Relato: Con mi t�a Marina, dulcemente dormida



Relato: Con mi t�a Marina, dulcemente dormida

Con mi t�a Marina dulcemente dormida




HoLa, me llamo AngeL y esta experiencia que les voy a relatar
me ocurri� cuando yo ten�a 22 a�os, vivo en el Norte de Espa�a y f�sicamente soy
o dicen que soy bastante guapo, durante mi vida he tenido bastantes escarceos
con las mujeres y bueno, en definitiva no me ha ido mal.



Mi familia es bastante numerosa, y entre todos ellos, tengo
varias t�as, y entre ellas se encuentra Marina, hermana de mi madre, Marina que
en aquellos momentos rondaba los 36 a�os, de pelo moreno, ojos verdes y altura
media, ten�a un cuerpo bonito, se encontraba en esa madurez que tienen las
mujeres a los treinta y tantos, esa madurez en la que est� en la plenitud como
mujer. No destacaba en nada f�sicamente, y esto se deb�a a que todo estaba en su
sitio, armoniosamente. Cuando ocurri� este relato, ten�a dos ni�os, uno de 5
a�os y un beb� de 4 meses, en definitiva, que estaba bien, aun despu�s del
reciente parto, con alg�n kilo debido a su reciente maternidad, pero a�n as�
para mi entender estaba estupenda, rotunda y en forma.



Una de las veces en que acompa�� a mi hermana Patricia, que
tiene dos a�os mas que yo, se encontraba sola con el beb�, ya que mi tio y mi
primo se hab�an ido a casa de los abuelos a pasar el d�a, despu�s de saludarnos
y preguntar sobre el beb�, yo sal� al jard�n de la casa donde disponen de una
piscina, mi hermana y mi t�a se quedaron en la casa con el beb� hablando de sus
cosas, me entretuve con unas motos antiguas que tiene mi t�o en el garaje y que
est� restaur�ndolas, cuando hab�an pasado ya cerca de dos horas me entraron
ganas de irme y fui en busca de mi hermana.



En la planta baja de la casa no estaba por lo que sub� a la
planta de arriba que es donde se encuentran los dormitorios del chalet, y pas�
por las habitaciones, en un principio no vi a nadie, y aprovechando que ten�a un
servicio ante mi, pas� a orinar, cuando sal� me acerqu� a la habitaci�n de
matrimonio y vi como mi t�a se encontraba dentro del dormitorio, recostada sobre
la cama a la altura del cabecero y dando de amamantar al beb�. Llevaba puesto un
vestido holgado que le llegaba un poco por encima de las rodillas y ten�a
desabrochado la parte superior de �l para poder sacar un pecho y que el ni�o
pudiera chupar a gusto, por lo que se le pod�a ver la parte superior junto con
la cabecita de mi primo.



Mi hermana deb�a haberse ido, creyendo que yo hab�a hecho lo
propio anteriormente, as� que entr� en la estancia para despedirme de mi t�a y
la llamo en voz baja para no alterar al beb�, al ver que no me responde, me doy
cuenta que se ha quedado dormida, supongo que debido al cansancio acumulado
despu�s de las muchas noches en las que duerme muy poco. Me acerco a ella y veo
que el beb� tambi�n est� dormido y que hab�a soltado el pez�n despu�s de haber
saciado el hambre.



Me quedo mirando y veo que el pez�n y la aureola mi t�a se
encuentran cubiertos de restos de leche, tambi�n me quedo asombrado del tama�o
del pez�n, es muy similar al de un garbanzo y no puedo evitar quedarme quieto
mir�ndolo atentamente. Sin creerme lo que estoy haciendo, toco con delicadeza el
pez�n y recojo un poco de leche de �l, la llevo a mis labios y la chupo, no sabe
a nada, acerco mi cara al pecho de mi t�a muy despacio y temblando de
excitaci�n, y acabo d�ndole un beso en �l.



Mi t�a parece que no siente nada y que est� muy dormida, y al
ver que no hace ning�n movimiento, instantes despu�s vuelvo a hacerlo de nuevo,
acerco mis labios a su piel y le doy un beso muy suavemente, viendo que el
resultado es el mismo, es decir, que no se despierta. Acerco la punta de la
lengua a su pez�n, y la chupo levemente, al hacer esto pareci� que cobraba vida
y se agit� un poco, me par� con miedo a que mi t�a se hubiera despertado y al
ver que no hab�a sido as�, me levant� y no sab�a que hacer.



