EN UN BAR DE MACHOS
Un s�bado ordinario acostumbro dedicarme a cumplir con los
pendientes personales que no pude realizar durante mis ajetreadas semanas.
Duermo unas dos horas por la tarde, y dependiendo del nivel
de calor de mis "hormonas" consecuencia de mi actividad o mi inactividad sexual
en la semana, me siento frente a la computadora, leo relatos, bajo fotos de
hombres hermosos o chateo con amigos, conocidos y no.
Si es posible, activamos la web cam y nos vemos ambos
desnudos, me he masturbado muchas veces con mis corresponsales; he conocido a
varios de ellos personalmente y la hemos pasado realmente bien, con excepci�n de
un tipo que con enga�os me invit� a su departamento y me exigi� dinero. Pero
eso, como dijo "Nana Goya", es otra historia.
El pasado s�bado 17 de julio, estuve un rato en la
computadora, abandon�, no ten�a �nimos para escenas, im�genes o pl�ticas
calenturientas que no siempre son reales; algo me ocurr�a, mi necesidad de
compa��a, de afecto y de una charla constructiva me interesaba m�s que una
calentura.
Me di un ba�o reconfortante, apliqu� mi mejor colonia, pein�
mi bigote y me vest� con mis mejores galas y sal�, sin rumbo. Habitualmente me
muevo en taxi, par� uno y cuando me pregunta a d�nde voy, mencion� el primer
lugar que me vino a la mente: un bar discreto, elegante y de muy buen nivel.
Algunas veces acostumbro ir por all�; el ambiente es
"Vaquero", la decoraci�n semeja una taberna del Viejo Oeste, a todo lujo, el
servicio es excepcional, bastante caro, desde luego, lo bueno cuesta. Entr� al
local y me encontr� con todas las mesas ocupadas, de igual modo la barra de la
cantina� Un tipo muy interesante me invit� a acompa�arles a �l y a su
"compadre", como me dijo.
Tom� asiento, agradec� la atenci�n, ped� al camarero tres
cervezas y ellos me dijeron que no era necesario, que ya les ha tocado
permanecer de pie varias veces. Como es propio de este tipo de situaciones,
empezamos por las presentaciones, Gustavo el m�s joven de los dos, 24 a�os, es
un muchacho interesante m�s que por sus atributos f�sicos a simple vista, brazos
fuertes, bigote bien recortado, vellos que sobresalen el cuello de su camisa y
ropa de marca, por su trato amable, a pesar de verse muy machito, sus modos son
finos, educados, muy cort�s me dice que no me hab�an visto en el lugar y les
expliqu� que muy espor�dicamente me escapo hacia all�.
Ezequiel el mayor, 45 a�os, es algo calvo, blanco, ojos muy
expresivos, velludo y seg�n se ve�a m�s alto que Gustavo mostr� un car�cter m�s
firme, m�s decidido, sin embargo su voz gruesa y su tono autoritario no le
quitaban lo cort�s.
Platicamos un buen rato sobre nuestras respectivas
ocupaciones. Yo, de la manera m�s discreta posible, recorr�a con la vista las
mesas circundantes y entonces s� mi libido se despert�. Una cantidad
impresionante de hombres deliciosos eran los parroquianos en aquel momento;
desde luego que me contuve al recordar que me encontraba en un "Bar de machos".
En un momento dado me levant� al ba�o� ocup� uno de los dos
gabinetes y empec� a orinar, disfrutando la fuerza de mi chorro en el retrete;
por algo que no pens�, no ocup� un sitio en uno de los mingitorios. Estaba
guardando mi arma cuando se abri� la puerta y era uno de los vecinos de mesa,
hermoso el cabr�n, muy alto, pat�n, de botas vaqueras, camisa entreabierta hasta
la mitad y tapizado de rizados pelos negros�.. me calent� inmediatamente.
Sal�, fui al lavamanos, ya con mi mente ocupada en imaginar
la verga de quien orinaba; ser�a ocioso describir un instrumento enorme, grueso
y cabez�n, porque en esos momentos entr� Gustavo mi compa�ero de mesa, se coloc�
en el urinal m�s pr�ximo al lavabo y sac� su pieza: una verga "normal", quiz� 15
cm, medianamente gruesa, pero recta, hermosa; mientras me secaba las manos,
sent� alguna insistencia de su parte en mover su verga, como llamando mi
atenci�n. Sal� de inmediato.
Regres� a la mesa y Ezequiel coment� que a cada rato llegaban
m�s clientes, que deb�a ampliarse el local, etc. Regres� Gustavo, estuvieron
bromeando finamente acerca de que hay tanto cabr�n entre los clientes que se las
dan de machitos pero son muy putos. Me preguntaron qu� opinaba yo de los putos y
les dije que para m� son las personas m�s creativas, inteligentes y capaces de
establecer lazos humanos. Esa es mi opini�n real. Toda mi vida me he asumido y
autoaceptado como homosexual.
En mi siguiente vuelta al ba�o, coincid� con Ezequiel en
mingitorios vecinos�. Yo estaba terminando de sacudir mi verga y �l expuso la
suya, a medio parar, definitivamente m�s grande que la de Gustavo, mucho m�s
gruesa y con una cabeza acorde al di�metro del tronco�. S�lo que �l abri� su
pantal�n vaquero y lo baj� algo, mostrando parte de sus nalgas pelad�simas,
redondas, grandes, antojables.
