Ni Paula, mi novia, ni yo, pensabamos que el dia que habiamos
elegido para entregarnos el uno al otro se iba a convertir en una cosa bien
diferente. Era verano, y los dos teniamos 16 a�os. Llev�bamos juntos todo el
verano, y los dos teniamos ganas de ir a mas. Iba a ser la primera vez para los
dos, aunque yo ya habia estado con otras chicas, casi follando, pero sin llegar
a meterla. Para Paula tampoco era su primer novio. Habia estado con otros chicos
de la pandilla, y yo sabia que incluso habia pajeado a alguno, pero a mi
solamente me habia tocado la polla por encima del pantal�n, y cuando yo metia la
mano dentro de sus bragas, siempre me la sacaba.
Los ultimos dias yo habia estado muy caliente, aprovechando
cualquier momento para echarle mano y para llevar su mano a mi paquete. Una
noche me llegue a sacar la polla empalmada y se la ense�e. Ella no llego a
toc�rmela, porque vinieron unos amigos al sitio donde estabamos y me la guarde a
toda prisa. Los colegas nos pillaron bien, aunque de esta manera todos pensaban
que me pajeaba, cosa que a mi me parecia que me daba una especie de aura
especial. Cosas de crios, jejejjejejej.
Una tarde le plantee a Paula alejarnos un poco del grupo y
marcharnos a las afueras en mi moto. Me asegure de llevar condones y de lavarme
bien el rabo. Ese dia me hice cuatro o cinco pajas, imagin�ndome como seria
follarla. Paula vino con una falda que a mi me volvia loco. Imagine que ella
tambien pensaba lo mismo que yo, que habia llegado el momento de pasar a mas.
Fuimos por caminos comarcales hasta que no vimos a nadie.
Fuimos a una zona que yo conocia por haber ido con mi familia, con juegos para
crios y tal, cerca de una urbanizaci�n. Habia un par de tios paseando perros y
un par de coches con parejitas dentro. Tambien se veia alguna moto, asi que
imaginamos que habia mas gente un poco perdidos entre la maleza, en la zona no
urbanizada. Yo me habia metido una manta en el maletero de la moto, y unas
cocacolas y unos botellines de ginebra. Si nos emborrach�bamos un poco, seguro
que la cosa iba mejor.
Una vez nos adentramos en la maleza y encontramos un claro
pusimos la manta y prepare unos cubatas. Empezamos a besarnos, y la cosa empezo
a calentarse enseguida. Yo le meti la mano en la falda a saco, hasta tocarle el
conejo por encima de la braga. Ella permanecia con las piernas abiertas,
dej�ndose hacer. Que blando parecia bajo aquella tela. Que gusto me iba a dar
metersela...
Le lleve su mano hacia mi paquete, y ella la puso encima y me
sobo un poco. Entonces yo me saque la polla. Me baje los pantalones y los
calzoncillos, dejando a la vista mi "artilleria". Yo tengo buen rabo, bastante
mas grande que otros colegas a los que Paula habia pajeado,con la excepcion de
uno que la tiene como un caballo. Yo le dije que estuviera tranquila, que no
pasaria nada que ella no quisiera. Me agarro la polla y me la empezo a pelar,
pensando que con eso me conformaria. Yo le estaba empezando a meter los dedos
dentro de las bragas. Notaba su humedad y sus pelillos. Notaba sus labios. Ella
se dejaba hacer. Le dije que queria verselo, y me situe frente a ella. Se quito
las bragas y cerro las piernas, con pudor. Yo se las separe y su raja aparecio
frente a mi, con bastante vello. Lo tenia muy humedo, y los labios menores no se
le veian de lo cerradito que estaba. Le empece a pasar el dedo por la raja, y
ella respondia con gemidos. Por fin se estaba relajando. Entonces ocurrio algo
con lo que no contaba....
Unos gru�idos a mi espalda me indicaron que algo no iba bien.
Al girarme vi a dos perrazos inmensos. Eran como pastores alemanes cruzados con
algun otro perro grande, con el pelo corto y oscuro. Yo me movi despacio para
dejar de darles la espalda y me fui situando al lado de Paula, que estaba
aterrorizada echada en el suelo y con las piernas abiertas. Le dije que se fuera
moviendo despacio hacia atr�s, pero los perros se aproximaron un poco y
empezaron a olernos a cierta distancia. Parecian atra�dos por nuestros pies,
hasta que uno de los perros avanzo un par de pasos y metio su nariz entre las
piernas de Paula. Yo pense que me moriria si el perro la mordia alli. La
olisqueo un momento, y acto seguido saco la lengua y le pego un lametazo. Paula
dio un respingo, pensando que le habia mordido, momento en que los dos hicimos
ademan de escaparnos. Yo lo consegui porque me habia quitado los pantalones y
los calzoncillos, pero Paula tenia las bragas en los tobillos, lo que hizo que
al levantarse volviera a caer de bruces al suelo. Para frenar la caida llevo sus
manos al pecho, de tal forma que quedo de rodillas en el suelo y con la cabeza
pegada al suelo tambien. Los perros ladraron y se abalanzaron sobre nosotros. Yo
corri unos metros y el perro me dejo. A Paula la seguia oliendo el otro, en
concreto oliendo su trasero, que quedaba totalmente expuesto. Ella gemia, en
estado de shock y aterrorizada. Los dos perros se unieron oliendo las partes de
Paula. Vi con horror como uno de ellos empezaba a "sacar" su verga de la funda
(los perros tienen una funda con pelos donde alojan la verga mientras no la
usan). Imagine lo que iba a ocurrir. Al igual que a mi me calentaba, los
efluvios de Paula calentaban a los perros, porque igual les recordaba a sus
hembras. He leido despu�s que las mujeres los atraen mas cuando estan con la
regla, y a Paula se le habia cortado la regla ese mismo dia.
