me ha pasado...

-Pues yo soy de los que necesitan acabar...

-�Qu� te gusta m�s?

-Contigo todo ha sido nuevo y maravilloso.

-Ya s�...

Se acost� sobre el escritorio y me pidi� que lo montara.

Yo me sorprend� parado en el escritorio de mi trabajo, con un
hombre debajo de mi, con su verga apuntando a mi culo y yo dispuesto a
disfrutarlo.

Me pidi� que le sujetara la cabeza y que se la acercara hacia
mi pito.

Incre�ble. Fui penetrado y mamado a la vez. Yo ten�a le ritmo
de la situaci�n.

Poco a poco le solt� la cabeza, pobre, estaba muy estirado.

Le ped� disculpas y me concentr� en darme placer. Penetrarme
con su falo. Hasta lo m�s hondo.

Y por fin irme.

Le moj� el pecho, el rostro, hasta el cabello de los charpi�.

Fue una eyaculada de campeonato.

Me relaje completamente.

Unos minutos despu�s estaba yo all� so�ando. Recordando. Lo
volv� a ver al d�a siguiente. Fue a mi trabajo, ya que no lo busqu� ni le llam�.
Al verlo fue entrar de nuevo a ese trance. Acced� a irme con �l a su casa.

Estoy por ir a conocer Sri Lanka e ir por el hombre de mi
vida.

Les aseguro que tomar riesgos en la vida puede traer la mayor
de las recompensas.

Y ser uno mismo durante el sexo y lograr que la pareja sea el
espejo del otro, es una t�cnica sencilla que ofrece muy buenos resultados.