Relato: La pajera La pajera
Masturbaciones, sexo l�sbico en un avi�n
A continuaci�n os voy a relatar un hecho que me sucedi� hace
algunos meses, cuando iba a realizar un viaje de Argentina a Espa�a, y cog� un
avi�n desde BS AS para llegar a la citada ciudad.
Estaba ya en el avi�n, para realizar el viaje, llegu� de los
primeros, y aquello estaba muy vac�o aun, los asientos eran de tres personas,
por lo que me sent� en el lado de la ventana, que era el que ten�a seleccionado
desde el embarque. A continuaci�n empez� a llegar gente, hasta terminar de
meterse el total de los viajeros, los cuales �ramos muy pocos, a mi lado se
sent� una chica muy hermosa, y en el otro asiento, el m�s cercano al pasillo
otra hembra tambi�n bastante bella. El avi�n no estaba lleno, y hab�an colocado
a la gente dejando una fila de asiento en medio libre para estar menos juntos.
Empezamos a charlar los tres, que ninguno nos conoc�amos, y empezamos a
intimidar.
La m�s cercana a m� se llamaba Mari Carmen, era una chica de
Argentina, con 22 a�os, morena, ojos negros, cuerpo muy bien formado, no pasaba
desapercibida para los hombres Y mujeres, con senos turgentes, por lo que no
llevaba sujetador, piernas y nalgas duras, por el deporte que dec�a que hac�a,
vest�a una blusa color crema adecuada para el calor infernal que hac�a, con una
falda corta marr�n muy fresquita, se dejaba ver su canalillo y sus hermosas
piernas, viajaba hacia Roma, desde Argentina, y este era el primer trasbordo que
hac�a, en Mallorca ejecutar�a el �ltimo. La otra chica se llamaba Camila, con 22
a�os, morena, ojos marrones, cuerpo muy bien contoneado, llevaba una blusita
semiabierta roja, no llevaba sujetador, sus lindos senos parec�an querer salirse
de su blusa, sus pezones morenos se marcaban perfectamente, portaba una diminuta
minifalda blanca, que dejaban ver sus marcadas piernas, viajaba hac�a Mallorca,
para despu�s dirigirse a Ibiza por barco.
Ajustamos nuestros cinturones y partimos en el vuelo, en el
cual entablamos una conversaci�n como si nos conoci�ramos de toda la vida,
cont�ndonos hasta cosas �ntimas. Pero al rato empec� a sospechar de Mari Carmen,
parec�a como si le gustase Camila, ella observaba embelesada aquella hermosa
morena, como deseosa de abordarla, de estrecharla entre sus brazos, adem�s le
lanzaba indirectas a Camila, aunque la verdad es que ella no se preocupaba,
incluso a veces le daba pie a Mari Carmen, me parec�a que Mari Carmen quer�a
sexo con Camila, y que esta �ltima sin lanzarse, actuaba como si no le
importara, yo estaba flipando con la situaci�n.
Estando en esas, aprovechando que Camila no la miraba, Mari
Carmen se tir� el vaso de agua encima, pero yo me di cuenta, ella dijo que era
muy torpe, que se tir� el vaso de agua sin darse cuenta, yo la mir� y ella me
puso cara c�mplice, rog�ndome como que me callara, yo le segu� el juego y no
dije nada, y Mari Carmen se fue al servicio. Nos quedamos las dos solas, y
continuamos hablando de cosas, hasta que me dijo que Mari Carmen tardaba mucho,
que la pobre se habr� ensuciado mucho la falda, yo le dije que solo era agua, y
que se le secar�a, pero ella me insisti� en el tema, dici�ndome que la pobre
vaya faena fortuita le pas�, ten�a cara de saber lo que pas�, quer�a que yo se
lo dijera de mi boca, y tras varias palabras as�, le dije que se la tir� ella
misma, y ella me replic� que lo supon�a.
Al rato lleg� Mari Carmen, estuvimos un rato callados, hasta
que de pronto Camila le pregunt� a Mari Carmen por lo que hizo en el servicio,
ella se puso algo colorada, y le respondi� que se sec� la falda, y Camila la
mir� y le dijo que como hab�a estado la masturbaci�n, y que si pens� en ella, yo
me qued� perpleja, Mari Carmen no sab�a que responder, Camila le repiti� la
pregunta, y Mari Carmen lentamente le dijo que s� con la cabeza, entonces Camila
le rog� que le contar� con detalles lo que hizo en el servicio, que ella ten�a
derecho, ella no le respondi�, pero nuevamente le repiti� la pregunta, y Mari
Carmen nerviosa empez� a cont�rnoslo, nos dijo que corri� al servicio a limpiar
la falda, para evitar que se manchara, que una vez all� se la quit� y lav�, y
que al quedarse en bragas no pudo contenerse y sus dedos instintivamente
buscaron su co�ito, apartando las braguitas a un lado, imaginando que eran los
dedos de Camila, que estuvo un tiempo, hasta que le lleg� el orgasmo, tras �l,
se acomod� la falda y retorn�.