Salimos juntos del ba�o, llegamos a la mesa y Gustavo
pregunta si est�bamos de "ma�osos". Los dos nos re�mos y seguimos la pl�tica
trivial.
De pronto, Ezequiel pidi� la cuenta de consumo, asumi� lo de
los tres y se despidi�. Algo que me inquiet� fue que le dijo a Gustavo, "Ya
sabes, compadre".
Tomamos una cerveza m�s Gustavo y yo,
hablamos del smog y la contaminaci�n. Fue entonces que me invit� a ir en su
camioneta a la Meseta de Chipinque, en la Sierra Madre, unos 15 km. hacia
arriba... es un barrio residencial. Acept�, nos fuimos, llegamos a una casa de
muy buena factura y entramos al amplio jard�n. Condujo la camioneta hasta el
fondo de la cochera, me coment� que hab�a un mirador fabuloso, con una vista
incre�ble del Monterrey de noche.
Al bajar, se aleja un poco y empieza a orinar. Mientras
escuchaba su potente chorro, reconoc� que me dej� llevar de nuevo por la
calentura; desde el momento en que acept� ir a ese sitio en la camioneta, solo
con �l sab�a lo que me esperaba. Gustavo termina de orinar pero no guarda su
verga que ya estaba bien parada; me dice: "Esta chingadera que no se quiere
aplacar me imagino que t� andas igual, pinche calentura".
Le contest� que s�, que quiz� el calor, la cerveza, el
paisaje o la compa��a me hab�an calentado y entonces saqu� mi verga para mear,
pero �l sigui� movi�ndose la suya. Termin� de orinar, Gustavo se acerc� y me la
apret�.. sent� que me electrizaba� se inclin� para meterla en su boca y�.
En ese instante, el port�n se abri�. Yo tembl� y �l me dijo,
no te apures, es mi compadre Ezequiel, �l es el due�o de la casa, ahora que
entremos sabr�s lo bien que lo vamos a pasar.
Ezequiel grit� "M�ralos, cabrones ma�osos, no me pudieron
esperar". Cerr� la puerta de su coche y abri� la puerta principal de la casa.
Entramos a un ambiente delicioso, una decoraci�n de primer mundo, amplios
ventanales, descorri� las persianas y apareci� Monterrey de noche, espl�ndido.
Mis dos amigos se fundieron en un beso profundo, se empezaron
a manosear y me llamaban�.. empec� a abrir sus camisas y a enredar mis dedos en
sus peludos pechos, los dos estaban deliciosos, Pronto, Gustavo me dio el primer
beso, mientras Ezequiel me desnudaba�. Est�bamos los tres calientes, muy
calientes y no se hizo esperar el tirarnos en la alfombra y propinarnos una
mamada triple de antolog�a. La verga de Ezequiel era mucho m�s gruesa de lo que
supuse, como me gustan;
Mudando posiciones, Gustavo me hizo poner de rodillas, se
acerc� y su verga entr� en mi boca que, engolosinada la lami�, la recorri� con
la lengua alrededor de la cabecita, a lo largo de su tallo hasta llegar a sus
huevos, mientras mi mano hurgaba en medio de sus nalgas hasta que encontr� un
culito caliente�.
En tanto, Ezequiel se acost� detr�s de m�, abri� mis nalgas y
con su lengua dio cuenta del calor que encerraba mi culo deseoso ya de ser
ocupado por una buena verga y no demor� en hacerlo. Me penetr� firmemente, fue
enterrando su garrote despacio al principio y furiosamente despu�s�.. cuando yo
intentaba pujar por el dolor placer que estaba sintiendo, la verga de Gustavo
explot� en mi garganta. No recuerdo un momento m�s caliente que sentir la boca
llena de espesos y agridulces mecos, no demasiados, pero suficientes para
halagarme, a la vez que sentir una verga enterrada hasta los huevos en mi culo.
Ezequiel se retir� de mi agradecido culito, todav�a sin
haberse corrido y me hizo colocar de espaldas�.. me puso su verga en la boca y
empec� a succionarla, notoria la diferencia entre una y otra, pero igualmente
mamable�.. Gustavo en tanto, vino a mi verga y me ha propinado una mamada que me
hizo correr casi de inmediato en su boca�.. retir� a Ezequiel y me ofreci� mi
propia leche en un beso en el que compartimos el placer de estar juntos.
Terminado el acto, nos fuimos a la tina de ba�o, nos aseamos,
comentamos lo importante que es actuar con respeto sobre todo, compartir
nuestras preferencias sexuales y quedar tan amigos�.
Ezequiel se ofreci� a acercarme a mi casa, as� lo hizo y nos
despedimos no sin antes intercambiar n�meros telef�nicos.
Hace cuatro d�as, recib� su llamada. Quedamos de vernos el
mi�rcoles 28 de julio, me habl� de ir al teatro y luego hablarle a Gustavo, si
yo estaba de acuerdo para tener una sesi�n sexual con etiqueta de
"interminable".