Las cosas iban viento en popa. Se vislumbraban una serie de
aventuras mas en ese hospital, que no desaprovechar�a, durante los dos meses que
me quedaban. El fin de semana viaje a Santiago nuevamente a............ �visitar
a mis padres? ........ no, a buscar mi c�mara y la videocamara, de mi hermano,
que las necesitar�a para hacer ........mi " Tes�s."
Fin 1� parte.
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*** 2� parte ***
Hospital psiquiatrico (2)
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Lleg� el d�a lunes. Me levant� muy temprano y conduje
directo, de mi casa al Sanatorio. Decid� llevar mi auto, ya que con Ricardo, el
amigo de mi familia, se nos hab�a asignados turnos diferentes, y la locomoci�n
en ese lugar, es p�sima. Llevaba mi ropa limpia para la semana, y por supuesto,
mi c�mara fotogr�fica, y la filmadora de mi hermano, para ver si pod�a obtener
algunas fotos de "Madona". Adem�s hab�a conseguido un bigote postizo, para
asegurarme que la muchacha despu�s que me viera trabajando, no me reconociera.
Al llegar al Hospital, me puse de inmediato a trabajar. Como
a eso de las 10 de la ma�ana, me tom� un descanso y sal� a mi balc�n a tomarme
un caf� y a fumar un cigarrillo. Abajo los locos se paseaban tomando el sol de
la ma�ana.
Es incre�ble la diferencia en el a�re de esta zona, la
tranquilidad del lugar, sin ruidos molestos, y eso, considerando el lugar donde
estaba trabajando.
Aproveche la oportunidad de tomar algunas fotograf�as , para
anexarlas dentro de mi Tes�s. Unos locos abajo me pidieron que les tomara unas
fotos a ello. Luego de hacerlo, se mataron de la risa y quedaron muy contentos.
Cerca de la hora de colaci�n, busque a Jos�, y le coment� mi
diab�lico plan. El lo encontr� genial, y me dijo que me seguir�a ayudando.
Quedamos de acuerdo de realizar lo mismo de la otra semana, a
la misma hora, que es la hora, en que el hospital est� m�s tranquilo, ya que la
mayor�a duerme siesta despu�s de almuerzo, incluyendo a algunos doctores y
enfermeras.
Como ya conoc�a el escondite secreto de Jos�, me dirig� yo
solo al lugar, con la llave que Jos� ya me hab�a pasado, con mi c�mara, mi
bigotes falsos, mi filmadora y un Tr�pode para montar toda una escenograf�a, y
obviamente instalar la filmadora.
Abr� la bodega he instal� la filmadora en la peque�a
habitaci�n, dejando dentro de mi bolso, mi delantal blanco.
Al poco rato de entrar a la bodega, llega Jos� con Madona.
Tal cual como Jos� me lo hab�a advertido, la muchacha ni
siquiera se acordaba de mi. Ahora yo mas confiado, y con mi bigotes puestos,
comenc� a hacerle un entrevista , igual como lo hubiese echo un reportero
profesional. Luego de unas preguntas, le propuse que pas�ramos a la habitaci�n
de atr�s, donde la luz era mejor, para tomarle algunas fotograf�as.
Ella, muy contenta accedi�. Luego de una fotos, siempre
alabando su cuerpo, le ped� que se sacara la ropa para hacerle unos desnudos
art�sticos. Ella comenz� a sacarse la ropa, ( nada de sensual , por lo dem�s )
hasta quedar completamente desnuda. Le ped� que hiciera, cuanta pose se me
ocurr�a, cada vez siendo mas y mas provocativa. En 90 grados, con sus manos
abri�ndose las nalgas, con las pierna abiertas masturb�ndose etc. Cuando ya
hab�a tomado una cantidad de fotos suficientes, le pregunt� si tomarse esas
fotos desnudas no le daban ganas de hacer el amor.
Me respondi� que si, y me pregunt� si yo quer�a hacer el amor
con ella.
Como ustedes ya suponen, en un minuto estaba desnudo y
comenc� a hac�rselo, de todas las formas que se me ocurr�an, montado arriba,
abajo, por detr�s, siempre preocup�ndome que su cara estuviese mirando hacia mi
c�mara. Esta vez, a difeencia de la anterior, not� que ella estaba disfrutando
de verdad, y dandole muy dur�, logre hacerla acabar dos veces. Como a los 20
minutos, yo ya estaba listo para acabar y como gran final para mi pel�cula,
termin� acabando en su boca.
Ella sin ning�n asco se trag� todo mi semen.
Luego de acabar, me levant�, tom� mi celular y llam� a Jos�.
Mientras el llegaba, detuve la filmaci�n y comenc� a vestirme. Ella me
preguntaba en que revista saldr�an publicadas las fotos. No se ni que nombre le
d�, pero qued� muy contenta.
Al llegar Jos�, yo ya me encontraba vestido. El me sugiri�
que dej�ramos el tr�pode en ese lugar, para no despertar sospechas al andar con
el pase�ndonos por el Sanatorio. Met� mis implementos dentro de mi bolso, y al
igual que la vez anterior me retir� dejando a Jos� con la muchacha.
Vuelvo a mi oficina y al poco rato, veo a Madona nuevamente
paseando por el jard�n. Como si nada hubiera pasado.
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Esa tarde, me encontraba en el pabell�n de los pacientes
agresivos, que no se lo recomiendo a nadie, cuando un enfermo le d� uno de sus
ataques e intenta agredir a uno de los enfermeros, aun estando con camisa de
fuerza. Otro enfermero que se encontraba ayud�ndolo, de un empuj�n lo bota a
tierra, y mientras lo sujeta con su pierna sobre el pecho, el enfermero
agredido, saca de su bolsillo una jeringa y le inyecta un liquido que a los
pocos minutos, lo deja completamente sedado.
El paciente es tomado de las piernas y sus hombros, y es
llevado a un colch�n, en el piso, ya que no se puede dejar a alguien con camisa
sobre una camilla.
No les puedo negar que en ese momento, la escena y los ritos
me asustaron mucho. Aun cuando en la universidad te ense�an a tratar a una
persona as�, vivirlo en directo, es completamente distinto. El Doctor que se
encontraba conmigo en ese momento, me comento cuando lo iban a inyectar , que
ese medicamento, lo dejar�a completamente inconsciente por una hora
aproximadamente. Yo vislumbr� inmediatamente una interesante y nueva herramienta
a mis futuras investigaciones secretas. Disimuladamente le fui sacando
informaci�n al doctor, sobre el tipo de medicamento, las dosis que le
suministraban, efectos secundarios, contraindicaciones etc. Incluso me mencion�
que el mismo medicamento se encontraba en pastillas
Al otro d�a, mientras me encontraba en uno de mis tantos descansos, veo a
Jos� barriendo. El me v� y me saluda. Me acerco a platicar un rato con el y
comentarle mi nueva idea.
Le pregunt� cu�l era factibilidad que me consiguiera ese tipo
de medicamentos en farmacia. Me dijo que no exist�a ning�n problema, ya que
pod�a ingresar al momento que los muchachos estuviesen por irse a colaci�n.
Esa misma tarde ten�a los medicamentos en mi poder, ahora solo hac�a falta
encontrar a la v�ctima.
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