Por fin, despu�s de algun tiempo, me he decidido a
platicarles mi experiencia. Esto sucedi� apenas hace 5 meses, cuando a�n tenia
17 a�os. Las mujeres entender�n que a esta edad las hormonas nos traen de
cabeza, y la curiosidad por el sexo y lo prohibido comienza a ser parte de tus
pensamientos constantemente. Estaba con una amiga, y nos pusimos a buscar
paginas de sexo para curiosear, y de repente entramos en una de zoo. Las dos nos
quedamos mudas de la impresi�n.
A mi amiga le pareci� horrible, sin embargo, algo a mi me
movi� muy profundamente y despert� un deseo en mi. No les voy a negar que la
idea me parecia muy loca, pero despues de enterarme mas, ver im�genes y saber de
muchas mujeres que lo hacen, decidi que lo intentar�a... aunque no hab�a
decidido la fecha y menos del modo en que sucedi�.
Nunca hab�a tenido relaciones sexuales; no soy alta, pero
tengo un cuerpo muy lindo, mis senos son peque�os, pero tengo una cintura
menudita y mis nalgas son muy redondas y paraditas, y caderas lindas, por lo que
muchos chicos me deseaban, pero s�lo habia tenido un novio y lo mas que hab�amos
llegado era a que me tocara en mis partes �ntimas, pero sin que me penetrara.
Tengo un San Bernardo de 4 a�os que se llama Ursus. Es un perro muy grande y
juguet�n. Hab�a notado que cuando en algunos momentos yo estaba excitada o
estaba en mis dias, se acercaba y comenzaba a olfatearme. Me hac�a cosquillas,
pero no hab�a pasado a m�s. Era una ma�ana de muchas en qu estaba sola en casa,
Ursus anda siempre por la casa y a veces se mete a mi recamara. Ese d�a me
acababa de ba�ar y estaba escuchando m�sica a un vol�men un poco alto; s�lo
ten�a una toalla puesta rodeando mi cuerpo, y otra sobre el cabello.
Ursus estaba en mi recamara y estaba echado cerca del
ventanal. Despu� sde haber le�do y visto las fotos, estuve curioseando sobre su
verga, la cual se ve�a bastante grande; yo s�lo se la sobaba, pero nunca le hice
sexo oral ni nada parecido. Me quit� la toalla y comenz� a buscar un par de
tenis que no encontraba, me agach� para ver si se encontraban debajo de la cama,
quedando sobre mis brazos y rodillas apoyadas, cuando unos momentos despu�s
sent� la nar�z de Ursus olfateando mi vagina.
La sensaci�n era extra�a, pero me puso la piel de gallina. Me
qued� ah�, inm�vil y comenz� a lamer mi vulva. No les puedo describir la
sensaci�n...era simplemente fant�stico... hasta parec�a que sab�a c�mo hacerlo.
Por mi cuerpo corr�an como peque�os choques de electricidad que me ten�an
jadeando y moviendo mi cintura en c�rculos arriba y abajo sin que yo lo hubiera
notado. Creo que ese momento tuve 2 o 3 orgasmos que sacudieron mi cuerpo.
Recuerdo que todo me daba vueltas y mi respiraci�n era tan agitada que parec�a
que el coraz�n me saltaria del pecho.
La verdad es que a pesar de que ya habia decidido hacerlo,
todavia necesitaba ganar un poco mas de confianza, y no tenia pensado de ningun
modo que fuera ese d�a... bueno, eso creia yo. Despu�s de recuperarme de los
orgasmos, me apoye sobre mi cama, que no es muy alta, para tomar un poco de
aliento y vestirme.
De pronto, Ursus se subi� por detr�s de m�, dejando su peso
sobre mi espalda, lo cual me dejo inm�vil y empec� a sentir que se movia
torpemente como intentando hacer contacto con mi vagina. Empec� a sentir que
algo muy caliente y h�medo que golpeaba entre mis muslos y luego hasta mi
ombligo. Alcanc� a ver por un lado y ve�a su verga gigantesca... le llegaba casi
al suelo, era muy gorda y roja con muchas venas, echaba gotitas d el�quido
blanquisco. Le trate de ordenar que se bajara y no me hizo caso, me trat� de
mover, pero el peso no me dejaba, y �l seguia insitiendo en sus movimientos.
Muchas cosas pasaban por mi mente... miedo, mi virginidad, incertidumbre... pero
tambi�n un cierto deseo escondido.
Pens� que tal vez por su estatura, no lograr�a hacerme nada
si me trataba de resbalar hacia abajo para poder salirme... fue la idea m�s
est�pida !!! Fue ah� cuando de alg�n modo le qued� en el �ngulo correcto... y en
un movimiento de su cadera, pas� todo. No les puedo decir qu� sucedi�
exactamente, por qiue cuando hizo blanco en mi vagina, todo se me puso blanco;
sent� un dolor terrible en mi vulva, y como si algo me atravesara y me quemara
por dentro. Recuerdo que el dolor era inmenso y emepec� a llorar, emepz� a
embestirme con una fuerza brutal, me ten�a bien agarrada de las caderas y era
tan fuerte su ritmo, que me aventaba hacia delante en cada empuj�n. Cada vez que
la met�a toda, sent�a c�mo me empujaba la matr�z muy adentro, sent�a como si me
la fuera a sacar por la boca. El dolor no cesaba, y cada vez su verga se iba
haciendo m�s grande y gorda. S�lo quer�a que acabara y se saliera para librarme
de eso.