Las vergas de los perros me empezaron a parecer realmente
peligrosas, y le gritaba a Paula que se moviera, que se tirara al suelo, aunque
ella ni se movia, totalmente paralizada por el terror. Uno de los perros, el mas
grande, empezo a sub�rsele por detr�s. Era torpe y se ponia en un lado o en
otro, pero no s peon�a justo detr�s de ella. Yo veia la verga del perro por
encima del culo de Paula. Era mas larga que la mia, aunque menos gorda. Luego me
entere que a los perros se les hincha dentro de la vagina. El perro termino por
situarse bien y empezo a culear. Yo veia aparecer y desaparecer su polla por
encima y por los lados de Paula, hasta que el perro se paralizo un instante.
Paula grito de una forma horrible y el perro empezo a culear de una manera
espantosa, como una autentica taladradora. Paula gritaba y lloraba. Yo me di
cuenta que mi novia habia sido desvirgada, y no por mi, sino por un perro
callejero.
El perro culeo un minuto o asi. Paula gritaba cada vez mas.
Me decia que la iba a reventar, que no podia mas. Yo no sabia el motivo, porque
el perro no tenia una polla muy gorda, aunque esas culeadas la tenian que estar
machacando. El perro paro y gimio con fuerza. Paula grito cuando sintio como el
semen del perro le llenaba. He leido que como el semen del perro esta a una
temperatura muy superior a la del cuerpo humano, se siente cuando se corren. Al
momento el perro la desmonto con violencia. Paula grito mas fuerte aun y cayo al
suelo. Cuando vi lo que el perro llevaba colgando me quede de piedra. La polla
era como dos veces la mia, y mostraba una especie de bola al final. Lo tenia muy
rojo y se lo lamia. Era enorme. No me imaginaba como habia dejado el conejo de
Paula.
Mi novia permanecia tendida en el suelo. Parecia que habia
perdido el conocimiento por el dolor provocado por el perro al despegarse. Ahora
permanecia de costado. El otro perro le olia el co�o, pero en esa postura era
muy dif�cil que se la pudiera meter. Empezo a ponerse nervioso y a gru�ir, y me
temi lo peor. El perro imaginaba que la hembra no queria dejarse follar. Paula
desperto, y consciente del peligro que corria, me pidio ayuda.....
El perro ya habia sacado toda su verga y estaba desesperado
por meterla. Decidi un plan que luego me parecio suicida. Me pase las bragas de
Paula por el culo, para impregnarme de su olor, y me acerque a mi novia y al
perro andando a gatas, de culo. El perro enseguida percibio el olor a co�o que
salia de mi trasero, y me empezo a oler y a dar lametones. Paula me dijo
gracias, y yo le dije que nos fueramos muy despacio. Ella empezo a andar, y yo,
muy despacio, fui detr�s. El perro me gru�o y me pare en seco. Me estaba
lamiendo el culo, pero mis huevos y mi rabo virgen colgaban muy cerca de su
boca. Estaba acojonado.
Enseguida note su peso encima y como me agarraba con las
patas delanteras por las caderas. Tambien note su verga golpeando por mis
nalgas, cosa que no me gusto nada. Una vez estuve a punto de follar con un
amigo, pero cuando me puso la tranca en el culo me eche para atr�s, igual que
el.. Menos mal que culeaba tanto que era imposible que acertara en mi ojete,
aunque un par de veces me presiono justo en la entrada. Cuando la tenia debajo
la agarre entre mis piernas, y aprete un monton. El perro comenzo a culear a
tope, pensando que ya la tenia dentro. Yo notaba como la presion entre mis
piernas creia much�simo. Cuando la tenia totalmente empalmada la punta de su
verga asomaba entre mis piernas escupiendo sin parar liquido. Imagino el co�o de
Paula lleno de ese liquido y me jure no tirarmela en unos dias....
La corrida me llego hasta el pecho, y me puso mi propia polla
y mis huevos perdidos de su semen. El perro se paro un momento y enseguida de
descabalgo. Yo le libere la polla de mis piernas. Ni que decir tiene que en ese
momento Paula y yo salimos corriendo, a medio vestir, en direcci�n a la moto.
Ya en casa decidimos no decir nada de lo ocurrido y vernos
tras unos dias.
El perro no le provoco da�os graves, asi que en un par de
semanas culminamos lo que habiamos empezado y por fin yo me desvirgue y ella
tuvo el rabo de un tio y su lechada dentro...