Por un lado estaba excitad�simo y por otro ten�a miedo a las
consecuencias de ir m�s all�, pero la escena era un tentaci�n muy grande y me
animaba yo mismo a seguir s�lo un poco mas, acerqu� mi cara otra vez a su pez�n,
y con la lengua lo chup�, al ver que no pasaba nada, acerqu� mi boca e introduje
todo el pez�n en ella, lentamente y muy suavemente, empec� a chupar de �l y
consigo extraer un poco de leche, era incre�ble, estaba chup�ndole el pecho a mi
t�a y mamando su leche, de repente me asust�, mi t�a hab�a metido mano por
debajo del pecho, a la vez que lo estrujaba muy suavemente para facilitar, mir�
hacia arriba y vi que segu�a durmiendo. Estaba tan cansada que era un acto
reflejo, animado por ello, segu� chupando y deleit�ndome, al rato de estar as�,
acerqu� mi mano a su pecho libre y lo masaje� delicadamente, vi como el pez�n
poco a poco se iba incrementando de tama�o y le desabroch� un bot�n mas del
vestido para liberarlo, cuando lo tuve a la vista, lo toqu� con los dedos y con
la palma de la mano, pasaba mi mano muy suavemente procurando que no se
incomodara y pudiera llegar a despertarse, veo como la piel de alrededor de la
aureola se altera y que mi t�a sigue con la cara relajada y respirando muy
lentamente.



La boca la ten�a un poco entreabierta y ense�ando los
dientes, me acerqu� a ella y le roc� los labios, sus labios casi no se movieron,
vuelvo a insistir e introduje mi lengua despacio entre sus labios y ella abri�
un poquito la boca, entre esto y que yo segu�a rozando su pez�n, me encontraba
en un estado tal de excitaci�n y de emoci�n por el riesgo, que no pod�a
aguantarme.



Baj� mi mano a su vientre y lo acarici� sobre la tela del
vestido, me agach� a ver si se ve�a algo por debajo de �l y entre sus piernas,
pero no se ve�a nada, lentamente trat� de sub�rselo, pero por la postura y por
los botones, era imposible sin despertarla, con cuidado desabroch� un par de
botones de la parte inferior del vestido, pero a�n as� no pod�a ver gran cosa,
me sent� en la cama y empec� a acariciarle uno de sus pies, al rato y al ver que
parec�a que le gustaba la sensaci�n por la cara que pon�a y por los suspiros de
alivio que soltaba de vez en cuando, me coloqu� mejor y unt� mis manos con el
aceite que ten�a en la mesita para el beb�.



Me frot� las manos con �l y lentamente le fui dando un masaje
en las plantas de los pies y entre sus dedos, miraba su cara y se la ve�a
totalmente relajada, hubo un momento al principio que entreabri� muy poco los
ojos, dej� al ni�o a su lado en la cama, se desliz� hacia abajo y sigui�
durmiendo, cre� entenderle musitar algo entre suspiros, pero no le entend� y
segu� con el masaje en los pies, observando en todo momento sus reacciones.



Pod�a verla perfectamente y despu�s de masajearle uno de los
pies hasta la altura de sus rodillas se lo deposit� suavemente en la cama y
recog� el otro, me mov� un poco hacia el otro lado para poder separar a la vez
sus piernas y poder ver a trav�s de su vestido el interior, conseguido esto,
pude observar que llevaba unas bragas de color gris, eran de cintura alta y en
el medio se apreciaba la separaci�n de sus labios, me separ� m�s todav�a y ya
casi todo su cuerpo se encontraba desnudo ante mi vista.



Me apliqu� a la tarea de masajearla sin prisas y disfrutando
del momento, primero el pie, luego su pierna, la rodilla y segu� subiendo hasta
su muslo, la mano me temblaba conforme me acercaba m�s al objeto de mi deseo y
me obligu� a no precipitarme y seguir d�ndole caricias en sus piernas. Acarici�
sus muslos exteriormente y mas tarde en su interior, notaba como mi pene estaba
totalmente erguido y que incluso me estaba mojando los slips debido a la gran
excitaci�n que en ese momento ten�a, me dol�a incluso la cabeza de tener algo
tan rico al alcance, estarlo tocando y no poder introducir mi pene en ese
tesoro, pero no deb�a precipitarme, mis manos recorr�an sus muslos y al
principio notaba cierta tensi�n en ellos, pero al rato de estar toc�ndolos, se
relajaron, y pude recorrer perfectamente todo su contorno, cada vez iba subiendo
un poco mas hacia sus bragas, pero de vez en cuando empezaba otra vez de nuevo
en sus rodillas, cuando llegaba hasta sus bragas, las rozaba con el canto de mi
mano, firmemente pero con suavidad a la vez que segu�a masajeando su muslo.