Me qued� perpleja, Mari Carmen estaba cont�ndonos como se
masturb� en el servicio, mientras pensaba en Camila, despu�s de esto, Mari
Carmen le pregunt� a ella como sab�a lo de la masturbaci�n, Camila le tom� la
mano y le dijo que no se preocupara, que ella tambi�n lo hac�a, Mari Carmen le
pregunt� nuevamente de c�mo lo sab�a, y ella le respondi� que su mano ol�a a su
co�o, que le encantaba el aroma, seguidamente tom� sus dedos, y los meti� en su
boca, lamiendo uno a uno delicadamente, a la misma vez, la mano de Mari Carmen
que le quedaba libre, se desliz� desde la cara de Camila hasta la minifalda,
pasando por sus pechos, al llegar a la diminuta falda, levant� esta,
observ�ndose claramente que no llevaba bragas, su co�ito estaba depilado, era
una hermosa tentaci�n. Yo al ver esto, estaba ya tambi�n muy caliente, empec� a
masajear mi co�o por fuera de la mini, de lo que las chicas se dieron cuenta,
pero no le dieron mucha importancia, estaban cegadas una con la otra, Mari
Carmen se le ve�a desesperada por tener sexo con Camila, y ella lo sab�a.
Segundos despu�s, Camila retir� la mano de su falda, y le
dijo que se tranquilizara, que mejor fueran al ba�o, Mari Carmen se levant�
r�pida y cogi� de la mano a Camila, y se empezaron a dirigir al servicio del
avi�n, me estaban dejando sola, y las mir� con cara de pena. Camila me mir�
justo antes de salir del habit�culo en el que est�bamos, y con la cabeza me hizo
un gesto para que las siguiera. Nos dirigimos al water, y entramos en aquel
peque�o servicio los tres, e incre�blemente nadie se dio cuenta, aunque el avi�n
estaba semivac�o, tan pronto entramos cerramos con el pestillo.
Camila me mir� y me dijo que me fuera a la esquina, que yo no
iba a hacer nada, solo iba a observar, y que si quer�a que me pajease, yo la
obedec�. Seguidamente, Camila mir� a Mari Carmen, y le dijo que la iba a llevar
al cielo, que le iba a quitar ese calent�n de zorra que ten�a, tras esto, se
puso a su espalda, y apoy� las manos sobre los hombros de Mari Carmen,
d�cilmente, aunque s�lidamente, de los hombros, llev� las manos hacia el cuello,
rode� el borde de la camisa hasta llegar al primer bot�n, el cual desabroch�. La
respiraci�n de Mari Carmen y la m�a se hab�an acelerado, y signos de la
excitaci�n se dejaban ver, a ella por encima de la camisa, comenzaron a
not�rsele los pezones endurecidos por el calor que esas manos le estaban dando y
mi concha estaba comenzando a incendiarse bestialmente. La boca de Camila se
acerc� al o�do derecho de Mari Carmen, roz�ndole, sintiendo su aliento caliente
y le dijo que se relajase, que eso era solo el principio.
Continuando estando Camila a la espalda de la otra chica, sus
manos lograron desabrochar su blusa, meti�ndose entre sus pechos, lo que le
ocasion� un gemido involuntario a Mari Carmen al sentir sus fr�as manos sobre
ellos. Camila envolvi� sus tetas delicadamente con sus dedos, las presion� y se
dedic� a pellizcarlas sutilmente para despu�s pasarle sus largas u�as alrededor
y dejarlas duras como piedras. Sin poder soportar m�s la argentina esas
caricias, tom� las mu�ecas de Camila, y la coloc� frente a ella, mir�ndose
mutuamente a los ojos, y comenzando a besarse ferozmente sus lenguas se
encontraban duras, c�lidas y movedizas, estableciendo una batalla deliciosa.
Las manos de Camila nunca dejaron sus pechos, y continuaron
pellizcando y estirando los pezones, hasta que dispuso su boca en ellos, Camila
lam�a los senos de Mari Carmen con esa lengua tan maravillosa, los dej�
ba�ad�simos con su saliva, se dedicaba a mordisquear sus pezones, que no pod�an
m�s, que no albergaban m�s dureza que la ya acumulada.
Tom� cada pez�n entre sus labios estir�ndolos,
succion�ndolos, mordi�ndolos, haci�ndola enloquecer. Al mismo tiempo que la boca
de Camila actuaba, mi calentura era cada vez mayor, estaba excitad�sima, y
decid� sacarme mi mini. La boca de Camila descend�a por el cuerpo argentino, sus
manos iban quit�ndole la ropa de forma precisa, sacando la camisa de su falda,
para abrirle las piernas a Mari Carmen a continuaci�n. Camila comenz� a
acariciarle con una mano sobre la entrepierna, sobre la braga, su palma abierta
sub�a y bajaba por toda la extensi�n de su rajita, presionando paulatinamente,
simulando meterle un dedo, manoseando as� el centro de su co�o. Despu�s Camila
subi� su mano y la meti� entre la braguita y la vagina, acarici�ndola un rato, y
dici�ndole que era una zorrita a la que le gustaba masturbarse pensando en la
chicas guapas, a lo que Mari Carmen asent�a con la cabeza. Yo no aguantaba m�s,
y comenc� a manosear mi clitoris.