Mi mente estaba dando vueltas, y lejos de estar llevando la
secuencia de las cosas, estaba tratando de lidiar con el dolor que me mataba;
jam�s me pas� por la mente lo de la bola, aunque recuerdo que sent�a una cosa
gigante que golpeaba entre mis nalgas casa vez que me embest�a, pero no lo hice
consiente, hasta que lo hizo. En un momento, se detuvo y me jal� hacia �l
apoy�ndome m�s con sus manos, e hizo un movimiento como de acomodo de la
cadera... entonces supe lo que estaba pasando. Sent� la bola enorme justo entre
mis nalgas, presionada contra mi vulva, y Ursus dio varios empujones cortos pero
con mucha fuerza. Recuerdo cuando empec� a sentir m�s y mas presion de esa bola
en mi vagina, el dolor ahora era terrible. Sent�a como se me abria la vagina y
comenc� a gritar, sent�a como si me estuvieran partiendo a la mitad, y segu�a
empujando m�s y m�s... creo que perd� el conocimiento por unos segundos. Cuando
me recuper� la tensi�n en mi vagina era inimaginable, yo creo que as� se debe
sentir parir un hijo.
Poco a poco el dolor se transform� en una sencaci�n de
placer-dolor, por que nunca me dej� de dolor, pero empec� a sentir algo muy
raro, una sensaci�n de que me lenaba con algo caliente por dentro, muy caliente,
y cuando menos lo pens�, estaba teniendo un orgasmo, y otro, y otro m�s.
Ursus se dio la vuelta, y se baj� de m�, quedando pegada mi
vagina con su verga. Ese movimiento me doli� por que cuando tironeaba sent�a que
me iba a voltear la vagina hacia fuera, se sent�a muy tensa por lo que tocaba
con mi mano, y se sent�a como si la bola empujara mi vulva hacia a fuera.
Afortunadamente se qued� quieto, y empez� de nuevo a aventar
sus chorros ardientes de semen y me escurr�an por las piernas; de nuevo, me vine
una y otra vez, hasta quedar exhausta. Estuvimos pegados cerca de 40 minutos, y
ya comenzaba a deseperarme por que no me la sacaba y segu�a pegado a �l; me
ten�a tranquila saber que mi familia no regresar�a hasta la noche, as� es que
pude ser paciente. Poco a poco disminu�a la presi�n de su verga dentro de m�,
pero no mucho. Entonces empez� a tironear con fuerza y de un jal�n me la sac�.
Me doli� mucho, pero por fin me hab�a soltado.
No s� cuanto fue, pero me salieron cantidades muy grandes de
semen de mi vagina, y con mucha sangre. Me asust�, pero record� que era normal
sangrar en tu primera vez.
Ten�a la vagina muy dilatada, me pod�a entrar con toda
facilidad el pu�o. Instintivamente volte� ver a Ursus por que se lam�a la verga,
y casi se me salen los ojos de ver lo que ten�a colgando: Era simplemente
descomunal... su verga med�a (por que despu�s se la med�) 28 cent�metros de
largo, tan ancho como un pepino muy grueso, y la bola era como una naranja
grande !!. No pod�a entender como me hab�a cabido todo eso adentro... bueno s�
s� como, con la fuerza bruta de Ursus. La vagina me dol�a horriblemente y la
vulva estaba muy hinchada; apenas pod�a caminar y era imposible sentarme.
Not� que estaba sangrando mucho, as� que me sent� como pude,
y me revis� con un espejo; me asust� mucho cuando v� que mi vagina seguia muy
dilatada, y v� que se me hab�a desgarrado una parte de mi vulva, como una
cortada grande en la zona cercana al ano. Me puse muy nerviosa y llor� por que
pens� que tendr�a que ir al hospital a que me revisaran eso, y que todos se
enterar�an de lo que pas�. Definitivamente no pod�a dejar que eso pasara, as�
que me puse una toallas maxi y me qued� en mi cama con el dolor.
Afortunadamente, el cansancio venci� al dolor y me qued� dormida casi toda la
tarde; el sangrado fue disminuyendo y no tuve necesidad de ir al ginec�logo. Eso
s�, el dolor y la dificultad de sentarme se me quedaron por 1 semana.
Pero en mi pensamiento qued� algo: me hizo mujer, y me hizo
suya. Desde entonces s�lo puedo pensar en entregarme a mi Ursus, y dejar que me
haga suya cuando quiera; para mi fortuna, casi siempre estoy sola todo el d�a y
lo puedo hacer cuantas veces quiera. No fue la iniciaci�n rom�tica que esperamos
las mujeres a esta edad, pero conoc� el lado salvaje del sexo, y me volv�
adicta. He tenido relaciones con 2 chicos de mi edad, pero ninguno me hizo
sentir ni se mueve como Ursus, ni la tienen cercanamente de su tama�o... me
quedo con mi perro y siempre estar� en mi mente mi primera vez, mi primer amante
y el mejor.