Me di cuenta que despu�s de realizar esta acci�n varias
veces, su cintura se empez� a mover cada vez que pasaba mi mano por ese lugar
buscando un contacto mas firme, y as� lo hice, a cada pasada que realizaba, me
entreten�a mas y mas en rozar sus labios, lleg� el momento en que el canto de mi
mano estaba ya incrustado entre sus labios y frotaba muy delicadamente su vagina
arriba abajo, arriba abajo, todo ello muy sensualmente, sus piernas empezaron a
abrirse, suspiraba y su respiraci�n antes relajada, hab�a ido in crescendo, los
pezones de su pecho se ve�an duros y excitados y su cuerpo reaccionaba al m�nimo
roce de mi mano.



Pas� a dedicarme a masajear sus labios a trav�s de la tela de
la braga, notaba como �sta estaba empezando a empaparse y jugaba dejando de
tocarla a veces para luego seguir incidiendo sobre su cl�toris, apart� un
poquito la tela e introduje un dedo hasta tocar la parte superior de sus labios,
los toqu� una y otra vez hasta que su cuerpo segu�a el ritmo que yo marcaba
sobre ellos, introduje el principio de mi dedo medio en su interior mientras
miraba su cara y ve�a como murmuraba entre dientes que quer�a mas, lo fui
introduciendo poco a poco hasta hacer tope y una vez dentro lo saqu� y lo met�
r�tmicamente, muy despacio, a la vez que con mi dedo gordo segu�a insistiendo
sobre el principio de sus labios.



Su cuerpo sufr�a de espasmos cortos y yo estaba que iba a
reventar, baj� mi cara hasta su co�o acerqu� mi nariz y ol� su aroma, ol�a a
gloria, ten�a un olor fuerte que me atra�a y que me excitaba mas si cabe, sus
jugos estaban empezando a deslizarse por sus muslos, estaba totalmente empapada
y con la punta de mi lengua, toqu� sus labios y fue como una descarga, suspir� y
baj� un poco su cuerpo buscando mi boca, ahora yo pasaba toda mi lengua por su
vagina de abajo arriba a la vez que mi dedo no hab�a dejado de introducirse
dentro de ella, not� como una de sus manos se posaba en mi nuca y hac�a por
atraerme.



Su cuerpo estaba totalmente a mi merced y sus piernas estaban
abiertas todo lo que pod�an, mi polla suplicaba por salir de mis boxer y la
saqu�, incorpor� mi cuerpo a la vez que segu�a con mi mano en su co�o y acerqu�
mi pene a la entrada, la restregu� un poquito por encima de su braga y jugu�
repetidamente a intentar introducirla con la tela de por medio. Ella baj� sus
manos y apart� la tela, acerqu� la cabeza de mi polla a sus labios que se
abrieron deseosos, me dej� caer un poquito y not� como se introduc�a sin
problemas la cabeza, ella se arque� m�s todav�a suspirando y temblando de placer
y rode� con sus manos mi cintura tratando de arrimarse a m� e introducir toda mi
verga en su interior, cuando lo consigui�, empez� un movimiento de arriba y
abajo con la pelvis y sin moverme yo para nada, mi boca descendi� a su pecho y
agarr� uno de sus pezones con mis labios mientras succionaba la leche de su
interior, era una sensaci�n maravillosa, estaba dentro de ella y a la vez
succionaba parte de su esencia.



Al poco rato de estar movi�ndose, lleg� al orgasmo arqueando
definitivamente todo su cuerpo y suspirando se dej� caer agotada en el colch�n
llevando una mano a un costado y la otra a la comisura de su labios, yo por mi
parte segu� dentro de ella y lleg� un momento en el que no pude aguantarme mas y
me corr�, y lo consegu� sin moverme, era tal la excitaci�n acumulada, que no me
fue necesario bombear para llegar a un orgasmo que no olvidar� nunca.


Sal� de su interior, la limpi� mi semen con delicadeza y
seguidamente le coloqu� sus ropas lo mejor posible, tap�ndola con una manta.



Al beb�, a mi primo, lo llev� hasta su cuna y lo deposit�
dormido en su interior, dormido y a gusto, tan a gusto como qued� su madre y tan
a gusto como me qued� yo.


A partir de aquel d�a, entre mi t�a y yo hay un cari�o
especial, nunca hablamos de ese instante, y siempre me ha quedado la duda de si
ella lleg� a ser consciente de lo ocurrido, o si a�n siendo consciente de ello,
sus deseos fueron demasiado intensos para reprimirlos.



Respecto a m�, creo que todo ha sido un sue�o, un sue�o tan
intenso, que dudo que en la realidad, estuviera all�.



Pronto os contar� otra experiencia, y si os apetece, me
escrib�s, saludos.



AngeL



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