Despu�s de un rato de sobeo del co�ito, Camila le quit� la
falda, y le baj� las bragas y se qued� desnuda frente a ella, yo no pod�a
aguantar m�s con lo que ve�a, con lo que ten�a a escasos cent�metros, me
masturbaba aceleradamente, estaba a punto de correrme. Las chicas me miraron, y
se rieron, y Mari Carmen dijo que ya hab�a una contenta, a la vez que se sentaba
el la taza del water, y apoyaba una de sus piernas en el lavabo. Camila se
arrodill� frente a sus piernas abiertas y sus manos se dedicaron a su rajita,
transportando a otro mundo a la chavalita sudamericana. Camila le dec�a que
estaba s�per mojada, que era una de las mayores vaginas h�medas que hab�a visto,
estaba brillante, pastosa. Mari Carmen le rogaba que le metiera los dedos,
Camila le dijo que era una putita, y a la vez le meti� dos dedos hasta el fondo,
les daba media vuelta dentro de ella y los sacaba empapados, despu�s lubricaba
los labios mayores y menores de su anegada vagina, y la lengua de Camila se
dedicaba a lam�rselos, a recoger su flujo desde el interior para repartirlo, de
adelante hacia atr�s, hasta llegar al agujero de su culo. Camila le dec�a a su
compa�era que le encantaba sus flujos, que estaban deliciosos, que sab�an a
guarra en celo, Mari Carmen solo sab�a gemir y retorcerse. Yo estaba nuevamente
caliente ya, aquello era espectacular.
De pronto Camila par�, me mir� y me dijo que si estaba otra
vez caliente, yo asent� con la cabeza, y me dijo que ahora ven�a lo bueno, iba a
reventar a la zorrita pajera. Se gir� e introdujo un dedo en su vagina, y al
mismo tiempo otro en el agujerito del culo, presionando en medio, juntando las
paredes de ambos lados, haci�ndole dar un salto de placer a Mari Carmen. La
lengua de Camila comenz� a lamerle el cl�toris, primero en c�rculos, llen�ndolo
de flujo, para despu�s subir y bajar, endureci�ndolo, y haci�ndolo brotar de la
carne, despu�s lo tom� entre sus dedos y lo estir�, lo pellizc� para despu�s
morderlo delicadamente.
Al rato, le dio la vuelta a Mari Carmen, coloc�ndola sobre la
taza del water, sujetada por los codos, y dejando ver arriba de sus hermosas
piernas su vagina coronada por su culo, el cual estaba abierto por la
penetraci�n anterior, pero no era virgen sin duda. Comenz� a lamerle el culo
Camila sin descanso, Mari Carmen estaba llena de su propio flujo por todos
lados, chorre�ndole por las piernas hacia abajo incluso, Camila segu�a metiendo
un dedo en el agujero mojado de su culo mientras que la otra mano no dejaba de
arrastrarse a lo largo de la h�meda raja. Minutos despu�s, Camila le introdujo
dos dedos en su vagina con la otra mano, estaba siendo penetrada por ambos
lados, con gran brutalidad, Mari Carmen se retorc�a de placer, Camila le
insultaba, le dec�a que era una zorra, que era una pajera, que la iba a
reventar, que era la m�s puta del mundo, Mari Carmen solo dec�a que le metiera
los dedos m�s r�pido, que se corr�a. Yo estaba nuevamente excitad�sima, y me
masturbaba con un consolador que saque de mi cartera .
Camila ya sin control, met�a y sacaba sus dedos con gran
bestialidad, ya eran tres de una mano en la vagina y dos los que reventaban el
culo, estaba revent�ndola, sigui� as� hasta que las caderas de Mari Carmen se
elevaron sobre la cara de Camila, estallando en un orgasmo brutal, que Camila
devor� con ansias, trag�ndose todo lo que pod�a, limpi�ndola todo lo que pod�a.
Despu�s se arreglaron las ropas mientras me miraban como me intentaba masturbar
de nuevo aun, les dije que esperasen un momento, y Mari Carmen se sent� en el
water, y Camila permaneci� de pie, al rato y tras ver que no terminaba, Camila
se acerc� a m�, y me dijo que me iba a ayudar, se arrodill�, tom� mis caderas
con la mano, y empez� a masturbarme fieramente, para a continuaci�n engullir en
su boca mi clitoris, era salvaje, yo estaba a punto de reventar, me masturbaba
con su boca fuertemente y profundamente,aunque tocaba su final. Al momento y con
la mirada fija de Mari Carmen, lanc� un grito, la cual retrocedi� un poco por
las convulsiones de mi cuerpo, pero se trag� todo mis jugos, no dej� escapar
nada .
Ya una vez terminado todo, nos vestimos definitivamente y
salimos, y a los minutos aterriz�bamos en Mallorca, nos despedimos los tres con
un tierno beso, y antes de irnos Camila nos dijo que hab�a disfrutado mucho en
el vuelo haciendo correrse a dos pajeras tan salidos como nosotros, y se fue, y
nunca m�s nos volvimos a ver.
Autor: anna karina
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Relato: La pajera
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